Conquistarte
Luego de tres días de total reposo, Jisung ya se sentía mejor físicamente, con más fuerza y menos débil que antes, sin embargo, en su interior, sus sentimientos eran un desastre.
Félix lo convenció de quedarse a descansar en casa y aunque Jisung renegó en varias ocasiones, terminó por obedecer a su mejor amigo. Mingi llegó a verlo en alguna ocasión, incluso, Hyunjin había estado pendiente de cómo estaba, mandándole mensajes o llamándole ocasionalmente, creyendo que solo había sido un muy fuerte resfriado.
Nadie más podía saber qué estaba pasando con él.
Ciertamente, Jisung estaba muy agradecido por todo y al mismo tiempo, un poco abrumado por la atención recibida, aunque a decir verdad, si Minho hubiera llegado al menos una vez a buscarlo, habría sido más que suficiente para sentirse más tranquilo.
Chan se disculpó con Jisung por la actitud de Minho y aunque Jisung le dijo que no importaba, su corazón dolió y decidió no seguir pensando en ello, decidió ya no esperarlo.
—Te traje algo de beber—Hyunjin dejó las bebidas sobre la pequeña mesa de centro.
—Sabes, tienes suerte de que Félix te haya dejado pasar—Jisung rio, eligiendo el jugo de durazno—Gracias por esto, lo necesitaba.
Hyunjin había llegado a una visita rápida a petición de Félix, haciéndole saber que la única razón para dejarlo cuidando a Jisung era porque no tenía a nadie más a quién pedírselo, siendo él la última opción. Era entendible, Hyunjin no dijo nada al respecto y aceptó ir solo si Jisung estaba de acuerdo, y tras platicarlo, finalmente accedió.
—Creo que Félix va a odiarme siempre—suspiró, agarrando el jugo de manzana—No lo culpo, es tu mejor amigo—se encogió de hombros, acomodándose mejor en el sillón individual frente al sofá en donde Jisung estaba sentado.
—Félix es muy amoroso, pero odia con facilidad y es bastante rencoroso.
—Lo sé, él y yo nos llevábamos de maravilla—rio por lo bajo—Pero ya sabes, ahora no creo que logre caerle bien otra vez.
—Es cuestión de tiempo—le dio un sorbo a su jugo, luego vi a Hyunjin—Incluso creo que ya no te detesto tanto.
—Uhm, tomaré eso como un avance.
Ambos rieron, sintiéndose un poco extraño el ambiente debido a su pasado como novios y todo lo que sucedió después, pero no era tan incómodo porque después de todo, se conocían perfectamente bien.
—¿Cómo vas con lo de Jeongin?—preguntó casualmente, esperando no haberse metido en terreno prohibido.
—Ah, eso...—desvió un poco la mirada, soltando un corto bufido—Sigue sin hablarme, pero sé que todavía siente algo por mí.
—¿Estás seguro?—ahora estaba curioso, porque si Hyunjin tenía razón, entonces había posibilidad de que no vaya en serio con Minho.
Aunque de todas formas, eso no significaba que Minho fuera a quererlo.
—Seguro—asintió—Si Jeongin dejara de amarme, lo sabría y por ahora, no me ha pasado nada.
Esta vez, Jisung asintió pensativo, suponiendo a lo que se refería. Hyunjin estaba enamorado de Jeongin y si Hyunjin no estaba enfermo, entonces Jeongin todavía lo amaba también.
Pero, ¿Por qué estaba tan empeñado en estar con Minho? Si amaba a Hyunjin, ¿por qué seguía ahí?
—Todavía tienes oportunidad.
Hyunjin suspiró profundamente—Eso creo—murmuró, inseguro y temeroso de que de repente, todo fuera a cambiar.
Toques en la puerta interrumpieron su conversación. Hyunjin se puso de pie, creyendo que era Félix y Jisung se mantuvo en su asiento, terminando su bebida.
—¿Hola?—Minho saludó a Hyunjin un poco confundido, de todas las personas, no esperaba verlo justo a él. Se sintió un poco celoso—Déjame pasar—quiso entrar, pero Hyunjin lo detuvo de inmediato.
—No puedo hacer eso—negó con la cabeza.
—¿Por qué?—frunció el ceño, empezando a molestarse.
—Bueno, porque no sé si Jisung quiere que te deje pasar—respondió con obviedad—Estoy a cargo hoy, así que primero debo preguntarle.
—No seas ridículo... Hazte a un lado, en serio necesito hablar con él—insistió, pero Hyunjin volvió a negar.
—Félix podría matarme si te dejo pasar—dijo con exageración, queriendo reír por la expresión de Minho—Espera aquí—cerró un poco la puerta y vio a Jisung en el sofá.
Desde el interior, Jisung agachó la mirada, nervioso con solo el hecho de que Minho estuviera ahí, buscándolo. Estaba siendo contradictorio consigo mismo, estuvo esperando a Minho desde el día en el que se quedó en el hospital, pero ahora no estaba tan seguro de querer verlo; estaba triste, decepcionado y enojado con él.
Cuando Hyunjin se giró a verlo para obtener una respuesta, Jisung negó lentamente con la cabeza, dándole a entender que no quería verlo.
—No quiere verte—le dijo directamente a Minho.
—Pero... Necesito hablar con él, quiero explicarle que-
—Mira, no sé qué es lo que pasa o porqué no quiere verte, pero ahora no creo que sea un buen momento, solo no lo presiones—dijo con tranquilidad, evitando algún tipo de discusión en el pasillo.
Minho respiró hondo y se fue sin decir nada, avergonzado y un poco desesperado porque realmente quería hablar con Jisung. Podía entender que no quisiera recibirlo, pasaron algunos días y no tuvo el valor de siquiera responder un mensaje de los tantos que Jisung le envió y ahora, que no quisiera verlo era totalmente su culpa.
Hyunjin cerró la puerta y regresó a su lugar, curioso por la actitud de Jisung.
—Estoy enojado con él, por eso no quiero verlo—explicó cortamente.
—Lo supuse—Hyunjin asintió—No hablemos de él, entonces.
Jisung estuvo de acuerdo e intentó distraerse con otras cosas que no lo hicieran pensar en los sentimientos de ese momento. Por un lado, moría por ver a Minho, por escuchar cualquier explicación que tuviera, pero al mismo tiempo, estaba tan decepcionado que solo la idea de verlo le daba tristeza, rondando en su cabeza tantas preguntas del porqué no hizo nada por saber cómo estaba, haciéndolo caer en la horrible conclusión de que al final, no era tan importante para Minho.
El resto de la tarde pasó de manera tranquila, Hyunjin estuvo pendiente de que todo estuviera bien y se aseguró de que Jisung se sintiera mejor antes de irse. Félix le agradeció cortamente y lo dejó ir, esta vez haciéndose cargo él de su mejor amigo.
Hyunjin quería creer que de alguna manera, estaba enmendando su error con su ex novio, pensar en todo el daño que le causó lo hizo sentir culpable durante mucho tiempo y saber que Jisung estaba dispuesto a aceptarlo, lo hizo sentir aliviado, aunque sabía que había mucho camino por recorrer antes de que todo estuviera completamente bien.
Se detuvo frente a las puertas del elevador y suspiró al leer el pequeño cartel que anunciaba que estaba fuera de servicio. Con un poco de pereza, caminó hacia las escaleras, bajando sin demasiada prisa, viendo únicamente hacia sus pies. Escuchó los pasos de alguien más subiendo en dirección contraria, pero no le prestó demasiada atención; tuvo que detenerse cuando esa persona se quedó parado frente a él, bloqueando su camino. Levantó la mirada para pedir permiso, pero al ver quién era, no pudo decir nada.
—¿Qué haces aquí?—Jeongin ladeó la cabeza, curioso, aunque tenía el presentimiento de que sabía la respuesta.
—Jisung enfermó y Félix me pidió un favor—respondió sincero.
—¿Por qué a ti?—frunció el ceño.
—Dijo que no tenía opción—se encogió de hombros.
—Sigues sin poder dejar de lado a Jisung, ¿no es así?—cuestionó—Por eso vienes a verlo.
Hyunjin lo miró por unos segundos, sorprendido por su repentino comentario que sonó como un reclamo.
—Espera, no se trata de nada más que eso—le aclaró, sintiéndose un poco desesperado porque no quería que Jeongin tuviera otras ideas—Jisung estuvo muy enfermo y Félix me pidió cuidarlo unas cuantas horas... Es todo.
—Claro—apartó la mirada y suspiró—Pensé que hablabas en serio cuando dijiste que no sentías nada por él.
—¡Y es la verdad!—exclamó—Hace mucho que no siento nada por él, ¿por qué todavía no me crees?
—¿En serio quieres que responda eso?—rio con sarcasmo.
Hyunjin rascó su nuca y negó con la cabeza, sabiendo lo que iba a decirle.
—Dime qué quieres, Jeongin—dijo casi en voz baja—Entiendo que sigas molesto, terminaste conmigo y fue mi culpa, me dijiste que me alejara de ti... ¿Qué más debo hacer? Te doy tu espacio, no te busco y no me acerco porque no quiero seguir molestándote—agachó la mirada, bajando el tono de voz—Además, sé que vas al departamento de Minho justo ahora.
—Eso...
—Si no, ¿a qué más vendrías?—lo miró de nuevo, notándolo un poco nervioso—Tú sigues con tu vida, viéndote con alguien más y yo no estoy preguntándote nada, no estoy deteniéndote.
Jeongin se sintió acorralado, dándose cuenta de que Hyunjin tenía razón y que su actitud estaba siendo estúpida, pero no pudo evitarlo, se sintió celoso tan pronto mencionó a Jisung y una parte de él había estado molesta porque no supo nada más sobre Hyunjin, no volvió a llamar y no lo volvió a ver.
—Perdón—dijo en voz baja, retrocediendo un poco—Tienes razón, no tengo que hacer nada de esto porque tú y yo no somos nada—se sintió avergonzado.
Hyunjin lo vio con tristeza, odiando que entre los dos todo haya terminado de esa manera en la que no podían ni siquiera verse a los ojos. Para Jeongin era abrumador el sentimiento de amarlo tanto y al mismo tiempo sentir tanta tristeza. En su cabeza no existía ningún tipo de orden en cuanto a su vida, ¿qué sentía por Minho y por Hyunjin? Estaba seguro de que amaba a su ex novio, pero Minho lo hacía sentir especial también, dándole toda la confianza y seguridad que Hyunjin le quitó.
Pero todavía había un problema: Jisung.
Jeongin no lo odiaba, pero de alguna manera, Jisung seguía estando en el medio de los dos, seguía en la vida de Hyunjin y Minho, y a veces creía que no era capaz de competir contra eso, sintiéndose miserable por no saber qué camino debía tomar.
—Innie...—Hyunjin lo llamó, obteniendo su mirada—¿Por qué no me dejas intentarlo otra vez? Yo... Todavía te amo, Jeongin.
La sinceridad en sus palabras era real, Jeongin sabía que era real, que Hyunjin no estaba diciéndolo solo para desviar si atención o para convencerlo, lo conocía muy bien y estaba consciente de que al menos en eso, nunca mintió.
No tenía palabras, ver a Hyunjin siempre lo ponía nervioso y seguía moviendo su mundo. Quería convencerse de que lo mejor era pasar de largo e ignorarlo para mantener su palabra de no caer nuevamente, pero su corazón le pedía quedarse con él y expresarle todo su amor de la misma manera; sin una palabra más, Jeongin dio pasos cortos hasta llegar a él, le sostuvo la mirada un par de segundos antes de tomar la iniciativa y besarlo.
Hyunjin estaba sorprendido y no se movió, recibió el beso con mucho gusto y cuando Jeongin se apartó, rodeó su cintura y lo acercó nuevamente, alcanzando sus labios en un beso mucho más profundo y lento. Jeongin rodeó a Hyunjin con ambos brazos y no tuvo intención de romper el beso, pensando en lo mucho que lo había extrañado en lo feliz que su corazón se sentía.
Por la falta de aire, Hyunjin tuvo que romper el beso con mucha dificultad, acarició la mejilla de Jeongin con sus nudillos y no apartó la mirada, viéndolo con adoración.
—Sé que te fallé, Jeongin, pero déjame conquistarte una vez más—le pidió casi con súplica.
Jeongin sintió su corazón latir emocionado, pero trató de no demostrarlo demasiado.
—Creo... Creo que tengo que hablar con Minho—desvió la mirada.
Hyunjin soltó a Jeongin y un poco decepcionado, asintió, dejando que hiciera lo que creía que debía hacer.
—No te negaste—sonrió a medias—Lo tomaré como un sí.
Jeongin sonrió también, sintiendo sus mejillas calentarse.
—Hablaremos luego.
—¿Lo prometes?—Hyunjin lo vio con ilusión. Jeongin asintió—Me voy, entonces—sonrió ampliamente y bajó las escaleras con rapidez.
Que Jeongin estuviera yendo en ese momento al departamento de Minho, a Hyunjin le molestaba, sin embargo, decidió confiar en Jeongin y decidió enfocarse en lo que haría ahora que su nueva motivación era conquistarlo nuevamente.
Y esta vez no sería tan estúpido para dejarlo ir.
[🌷]
Jisung se sentía mucho mejor ahora; al menos físicamente. Se preparó como siempre para ir a clases, mentalizándose a lo que se enfrentaría ahora que sabían sobre su enfermedad. Habría preferido quedarse más tiempo, escondiéndose sin dar explicaciones y sin que nadie más tuviera que verlo, pero no podía huir.
Cerró la puerta de su departamento y vio la hora en su reloj, todavía estaba a tiempo así que decidió no tomar el autobús hacia la Universidad, de esa manera podría retrasar todo lo posible su llegada. Acomodó la mochila sobre su hombro y salió del edificio.
Estar afuera se sintió bastante bien, había pasado los últimos encerrado y al fin poder salir lo hizo sentir solo un poco mejor, pero en cuestión de segundos, su expresión en calma cambió. Se detuvo al ver a Minho a unos cuántos metros en la acera, balanceándose sobre sus pies de manera distraída. Su cuerpo se tensó cuando por fin sus miradas se encontraron y en lugar de sentirse feliz, la vergüenza se hizo presente.
—Jisung... Estaba esperándote—Minho se acercó un poco, luciendo nervioso.
—Tengo que ir a clases—dijo en voz baja, apartando la mirada antes de seguir caminando con la mirada en sus pies.
No esperaba verlo ahí, de hecho, intentó salir rápido de su edificio con tal de no encontrárselo; al menos no tan pronto.
Pasó a su lado como si nada, como si no le importara, pero Minho lo detuvo, tomándolo del brazo sin hacer mucha fuerza.
—Te acompañaré—le dijo, soltándolo—Vamos al mismo lugar.
—Minho...—elevó la vista hacia él otra vez, haciendo su mayor esfuerzo por no ceder ante sus suplicantes ojos—Quiero ir solo, no quiero que me acompañes—dijo con decisión, lo que menos quería era llegar a su facultad y que todos hablaran de ellos si los veían juntos.
A Minho le dolió un poco su respuesta, más no siguió insistiendo porque sabía que no merecía que siquiera estuviera hablándole; se comportó muy mal al evitarlo durante esos días en los que de seguro, Jisung deseó que estuviera ahí, pero no podía explicarle, no podía decirle que tuvo miedo, que no estaba listo para enfrentar sus sentimientos otra vez porque saber que Jisung estaba enamorado de él, solo había desatado en su interior un enorme caos del que no tenía control.
—Está bien—accedió, odiándose por no tener el valor de aclarar lo que estaba pasando—Antes de que te vayas, toma esto—sacó de su mochila un recipiente de comida recién hecha y lo extendió hacia él—Supongo que no desayunaste, por eso lo hice para ti.
—No, gracias—Jisung se negó de inmediato con mucha dificultad—De seguro tampoco desayunaste, cómelo tú. Yo debo irme.
Jisung se dio la vuelta y sin despedirse, se fue.
Totalmente sin palabras, Minho lo siguió con la mirada durante un rato hasta que se mezcló entre las demás personas; vio el recipiente en sus manos y sin más opción, lo guardó en su mochila nuevamente, sintiendo la amargura del rechazo.
Minho dejó escapar todo el aire que no sabía que tenía retenido, quedándose parado en el medio de la acera sin saber qué hacer ahora.
Estaba claro que Jisung no quería nada de él y era su culpa por ser tan cobarde. ¿Realmente creyó que Jisung siempre lo perdonaría? Ahora estaba seguro de que no era así, de que incluso Jisung tenía un límite.
[🌷]
Minho atravesó la puerta del consultorio y tomó asiento frente al escritorio del doctor Jeon, su mente había estado siendo un caos y necesitaba saber qué estaba pasando con él antes de seguir comentiendo errores.
—Lee Minho, ¿correcto?
—Si—asintió, viendo al mayor recoger algunas cosas de su escritorio.
—¿Qué te trae por aquí? Me dijeron que necesitabas hablar conmigo urgentemente.
—Es sobre la cirugía—empezó a hablar, obteniendo la total atención del doctor.
—Te escucho—le animó.
Minho suspiró—Creo que la cirugía no fue tan efectiva, la cirugía está fallando.
—¿Por qué crees eso?
—Uhm...—jugueteó con sus dedos sobre su regazo con nerviosismo, pensando sobre cómo debía de expresar lo que estaba pasando—Dejé de amar a Jisung, eso es un hecho—aseguró—Pero creo que tengo sentimientos encontrados por él.
—¿Qué tipo de sentimientos?—preguntó.
—No lo sé...—dijo en voz baja, apartando la mirada con cierta vergüenza.
—Sabes, puedes ser honesto conmigo. Si algo pasa, necesito saber qué es lo que sientes exactamente y trataré de ayudarte, estoy seguro de que viniste por eso.
Minho volvió a suspirar, tratando de calmar los latidos en su pecho.
—Después de la cirugía intenté alejar a Jisung, no porque siguiera queriéndolo, sino porque me sentí enojado y muy resentido... Con el tiempo me di cuenta de que estaba lastimándolo y creí que no sería importante, pero verlo tan mal me hizo sentir mal a mi también—recordar su actitud tan cruel con Jisung siempre lo hacía sentir culpable, siendo un recordatorio de que tendría que pasar mucho más tiempo para compensarlo, pero en su lugar, solo terminó de arruinarlo.
—Bueno, es porque tú no eres ese clase de persona, es normal que no te haga sentir bien lastimar a los demás—justificó el doctor.
—Es más que eso... Incluso lo besé algunas veces—sus mejillas se calentaron al ver la sorpresa en el rostro del mayor—Quise convencerme que era porque lo encuentro atractivo, pero en mi interior sé que no sólo se trata de eso porque no lo hice solo porque me parece un chico lindo.
—Entonces... ¿Tú crees que te gusta Jisung otra vez?
—No estoy seguro, ¿tal vez?—agachó la mirada, sintiéndose en un interminable conflicto—Me di cuenta de que está enamorado de mi y que está muy enfermo.
—Mmm... Eso si que cambia los cosas, ¿no es así?
—Pero no debería—vio al doctor frente a él con cierta desesperación—No debería de afectarme nada de eso porque se supone que por eso mismo me sometí a esa cirugía, porque estaba cansado de sufrir—su pecho dolió—Sigo sin entender porqué se me hace tan difícil alejarme, a veces incluso creo que tengo celos y es estúpido sentirme celoso cuando su ex novio está a su alrededor o el idiota de mi primo—escondió su rostro entre sus manos, frustrado y desesperado por no entender qué pasaba consigo mismo y porqué siempre Jisung tenía que ser parte de ello.
—¿Intentaste interesante en alguien más?
—Si—asintió—Funcionó por un momento, Jeongin es un chico muy bueno y bastante lindo, pero por alguna razón, Jisung logra opacar todo de él muy rápido, tanto que no pude establecer nada serio porque pienso mucho en él y... Ahora ni siquiera Jeongin está dispuesto a estar conmigo—guardó silencio por un momento, recordando lo que Jeongin le había dicho sobre poner las cosas claras entre ellos hasta que concluyeron que no podrían ser algo más que amigos—No fui capaz de tener esa clase de sentimientos otra vez.
El doctor Jeon asintió y luego se recostó en el respaldo de su silla, sabiendo exactamente lo que estaba sucediendo.
—No es que la cirugía no haya funcionado, Minho, porque según sé, no lo amas.
—Es así, no lo amo, no estoy enamorado—aseguró, creyendo firmemente que no era así.
—Ahí está, la cirugía fue un éxito, lo que pasa es que tú creaste nuevamente otra clase de sentimientos por él—explicó cortamente, notando su confusión. Se acomodó mejor sobre su asiento y lo vio con seriedad—Te preocupas por él, sientes celos, te duele cuando está triste... Parece que tu enamoramiento por Jisung podría aparecer otra vez porque no lograste olvidarlo o al menos ignorar lo que había entre ustedes dos.
—Intenté odiarlo, en serio lo intenté y por un tiempo creí que eso estaba funcionando en mi.
—Pero tu odio y rencor no fueron más grandes que el amor que sentías por él. Pero dime, ¿crees que hubo algún detonante que te hizo dudar de lo que sientes ahora?—indagó.
Minho lo pensó durante unos segundos y asintió lentamente.
—Hace tiempo, Jisung me confesó que le día de la cirugía él quería hablar conmigo para decirme que estaba listo para intentar algo conmigo, que él ya no amaba a su ex novio y que yo le gustaba.
—De alguna manera, eso creó un conflicto en ti, ¿correcto?
—Si—dijo finalmente, desanimado—Pasé mucho tiempo queriendo que eso pasara y cuando lo supe, me arrepentí muchísimo de haberlo sacado de mi vida así—un nudo se formó en su garganta, siéndole un poco difícil seguir hablando con normalidad—Solo tuve que esperar un poco más, pero tomé la decisión porque ya no tenía más esperanzas.
—Tomar una decisión así nunca es fácil, para alguien como tú que estaba atravesando su primera enamoramiento fue más complicado, eso lo entiendo y puede que hayamos sacado la raíz de todo y que tu vida dejó de correr peligro, pero parece que lograste guiar nuevamente esos sentimientos hacia la misma persona—puso ambas manos sobre el escritorio y lo vio a través de sus anteojos, viendo la confusión y la tristeza en su expresión—Ahora sólo tú puedes llevar lo que sientes hacia donde quieras. Puedes alejarte de él y mantenerte firme hasta olvidarlo, eso es posible.
—Eso no funcionó, le dije que realmente no funcionó.
—No funcionó porque la solución no era odiarlo y te diste cuenta de que haciéndolo, lo lastimabas... Y a ti eso te lastimaba también. Normalmente las personas se alejan para siempre de la persona que los llevó a tomar la decisión de hacerse la cirugía, pero tú te quedaste con él.
—¿Entonces qué debo hacer?—sus ojos cristalinos avisaban su llanto, no quería hacerlo y estaba haciendo su mayor esfuerzo—Él está enfermo ahora y la idea de que algo le pase simplemente es horrible, desearía poder hacer algo para que deje de amarme.
—¿Y si intentas amarlo?
—Ahora ni siquiera quiere verme o hablar conmigo, volví a fallarle y aunque me ame, no me quiere cerca—limpió bruscamente una lágrima que mojó su mejilla, enojado consigo mismo—No sé si pueda amarlo de nuevo, no quiero crear ningún tipo de ilusión, no quiero hacerle creer que en algún momento podríamos ser felices juntos como él quiere.
—Bueno, Minho—suspiró, poniéndose de pie—Personalmente creo que es más fácil que lo ames a que te olvides de él—le hizo saber, manteniéndolo atento—Hablen, dile lo que sientes y que él te diga como se siente; pueden llegar a un acuerdo, pero si él decide no amarte porque su vida está en peligro, entonces no hay nada más que hacer y haces lo que debiste hacer desde el principio.
Era bastante riesgoso, todavía no había amor y crear esperanzas en Jisung podría llevar a algo mucho peor, pero necesitaba intentarlo, si había una posibilidad de corresponder su amor y de salvar su vida, podría intentarlo.
Sabía muy bien que Jisung se negaría a la cirugía, así que tenía que hacer algo.
—Trataré... Trataré de hacer lo que pueda para salvarlo—dijo en voz baja.
Rogó muchas veces que eso funcionara, hacer que sus sentimientos por Jisung regresaran sería difícil y estaba consciente de ello, pero no podía dejarlo morir, mucho menos por él.
—Por ahora trata de admitir tus propios sentimientos y no los reprimas, no hay nada de malo si te gusta Jisung, es tu primer amor después de todo—lo animó, logrando ver una corta sonrisa.
La consulta terminó minutos después y sintió que había quitado un enorme peso de sus hombros. Se dirigió a su departamento con otra mentalidad, dispuesto a recuperar lo que por un tiempo lo hizo sufrir pero que definitivamente, lo hizo muy feliz:
Amar a Jisung.
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