No sentir amor por Jisung.
Una enorme brecha se formó entre Hyunjin y Jeongin desde lo que pasó en la fiesta. Hyunjin no supo explicarle correctamente a su novio sus acciones, no existía una excusa lo suficientemente válida para lo que hizo, siendo totalmente consciente de que se había equivocado, pero admitirlo y pedir perdón no era suficiente, Jeongin no podía solo pasarlo por alto y olvidarlo con una simple disculpa.
—Dijiste que solo eran amigos y olvidaste mencionar el importante detalle de que también es tu ex novio—Jeongin lo vio seriamente, tragando el nudo en su garganta—Y ojalá eso fuera todo—siguió hablando, indignado y con los brazos cruzados—Todavía eran novios cuando tú y yo empezamos a salir.
Cada palabra seguía doliendo, todavía podía sentir la tensión de ese momento, recordándose así mismo como un completo idiota al no tener nada qué decir al respecto.
—¿Qué pensabas, Hyunjin? Las mentiras nunca duran demasiado.
Suspiró, su vista seguía puesta en los apuntes de su cuaderno sin poder concentrarse, pensando en ese momento que seguía causándole vergüenza.
—Me siento como un idiota—su voz se quebró, evitando verlo a los ojos—Incluso te creí esa vez que lo encontré aquí en tu departamento... ¿Ese día realmente solo te acompañó o pasó algo más?
—No pasó nada, Innie, te lo juro.
—Ahora no puedo creerte—negó con la cabeza—¿Cómo puedo creerte si me has mentido tanto? ¿Qué me asegura que no harás lo mismo conmigo? ¿Cómo puedo estar seguro de que me quieres solo a mi?
No podía quitar de su cabeza su expresión herida, siendo el recordatorio tortuoso de lo mucho que lo lastimó. Volvió a suspirar, revisó su celular y todavía no tenía ningún mensaje o llamada, ya habían pasado dos semanas desde ese día y cada día se volvía más difícil de sobrellevar con su ausencia.
Estaba furioso consigo mismo, pero tampoco tenía totalmente claro lo que quería, actuando como la persona más egoísta al creer que podría obtener las respuestas que necesitaba si tenía a Jisung cerca otra vez, pero muy al contrario, solo lograba confundirse más.
—¿No me escuchas?
Hyunjin reaccionó después de un rato, enfocando la mirada en su amigo, tomando asiento frente a él en la mesa de la biblioteca.
—Perdón, estaba estudiando—mintió, hojeando su cuaderno descuidadamente.
—No parece que estés estudiando realmente—Changbin comentó—Hace días has estado así de distraído, ¿qué te tiene tan preocupado?
Hyunjin se quedó en silencio un momento, pensando en si era buena idea o no hablarlo con Changbin puesto que no eran tan cercanos porque solo era el novio del mejor amigo de Jeongin, sin embargo, tampoco tenía a alguien más con quien hablarlo y era la única persona con la que pasaba últimamente.
—Jeongin me pidió un tiempo... Por ahora estamos separados—decirlo en voz alta dolía más.
—Oh, lo siento, es entendible que estés así entonces.
—Fue mi culpa de todas formas—desvió la mirada con vergüenza, admitiéndolo—Cometí errores que no son fáciles de enmendar.
—Pero, ¿si quieres arreglarlo, cierto?
—Claro que quiero—asintió—Solo que no sé cómo hacerlo... Jeongin me ha tenido mucha paciencia y nunca hizo nada malo—suspiró, agachando la mirada—El problema sigo siendo yo.
—¿Por qué?—indagó, viéndolo.
—Bueno...—divagó un poco—Creo que todavía sigo sintiendo algo por Jisung, mi ex novio.
Changbin asintió lentamente, dándose cuenta de que la situación era complicada y que en efecto, Jeongin tenía razón al pedir tiempo.
—Supongo que Jeongin lo sabe y por eso decidió separarse—concluyó un poco dudoso. Hyunjin asintió—Dale su espacio—siguió hablando—De seguro se siente triste, pero podrá tomar una decisión si está solo y sin presiones.
—Su decisión será terminar conmigo—aseguró, haciéndose la idea de que lo había perdido, causándole una opresión en el pecho—Y me lo merezco por quebrar la confianza entre los dos, simplemente no debí iniciar nada con él si todavía estaba con Jisung.
—Tienes que ser sincero tú también contigo mismo y con ellos dos, no puedes retener a Jeongin a tu lado si no lo amas.
—Pero si lo amo, lo amo mucho y no tengo dudas de eso.
—¿Y Jisung? ¿Es lo mismo con él? Porque dices amar a Jeongin, pero si no amas a Jisung, ¿por qué querrías estar con él otra vez?
—Todavía no lo sé—escondió su rostro entre sus manos, desesperado—¿Es posible querer a dos personas al mismo tiempo?—suspiró rendido—Admeás, Jisung está saliendo con alguien más... Pero algo me dice que todavía me quiere, que está con él solo para olvidarme.
—Pues empieza a pensar muy bien lo que quieres, no siempre estarán esperando por ti y terminarás quedándote solo—dijo Changbin, sabiendo que tal vez fue muy directo, pero no era justo para nadie estar en el medio de su inestabilidad—Y si Jisung ya tiene pareja, lo mejor es que no te metas ahí, solo terminarás causando más problemas.
Hyunjin estaba consciente de ello, pero no quería aceptarlo, esa realidad no quería enfrentarla todavía, una realidad en la que no estaba Jisung ni Jeongin a su lado.
[🌷]
Minho amaneció muy enfermo, su cuerpo dolía, su garganta ardía de tanto vomitar y su temperatura estaba muy alta.
Decidió quedarse en cama, encerrado en su habitación sin decirle a nadie, creyendo que podría manejarlo después de tomar algunos medicamentos, pero fue inútil, ninguno de sus síntomas parecieron mejorar.
Cuando Chan llegó a su departamento después de sus clases, no le pareció extraño encontrarse en total silencio, pero lo que sí llamó su atención fue notar que las cosas de Minho estaban en la pequeña mesa de centro y en la cocina todo seguía tal y como lo dejó en la mañana antes de irse. Frunció el ceño levemente porque Minho nunca dejaba su billetera cuando salía, así que su única conclusión es que seguía ahí, lo cual seguía pareciéndole extraño porque todo estaba en total silencio.
Caminó hacia la habitación del menor y tocó varias veces, pero no obtuvo respuestas. Sin otra opción en mente, abrió la puerta lentamente hasta poder notar que Minho estaba en su cama y cubierto con sus sábanas.
—Minho—lo llamó sin elevar tanto la voz, acercándose—Minho, ¿por qué no has comido nada?—volvió a hablarle, pero seguía sin obtener respuesta alguna.
Encendió la lámpara que estaba al lado de la cama y la preocupación se hizo presente al verlo tan pálido y sudoroso. Rápidamente supo que estaba enfermo y que no era algo pasajero, sino que era algo muy grave.
Minho se quejó en voz baja y se removió inquieto, balbuceando cosas sin sentido que Chan no logró descifrar.
—Debemos ir al médico—apartó las sábanas para ayudarlo a levantarse, escuchándolo quejarse de nuevo—Aunque no quieras, vamos a ir así que deja de quejarte.
—Estoy bien—apenas logró decir, sentándose sobre la cama con la ayuda del mayor—Solo quiero descansar, quiero dormir por mucho más tiempo.
—Ni hablar—negó, haciendo su mayor esfuerzo levantarlo—No voy a dejar que pases aquí durante días hasta que se te pase.
Minho cerró los ojos con fuerza y no se opuso, dejándose ayudar por Chan para salir de la cama e ir hacia el auto. Su cabeza daba vueltas y de manera repentina, su pecho dolió con fuerza, haciéndolo sentir mucho más débil y cansado. Intentó buscar las razones del porqué se enfermó tan rápido y concluyó rápidamente que se debía a su amor no correspondido. Los síntomas eran claros, pero quería obviarlos con la intención de no enfrentarlo.
Ahora ya no podía solo ignorarlos.
Cuando llegaron al hospital, los dejaron entrar rápidamente a emergencias, la condición física de Minho se veía tan mal que no lo hicieron esperar demasiado. Preocupado, Chan se quedó en el área de espera después de que Minho entró a una de las habitaciones con la esperanza de que no se tratara de algo realmente malo.
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Minho abrió los ojos y no identificó el lugar en el que se encontraba, su reacción automática fue intentar levantarse, pero siseó de dolor cuando se dio cuenta de que no podía hacerlo. Vio su mano y frunció el ceño al darse cuenta de que tenía un catéter en el dorso, conectado a un largo y delgado tubo que terminaba en una bolsa llena de un líquido transparente. Intentó tranquilizarse y recién recordó lo que había pasado, sintiéndose un poco más consciente. Vio la hora en el reloj que estaba en la pared, sorprendido de que ya era bastante tarde.
Tres personas entraron a la habitación. Pudo reconocer fácilmente que era el doctor con dos de sus enfermeros. Los enfermeros se encargaron de revisar lo que estaba a su alrededor mientras que el otro hombre se mantuvo en su lugar, ahora viéndolo.
—Que bueno que ya despertaste—empezó a hablar, dándole una corta sonrisa—Soy el doctor Jeon Wonwoo y me voy a encargar de tratarte.
—¿Qué me pasó?—preguntó, un poco confundido—¿Por qué estoy aquí? Creí que solo era un resfriado o algo que comí.
—Lo que te pasó está lejos de ser algo como eso—lo vio seriamente y luego revisó rápidamente las páginas en sus manos—¿Te sientes mejor ahora? Tu fiebre bajó y ya no te ves tan pálido.
—Estoy un poco mareado y me duele la cabeza—respondió—Eso es todo.
—Es un alivio, tu amigo nos dijo que apenas y logró sacarte de la cama para venir.
—Si, recuerdo eso...—asintió.
—Bueno, ahora hablemos de lo que realmente pasó, creo que es muy importante que estés al tanto desde ya—acercó una silla hacia la camilla de Minho y tomó asiento, viéndolo directamente a través de sus anteojos.
Minho no pudo evitar asustarse, la seriedad y el suspiro que salió de sus labios no lo hizo sentir tranquilo, muy al contrario, solo lo hizo sentirse ansioso y preocupado.
—Dime, Minho—empezó a hablar el doctor Jeon—Tengo el presentimiento de que te haces una idea del porqué estás así de enfermo, ¿o me equivoco?
—Creo que lo sé—agachó la mirada hacia sus manos, apenado.
—Tu estado hasta este punto es avanzado. Eso me hace creer que tienes tiempo lidiando con esos sentimientos, ¿hay algo que haya detonado todos los síntomas de golpe? Normalmente, estos síntomas suelen aparecer poco a poco—cuestionó sin dejar de verlo.
—Me rechazó hace dos semanas—respondió sin darle vueltas, yendo directamente—Me rechazó y todas mis ilusiones por lograr algo simplemente desaparecieron.
—Entiendo—asintió, tomando apuntes de lo que su paciente decía—¿Creíste en algún momento que podrías ser correspondido?
—Muchas veces—suspiró, elevando la mirada hacia el mayor—Pero ahora no creo que pase, nada de lo que haga hará que él cambie de opinión porque ya tiene sentimientos por alguien más y no puedo competir contra eso.
—Eso lo hace más complicado—murmuró—¿Ya has lidiado con esto antes?
—Nunca, es la primera vez.
—Tiene sentido, entonces—juntó sus manos sobre su regazo e intentó no sonar tan duro—Al ser la primera vez, estás obteniendo nuevos sentimientos, intensificándolos más de lo normal porque no sabes manejarlos, porque nunca los habías sentido antes y eso por eso que, tus ilusiones, esperanzas y expectativas son mucho más grandes.
—¿Cómo hago que desaparezcan?—preguntó con la voz quebrada, odiando cada vez más esa sensación de vacío en su pecho con el recuerdo de Jisung pidiéndole no enamorarse cuando ya no había vuelta atrás para él—¿Qué debo de hacer para ya no estar enamorado?
El doctor Jeon suspiró—Verás, Minho, todo depende de ti—entre sus papeles rebuscó una imagen en específico, extendiéndola hacia él—Mira esto, los pétalos de flores están llenando tus pulmones—señaló la imagen—La mayoría las expulsas cuando vomitas, dejando espacio para que aparezcan más pétalos y con el paso del tiempo, si esto no se detiene, empezarán a salir raíces y eso va a perforar poco a poco tus pulmones—explicó directamente—¿Has vomitando alguna vez pétalos con sangre?
—Últimamente si—respondió en voz baja, cada vez más asustado y con más ganas de llorar.
—Eso significa que las raíces están empezando a crecer—le aseguró—Si dejas que se extiendan, será mucho más difícil y los síntomas serán más frecuentes hasta que se te sean imposibles de soportar.
—Dejar de amarlo no será fácil—cerró los ojos con fuerza, dejando que las lágrimas mojaran sus mejillas—No puedo evitar hacerlo, cada mañana despierto odiándome por quererlo.
—Es normal, Minho, debes entender que ese tipo de cosas no las puedes controlar... No hay razones para odiarte, no puedes odiarte por permitirte amar a otra persona cuando el amor es un sentimiento encantador.
—Aún así, puedo morir por eso.
—Hay una manera de que eso no suceda.
Minho lo miró expectante, atento—¿Qué debo hacer?
—Es un procedimiento quirúrgico, extirpamos los pétalos y las raíces por completo.
—¿Es efectivo?
—Casi al cien por ciento—dijo, acomodándose en su asiento con más seriedad—Si sacamos todo eso, tu capacidad de amar otra vez se verá severamente afectada... Junto a los pétalos y raíces, tu amor por esa persona también se irá.
—¿No volveré a amarlo?
—Es lo más probable—asintió—No sentirás amor, ni cariño, ni aprecio, no sentirás nada que pueda causarte daño otra vez.
No sentir amor por Jisung.
No sentir cariño por Jisung.
No volver a sentir nada por Han Jisung.
Se quedó en silencio, procesando esa alternativa que sonaba horrible en su cabeza, pero al final, era una solución a sus problemas. No podía decidir nada, ni siquiera porque estaba en una camilla de hospital.
—¿Cómo se puede vivir sin amar otra vez?—preguntó en voz baja con cierto dolor.
—Muy pocas personas deciden someterse a esa cirugía, la mayoría muere si no encuentran otra manera de manejarlo—soltó sin delicadeza, viendo el terror en su expresión—Pero estás a tiempo, Minho, puedes recuperarte antes de tomar una decisión así de grande.
Minho asintió lentamente y dejó escapar el aire que no sabía que estaba reteniendo, siendo demasiado para él. ¿Cómo es que llegó tan lejos?
—Ya que hablamos y estás mejor, dejaré que pasen las visitas—le hizo una seña a los enfermeros para que salieran—Pasarás aquí lo que resta de la noche y mañana por la mañana te daremos de alta, necesitamos tenerte en observación solo un poco más antes de que te vayas.
Dicho esto, el doctor salió de la habitación junto a los enfermeros, dejándolo solo. Quiso seguir llorando, pero en su lugar solo limpió las lágrimas que ya habían mojado sus mejillas e hizo su mayor esfuerzo por no verse tan afectado a pesar de que su pecho no dejaba de doler.
—¡Minho!
El mencionado elevó rápidamente la mirada al escuchar su voz, esbozando una sonrisa automáticamente cuando lo vio acercándose casi corriendo hacia él.
—¿Estás bien?—Jisung acunó el rostro de Minho y lo inspeccionó con preocupación—Chan dijo que estabas muy mal.
—Ya estoy mejor—respondió con una cálida sonrisa, dejando que Jisung siguiera tocando su rostro—¿Esperaste mucho?
—Eso no importa—se sentó en la orilla de la camilla, haciendo un puchero—¿Qué dijo el doctor?
Minho vio a Chan quien se encontraba de pie cerca también y después dirigió la vista hacia Jisung nuevamente.
—Uhm...—divagó un poco—Fue algo que comí y me hizo mucho daño—mintió—Pero dijeron que podré ir a casa mañana temprano.
Claramente, Chan no le creyó, pero no dijo nada porque si Minho estaba mintiendo, es porque no quería preocuparlos o porque simplemente no quería compartirlo. Era de esperarse, Chan tenía una idea de lo que podría ser y entendía que no quisiera decirlo. Aún así, en algún momento, Jisung se iba a dar cuenta.
—Te haremos compañía—dijo Jisung sin dudarlo—Hazte a un lado y dame algo de espacio.
Minho rio por la bajo y obedeció, sintiéndose tan cálido y emocionado con su compañía a pesar de la situación en la que se encontraba. Se movió un poco hacia la otra orilla y le ofreció de su sabana para cubrirse, dejándolo acomodarse.
—Yo duermo en el sillón de la esquina, entiendo—dijo Chan, fingiendo tristeza.
Jisung rio, dejando escapar un corto suspiro de alivio ahora que sabía que Minho estaba mejor y fuera de peligro.
Cuando Chan le avisó que estaban en el hospital, no dudó en dejar lo que estaba haciendo para correr hacia ahí, sintiéndose tan agitado y nervioso por no saber absolutamente nada de lo que estaba pasando. Ahora que sabía que estaba mejor, podía sentirse más tranquilo.
—Saldré un momento, ¿quieres algo de comer o beber, Jisung?—Chan le preguntó, dirigiéndose hacia la puerta.
—Mmm, no, estoy bien así, gracias—le respondió, viéndolo asentir.
—Vengo enseguida—avisó, saliendo finalmente en busca de algo de comer.
La habitación se mantuvo en total silencio a excepción, escuchándose únicamente algunas voces y pasos en el exterior. Jisung siguió con la mirada fija en el techo mientras Minho intentaba no sonrojarse demasiado por estar tan cerca de él.
—No comas cosas que te hacen daño—Jisung habló, llamando la atención del pelinaranja a su lado—Las bacterias en el estómago son realmente malas y causan enfermedades horribles.
—Lo sé ahora—asintió, siguiéndole la conversación—No debes quedarte toda la noche, de verdad estoy bien, me siento mucho mejor.
—No trates de sacarme de aquí, ya estoy cómodo—se giró un poco para verlo, dándose cuenta de que Minho también lo hacía.
Un cosquilleo en su estómago apareció sin precio aviso, subiendo hasta su pecho para hacer que su corazón latiera nervioso. Estar cerca de Minho siempre se sentía así, como si lo demás no importara, como si solo fueran ellos dos en su propio mundo.
Su conexión con Minho era diferente.
—No quiero que pases la noche aquí, podrías sentirte incómodo más tarde, ¿qué tal si te empujo, te caes y te lastimas?—bromeó, viendo como una sonrisa se asomaba en sus labios.
—Tendrás que tener cuidado. Además, no agarro mucho espacio—frunció levemente el ceño, pegándose un poco más a él—Cabemos perfectamente si no te mueves tanto.
Minho estaba haciendo su mayor esfuerzo por tener sus manos quietas y no precisamente porque quisiera sobrepasarse, sino que una enorme necesidad por abrazarlo lo invadió. Antes de conocer a Jisung nunca había compartido la cama con alguien más y definitivamente se sentía muy bien hacerlo. Respiró profundamente y exhaló, recordando que una vez Félix le dijo que a Jisung le gustaban ese tipo de cosas, pero, ¿lo aceptaría si se lo preguntaba? Sería demasiado vergonzoso ser rechazado de nuevo, aunque comprendía si no quisiera hacerlo.
De todas formas, ¿qué más podía perder intentando?
—Sung—lo llamó en voz baja, captando su atención—¿Puedo abrazarte?
Sostenerle la mirada fue difícil, no podía descifrar lo que significaba o el porqué sus mejillas se veían levemente enrojecidas. Estuvo a punto de hablar de nuevo para retirar de alguna manera su pregunta, pero se detuvo cuando lo escuchó:
—Si puedes—asintió, permitiendo que Minho se acercara.
Feliz con su respuesta, Minho se acercó un poco más hasta finalmente rodearlo con sus brazos. Jisung se acomodó hasta que su cabeza descansó en su pecho, permitiendo que la distancia entre los dos fuera mínima.
—¿Estás cómodo así?—preguntó Minho un poco tímido.
Jisung se alejó un poco para verlo, quedando sólo a unos centímetros de su rostro sin el valor de romper la distancia entre los dos.
—Así estoy bien—le aseguró en un susurro y con una corta sonrisa—Ya no hace tanto frío.
Minho le sonrió de regreso, moviéndose un poco para dejar un corto beso en su frente antes de que Jisung volviera a su posición. Ciertamente estaba arriesgándose, estaba permitiendo que más sentimientos se mezclaran, estaba dándole más espacio en su corazón cuando en realidad, ya no podía soportarlo por mucho más tiempo, ¿pero qué otra cosa podía hacer? Sentir amor por Jisung lo hacía sentir bien.
—No vuelvas a enfermarte, en serio me asusté.
—¿Realmente te preocupaste?
—Mucho—suspiró, pegando más su mejilla en el pecho de Minho
—Pensé en muchas cosas horribles cuando Chan me dijo que estabas aquí—cerró los ojos, apartando esos pensamientos de su cabeza—Hace días que no hablamos y no saber mucho de ti en este tiempo me hizo creer que no volvería a verte o algo así.
—No me pasó nada, perdón por preocuparte—se disculpó, apoyándose en la cabeza del menor—No volverá a pasar, voy a cuidarme mejor.
—Más te vale, Lee Minho—le advirtió, soltando una corta risa segundos después. Suspiró—Sé que algunas cosas cambiaron entre nosotros desde la última vez que hablamos a pesar de que se supone que seguiríamos siendo amigos.
—Seguimos siéndolo—le aseguró con voz neutra, dándole a entender de que no tenía intención de dejarlo.
—Espero que si, estar contigo me hace sentir diferente y eso me gusta. Me haces sentir muy especial.
Minho se sintió orgulloso de sí mismo, su pecho llenándose de calidez con cada palabra, haciéndolo sentir suficiente e importante, algo más que solo una simple amistad.
O solo era él haciéndose más ilusiones.
Jisung estaba siendo sincero, todo lo que sentía en cuanto a Minho era real y muy en el fondo deseaba poder corresponder de la misma manera... Aunque, ¿en realidad no sentía nada? En su cabeza todo era muy confuso, cuando pensaba en Mingo, no podía evitar que Hyunjin también apareciera, recordándole una vez más que era ese gran obstáculo que no había podido quitar.
Pensarlo lo hacía dudar cada vez más, pero no quería dejarse llevar por algo de lo que no estaba seguro, concluyendo que tal vez se sentía de esa forma porque estaba consciente de los sentimientos de Minho hacia él, creando dudas que posiblemente no deberían de estar ahí.
Pero por ahora, disfrutaría de la compañía.
—Gracias por venir—susurró Minho, quedándose dormido por fin debido al cansancio.
Jisung sonrió para sí mismo e intentó dormir también.
Mucho tiempo después, Chan entró con sigilo a la habitación otra vez, conmovido por la escena frente a él. Tomó asiento en el sillón disponible y suspiró, sintiendo como se formaba rápidamente un nudo en su garganta al estar a a solas; miró a Minho con tristeza, recordando las palabras del doctor con el que estuvo hablando hace rato.
Desde que conoció a Minho quiso que dejara a un lado su rechazo por enamorarse para que pudiera experimentarlo, pero jamás quiso que fuera de esa manera tan dolorosa en la que estaría sufriendo constantemente. Escondió su rostro entre sus manos y se permitió llorar en silencio, dejándose llevar por la tristeza que le causaba ver a su mejor amigo en esa situación sin poder ayudarlo, porque según lo que le dijeron, eso dependería de él.
Solo dependía de él si quería vivir y dejar de sentir, o simplemente esperar el inevitable final.
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Holaaaa, espero que les guste, gracias por los comentarios y votos :3 . ¿Qué creen que decida Minho?
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