Pov Ethan

El tiempo pasaba más rápido de lo que parecía a simple vista, los días en la finca de mis padres pasaban volando, ya había pasado una semana desde que estamos establecidos acá pero la verdad es que fue una semana como cualquiera, apenas si hablábamos de los problemas y dificultades en los que estábamos actualmente pero como hoy era domingo, me tocaba ir a hablar con el director de Hogwarts. 

Ayer fuimos al Ministerio y después de poco más de cinco días sin hablar del tema, lo encaramos de frente. Mis padres le pusieron una demanda a los padres de Arthur por abuso infantil, maltrato agravado, hechizos prohibidos y tráfico de influencias (contrato mágico), pues a pesar de todos las demandas de mis padres, los Malfoy salieron limpios de todo, pues negar rotundamente todo también era una buena práctica por la visto. 

Hasta llegaría a decir que me dio bastante pena el hijo de Abraxas Malfoy, tenía solo nueve años y parecía la sombra de su padre, tan inmóvil y callado a su lado, se notaba que no era un niño feliz. Por otro lado, mientras se llevaban a cabo los procesos legales en el Ministerio, mis padres tenían la tutela legal de Arthur temporalmente por lo menos hasta los juicios. Si logramos ganar se los sentenciara a Azkaban de treinta o cincuenta años. Aun me acuerdo cuando anoche le pregunte que pensaba de sus padres, ¿a él le dolía ver a sus padres cerca de una sentencia así? 

Algo parecido le pregunté, y la verdad la respuesta me dejó temblando de rabia y enojo. Anoche cuando estábamos ambos acostados en nuestra habitación temporal, acurrucados entre las sábanas con su cuerpo pegado al mío. 

—Arthur... Tus padres... ¿No estás enojado con nosotros por que pudieran terminar en Azkaban o con el bebé por todo esto?— Le pregunté, mi voz era baja y trataba de transmitir templanza. Pude sentir su cuerpo tensarse un poco y su mano apretó la mía, se acomodo en las sábanas para que nuestros rostros quedaran juntos. 

—No, una y mil veces no, te amo a ti y al bebé, y tus padres son increíbles sabes. Tal vez si me lo hubieras preguntado antes de Hogwarts te hubiera dicho que sí pero ahora entiendo que ellos son criminales que merecen pagar por sus actos, yo no tengo la culpa de nada. Sabes Dantae Lestrange, el chico con el que comparte habitación, todo su familia va a Slytherin, nunca un Lestrange término con los leones y es de odiar a su hijo y darle la espalda, lo apoyaron, no lo repudiaron, no lo dejaron de amar, no lo golpearon, lo trataron como a cualquiera de sus otros hijos pero cuando mis padres descubrieron que era un doncel dejaron de comprar ropa de hombre, ¿sabes?, "Un doncel solo es una niña con pene" escuche decir mucha a mi papá estas palabras, nunca entendí a qué se refería hasta que llegue a Hogwarts, ¿sabes lo que es que tu madre te obligue a ir de comprar con ella y siendo hombre vestir con falda? No era algo que ya quería hacer, me obligaron, faldas, remeritas, zapatitos con tacón, después de ocho años usé un pantalón en Hogwarts, ella me golpeaba si quería jugar a la pelota, correr en el barro o intentar subir a una escoba, por lo visto eran deportes de niño—.

—Jamás pude jugar a nada, me la pasaba leyendo encerrado en una habitación, hubiera dado cualquier cosa por salir a la calle en esos días. Todos los días de mi vida me recordaban que era un doncel y que por desgracia tenían que trabajar conmigo por que no podían tener más hijos biológicos, me decían que mi lugar era con mi marido y que solo eso iba a tener, una vez le pregunté a papá, ¿Y si quiero casarme con una niña? El golpe que me dio me fracturó la nariz y la mandíbula, y mi mamá es de protegerme reto a mi papá, por qué iba a arruinar mi apariencia. Con ese maldito contrato todo empeoró, pase de vivir encerrado a clases particulares, de cocina, de costura, de etiqueta, de modales, jamás se dignaron a explicarme cómo funcionaba mi cuerpo. No comía en la misma mesa que ellos, ni siquiera comía la misma comida, después de los elfos solo había dos mujeres en la casa que ayudaban a mi madre en no sé qué cosa, ellas eran como buitres. El contrato se firmó oficialmente cuando tenía siete pero yo sabía que mi padre lo planeaba heca años, desde ese momento todos los días me dijeron que si llegaba a no cumplir una de las reglas de ese contrato me venderían como una puta a alguien con dinero con Asia o Europa, ni siquiera estoy que es una puta. Quiero estar contigo, jamás nos dejes, se lo haces yo se que ellos son capaces de cumplir esa promesa y abandonarme en algún país olvidado muy lejos de acá— Mientras Arthur hablaba pude ver a la luz de la luna como sus lágrimas caían por su rostro. 

—Jamás dejaré que ellos te pongan un dedo encima, estamos acá para protegerte— Le dije y lo abrace, nuestros cuerpos se juntaron, muy pegados entre sí. 

—¿Soy una puta? ¿Soy lo que ellos dicen?— Dijo Arthur entre llanto. 

—No, amor. Jamás creas una palabras de esas personas, eras alguien increíble y muy fuerte— Le dije y le dijo un beso en la frente. 

Eso fue lo que pasó anoche y después de esto, estoy aún más seguro que jamás dejaré ir a Arthur. 

—Adelante— Apenas escuche la voz del director abrí la puerta de su despacho para encontrarlo sentado en su silla como siempre. Estaba solo, no había dejado que mis padres vinieran, ni Arthur.

Hoy a la mañana en pleno desayuno llegó la lechuza con 'El Profeta' y en la primera plana estaba una foto de Arthur y mía. "Heredero Nott embarazo a un niño de doce años, los padres demandan al Ministerio". No podía dejar que Arthur vinieran al colegio, pasar por medio de los pasillos y que te se alejen de ti como si contagió una enfermedad terminal, me insultan y hablan a tus espaldas era horrendo pero si era lo que tenía que soportar por mi futura familia lo voy a ser sin dudar pero Arthur no se merecía pasar por todo esto, no después del sufrimiento que pasó con sus padres. 

—Puedes sentar, ¿caramelo de limón?— Me dijo y preguntó el director. Me senté en la silla delante de su escritorio y acepté el caramelo, no estaba nada mal. 

—Entonces... ¿Planea regresar a Hogwarts? Sus compañeros estuvieron preguntando por usted estos días— Dijo el director y me dijo sonreír, por lo menos esos dos tarados se preocupaban por mi. 

—Si, planeó terminar mis estudios en Hogwarts— Le dijo —Los necesito para poder conseguir un empleo en el Ministerio—.

—Oh, ¿Planea trabajar en el Ministerio?— Me pregunto. 

—Si, señor. ¿Puedo venir mañana a clases?— Le pregunté, tal vez él no quería que volviera a asistir, después de todo solo seria un problema tener en este techo. 

—Obvio Sr. Nott, me sentiría honrado de saber que planea terminar sus estudios en Hogwarts— Dijo el director. —En cuando al Sr. Weasley, sus padres vinieron el viernes y quieren que su hijo esté en Hogwarts...—.

—No, ayer fuimos al Ministerio, los padres de Arthur no tienen sobre él ningún poder ahora, él se quedará con mis padres por el momento y él mismo decidió por el momento aplazar sus estudios por el bebé, lo más probables es que una vez pasado el primer trimestre mis padres contraten profesores particulares— Le dije al Director. 

—Entiendo, embarazo de alto riesgo, yo hablaré con los padres del Sr. Weasley la próxima vez, explicaré esto que usted me esta diciendo— Dijo el Directo —No te desesperes por la situación y si quieres volver a tu casa pues hacerlo a través de la floo de mi despacho—.

—¿Enserio?— Le pregunté con duda al Director, ¿por qué él haría algo así? 

—Hace muchos años que estoy como director y no es el primer embarazo adolescente con el que me encuentre, es algo que siempre sucede y por alguna razón seguirá sucediendo pero puede entender que lo que usted está pasando no debe ser fácil, si quiere ir a su casa solo ven a mi despacho, no importa si estoy aquí o no— Me dijo —Lo espero con ansias el mañana a primera hora—.

—Muchas gracias— 

Continuará... 

~~~~~~~

Espero que les haya gustado! Les agradezco de corazón que comenten y voten por la historia, me alienta a seguir escribiendo sabiendo que alguien se toma el tiempo de leerlo!! 💖

Lamento no haber podido subir ayer el capítulo, los domingos se me están haciendo complicados. Nos vemos el miércoles!