—Creo que cometí un grave error.

Jisung hizo su habitual puchero con los labios mientras hablaba con su mejor amigo, sintiéndose ciertamente desanimado por su propio comportamiento, rebuscando en su cabeza cómo explicar lo que había sucedido.

—¿Qué hiciste ahora, Han Jisung?—preguntó Félix, soltando un leve suspiro.

—El sábado por la noche bebí de más...—empezó a contar, desviando varias veces la mirada con las mejillas levemente sonrojadas—Y empecé a llorar... Ya sabes porqué.

—No me digas que fue cuando estabas con Minho.

—Pues...—sonrió apenado, confirmando así que su mejor amigo había adivinado. Félix sobó sus sienes.

—No debimos comprar cervezas—negó con la cabeza antes de darle un mordisco a su hamburguesa.

—Creí que no me afectaría tanto, la última vez que bebí no me sentí así—agachó la mirada, avergonzado—Además, se suponía que todo estaba bien.

—Bueno, llorar no es tan malo, sabes—trató de no hacerlo sentir tan mal, hablándole como si fuera algo no tan importante.

—Ese es el problema, no habría sido tan malo si solo hubiera llorado—mordió su labio inferior con duda, debatiéndose sobre si debía seguir hablando. Al final, continuó:—Le pedí que no me dejara... Se lo pedí como si se lo estuviera pidiendo a él... Ya sabes a quién  refiero—Félix comprendió totalmente, no tenía que preguntar al respecto—Y bueno, claro que Minho no entendió nada, pero de seguro fue muy incómodo verme llorar mientras le suplicaba que no me abandonara—rió nerviosamente—Patético, ¿no lo crees?

—Una noche, Han Jisung, una noche fue suficiente para espantar a la única persona que te ha dirigido la palabra desde que entramos aquí—reprochó, dejando lo que sobró de su comida a un lado.

—Lo sé—se quejó con un suspiro—Ni siquiera sé si quiere que seamos amigos—recargó su mejilla sobre la palma de su mano, haciendo otro puchero—No me odies, pero algo peor pasó.

—¿Cómo puedes empeorar eso?—preguntó sorprendido.

—Al parecer... Al parecer sigo enamorado—su voz se apagó de inmediato al mismo tiempo que una expresión herida aparecía en su rostro—Vomité pétalos de flores.

Félix abrió los ojos en sorpresa, ahora cayendo en cuenta de lo grave que era la situación. Sabía que Jisung no había olvidado a su ex pareja, superarlo le llevaría algo de tiempo, ¿pero seguir enamorado?

—¿Te sientes bien? ¿No estás enfermo?

—Por ahora no me siento del todo mal—aclaró, esperando que eso fuera suficiente para no preocuparlo—Solo necesito un poco más de tiempo.

—Terminaron hace cinco meses, Jisung, creí que habías avanzado al menos un poco—sonó a un regaño, pero no podía con la idea de que su mejor amigo todavía estuviera enamorado—Estás enfermo, no quiero que algo malo te pase.

Jisung agachó la mirada, aceptando para sí mismo que no se había estado esforzando lo suficiente. Cada noche entraba a su galería de fotos y revisaba cada una de ellas, fotografías de tiempo atrás en las que se veían felices, como una pareja amorosa, preguntándose una y otra vez en qué había fallado, qué fue lo que hizo para que de repente lo dejara sin darle una explicación válida. Pensarlo solo lo hacía sentir más miserable y en lugar de tener la fuerza para soltarlo, tenía el efecto contrario, causando que lo extrañara cada vez más hasta el punto de no abandonar sus sentimientos.

Patético.

Iba a defenderse, pero realmente, no tenía nada que decir, Félix tenía razón.

—De haber sabido que estarían aquí, hubiéramos venido más temprano—Chan apareció frente a la mesa, tomando asiento a un lado de Félix quién le sonreía ampliamente.

Al notar la presencia de Chan, automáticamente, Jisung elevó la mirada y buscó a Minho, suponiendo que estaría con él también, y no se equivocó, la silla a su lado fue arrastrada hacia atrás, dándole la idea de que tomaría asiento ahí.

—Hola—Minho saludó con simpleza, viendo a los menores.

Jisung se limitó a sonreír cortamente, otra vez sintiéndose avergonzado. No entendía por qué, se supone que no debería de sentirse así con él puesto a que fueron por un helado el día anterior con la intención de olvidar el tema. ¿Realmente Minho lo había olvidado? Esperaba que si.

—Dentro de poco entraré a clases—dijo Félix, revisando su reloj—¿Me acompañas a mi facultad?—se dirigió a Chan, arreglando su mochila.

—¡Claro!—respondió de inmediato—Mis clases terminaron, así que puedo hacerlo.

Minho hizo una mueca al notar la manera en que Chan se comportaba frente a Félix, ¿no podía ser disimulado al menos una vez?

—Nos vemos en casa, Sung—se despidió cortamente de su mejor amigo, agitando la mano en forma de despedida hacia el par. Chan hizo lo mismo, caminando a su lado
hasta salir del comedor.

Minho vio de reojo a Jisung quién se mantuvo en silencio durante un rato, sintiéndose un poco extraño porque normalmente siempre tenía algo que decir, por más mínimo que fuera; el silencio no le gustaba en lo absoluto, al menos no de parte de Jisung.

Minho carraspeó para llamar su atención.

—¿Terminaste clases?—preguntó Minho con la intención de romper el silencio en el que ambos estaban sumergidos.

—Si... Por ahora estoy libre ya—respondió, acomodándose mejor en su asiento para hablar—¿Y tú?

—Estoy libre también—asintió, viéndolo—Solo acompañé a Chan por algo de comer, pero me cambió por Félix así de rápido—se encogió de hombros—Por ahora estoy abandonado por la única persona que me habla en este lugar.

Jisung soltó una corta risa que a Minho lo hizo sonreír levemente.

—Oye, yo también te hablo—hizo un corto puchero—Tienes suerte de que mis clases hayan terminado, entonces.

—A lo mejor...—respondió, tratando de sonar indiferente.

—Vamos—se levantó de su silla, viendo directamente a Minho para que imitara sus acciones.

—¿A dónde? Pensaba en ir a dormir—frunció el ceño.

—No seas aburrido, Minho. Todavía es temprano, podemos ir al centro comercial.

—El centro comercial es aburrido—comentó, poniéndose de pie también.

—Te parece aburrido porque no conoces un buen lugar dentro del centro comercial. Solo ven conmigo.

Minho suspiró, podía notar como el ambiente incómodo había cambiado por completo, ahora Jisung no se veía avergonzado de nuevo. No tendría que importarle, pero para sus adentros, prefería a ese Jisung.

—Está bien—aceptó, rendido ante la insistencia del menor—Pero si me aburro, entonces iré a casa, te aviso desde ya.

—¡No te preocupes! Te divertirás tanto que no querrás irte—sonrió ampliamente.

Jisung era él mismo de nuevo.

[🌷]

La frase colorida "Eres el ganador" se mostró en toda la pantalla justo después de haber derrotado a Jisung en un vídeojuego.

Luego de la Universidad, Jisung arrastró a Minho a un lugar de vídeojuegos dentro del centro comercial. Al principio, Minho pensó en que era ridículo entrar a un lugar lleno de tantos niños gritando y corriendo a su alrededor, pero a Jisung claramente eso no le importó porque lo empujó adentro del establecimiento sin darle más opciones. Se mantuvo negativo ante participar con él en algún vídeojuego, pero después de un rato, intentó con uno que llamó su atención, siendo así como terminó jugando alguno de ellos junto a Jisung.

Hace tiempo no salía a distraerse de esa manera, no recordaba lo divertido que era hacerlo.

—¡No es justo!—Jisung soltó el control de la consola y se cruzó de brazos.

—¿Por qué no sería justo? Literalmente te pusiste enfrente de mi sin ser cuidadoso, ¿esperabas que te dejara ir?—se defendió Minho, dejando su control a un lado también—No seas llorón, acepta que perdiste y que gané limpiamente.

—¡No estoy siendo llorón!—sonó indignado.

—Como sea, tú pagas la merienda por distraído, ese era el trato—se puso de pie, caminando hacia el área de comida dentro del establecimiento.

Jisung entrecerró los ojos y caminó tras él, manteniendo un puchero en sus labios ante su evidente derrota.

—No debí invitarte a venir—murmuró Jisung mientras hacían la fila para ordenar.

—Estaría durmiendo ahora mismo, yo te lo dije—sonrió con burla.

Jisung iba a decir algo, pero se quedó en total silencio cuando vio a alguien conocido cerca de ahí.

Su estómago se revolvió y su cuerpo se tensó por completo, haciéndolo sentir ansioso.

—¿No quieres ir a otro lado?—Jisung preguntó, moviéndose nerviosamente.

—No, las papas fritas aquí se ven muy bien.

—Son horribles, no las comas, puedo mostrarte un mejor lugar.

Minho enarcó una ceja y prestó atención a sus acciones; de repente Jisung estaba muy inquieto, pasó de estar tranquilo a lucir nervioso en cuestión de segundos. Revisó su alrededor y todo parecía estar como hace un rato, ¿por qué quería irse?

—Quiero probar aquí—mantuvo su decisión—¿Por qué quieres irte?

—No es nada...—dijo en voz baja, agachando levemente la mirada cuando supo que no podría hacerlo cambiar de opinión.

Su comportamiento le pareció extraño, pero no quería indagar demasiado en ello, creía que tal vez, Jisung podría resolverlo solo, no tenía razones para invadir su vida personal con preguntas que tal vez, no le iba a responder.

Suspiró sonoramente y por fin llegaron al mostrador luego de unos minutos, Minho pidió sus papas fritas con un refresco mientras que Jisung pidió solamente algo de beber, pagó la cuenta y ambos se dirigieron hacia una mesa vacía en total silencio.

—No se ven como si fueran unas papas fritas horribles—comentó Minho cuando tomó asiento en la mesa, quedándose frente al menor.

—Uhm, bueno, tal vez solo a mi no me gustaron—le dio un sorbo a su refresco y siguió viendo su entorno.

Minho se encogió de hombros y empezó a comer, demasiado inmerso en sus comida hasta que alguien se acercó a su mesa; levantó la mirada y frunció el ceño al ver a alguien totalmente desconocido que no dejaba de verlos.

—¿Hola?—saludó un poco confundido antes su repentina presencia—¿Te conocemos? ¿Necesitas algo?

—Hola—respondió sonriente—No nos conocemos, pero si conozco a Jisung, así que pasé a saludar.

Después de un rato evitándolo, Jisung elevó la mirada y sonrió cortamente.

—Hyunjin, hola—saludó—¿Cómo estás?

Con mucha libertad, Hyunjin tomó asiento a su lado, causando que Jisung se moviera de manera incómoda para darle más espacio.

—Estoy muy bien, vine a divertirme, ¿y tú?

—Yo también—respondió cortamente—Vine con él hace un rato—señaló a Minho—Se llama Minho. Y Minho, él es Hyunjin.

Minho simplemente asintió, todavía en silencio. Realmente no sabía cómo participar en la conversación, ambos parecían conocerse desde hace tiempo, sin embargo, algo en la actitud de Jisung le daba cierta desconfianza.

—En todo caso, no me sorprende que estés aquí, siempre te gustó este lugar.

—A ti no mucho—dijo en voz baja, evitando que sus hombros se tocaran debido al espacio de la banca.

—Cierto, pero ahora creo que es un lugar increíble.

Jisung sonrió a medias, y Minho, al verlo de esa manera, tan cohibido y nervioso, decidió hablar:

—Entonces... ¿Vas a quedarte aquí o...?

Hyunjin dirigió su mirada rápidamente hacia el chico frente a él, analizándolo.

—Oh, no—negó, poniéndose de pie—De hecho dejé a alguien en la fila para conseguir algo de comer y debía encontrar una mesa, pero al parecer no hay nada disponible—vio a su alrededor.

—Pueden sentarse aquí—ofreció Jisung, obteniendo la mirada de ambos. Carraspeó un poco—Es decir, solo si quieres.

—¡Por su puesto!—aceptó de inmediato—Solo denme un momento, iré a ayudarlo con la comida—seguido de eso, desapareció en dirección al mostrador.

Minho vio con desaprobación a Jisung, y no es que quisiera ser grosero, pero rodearse de más personas no era algo que lograra emocionarlo, además, sería el único sin un tema de conversación puesto que no los conocía.

—Lo siento—se disculpó Jisung, apenado.

—Está bien—suspiró Minho, llevando algunas papas a su boca con el pensamiento de que iba a enfocarse en eso únicamente.

Jisung vio sobre su hombro y logró ver a Hyunjin acercándose con alguien más, y antes de que tomara asiento a su lado nuevamente, se levantó y se sentó junto a Minho.

—No quiero que se siente a mi lado de nuevo—dijo en voz baja.

—¿Por qué lo haces, entonces? Si estás incómodo con él solo vámonos—sugirió Minho, pero Jisung se negó.

—Tú termina de comer—dijo antes de fingir una sonrisa cuando Hyunjin se acercó con su acompañante.

—¡Gracias por dejarnos comer aquí!—Hyunjin sonrió entusiasmado—Él es Jeongin, por cierto—presentó a la persona que estaba a su lado—Ellos son Jisung y Minho—los señaló.

—Mucho gusto—sonrió tímido Jeongin, acomodando su bandeja sobre la mesa—Gracias por dejarnos acompañarlos.

Ambos tomaron asiento luego de la corta presentación. Minho se removió en su asiento, decidido a terminar sus papas fritas para salir de ahí lo más rápido posible.

—Entonces...—Hyunjin habló después de darle un sorbo a su bebida—¿Están saliendo?—preguntó curioso.

Jisung sintió sus manos sudar sobre su regazo, moviendo sus dedos hasta enterrar sus cortas uñas en sus piernas, demasiado nervioso como para pensar correctamente lo que debía responder. No tenía que ser tan complicado, una respuesta simple era necesaria, pero incluso una respuesta corta podría arruinarlo.

—Si—respondió, sonriendo forzosamente—Minho y yo estamos en una cita—tomó su mano, sintiéndolo tensarse ante su toque.

Minho abrió los ojos en sorpresa al sentir los dedos de Jisung entrelazándose con los suyos, su estómago se contrajo y un extraño cosquilleo lo recorrió completamente. Tal vez tuvo que reaccionar de alguna manera diferente o más natural, seguirle el juego a Jisung que por cierto, no tenía idea de lo que estaba pasando y el porqué dijo eso, pero no pudo hacer nada más que dejar su mano en donde estaba.

—¡Me alegro!—Hyunjin los vio a ambos. Minho sonrió apenas para no delatarse—¿Jisung no te ha causado problemas? Suele ser molesto a veces cuando habla mucho, es ruidoso—bromeó.

Pero a Minho no le pareció divertido.

—Jisung no es molesto—dijo con seriedad—Me gusta que hable mucho, es divertido escucharlo—confesó, obteniendo la mirada de Jisung a su lado, sorprendido por su respuesta.

Sonrió conmovido.

—Y eso está muy bien—Hyunjin sintió que su comentario había molestado a Minho, por lo que trató de no decir más sobre eso—Parece que tú eres callado, por eso están muy bien juntos. Son como Jeongin y yo.

—Ustedes... ¿Ustedes están saliendo?—preguntó un poco inseguro Jisung.

—Si—asintió Hyunjin, tomando la mano de Jeongin sobre la mesa al mismo tiempo que le sonreía tiernamente.

Y entonces, Jisung sintió que su pecho dolió.

—Tenemos casi ocho meses de relación—agregó Jeongin, hablando por fin.

—Ocho meses—repitió Jisung en voz baja, soltando la mano de Minho—Me alegra—sonrió a medias.

El ambiente se había vuelto demasiado pesado para Jisung, por lo que decidió que ya era hora de irse, estar más tiempo en esa mesa con ellos solo lo hacía sentirse sofocado. Tratando de ponerse de pie, hizo un movimiento brusco, golpeando su rodilla contra la mesa, siendo lo suficientemente fuerte para provocar que el refresco que tenía frente a él se derramara, mojando su camisa y parte de los pantalones de Minho.
Sus mejillas enrojecieron y sintió su rostro caliente por la vergüenza, trató de limpiar rápidamente con algunas servilletas mientras se disculpaba en voz bajacon y al terminar, se despidió cortamente de ellos para ir casi corriendo al baño.

Al entrar, se recargó en el lavabo y se vio en el espejo, sus ojos estaban llorosos y sus mejillas seguían rojas. Escuchó la puerta del baño abrirse y agachó la cabeza, estaba demasiado avergonzado y se sentía estúpido, no quería que lo vieran de esa manera.

Era un completo desastre.

—Manchaste mi ropa con tu refresco, ahora debes compensarlo—Minho lo regañó cuando lo encontró, pero relajó su expresión al notar su estado.

Odiaba sentirse preocupado.

—Perdón—susurró, alcanzando algunas toallas húmedas para limpiarlo—Soy torpe a veces.

Minho suspiró y le quitó las toallas para limpiarse a sí mismo.

—¿Qué pasó? Estás casi llorando.

—Mi camiseta entera está sucia—respondió con la voz quebrada—Está sucia y yo me veo muy mal ahora.

—Te dije que nos fuéramos—le recordó, quitándose su chaqueta para ofrecérsela—Úsala, esa mancha no se irá aunque trates ahora.

—Gracias—sonrió un poco, limpiando las lágrimas que estuvieron a punto de salir—Parece como si te orinaste encima—bromeó y señaló sus pantalones, poniéndose la chaqueta, llegando a su nariz el perfume de Minho.

—Es tu culpa—negó con la cabeza—Tienes suerte de que el pantalón es oscuro.

Jisung soltó una corta risa y enjuagó su rostro, sintiéndose un poco mejor.

Ambos salieron del baño después de un rato y caminaron fuera del establecimiento, dispuestos a irse a casa después de una tarde llena de vídeojuegos.

Minho tenía muchas preguntas, pero ahora lo que era más importante en su cabeza era que todavía sentía la mano de Jisung sobre la suya, sus dedos entrelazados y la sensación de cosquilleo.

Nunca había hecho eso antes, y podía confesar para sí mismo que quería intentarlo de nuevo.

[🌷]

El silencio en el que Jisung y Minho se encontraban no era incómodo, era tranquilo. Se subieron al elevador y Minho presionó el número de piso al que se dirigían.

—¿Te gustó el centro comercial ahora?—preguntó Jisung, esperando una respuesta positiva puesto que su intención fue que se divirtiera.

—No estuvo nada mal, en especial las papas fritas.

—Podemos ir otro día si quieres—sugirió Jisung, a lo que Minho asintió en silencio—Lamento todo lo que pasó cuando llegó Hyunjin, no debí dejar que se sentara en nuestra mesa sin preguntarte si estabas de acuerdo.

—Tienes razón—estuvo de acuerdo—No terminé de comer.

—Hyunjin es mi ex novio—soltó, dejando escapar un leve suspiro—Terminamos hace cinco meses. Bueno, él terminó conmigo.

Minho tuvo la sospecha de que sería algo así desde que mintió en cuanto a que eran novios, no había otra razón por la cual decir eso a no ser que necesitara demostrar algo.

—Pero Jeongin dijo que están juntos desde hace ocho meses—recordó, entendiendo la reacción tan despistada de Jisung ahora.

—Eso parece—agachó la mirada, dándose cuenta de que ya habían llegado a su piso. Ambos salieron del elevador y caminaron hacia su departamento—Estuvo con él mientras estaba conmigo. No lo sabía—cada vez se sentía más tonto al respecto, realmente se burló de él en su cara por mucho tiempo—Quería desaparecer en ese momento, fue muy vergonzoso.

—¿Cómo pudiste tener un novio como él?—hizo una mueca de desagrado con solo recordarlo.

—Lo sé—rió—En mi defensa, realmente creí que nunca me engañaría, no parecía ser de esos.

—No me refiero a eso—Jisung ladeó la cabeza un poco confundido—Alguien que piensa que eres molesto porque hablas mucho.

—Ah, eso... Creo que tiene razón, a veces hablo mucho y no sé cuando callarme, creo que te has dado cuenta de eso—rió cortamente—Entiendo que en algún momento se haya sentido incómodo conmigo.

Minho no podía creer lo que estaba escuchando. Reconocía que no era una persona social, evitaba cualquier tipo de relación con las personas y a pesar de su forma de ser, en ningún momento pensó en que Jisung fuera ruidoso o molesto; si que le sorprendía que tenía muchas cosas que decir, pero no era algo que le molestara.

—Como sea—no diría nada más, Jisung no estaba entendiendo y no iba a explicarle—Entra a tu departamento.

Jisung asintió con una sonrisa, sacando las llaves para abrir la puerta, pero se dio la vuelta para ver a Minho una vez más.

—Perdón también por tomar tu mano y decir que estábamos saliendo—dijo con sinceridad, no era la primera vez que invadía su espacio personal y se sentía apenado al respecto, no quería que ese fuera motivo para alejarlo—En ese momento no supe qué hacer y actué sin pensarlo con la tonta idea de demostrarle que ya no me importa.

Minho le sostuvo la mirada un momento, notando el arrepentimiento en sus ojos y después de unos cortos segundos, tomó su mano, entrelazando sus dedos nuevamente de la misma manera en la que él lo hizo más temprano. Jisung abrió los ojos en sorpresa y sintió sus mejillas sonrojarse.

—Tomé tu mano sin permiso, ahora estamos iguales—dijo Minho en voz baja, soltándolo momentos después—Ahora entra y descansa.

Jisung asintió y entró a su departamento sin decir nada más, un poco desconcertado.

Minho hizo lo mismo y cuando cerró la puerta tras él, pudo soltar el aire que no sabía que tenía retenido. Miró su mano con extrañeza y se preguntó a sí mismo qué había sido eso, de dónde había salido y con qué valor había tomado así la mano de Jisung sin ningún tipo de excusa.

Algo realmente malo estaba pasando con él.

[🌷]

Quiero agradecer a las personitas que están leyendo y apoyando esta historia de la que me siento emocionada por escribir, espero que les esté gustando, gracias por los comentarios y votos<3