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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗

𝟏𝟎. 𝐀𝐥 𝐛𝐨𝐫𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐞𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞.

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Gon no sabía que estaba haciendo, quiso huir como un conejo asustado cuando Killua y él se vieron a los ojos. Esas luces azules brillaban con tanta intensidad que Gon podía perderse en ellas, Gon podría... simplemente perderse en ese mar azul y tranquilo, incluso siente que la bendición en su vientre se burbujea como un torbellino.

¿Cómo le explica a su cerebro que nadie los está atacando? Es solo Killua besándolo.

Cuando quiso alejarse, para... defenderse, para intentar dar una explicación. Killua no lo deja, toma su muñeca y tira de él para que Gon choque con su pecho, alza su rostro con la otra mano y sin decir nada vuelve a besarlo.

Esta vez no fue un roce torpe, fue un beso.

Un beso real.

Killua movía sus labios levemente como si pidiera permiso y Gon siendo un tonto corresponde con cierta timidez. El aroma de Killua se intensifica al punto de que a Gon le duelen los pulmones por no poder respirar más, el alfa toma su rostro para ladearlo un poco y sigue con el beso que es tierno y suave. Lo guía, tal vez se está dando cuenta que jamás había besado antes.

La otra mano toma su cadera y lo acerca más a él, su corazón casi estalla, sentía que lo podía escuchar en sus oídos. Cuando se separaron, Killua tenía los ojos dilatados, el hermoso azul había cambiado a uno más oscuro. Como el mar por las noches, de ese azul oscuro que en que podías perderte si mirabas por mucho tiempo.

Así se sentía en este momento.

Y en cuanto quiso hablar, Killua volvió a besarlo esta vez su lengua tocó lentamente sus labios y Gon no tuvo de otra que dejarlo entrar. Se aferra a la ropa del alfa hasta arrugarla, mientras Killua camina un poco haciéndolo dar unos pasos hacia atrás, Gon sinceramente no está pensando ahora mismo, siempre había buscado el control. En cada una de sus decisiones, siempre buscó el control porque sentía que si no lo tenía entonces las cosas saldrían mal y ahora estando así con Killua, se dio cuenta que no tenía el control de nada. Ni de Killua, ni de sus propios sentimientos e incluso de sus acciones.

Los labios de Killua eran tan suaves, y sabían a dulces, su mente esta perdida y su lobo aulla tanto en su interior, que la verdad poco le importa a donde Killua lo esta llevando. Esta es tal vez una de las primeras veces que cede el control, que confía en que alguien más lo tome. 

Cuando la parte trasera de sus rodillas choca con la pequeña mesa de la habitación, Killua lo termina cargando y sentándolo ahí, con sus manos rápidas abre ligeramente sus piernas y se acomoda de nuevo entre ellas.

—¿Puedo besarte otra vez?— Gon se sonroja de inmediato porque esa voz, esa voz era ronca, unos tonos más abajo del tono normal de Killua, que eriza cada parte de su cuerpo.

—Puedes— ni siquiera termina de hablar cuando Killua ya esta de nuevo reclamando sus labios y Gon aunque intenta seguirle el ritmo con todas sus fuerzas no puede; es obvio que Killua tiene experiencia, eso lo pone un poquito avergonzado porque Killua es su primer beso y lo qué sea que esten haciendo en este momento. Gon siente los besos de Killua bajar un poquito más, besa su mentón y sus manos se aprietan en sus caderas.

—No sabes cuanto había querido hacer esto— murmura contra su piel mientras Gon da pequeños suspiros porque... siendo realistas ¿Gon no había querido lo mismo? Es como si todo lo que hubiera pasado los últimos meses... Terminará aquí. Colapsara en este momento.

—Eres tan bonito— Gon hace una mueca, porque nadie en su vida, mucho menos un alfa habría tenido el valor de decirle algo así y no recibir una paliza por el atrevimiento, pero aquí esta; con Killua sosteniendo sus mejillas y dando caricias con los dedos pulgares mientras el elogió lo hace zumbar con alegría—. Me dan ganas de comerte.

Su rostro pasó de la timidez a la sorpresa, ¿qué mierda significa eso?

—Killua... ¿Te sientes bien?— pregunta lentamente su propia voz le sorprende, esta ronca y temblorosa.

—Si, mejor que nunca, ¿por qué?— pero sigue acariciando su rostro y sus ojos siguen oscuros, su aroma.... su aroma es diferente. Si tiene los frutos rojos, el olor a humo y el aroma del sándalo. Pero... Es diferente, los frutos son mucho más dulces y el sándalo se enrosca en la habitación como...

Oh

Oh

Esta marcando su territorio, lo había leído en ese ridículo libro que leyó cuando quedaron varados en Hammer. Era una tontería... según el libro era ese momento en el que los alfas están... muy excitados o muy inseguros es normal que marquen a su omega, a sus cachorros, al espacio privado de ambos, incluso con algunos amigos pueden hacerlo.

Pero.... Gon creyó que era una tontería, hasta que bueno Retz le habló de los celos alfa y el hecho de que el Killua esta a punto de explotar... entonces tiene sentido que lo este marcando pero es diferente a cuando lo hace con Ori.

—¿Me estas perfumando?— pregunta tentativamente mientras deja que Killua acaricie sus cabellos, que sus dedos rocen ligeramente su cuello.

—¿No te gusta?— Killua le alza una ceja, pero Gon no puede decir que no le gusta es solo...

En ese momento se escucha el sonido de la puerta del baño, Gon avienta a Killua y salta de la mesa con las mejillas rojas y con la ansiedad golpeando todo su cuerpo, cuando Ori sale con esa pijama de estrellas que pintaron juntos y con una sonrisa enorme en cuanto ve a Killua.

—¡Que bueno que no te haz ido!— el niño grita entusiasmado dejando su toalla en una de las sillas con una sonrisa—. ¿Me vas a perfumar?

Ori se está dando muchas confianzas con Killua, el niño pide ser perfumado por Killua como su fuera una obligación, todas las noches... Killua se queda aquí solo para perfumar a Ori y verlo dormir, se ha vuelto una rutina. ¿Desde cuando son tan domésticos?

Los ojos de Killua cambian parcialmente y su aroma huele... un poquito diferente; más dulce y menos oscuro que antes.

Gon se siente aún nervioso, tiene la ropa húmeda aún:—Voy a secarme— dice mientras entra con rapidez al baño.

Mientras se cambia Gon tiene mucho que reflexionar, se había besado con Killua, ¿y ahora qué? ¿hacen cómo si nunca pasó? Killua tiene un destinado... por Měsíc, no puede ser tan egoísta... Pasa una de las toallas por sus hombros cuidando de no tocar la marca del sol, aún duele, la mira en el espejo... esta roja e hinchada como si hubiera ocupado la bendición por días.

Cuando no, la utiliza en las noche para intentar ayudar a Ori. Da un largo suspiro, toma una gasa de la cajonera del lavabo y con cuidado la coloca, mueve un poco los músculos de la espalda y hace una mueca adolorida, se voltea para ver su reflejo en el espejo y se queda un poco... resignado al ver que esta sangrando de nuevo, supone que con la carrera que dieron para llegar a la mansión, alguna de las heridas se abrieron.

No puede salir así, si Killua lo ve se dará cuenta. No quiere hacer las cosas más raras, de verdad que no quiere.

Se toca sus labios, y una sonrisa tonta florece de ellos. Se muerde el labio inferior, su corazón tiembla en sus manos, demasiado frágil para si quiera pensar en dárselo a Killua. Aún tiene preguntas, ¿qué fue lo que le hicieron?, ¿por qué fue a Slunce en primer lugar?, ¿por qué...? Quiere arrancarse los cabellos de solo pensar.

Porque el amor... es complicado. Recuerda a la hija del Sr. Devi, la misma que se fugó, que ahora está casi que casada con un hombre que la ama. A veces solía pensar, gracias a su... educación que el amor, era... una debilidad. Algo que dolía, algo que simplemente lo sometería.

Pero luego ve a esa chica que se veía tan reluciente, que la gente la seguía, no se veía recluida... sometida por él. Era ella, siguiendo su propio camino, encontrando su propia voz... apoyada de un hombre que confiaba en ella, tanto para convertirla en su segunda mano.

No una bonita esposa.

No un bonito trofeo.

No una omega que pudiera presumir.

Sino una compañera, una amiga...

¿Y Killua no era ya todo eso?, deja caer su camisa mojada cuando la puerta es tocada ligeramente.

—¿Gon? ¿Estas bien? Ori se acaba de dormir— es la voz de Killua preocupada pero de alguna forma sonaba más... desesperada.

—E-estoy bien— Gon grita mientras se agacha para sostener la ropa con sus manos temblorosas. Mira los azulejos de la puerta y ve la sombra de Killua ahí.

No quiere apartarlo. No quiere hacerlo, ha vivido siempre esperando a que las personas que lo amen lo abandonen.

Su padre, su tía, Aziz y Ara, en su momento Basilius, Palm...

No quiere perder esto. Lentamente abre la puerta y ve a Killua ahí con sus ojos un poco preocupados, con su aroma intranquilo.

—Gon...— murmura y en cuanto lo ve sin la prenda de arriba el alfa al inicio sus ojos se dilatan y luego lo mira con preocupación—. ¿Pasa algo? ¿Te duele algo? ¿Llamo a Leorio?

—No— niega con la cabeza—. Las heridas de mi espalda se abrieron, casi siempre me ayudan Ori o... Jingū, pero...— se muerde los labios—. ¿Podrias ayudarme a limpiarlas?

Killua parece estar a punto de negarse pero luego asiente y entran al baño. Gon le da el pequeño baúl donde tienen las gasas y el desinfectante. No pasa mucho cuando siente las manos de Killua trabajando en su espalda, el aroma del alfa parece salir furioso, Gon se estremece un poco ¿por qué está enojado?

—¿Killua?— voltea para verlo, intentado verlo.

—Es solo... me enfurece lo que te hicieron— Killua dice con los dientes apretados.

—Ya pasó— responde levemente, es curioso que ninguna parte furiosa de las especies de Killua lo toquen. Esta ahí el aroma del enojo, pero nunca dirigido a él.

—Eso no lo hace mejor— Killua responde de inmediato, mientras siente como coloca las gasas siendo lo más cuidadoso posible.

—No tienes porque preocuparte por ellas Killua, sanarán con el tiempo— dice intentando restándole importancia.

—No Gon, no se curan— Killua dice con amargura—. No es la primera vez que te las limpio, y cada vez que las veo parecen peor.

Gon traga saliva, él lo sabe... Es solo que no puede curarlas, aunque quiera... es... fue su...

—No fue tu culpa— Killua habla despacio como si no quisiera que alguien lo escuchara—. No sé la historia completa y no te la estoy pidiendo, pero no soy idiota, con lo poco que me dijeron... pude sacar conclusiones.

Gon se queda en silencio, sus manos se aprietan en la tela de su pantalón y su corazón se siente demasiado pesado como para seguir hablando de este tema.

—Sé... lo que es sentir... culpa, Gon. Sé lo mucho que te devora cada noche, lo sé muy bien— Gon se voltea para verlo mientras Killua coloca una toalla en sus hombros para ocultar su cuerpo—. Sin embargo, no puedes dejar que la culpa guíe tu camino y te ciegue de las otras cosas que haz hecho, te conozco lo suficiente para saber que tú... de todas las personas no mereces vivir así.

Killua lo sigue mirando con cariño, acaricia sus mejillas y se acerca para darle un beso en su frente que lo deja aún desnudo, incluso más que cuando lo besó atrás hace unos momentos.

—Cámbiate y mañana vas con Leorio para que te revise— el albino dice con una sonrisa mientras se separa de él.

Gon se queda en silencio mientras el alfa sale de la habitación, da un mueca triste, pero las palabras de Killua traspasan un poco los muros que él mismo se impuso. Da un suspiro y regresa a la cama con Ori, el niño tiene una pierna afuera de las cobijas y la cabeza en una posición graciosa mientras sus cabellos están esparcidos por la almohada, Gon da una risita lo acomoda en la cama y se acuesta para abrazarlo.

El aroma de Killua flota entre ambos como si los estuviera perfumando a ambos, y Gon no puede evitar sentir que... es lo mejor. Que le... gusta.

Para cuando la mañana llega y Gon esta bajando por las escaleras con el cabello hecho un desastre y con los ojos medio adormilados se da cuenta que la manada ya comenzó el día con rapidez.

Gon ve a Bisky bajar con piernas veloces:—Bisky, ¿qué está pasando?

La alfa para en seco para verlo, la chica lo mira por unos segundos hasta darle una mirada pícara:—Oh, parece que el Sr. Devi nos quiere para ayudarlo a ordenar todo para la feria y la boda, Killua dijo que le podíamos ayudar, con la condición de un pago bastante bueno y otras cositas— dice con una sonrisita.

—Oh— Gon sonríe—. ¿Y dónde esta Killua?

Bisky sonríe como un tiburón:—Tu alfa esta hablando con el Sr. Devi afuera— dice con una sonrisa—. ¿Podemos ya decirle así?

Gon se sonroja de inmediato, ve a la chica como si esta estuviera viendo una... cosa extraña:—Oh vamos Gon, tu aroma lo grita. ¿Pasaron la noche juntos? ¡Por fin!— Bisky como la tonta que es junta sus palmas como si estuviera rezando con una sonrisa demasiado fingida en emoción—. La Diosa Lunaris escuchó mis plegarias, gracias, gracias.

Gon no tiene de otra que golpearla con una mueca enojada y avergonzada:—No pase la noche con él— le dice con obviedad y bajando la voz—. Él como todas las noches perfumó a Ori y yo estaba de paso.

—Ahora se le dice así— Bisky se cruza de brazos negando con la cabeza—. Tranquilo Gon, no es nada malo... con que no lo hayan hecho con el niño en la habitación... entonces todo sería normal entre dos personas que se quieren, y que por supuesto son destinados. Qué bonito es el amor— dice con voz ridículamente melosa.

Gon va a refutar un poco indignado porque él no sería ningún inconsciente para hacer algo así con su niño durmiendo al lado, pero antes de poder decir cualquiera palabra su mente pesca las últimas palabras ¿destinados? ¿De qué mierda habla?

—Killua y yo no somos destinados— dice como una verdad absoluta, eso es ridículo, pero su lobo se emociona en su pecho al punto de que tiene que tocarse esa parte de su cuerpo con preocupación.

—¿Ha? ¿Cómo qué no?— Bisky alza una ceja, pero luego ve algo en su rostro supone porque de inmediato la sonrisa de zorro que llevaba pasa a una mueca pálida—. Mira la hora, tengo que ayudar a Kurapika— da una risa nerviosa mientras corre por las escaleras gritando—. ¡Nos vemos en el desayuno!

—¡Espera un momento!— Gon grita viendo como la chica camina a paso veloz por las escaleras para luego huir como si un demonio pudiera aparecer en cualquier momento. Gon dio una mirada a las escaleras y a las sirvientas que pasaban con sonrisas picaras mientras lo veían.

Gon dio un gran suspiro mientras bajaba las escaleras con pasos lentos, tomo el abrigo de Killua ya que las mañanas ya comenzaban a ser frías a pesar de que todavía no estaban en otoño. Sale de la casa y pudo observar a Killua hablando con el Sr Devi.

No fue hasta que el hombre le dio un saludo desde lo lejos mientras se dirigía a su auto. Gon sintió que algo iba mal, por lo que se acercó al alfa que camina hacia él con una leve sonrisa.

—¿Paso algo?— Gon pregunta con una sonrisa, Killua de inmediato coloca un mechón detrás de su oreja con cuidado.

—Se podría decir— Killua dice soltando un suspiro—. Las viñedas están listas para preparar el vino, los recursos de la tribu están listos para ser empaquetados, la boda esta siendo preparada por ambas familias y las invitaciones ya están siendo enviadas.

—¿Pero?— Gon alzó una ceja.

—Pero, al parecer la tribu insiste en que siguen llevándose el mineral que a ellos les pertenece— Gon frunce el ceño.

—¿Tu hermano no iba a encargarse de eso?— Gon pregunta, mientras Killua toma su mano para hacerlo caminar, el contacto cariñoso hace que Gon pierda la concentración por unos segundos.

—Eso hizo... según él— Killua se pasa la otra mano por la cabeza, estresado—. El Sr. Devi nos pidió que fuéramos a revisar sin... que Milluki sepa.

—Podemos hacerlo— Gon le sonríe—. No es nada complicado, solo iremos a revisar, estoy seguro de que debe haber una respuesta lógica.

—Si... pero, no quiero llevarte— ambos se paran sus manos siguen entrelazadas—. Fuiste a esa tribu, te secuestraron aunque digas que fueran amables...

—Killua no puedes tenerme encerrado en la mansión para siempre— dice Gon sorprendido de que su primera respuesta no fuera pelear... sino hablar, no entrar a la defensiva de inmediato—. Vamos, tú y yo, no hemos hecho misiones juntos.

Killua mira sus manos, le hace una mueca fastidiada:—Odio no poder decirte que no— dice dando un largo suspiro resentido, Gon sonríe un poco como un tonto—. Iremos en unos días.

—Acostúmbrate— Gon dice con una enorme sonrisa. Y cuando el alfa se inclina pensando que lo va a besar... Gon simplemente se prepara pero lo que pasa en un beso en su frente, que le agrada pero... esperaba algo más.

—Supongo que si— Killua dice con un suspiro cansado—. Vamos a desayunar.

Ambos lo hacen, caminan juntos con el viento frío de la mañana. El desayuno es de lo más normal, se da cuenta que todos están en el comedor.

Cuando Bisky entra lleva la cabeza baja con una mueca arrepentida y Kurapika entra detrás de ella con los brazos cruzado y el ceño levemente fruncido. Cuando la rubia alza la mirada y sus ojos se encuentran la chica la baja de inmediato.

Curioso... Gon nota a Killua cargar a Ori cuando este llega corriendo con un boletín en una de sus manos:—¡Killua! ¿Me llevas?— el niño dice con una enorme sonrisa, sus mejillas rojas por el frío al igual que su nariz.

—Alguien sigue obsesionado con los robots— dice Alluka con una sonrisa maternal mientras pone platos en la mesa, el niño asiente con vehemencia en los brazos de Killua.

—Pregúntale a Gon, Ori— Killua dice con una sonrisa—. Él es el de los permisos.

Y Gon se queda en silencio porque... ¿Y esto? Claro al inicio... Killua era un buen amigo de Ori, el niño al inicio no confiaba en él pero luego hubieron momentos donde simplemente veía que Killua comenzaba a traer dulces y crayones para el niño.

No es fuera solo Killua, en realidad toda la manada traía alguna cosa para Ori aunque el niño no se diera cuenta, la mayoría de sus juguetes eran por ellos, incluso Canary llegó a aventarle unas acuarelas diciendo "son para él", Ori las uso por días hasta que se las terminó. Pero Killua...

Gon sabía que Ori guardaba muchos recuerdos de su padre y de su madre. De Ara eran más borrosos, Ori estaba muy pequeño cuando ella falleció, pero de su padre tiene bastantes, a veces cree que esa seguridad qué le daba Aziz... Killua se la está dando son darse cuenta.

Ori ve a Killua y necesita que el alfa le diga que hizo algo bien, termina sus prototipos de robot y corre a Basilius y luego a Killua buscando aprobación de ambos.

Ahora le pide cosas como un padre y un hijo. ¿Cuándo fue que dejó que pasara esto?

Gon podía ser un hermano y un padre para Ori porque así lo sentía, al inicio fue más un hermano pero cuando el niño se quedo completamente solo, cuando estuvieron juntos todo el tiempo...

La brecha de la hermandad y la paternidad se difuminó. Y esta dinámica qué ahora tienen los tres... En la que parecen padres y un hijo...

Por Měsíc, ¿Cómo llegaron a eso?

—¿Gon vamos?— preguntó Ori con ojos redondos y brillosos.

—Claro, ¿por qué no?— pregunta poniendo servilletas en la mesa mientras Leorio ayuda trayendo algo llamado lasaña.

Y ambos, Killua y Ori se sonríen con complicidad para luego sentarse uno al lado del otro, Gon los mira, y se da cuenta que Ori esta comenzando a comer como Killua.

Se frota el rostro con una mano, ya ha estado comenzando a copiar cosas de Killua. Ori lo hace con todos, esta seguro que el niño tiene muchas manías aprendidas de toda la manada pero de Killua más. El niño en serio lo admira, mira a Retz qué los ve también con una sonrisa divertida y le envía a él un alzamiento de hombros despreocupado.

Pasan la hora discutiendo algunas tareas, Killua no quiere seguir viviendo en la mansión...

—¿Algo propio? ¿Aquí?— Canary pregunta con una ceja alzada.

—Creo que es lo mejor... Miren, estuve hablando con el Sr. Devi— Killua pone una mano en su cuello—. Él no tiene ningún problema con dejarnos la casa, pero...

—No quieres caridad— Kurapika termina con el ceño fruncido.

—Solo pienso que tal vez estaría bien algo menos... Grande, hay granjas cerca que podemos comprar lo suficientemente grandes para todos...

—¿Con qué dinero, Killua?— pregunta Kurapika—. No hemos ganado mucho, la casa es lo que nos mantiene vivos.

—A eso iba... El Sr. Devi nos quiere aquí, dijo que podía conseguirnos empleos, reales... Leorio puedes estar en una clínica aquí, necesitan médicos— Killua dice con una sonrisa—. Bisky puedes entrar a la policía local, con tus habilidades serías grandiosa, Basilius y Jingū pueden volver al mar como pescadores, Zushi están buscando un profesor en la escuela más importante de la isla pero también en las más pequeñas, Retz podrías ayudar a la tribu que te pagará, Canary y Kurapika realmente pueden hacer cualquier cosa— Killua les da una mirada significativa—. Solo pienso, que este lugar es pequeño, la mayoría del año están solos y solo hay ferias públicas tres veces al año... El Ryodan no nos encontrará aquí.

Hay un silencio en la mesa, Canary lo mira como si esperara a que hablara también, Gon se sonrojo un poco recordando las palabras de Bisky.

—¿Gon qué piensas de esto?— Canary lo mira directamente. La mesa lo voltea a ver esperando una respuesta de su parte, Ori alza la mirada curioso.

—Yo... Creo que deberíamos intentarlo. Ori esta mejor de salud, ahora mismo viajar en barcoseria riesgoso, no podemos ir a las grandes ciudades y este lugar es... Pequeño— Gon dice lentamente—. Tal vez un lugar alejado de todo... sea lo que buscamos y si el Sr. Devi esta... considerando brindarnos la ayuda necesaria para vivir aquí... Creo que podría ser lo mejor.

—Yo les prometí que ir a Slunce y entregar los objetos sería nuestra última misión— Killua dijo mirando con seriedad a cada uno de su manada—. Las cosas se torcieron demasiado, pero, ahora tenemos la oportunidad de descansar... de comenzar una nueva vida.

Ori ve a Killua con atención, sus ojos se iluminan y es como si estuviera viendo a un personaje de las caricaturas que ve en la televisión:—También... quiero que sepan que no están obligados a quedarse aquí, si quieren salir y buscar... una nueva vida están en su derecho, y si regresan entonces yo siempre lo esperaré.

Hubo un silencio demasiado enorme hasta que Bisky lo rompió con lo que parecían lágrimas en los ojos:—Por Lunaris, cállate ya estamos en la punta del otro lado del mundo contigo. No nos iremos.

Killua da una risa divertida:—Solo decía— su cuerpo parecía relajarse y Gon casi quería darle un abrazo al alfa con cariño.

—Entonces, creo que sería un buen momento para comenzar a buscar trabajos— Alluka dice con una pequeña sonrisa.

—Tendré que hablar con el patrón— Killua dice con diversión.

—Yo podría ir a la escuela— la voz de Ori se vuelve emocionada, mira a Killua y a Gon con ojos tan brillosos que Gon casi acepta sin siquiera pensarlo.

—Es una posibilidad— Gon dice con una sonrisa—. Veremos que podemos hacer.

El niño sonríe y la pequeña junta se levanta después de risas y miradas sinceramente indiscretas que les están dando a ambos. Cuando la mesa está siendo levantada, Leorio, Basilius y Killua salen por la puerta.

Gon se queda en la puerta hablando con Killua por unos segundos:—Te dire más al rato qué haremos con lo de la mina— Killua dice mientras se coloca su abrigo.

—Esta bien— asiente pasándole la mochila que Killua se ha estado empezando a llevar—. Cuídense.

Killua sonríe y se acerca, a Gon se le acelera el corazón pensando que vendrá otro beso pero en vez de eso... El alfa le da uno en su mejilla, y le da un apretón en su brazo.

—Te veo por la noche— dice antes de salir por la puerta aunque parece más que esta huyendo.

Gon rueda los ojos con exasperación, es así que durante toda la tarde queda solo con Ori mientras le enseña sumas y restas, el niño parece distraído.

Están en la sala, mientras el niño mira su cuaderno con pereza extrema:—¿Puedo dibujar?

—Termina tus sumas y luego podrás dibujar— Gon dice mientras revisa algunos documentos de libros que Zushi le entregó acerca de leyendas sobre la Diosa Měsíc, según él en estas pueden haber respuestas escondidas acerca de la bendición contadas como simples fantasías o fábulas.

Ori gruñe y juega con su lápiz sin hacer caso, Gon da un suspiro:—Vamos Ori, te puse solo tres operaciones— dice con una sonrisa amable.

—Pero no quiero hacerlo— el niño frunce el ceño, listo para un berrinche. Gon puede con ellos, aunque Ori es un niño bastante tranquilo y cariñoso, sigue siendo un niño tienen sus días buenos y sus días malos.

Y es lo normal, Gon no es su hermano de sangre, no es su padre... sin embargo, lo ve como uno. Lo ve como su hermano pequeño y en ocasiones lo siente como un hijo, pero no por ello deja que el niño haga berrinches, nunca le ha gritado una mirada y un tono firme son suficientes para que Ori no siga, pero... Esta vez, Ori luce bastante frustrado.

—No puedo. No puedo concentrarme, hay mucho ruido— Gon hace una mueca confundido, la casa esta parcialmente sola, las sirvientes pasan pero ninguna hace mucho ruido, la radio esta apagada al igual que el tocadiscos y la pequeña televisión—. Ellos... no se callan— gruñe nuevamente apretando los ojos con fuerza.

Gon lo mira un poco inquieto, se acerca a él con una sonrisa:—Hey, mírame— Ori abre un ojo—. No hay ningún ruido, pero si quieres podemos hacerlo.

Ori lo ve raro, como si no entendiera pero en un momento el niño vuelve a cerrar los ojos y se tapa los oídos. Gon no entiende, sin embargo se levanta y se dirige al toca discos y coloca un vinilo que han escuchado varias veces. En cuanto la voz se escucha por la habitación, Ori abre los ojos y lo mira aliviado, como si la música ayudara.

—"I don't want to set the world on fire"— Gon comienza a cantar junto al tono de la canción con una sonrisa mientras se acerca Ori.

—"I just want to start. A flame in your heart"— canta Ori con la voz un poco temblorosa, las letras las pronuncia de forma graciosa aunque lo hace bastante bien. El inglés es idioma universal y aunque a Gon le agrada mucho la música occidental no es que en Slunce hayan escuchado... mucha música así, al menos no en el palacio, pero si con su tía.

—"In my heart, I have but one desire"— Gon se sienta al lado de Ori mientras los abraza con cariño, el niño sonríe más aliviado.

—"And that one is you"— termina por cantar mientras toma el lápiz y termina las operaciones sin mucho problema mientras Gon sonríe.

—Puedes dibujar— Gon susurra con cariño, el niño asiente toma una hoja de papel y con los crayones nuevos que Killua le trajó hace unos días comienza a colorear.

Gon se levanta descalzo, camina hacia la cocina donde sirve un par de vasos de agua de frutas frescas y algunas papas que Bisky trajó, pasa por el pasillo que lo llevara al salón donde estaba con Ori; rueda los ojos cuando ve que en la habitación continua hay libros tirados, entra y los levanta mientras supervisa a Ori desde la puerta con azulejos con diseño transparente. El niño está dibujando, tarareando la canción, sin embargo, en cierto momento alza la cabeza y niega con ella, para luego llevar un dedo a sus labios como si estuviera pidiendo silencio a alguien.

Gon parpadea cuando el niño parece volver a hacer lo mismo. En ese momento toma la bandeja y camina con rapidez a la habitación, cuando llega Ori esta con la cabeza agachada dibujando.

—¿Vino una sirviente?— pregunta curioso sentándose a su lado en el suelo.

—¿No?— el niño ladea la cabeza y niega después de alzarse de brazos, la música sigue sonando y Gon mira a Ori, mientras el niño canta— "But tonight you belong to me with the dawn that you will be gone... way down, way down along the stream."

Gon siente un escalofrío y en cuanto va hablar, la puerta principal suena con las voces de Leorio y Basilius, Ori salta como un resorte y sale corriendo con su hoja de operaciones por el pasillo.

Gon mira el dibujo de Ori con nervios, es el pozo... Nuevamente, el niño ha estado haciendo esos dibujos desde que despertó y ciertamente se parece mucho al que hay en... La tribu. Sin embargo, en este en particular hay una mancha oscura al lado, como una sombra. La de un hombre, Gon siente algo no sabe que es pero cuando escucha los pasos de los demás guarda el dibujo entre las demás hojas, el niño ya está siendo cargado por su abuelo.

Gon les sonríe y platica con ellos aunque su corazón se siente intranquilo. Mira de nuevo la esquina a la que Ori pareció silenciar y traga saliva un poco inquieto.

Han pasado unos días, Ori necesita la música en todo momento para no estar de malas o que alguien le cuente historias.

Leorio dice que tal vez es parte del trauma, el niño se esta recuperando y tal vez mientras estaba en coma había mucho silencio qué ahora no le gusta. Gon esta bastante preocupado, pero, al menos Leorio confirmo que el niño parece estar bastante bien, solo que estará en observaciones.

Revisaron todo, Leorio dice que no cree que sea algo mayor y aunque acepta las palabras de un médico... Gon sigue preocupado.

Killua parece también preocupado pero intenta mirarse fuerte, supone que para ayudarlo a él.

Ese es su otro gran problema, aunque siente que las cosas van bien, Killua no lo ha vuelto a besar, además, sigue estando esa tontería que Bisky dijo de ser destinados.

El alfa pasa mucho tiempo con él, y sin embargo actúa como si los besos no hubieran sucedido. Besa su frente, su mejilla, sus manos, los perfumado todo el tiempo pero... al parecer no puede besarlo.

Y a Gon... le molesta. Es decir, ya se besaron ¿qué más da si lo vuelven a hacer? Pero el alfa parece querer olvidarlo. La próxima vez que Killua intenta besar su mejilla, Gon se retira de forma intencional.

Es de un poco pasadas de las tres de la tarde cuando Gon va a entregarle un vaso de agua a Killua qué está cortando madera como la otra vez, el alfa esta ahí sudando y dejando los troncos a un lado.

—Gracias— dice Killua con una sonrisa mientras bebe el agua pasa su mirada de pies a cabeza como si el alfa estuviera observando todo su cuerpo. Gon tiene que tragar salir y alejarse un poquito porque... Killua viéndolo así lo distrae mucho.

—Ya hablaste con ¿el Sr. Devi?— Gon pregunta con una ceja alzada mientras ve a Killua quitarse los guantes y dejando la hacha en el suelo.

Gon mira sus brazos delgados pero musculosos y le da tentación tocarlos, muerde un poquito la carne interna de su boca y alza la mirada para posarse en los labios de Killua.

¿Por qué Killua no lo besa? Si puede besar su frente y manos, actuar como si estuvieran en una especie de relación romántica pero... Sin besos, sin palabras que lo confirmen...

¿Entonces, qué significa? Eso es lo que odiaba de esto, siempre tenía el control pero con Killua nunca ya existido, incluso desde que se conocieron... Gon dio parte del control hasta que Killua se lo arrebato por completo.

Su corazón palpita como un loco, sus manos sudan, su pecho se encoje, la bendición parece agua hirviendo en su vientre y su estúpido lobo parece mover la cola como un idiota cada que Killua lo mira.

El control de sus emociones, sus pensamientos, su cuerpo lo tiene Killua, y esta seguro que el alfa no tiene ni idea de que este le está comenzando a pertenecer.

Por eso es como si se estuviera moviendo solo cuando Gon ignorando lo que Killua esta diciendo toma de la camisa al alfa para atraerlo a su cuerpo... Esperando un beso, pero...

Killua rompe el maldito momento cuando el alfa simplemente voltea su rostro. Gon suelta la ropa del alfa de inmediato y se aleja unos pasos.

—Espera... Gon no es lo que piensas— el alfa lo mira con desesperación pero esta vez Gon no quiere escucharlo.

—Claro— toma el estúpido vaso y mira a Killua con enojo y aunque el alfa intenta hablar... Gon lo ignora para irse.

El omega no quiere que esto lo moleste pero   es imposible cuando el alfa lo mira con tanto anhelo y cuando intenta que pase algo más entre ellos Killua parece no quererlo. Le duele el alma, pero decide que si Killua estará así entonces no arreglara nada a menos de que el alfa de el primer paso.

Para cuando la noche llega el alfa entra a la habitación para perfumarlos a ambos, esta vez Gon se queda fuera de la cama hasta que Killua se va después de perfumar a Ori.

El alfa parece un poco triste pero Gon no iba a estar aceptando cosas pequeñas y si Killua no iba a hablar entonces... Gon tampoco lo haría.

Es por eso que ahora que van juntos... a esta estúpida misión todo es un poco extraño entre ambos.

—Entonces, seguramente llegaremos... al final del día— Killua le dice a Alluka que permanece cuidadosamente afuera en la puerta con una sonrisa tranquila.

—Cuida a Ori por favor— Gon pide mirando al niño que esta detrás de Alluka con una mirada preocupada—. Dale sus medicinas si la cabeza le duele.

Alluka asiente, pero mientras los dos hermanos hablan; Gon se agacha a la altura de Ori:—Estaremos bien— acaricia su mejilla quitando una mancha de chocolate—. Regresaremos por la noche, iremos tan rápido que ni siquiera te darás cuenta.

—Esta bien— el niño baja la mirada, jugando con sus piecitos—. Cuídense mucho— Gon sonríe cuando el niño rodea su cuello con cariño, mientras Killua acaricia los cabellos castaños del niño.

Es así que comienza una nueva misión. Ambos se dirigen en un auto que no pertenece a la familia Devi para no levantar sospechas. Mientras van en el auto, Gon no habla mucho, mira la ventana con el ceño fruncido mientras el alfa permanece callado con las manos aferradas al volante.

—Esta bien, ¿qué te sucede?— Killua pregunta después de minutos de silencio—. Haz estado raro.

—Nada— contesta Gon sin mirarlo—. Estoy concentrado.

—¿Concentrado?— pregunta con una mueca volteando a verlo mientras se adentran en el bosque, el camino tubultuoso hace vibrar al auto con fuerza—. Haz estado así desde hace días.

—¿Yo o tú?— el omega pregunta con una ceja alzada volteando esta vez—. Porque tu pareces cambiar de opinión de forma sorprendente.

Killua se queda en silencio por unos momentos hasta que lo voltea a ver con una mueca confundida:—¿De qué hablas?

Pero el auto ha llegado al lugar donde acordaron dejarlo:—Olvídalo— con eso dicho, Gon baja azotando la puerta.

Killua lo sigue de inmediato, mientras se adentran en los frondosos árboles de la isla, su corazón palpita con fuerza mientras camina frente a Killua que parece no querer acercarse a él.

—Debiste haber traído a alguien más— dice mientras patea una piedra.

—Tú te ofreciste a venir— Killua dice rodando los ojos.

—Si bueno, pues debiste traer a alguien más— dice mientras patea otra piedra y camina por el sendero que los llevara a las minas.

—Yo... no te entiendo— dice el alfa caminando más rápido—. ¿Por qué estas tan enojado?

Gon suelta un gruñido, ¿todavía pregunta? aún así sigue caminando sin decir nada. Mira un árbol lo bastante alto para servir como mirador y con agilidad lo trepa para luego colocarse en una rama usando unos binoculares logra revisar el lugar, hasta que encuentra la mentada entrada de la mina. El omega mira con atención, la entrada parece no ser custodiada por nadie, ni siquiera se ven trabajadores.

Sin embargo logra ver un una camioneta de carga estacionada en un lugar cercano, baja con la misma gracia con la que subió y sin seguir el hilo pasado de conversación habla:—Hay un auto sospechoso, la tribu no usa autos, hasta donde yo sé.

—Entonces vamos— Killua dice fijando el objetivo pero viéndolo aún con cierta preocupación, quiere acercarse pero Gon le gruñe y sigue su camino solo.

Es raro estar enojado con Killua, aún así sigue su camino sin querer hablar con Killua. Al llegar a la mina, esta... no tiene a nadie ahí.

Killua entra a una pequeña cabina que parece tener algunos papeleos:—Parece que hoy es su día de descanso— Killua dice con un pizarrón pequeño en sus manos con un horario en él.

—Entonces porque esta abierta la entrada— Gon dice señalando las puertas que están totalmente abiertas.

Gon se acerca al candado... no está forzado lo que quiere decir que las personas tienen... una llave, y se supone que los únicos que deberían tener una serían los mineros y el líder de la tribu.

Esta seguro que ningún minero daría una llave... La tribu es muy... privada, las cosas que ellos hacen son y para su gente no cree que se traicionen de esta forma. Además si ese material solo sirve como un combustible no mejor que el petróleo ¿para qué lo querrían? Venderlo sería una tontería porque no ganarían mucho.

Gon mira la entrada y antes de si quiera poder entrar los recuerdos de aquella noche regresan a su mente. Se queda ahí, parado sintiendo que las cicatrices que dejaron esos monstruos vuelven a arder, duelen y queman.

El omega da unos pasos atrás, mira su brazo y ahí hay una... una cicatriz que no ha sanado. Gon siempre pensó que era raro que las cicatrices que hicieron esas cosas...

Nunca se curaron del todo. Cuando debieron hacerlo hace meses.

Sintió la mano de Killua en su espalda y Gon tuvo que reprimir un grito:—¿Estas bien?

—Si...— contesta sin alejarse del toque tranquilo de Killua—. Solo, pensaba que tal vez lo mejor sea... esperar a que salgan en vez de nosotros bajar.

No quiere volver a entrar en una mina.

Y Killua parece aceptarlo.

—La camioneta no tiene ningún papel o algo, ni siquiera hay placas— le dice mientras lo hace caminar lejos de la mina—. Pero hay un grabado de un eclipse en la guantera.

—¿Un eclipse?— Gon pregunta con una ceja alzada viéndolo.

Un eclipse, ¿Cómo esas pinturas? ¿Las señales que habían..?

No, no puede ser eso.

—Parece como su lo hubieran intentado quitar, tal vez es una camioneta robada— Killua dice con cuidado—. No son ellos Gon, si estuvieran aquí, entonces no hubieran atacado.

—Pero... Y su el Ryodan...— Gon dice con una mueca preocupada, Killua lo toma de las mejillas para que que se vean a los ojos.

—No lo son Gon, créeme si ellos supieran que estamos aquí, ya harían arrazado con toda la isla— da masajes en sus mejillas—. No son ellos.

Gon suspira, intentando creer. Pero Killua tiene razón. El Ryodan y esa otra estúpida sección... si quisieran ya los habrían encontrado... ellos buscan a Ori y a él...

No les darían misericordia, harían un ataque relámpago, y eso no ha pasado en meses. Asiente sin apartarse del toque de Killua, amando que de alguna forma el alfa le está dando un suelo donde picar y no sobrepensar tanto.

Ambos deciden esperar en un árbol grande y alejado pero donde logran ver con cuidado. Pasan las horas en silencio, hablando muy poco hasta que el cielo se pone un poco gris y es cuando ocho hombres salen de la mina con dos carritos llenos de esa piedra café brillosa.

Los hombres llevan todo el cuerpo cubierto por un traje negro con casco, otro de los hombres cierra la reja con el candado y hacen señales. Uno de ellos entra al pequeño camión y suben los carros, una mujer igual cubierta sube al camión y arrancan bajando la colina. Gon y Killua se ven.

La tribu tenía razón... alguien está robando su mineral. El omega se baja del árbol para caminar a las huellas del vehículo:—Podemos rastrearlo— dice Gon observando el suelo y luego el cielo cada vez más oscuro.

Siente a Killua caminar detrás suyo para también ver las huellas de las llantas del camión:—Creo que sería buena idea— Killua dice asintiendo, sin embargo antes de que Gon pueda decir algo el alfa lo avienta a un lado de las llantas y lo hace correr.

Gon voltea solo para darse cuenta de que hay un auto llegando del que bajan cinco personas con el mismo uniforme negro de cuerpo completo. Gon y Killua se esconden detrás de la estúpida y pequeña cabina viendo como dos de ellos abren la reja y entran a la mina mientras que los otros tres se quedan esperando.

—¿Entonces terminamos?— uno de ellos dice, mientras patea la tierra.

—Al parecer si— dice otro hombre con un arma en sus manos—. Dicen que esta es la última vez que vendremos aquí.

Gon frunce el ceño ¿la última?:—¿Si? Gracias a Lunaris, estaba harto de venir acá cada puto año— dice el hombre con odio en la voz.

Gon se asombra y mira a Killua qué está igual que él:—Tenemos que irnos— Killua murmura—. Nos pueden descubrir.

Y Gon esta de acuerdo, si están vigilando la mina quiere decir que en un radio de unos diez metros deben haber más hombres esperando... por lo que es peligroso quedarse aquí, no saben cuantos pueden volver o si estos tres idiotas se moverán.

Gon hace una mueca cuando Killua camina con cuidado a los árboles qué los llevarán al bosque, el cielo ya es por completo oscuro lo que agradece. Killua y Gon corren con gracia y en silencio, a veces se le olvida que Killua fue entrenado para esto.

Cuando están por llegar Gon para en seco al ver a otros dos idiota caminando con lámparas toma a Killua del brazo y lo tira al suelo señalando:—Arriba— le dice, el bosque está rodeado de pequeñas llanuras, y justo hay otros dos idiota ahí.

—¿Cuántos tipos hay?— Killua pregunta con frustración—. Mierda, estos idiotas han hecho esto por años, ¿La tribu y el Sr. Devi nunca se dieron cuenta?

—No lo sé— Gon dice con una mueca—. Pero al menos nunca cometieron ningún otro crimen contra ellos.

Porque si hubiera ocurrido un... asesinato o desapariciones entonces... se habrían dado cuenta desde hace tiempo. Estos idiotas saben como trabajar en silencio, y ellos pensando que no encontrarían nada o tal vez un idiota bastante gracioso que se robaba algunos cristales para molestar a la tribu, nunca... se imaginaron encontrar un organización demasiado preparada.

Tal vez tenían algún otro... beneficio que los de la tribu no conocían.

Gon y Killua avanzaron con cuidado hasta bajar por unas piedras, no podían seguir un camino recto debían rodear el lugar. Killua lo miró con cierta preocupación y le susurro:—Tal vez si debía traer a alguien más.

Gon rodo los ojos y le pellizco el brazo más cercano que tenía, haciendo que Killua lo viera mal:—Tú empezaste.

Ambos se dieron una risa un poco divertida para aligerar los nervios y seguir caminando. Vieron un par de tipos más pero estos no llevaban armas, solo tenían linternas y esperaban aburridos como si supieran que nadie aparecería.

Gon y Killua siguieron su camino, justo cuando intentaban regresar para buscar otros camino un tipo grito:—¡Deberíamos irnos! Siempre es lo mismo— grito el tipo haciendo que Gon y Killua se agacharan buscándolo, estaba a muy pocos metros de ellos haciendo... del baño volteado entre las hojas y los troncos de los árboles.

—Ella nos va a matar si sabe que nos movimos de aquí— grita otro a la distancia, Killua agudiza la mirada cuando ve que el tipo que esta de espalda comienza a voltearse, para su estúpida suerte el idiota es el único que parece traer un arma consigo.

Killua ve un pequeño barranco, en realidad deben ser pocos metros de profundidad y sin pensarlo dos veces los hace caer por él, el sonido de sus pisadas y de las ramas hicieron que el mismo imbécil se alertara.

Killua cayó un poco mal mientras que Gon cayó encima de él.

—¿Escucharon eso?— el hombre grito.

—Debió ser un animal— grito otro hombre más alejado.

—No fue un animal— se escucho al hombre comenzar a caminar—. Pónganse en alerta.

—Por favor, aquí no camina ni un santo— otro gruño y por lo visto nadie se movió porque el hombre del arma volvió a gritar, pasaron unos segundos en lo que Killua y Gon veían hacia arriba esperando no ver ningún rostro ahí, cuando de de repente otro grito se escuchó.

—¡Todo listo!, ya dieron la orden de retirarnos— gritaron.

—¡Por fin! Se me estaban durmiendo las piernas— grito otro sujeto mientras que el del arma dio una última mirada para luego alejarse del risco.

Gon y Killua suspiraron, no hablaron ni siquiera se movieron por unos cinco minutos hasta que por fin el bosque se volvía tan silencioso. Gon dio un gran suspiro relajando su cuerpo, fue ahí cuando se dio cuenta que estaba prácticamente en el regazo de Killua.

El alfa estaba sentado también mirando hacia arriba, bajo la mirada y lo vio. Ambos se miraron por unos segundos que parecieron horas.

—Deberíamos irnos y avisar al Sr. Devi— dijo Killua en un susurro.

—Y a la tribu— Gon murmuró bajando la vista de nuevo a sus labios.

—Si, deberíamos...

Ambos se miran de nuevo, ninguno se mueve, Gon traga saliva y antes de moverse se inclina, Killua parece aferrarse a la tierra en sus manos porque lo ve con un poco de delirio.

—¿Qué haces?— Killua murmura con voz ronca.

—Descubriendo si de nuevo te vas a negar a besarme cuando se te nota que lo quieres hacer— Gon gruñe en su rostro, mira a los ojos a Killua y el alfa hace una mueca de irritación.

—Gon, ellos pueden volver— dice Killua alejándose.

—Nadie va a venir— Gon afirma aunque ni él sabe si eso es cierto—. ¿Qué te da tanto miedo?

Killua frunce el ceño, su rostro qué siempre es calmado ahora está serio con la quijada apretada y su respiración empieza a incrementar.

—No tengo miedo— le gruñe prácticamente.

—Entonces bésame— Gon exige pero Killua vuelve a hacer esa mueca esa que le dice que lo quiere, pero... luego esta esa negación que lo está frustrando tanto.

—No quiero.

—Si quieres.

—Gon, por favor, levántate— el alfa le dice poniendo sus manos en sus caderas, Gon siente un escalofrío colarse en su cuerpo... esto hace que ambos queden más cerca, las mano de Killua se aprietan en esa parte de su cuerpo—. Gon...

Pero cuando se miran, esas pupilas se están dilatando de nuevo y su aroma está saliendo, como si quisiera tocarlo, abrazarlo y mantenerlo ahí... en su regazo.

—¿Si, Killua?— pregunta sin intención de moverse.

—No me vas a dejar, ¿verdad?— el alfa gruñe y Gon le niega con la cabeza.

—Dime, ¿por qué no me quieres besar? Y me quitaré— dice con voz exigente sin bajarse de su regazo y viéndolo a los ojos.

—¿Tanto quieres que te bese?— el alfa pregunta esta vez con una sonrisa tirando de sus labios, Gon se pone al instante nervioso y sonrojado.

—Bueno tú empezaste...

—Nop, te recuerdo que el que me beso primero fuiste tú— Killua le dice y su sonrisa es casi como la de un gato astuto, siente una mano acomodarlo mejor de modo que sus cuerpos están más juntos, imposiblemente juntos.

—Esta bien, suéltame, vámonos— dice intentado moverse pero Killua no lo deja se inclina a él con una sonrisa y lo huele casi ronroneando ahí.

—En serio, haces muy complicado que me controle Gon— Killua murmura en su oído haciendo que Gon tiemble como una hoja—. Claro que quiero besarte, lo quiero hacer todo el maldito tiempo— sus manos recorren su espalda, las caricias dejan que los escalofríos recorran desde la punta de los pies hasta la cabeza—. Tengo miedo de fastidiarte, de que si no me controlo te pueda lastimar.

—Nunca lo harías— Gon dice como una verdad.

—Eso no lo sabes— Killua da un suspiro echa el cuerpo hacia atrás y lo mira con intensidad—. No sabes las cosas que me hace sentir teniéndote así, Gon.

Gon se muerde el labio inferior levemente, quiere que esto siga, de verdad quiere:—Deja de tratarme como si fuera una flor delicada, no lo soy— le dice con el ceño fruncido—. Si quieres besarme, hazlo. Si quieres tocarme, hazlo.

Killua abre los ojos sorprendido por sus palabras, el alfa da una risa baja y se acerca más:—¿Me estas dando tu permiso?

—Killua, si no estuviera cómodo contigo ni siquiera te habría besado, o dejado que me tocaras como siempre lo haces— Gon anuncia fuerte y claro, queriendo que si esto... va a seguir entonces deben hablarlo por muy incómodo que sea para él verse vulnerable.

Esta vez el rostro de Killua brilla en ternura, sus ojos lo escanean y luego toma sus mejillas con ambas manos y lo acercan para besarse. Al inicio es tranquilo, Killua parece tomarse su tiempo con sus labios hasta que el alfa profundiza el beso.

Sus manos van a sus caderas y lo acerca más a su cuerpo, Gon deja sus manos en los cabellos sedosos de Killua mientras el alfa suspira pesadamente. Gon cede de nuevo el estúpido control, deja que Killua tome sus labios y su cuerpo como quiere, hasta que siente una mano dentro de su camina tocando la piel de sus caderas.

Gon suspira contra los labios de Killua, hasta que se separan y se ven, sonrojados y con las respiraciones agitadas. Gon, sin querer que esto termine, ahora es quien besa a Killua, el alfa gruñe durante el beso mordiendo su labio inferior y tocando la piel de sus caderas.

—Me vuelves loco, Gon— Killua murmura contra sus labios, tomando sus labios de nuevo, el omega suspira con la misma pasión con la que Killua lo besa.

Sus manos tocan el cuello de Killua sintiendo la piel caliente, mientras ve al alfa inclinarse un poco más hasta que lo tiene en el suelo entre sus piernas, Gon suspira cuando siente los besos del alfa bajan hasta su cuello y una de sus manos en su vientre.

Pero en ese maldito instante cuando Gon estaba por abrazarse más a Killua, el albino se levanta de inmediato. Gon se asusta por un momento pensando que son los idiotas que estaban buscando pero no, solo es Killua respirando profundamente.

—¿Pasa algo?— Gon dice mientras se levanta y se sacude el polvo. Sus piernas le tiemblan un poquito y ve a Killua como si hubiera hecho algo malo.

—No...— Killua lo ve con una mirada llena de conflicto—. Es solo que... me emocione de más.

Gon ladea la cabeza sin entender, Killua sigue respirando con fuerza viendo a todos lados menos a él. Gon quiere entender a Killua, quiere que ambos lo disfruten. A Gon le gusta que el alfa lo bese pero si para él es doloroso entonces deberían parar:—Perdón... si... te force...

Killua lo ve como si le hubiera salido una segunda cabeza, se acerca a él y lo ve con tanta contención que es un poquito gracioso:—Gon, no pienses que no había querido hacer esto. No forzaste nada, no pienses tonterías— Killua dice como si la sola idea lo estuviera insultando.

Gon se sonroja pero sonríe levemente:—¿Entonces..?

Killua dio otro gemido qué parece más de dolor, y luego lo vio con frustración:—Gon, eres de verdad precioso y si me miras así es doloroso no poder tocarte— Killua dice sonrojado de igual forma mientra acaricia su mejilla.

—No es que me niegue, ¿sabes?— Gon responde, mientras se inclina al toque cariñoso.

—Serás mi muerte Gon— dice Killua riendo entre dientes—. Dime, esto... ¿es solo una curiosidad tuya o algo más?

Gon se queda en silencio por unos segundos y luego rueda los ojos:—¿Quieres que te golpee? Claro que lo hago por algo más, idiota— Gon murmura haciendo una mueca—. Killua, creo que... quiero esto— Gon toma la mano de Killua—. Sé que tenemos muchos problemas encima, que... hay tanto que trabajar pero... si ya estamos haciendo esto... si... me besas la frente todas las veces que puedes en un día... eso dice ciertas cosas ¿no?

Killua abre sus ojos lentamente y luego simplemente lo besa, profundo pero tierno y totalmente anhelante. Sus manos se colaron a sus cabellos blancos y cuando se separaron Gon hablo.

—No quiero huir de esto Killua, quiero ser egoísta contigo. Lo estuve pensando y al inicio no quería, porque tienes un destinado...— Gon habla con rapidez un poco nervioso y esperando que Killua no piense en esa persona—. Pero tú me quieres, a mi.

Killua lo ve y se ríe un poquito haciendo que Gon frunza el ceño:—Claro que te quiero a ti— le enfatiza y Gon asiente más tranquilo—. Aunque, mi destinado es lindo— Gon abre los ojos, ¿ya se conocieron? ¿Lindo? Entonces no es la hija de Devi, entonces... ¿Kurapika? No, imposible. El rubio parece tener muchas cosas sin arreglar con Leorio.

—¿Lo conociste?— dice y su voz suena como si estuviera echándole la culpa, de algún modo como una traición. Pero Killua lo sujeta de la cintura y lo atrae.

—Oh si, y es tan malditamente lindo— acaricia su rostro—. Un poco cabeza dura, valiente, cariñoso, poderoso, dice que no le gusta que lo tratan como una flor, pero a mi me aterra tanto perderlo.

Gon pasa de tener el ceño muy fruncido y de sentir burbujas calientes en su viente llenas de irritación para pasar a la realización. Recuerda lo que Bisky dijo, destinados. Su lobo se siente como una tormenta en su pecho, como si estuviera tan lleno de euforia.

Pero... él no puede conocer a su destinado. Hubo un ritual, ni siquiera sentía a su lobo... pero, claro. Su lobo comenzó a despertar después del incidente. Cuando lo obligaron a ese celo terrible, ¿se rompió ahí? Ve a Killua y no sabe como sentirse, su destinado.

—Somos...— y su voz suena rota, como si estuviera apunto de llorar.

—Estaba esperando a que te dieras cuenta, pero eres tan denso Gon— Killua dice pero sus manos están temblando y sus ojos muestran miedo—. No quería que me escogieras solo por ser tu destinado, quería... que me vieras...

—¿Pero... Cómo? Se supone que tu vínculo con el mío debe estar roto— Gon dice con una mueca, Killua ladea la cabeza sin entender.

—El día que quedaste en coma, me llamabas. Fue aterrador, y mi alfa despertó a ti. No fue solo un pedido de ayuda Gon, en realidad mi lobo estaba desatado porque había encontrado a su omega— Killua explica con cuidado.

—¿Desde ese día?— Gon abre los ojos sorprendido.

El omega mira a Killua siente tanto cariño, le habían dicho que cuando un alfa encuentra a su destinado este se sentía con el derecho de ese omega, podían obligarlos a estar con ellos. Por eso el ritual, por eso necesitaban esconder los vínculos y romperlos.

Pero aquí estaba Killua, queriendo ser visto, no hablando de su lazo para obtener algo de él. Slunce se equivoco, no todos los alfas son malos, siempre habrán buenos.

Como Aziz, como Basilius y como Killua.

—Te veo Killua— Gon dice en puntitas y sosteniendo el rostro de su destinado.

Y tal vez sea un error, porque tanto él y Killua tienen demasiadas cosas, tal vez una relación no es lo ideal. Pero, siempre ha tenido miedo de lo nuevo, de las personas que lo acompañan y que cree que puede perder. Tiene miedo de que Killua, lo haga.

Qué lo pierda, pero aquí entre sus brazos y siendo besado hasta al cansancio... aquí con él, las cosas parecen más fáciles, aquí aceptando que son destinados, que son almas que deben estar juntas...

Lo único que puede pensar cuando ambos se ven y sueltan risas nerviosas es un gracias Měsíc, gracias Hanako. Porque lo dejaron encontrar su otra mitad, aunque sea tan extraño, tan raro... se encontraron y eso es lo único que importa.

AMIGOS ESTE CAPITULO TIENE 9647 PALABRAS AJAJAJAJAJAJAJAJ

Es el capitulo más largo que he escrito JAJAJAJAJ en general de todas mis historia. Es que pensé, ya los dejé un mes sin capitulo mínimo que este sea largo.

Y que lo fue. JAJAJAJA

No sé, al inicio iba a dejar que Gon fuera más reacio a aceptar las cosas, pero, pensé que ¿para qué? Estos dos idiotas ya actúan como pareja casada JAJAJA solo Gon se dio cuenta de ello.

Además este Gon no es un cobarde JAJAJA, si tiene miedo porque el amor es doloroso y porque nunca se había enamorado pero... También es egoísta, le han arrebatado todo JAJAJ incluso su destinado Slunce se lo quito, claro que querría ser... Egoísta y tener a Killua para él.

Ademas JAJAJA este Goncito aunque si es tímido y se sonroja, la verdad también tiene curiosidad por estas otras cosas. Al inicio del capítulo se he incluso asustado pero es porque estaba abrumado jajsjsjs, pero después simplemente es como "quiero un beso" AJJAJAJAJAJAJA

No quise hacerlo como un omega super sonrojado y omg 🙊🙊🙊, sino más bien uno que sí tiembla pero responde con la misma pasión. No sé, no veía a este Gon qué puede con un ejército de monstruos sedientos de sangre y un celo en apogeo huyendo de unos cuantos besos.

Él lo tomará todo y esta muy feliz de seguir aprendiendo JAJAJA con Killua. 🤭

También esta hormonal JAJAJAJA. 🙏🏻

Ahora tenemos nuevas preguntas ¿quienes son estos tipos? ¿Milluki estará metido en ello? ¿Qué le pasa a bebé Ori? 😭

Aquí están las dos canciones que estaban cantando las recomiendo durante la lectura de hecho.

Quiero leer sus ideas de verdad. 😽

Ahora perdonen, yo en verdad quería sacar este cap antes pero no me salía. Tenía la base de lo que quería poner aquí, pero por alguna razón no quedaba. Además la universidad casi me mata (literalmente) me dio una migraña y gastritis terrible por el estrés JAJAJAJA

Pero, esta semana ya fue la última de entregables y pues los terminé todos y los mandé, me valió la verdad JAJAJA dije "YA ESTAAAAA"

Tan horrible estuvo que no tuve ni tiempo de escribir Akaren o esto, se los juro casi me termino muriendo. Pero valió la pena porque nuestro trabajo fue según la profesora "perfecto"

Termine odiando y amando a Lacan pero bueno 😭, ¿ustedes estudian? ¿La uni, la secundaria, la prepa? Yo estudio la uni, psicología 😺

Y solo como JAJAJAJA porque estoy bien emocionada JAJAJA VOY AL CONCIERTO DE STRAY KIDS AAAAAAAH, hoy Dios mio. Ya tengo todo, estoy tan feliz se los juro, llevo conociéndolos desde que tengo 17 y ahora tengo 22 amigos, hagan las cuentas 5 AÑOS 😭🙏🏻 y por fin voy a conocerlos. ❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹

Y entre otras cosas el Akaren quien sabe cuando vaya a salir JAJAJA no se me espanten SALDRÁ, de hecho tengo dos fics que digo uy, pero la verdad no he tenido ni tiempo de escribir. 😭

Igual mi obsesión por Kyojuro esta llegando a niveles estratosfericos se los juro. 😭

Ahora si, ¿Cómo están? Espero que bien, los quiero mucho, cuídense, tomen agua y que tengan unas bonitas vacaciones. ❤️‍🩹😽

Sin nada más que decir. Bye Bye, nos leemos la siguiente actualización. ❤️‍🩹

-Annie ☾-

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