Jennie se soltó del abrazo que le brindaba Irene para mirar a la puerta, encontrándose con Chaeyoung allí parada con el ceño fruncido y los puños apretados con fuerza.

Pero toda la furia creciente en el interior de la menor se esfumó al ver los ojos de Jennie inundados en lágrimas y reconociendo por fin a la otra chica, Bae Irene, la ex-novia de Jennie.

-¿Jen, qué...? - no siguió hablando al sentir como el pequeño cuerpo de su mejor amiga se estrelló contra el suyo propio.

Y por un momento, olvidando toda la preocupación y furia que sintió durante la mayoría de la noche, sintió como se llenaba su cuerpo con una sensación de tranquilidad y calma con solo ser abrazada por Jennie.

Irene se levantó de dónde estaba y se metió las manos en los bolsillos de su pantalón, sonriendo de medio lado al ver como Jennie abrazaba a Chaeyoung.

La menor de las tres enrolló sus brazos en la cintura de su mejor amiga, sintiendo como su blusa se mojaba poco a poco gracias a las pequeñas lágrimas que Jennie dejaba caer.

Su preocupación estaba al tope, no sabía porqué Jennie se encontraba en ese estado. Miró a Irene que aún se encontraba en la habitación mirando el suelo, se confundió aún más al recordar que cuando había entrado, Jennie se aferraba a Irene de la misma manera en la que estaba aferrada a ella.

-¿Qué sucedio? - preguntó en un susurro cuando compartió contacto visual con Irene, ella simplemente se encogio de hombros y señalo a Jennie.

-Ella debe contarte, si es que quiere hacerlo. - miró a su ex-novia y sonrió de lado. - Debo irme, tengo algunas cosas que hacer. - anunció, viendo como las dos chicas frente a ella asentían. - Cuídala, Chae.

Caminó en dirección a la puerta, y antes de salir dejo una pequeña caricia en el brazo descubierto de Jennie al escuchar el pequeño "Gracias" que salió de la boca de la chica que ya había dejado de sollozar.

Estuvieron así por un largo tiempo, Jennie tratando de calmarse entre los brazos de Chaeyoung y esta última con su mente trabajando a millón para tratar de adivinar que le había sucedido a su mejor amiga.

-¿Jen? - susurró cuandi sintió como la mayor relajaba la fuerza de su agarre alrededor de su cuerpo. - ¿Quieres contarme?

La mayor negó con la cabeza, mirando por fin a los ojos de su mejor amiga, encontrándoselos llenos de preocupación. Se acomodó un poco el vestido que llevaba puesto y miró a la menor. No sabía cómo, pero sintió como el alma le volvía al cuerpo cuando vio a su mejor amiga en la puerta de la habitación.

-Llevame a casa, por favor. - pidió. Lo único que quería era acostarse en su cama y ver un poco de netflix mientras comía helado.

Chaeyoung entendió, y miró la habitación encontrándose con el calzado de Jennie tirados en el suelo y el celular de la mayor en la mesita de noche a un lado de la cama.

Corrió a tomarlos y salió de allí en seguida, con un brazo alrededor de la cintura de Jennie, como queriendo protegerla de cualquier cosa.

La mayor sabía que se veía deplorable, pero no le importaba, solo quería salir de allí cuanto antes. Ni siquiera hizo el intento de buscar a Haru para despedirse.

El aire frío de la noche la golpeo en el rostro y un escalofrío recorrío su cuerpo, Chaeyoung lo notó y la abrazó a su cuerpo aún sabiendo que eso era inutil.

Luego de unos minutos, un taxi llegó frente a ellas y se subieron. Sabía que la habitación donde Jennie vivía no era bastante lejos, de hecho, a unos 15 minutos de allí a pie, pero ir en taxi hasta allí sería más rápido y más seguro, y eso era lo que quería brindarle a la mayor.

Haru miró como el taxi se iba de allí, llevándose a Chaeyoung y Jennie adentro. Se había preocupado por el estado de su amiga y estaba dispuesta a detenerla para preguntarle que había pasado, pero cuando la vio con Chaeyoung decidió que le preguntaría al otro día.

-Se gustan, ¿verdad? - escuchó preguntar a alguien a su lado. Giró la cabeza, encontrandose con Irene a su lado, mirando también como el auto amarrilo desaparecía al final de la calle.

-Algo así. - respondió Haru, encogiendose de hombros y entrando de nuevo a la fiesta.

Chaeyoung abrió con facilidad la puerta de la habitación de Jennie con las llaves que está última le había dado, dejo entrar primero a la mayor que se fue de inmediato a sentar a la cama.

La menor cerró la puerta de la habitación detrás de ella y siguió a la mayor, sentándose a su lado, mirando un punto fijo en el suelo, tal vez esperando a que Jennie dijera o hiciera algo.

Escuchó un suspiro proveniente de la mayor y un peso en su hombro. No se atrevía a decir nada, no quería arruinar ese momento algo extraño pero aún así bonito con cualquier comentario estúpido que podría salir de su boca.

-Yo... - escuchó la voz de la mayor luego de unos minutos en silencio. - ¿Quieres quedarte? - preguntó un poco avergonzada, mirando a Chaeyoung esperando una respuesta.

Eran mejores amigas, por supuesto que habían dormido alguna que otra vez en la casa de la otra, pero esta vez se sentía algo diferente, obviamente se sentía diferente. Aunque no quisieran admitirlo, sentían que algo había cambiado entre ellas, ahora era un poco extraño estar a solas en la misma habitación sin tener un poco de contacto físico. Las manos de Chaeyoung cosquilleaban ansiosas por tocar así sea de la forma más inocente posible alguna parte del cuerpo de Jennie, y era de la misma manera en esta última.

-¿Quieres que me quede? - preguntó, mirando a Jennie en los ojos, sintiendo como el cosquilleo en sus manos aumentaba más a cada segundo que pasaba.

-Sí. - respondió Jennie sin importarle nada, y escondió su cabeza en el hueco que se formaba entre el cuello y el hombro de la menor.

"Siempre voy a querer que te quedes".

-Bien, me quedaré. - respondió Chaeyoung, sintiendo como Jennie sonreía contra su piel, provocando que un escalofrío recorriera su piel. - ¿Me prestas una camiseta?

Jennie levantó la cabeza y asintió, levantandose de la cama. Caminó hasta los cajones dónde tenía su ropa y sacó una para ella y para su amiga.

Ambas se cambiaron y se acostaron en la cama en completo silencio, ninguna quería decir nada aunque tenían millones de preguntas rondando sus mentes esperando por una respuesta.

Chaeyoung miró el techo, esperando que el sueño llegara y la hiciera quedarse dormida pronto, miró de reojo a Jennie a su lado, encontrandola también despierta y dando vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño.

"A la mierda".

Pensó Jennie después de unos minutos y le dio la espalda a Chaeyoung, se acercó a el cuerpo de la menos haciendo que su espalda quedara pegada al pecho de la menor y está la abrazo.

No había pasado ni diez minutos cuando ambas ya habían caído rendidas entre los brazos de Morfeo.