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Capítulo 7. Alvirian

Alvirian es un dron obrero, de aproximadamente un metro setenta de estatura, y el mejor amigo de S. En el complejo y avanzado mundo en el que viven, los drones obreros son esenciales para mantener el equilibrio y la funcionalidad de la sociedad. Alvirian, sin embargo, es una excepción en muchos sentidos. A diferencia de otros drones, su apariencia destaca por su cabello verde brillante y sus ojos del mismo color, que parecen irradiar una luz intensa en la oscuridad. Esta peculiaridad no es solo estética, sino que refleja su capacidad única: es un poseedor pasivo del solver.

El solver es una habilidad codiciada que permite manipular la realidad a través de complejas ecuaciones y algoritmos. Los poseedores activos del solver, al utilizar esta habilidad, suelen enfrentar graves consecuencias, como pérdida de control, desgaste físico y mental, e incluso la posibilidad de ser consumidos por el propio poder. Sin embargo, Alvirian es diferente. Como poseedor pasivo, puede usar el solver a voluntad, sin efectos secundarios ni pérdida de control en ningún momento. Esto lo convierte en una pieza clave en estos tiempos de crisis, donde el caos y la incertidumbre amenazan con desmoronar todo lo conocido.

Alvirian no es solo un dron con una habilidad excepcional; es también un ingeniero robótico de élite. Desde sus primeros días en el taller de ensamblaje, mostró una capacidad innata para comprender y manipular la tecnología a su alrededor. Su conocimiento en programación y robótica es casi absoluto, lo que le permite crear y reparar dispositivos con una precisión y eficiencia incomparables. Las soluciones innovadoras que propone a menudo dejan perplejos a sus colegas, que no pueden evitar admirar su genio.

A pesar de sus notables habilidades y conocimientos, Alvirian no ha sido una figura central en la lucha contra las crisis que asolan su mundo. La razón es simple: su carácter reservado y su actitud distante hacia aquellos que no conoce. Aunque puede parecer amable, divertido e incluso bromista en ocasiones, Alvirian guarda una ferocidad latente. Aquellos que se atreven a cruzar sus límites descubren rápidamente que su ira no es algo que deba tomarse a la ligera. Dopa, uno de los líderes de los escuadrones de drones de desmontaje y amigo de la infancia de S, aprendió esta lección de la manera más dura.

Dopa, conocido por su valentía y su temperamentocalculador, subestimó a Alvirian en una ocasión crítica. Creyendo que podía manipular al dron para que trabajara bajo sus órdenes sin cuestionamientos, Dopa intentó imponer su autoridad. La respuesta de Alvirian fue inmediata y devastadora. Sin levantar un solo puño, utilizó su dominio del solver para desactivar todas las defensas de Dopa, dejando en claro quién realmente tenía el control. Este incidente, aunque breve, marcó un antes y un después en la relación entre Alvirian y la colonia, e inclusó lo distancio un tiempo de S, y dejó una lección imborrable en la mente de todos los que presenciaron el enfrentamiento.

En estos tiempos turbulentos, la habilidad de Alvirian para mantener el control y su vasto conocimiento técnico lo convierten en un recurso invaluable. Las crisis que enfrentan no son solo de naturaleza física, sino también digital. Los sistemas que sustentan la sociedad están siendo atacados, y solo alguien con las habilidades de Alvirian puede ofrecer una solución efectiva. Sin embargo, su disposición a ayudar no es algo que se pueda dar por sentado. Su desconfianza hacia los extraños y su renuencia a involucrarse en conflictos innecesarios hacen que acercarse a él sea un desafío en sí mismo.

A pesar de esto, S, su mejor amiga, entiende mejor que nadie el verdadero corazón de Alvirian. S ha estado a su lado desde el principio, compartiendo tanto los momentos de triunfo como los de desesperación. La lealtad de S hacia Alvirian es inquebrantable, y ha aprendido a navegar las complejidades de su personalidad con paciencia y comprensión. Gracias a S, muchos han tenido la oportunidad de ver más allá de la fachada intimidante de Alvirian, descubriendo al ser bondadoso y protector que se esconde detrás.

En el taller de Alvirian, rodeado de herramientas y dispositivos, se puede ver la evidencia de su genio en cada rincón. Los proyectos en los que trabaja van desde la creación de drones avanzados hasta la reparación de sistemas críticos para la supervivencia de la comunidad. Cada pieza ensamblada y cada línea de código escrita son testimonios de su dedicación y pasión por su oficio. Los pocos que tienen el privilegio de trabajar junto a él no pueden evitar sentir una mezcla de admiración y respeto profundo.

El día comienza temprano para Alvirian. La luz tenue del amanecer apenas filtra a través de las ventanas del taller cuando ya está inmerso en su trabajo. Su mente siempre está activa, buscando soluciones y mejoras. La precisión con la que maneja cada herramienta es impresionante, y sus movimientos son rápidos y seguros. No hay espacio para errores en su trabajo, y la perfección es su norma.

En medio de esta rutina, S aparece con una nueva misión. S sabe que solo Alvirian tiene el conocimiento y la capacidad para enfrentar este desafío.

La historia de Alvirian es un testimonio de cómo el conocimiento, la habilidad y el carácter pueden converger para hacer frente a las mayores adversidades. En un mundo donde la tecnología y la comunidad están intrínsecamente entrelazadas, Alvirian emerge como un faro de esperanza, guiando a su gente hacia un futuro más brillante y seguro.

Pero a pesar de todo lo que se habla sobre Alvirian, S conoce que la mayor parte de esto son vestigios por haber sido el causante del asesinato de Dopa. Este oscuro episodio ha dejado una sombra sobre la reputación de Alvirian, una sombra que ni sus mayores logros han podido disipar completamente. Con esto en mente, S entra al taller de Alvirian, un lugar lleno de cables, herramientas y piezas de metal esparcidas por doquier, creando un caos ordenado solo comprensible para su dueño.

Alvirian se encuentra trabajando dentro de la cabeza de un dron desmontado en partes, sus manos expertas moviéndose con precisión quirúrgica. La escena es casi hipnótica: la forma en que sus dedos se deslizan entre los circuitos, ajustando pequeños componentes, soldando conexiones y reprogramando el núcleo del dron. La luz de una linterna sujeta por su cola ilumina el interior de la cabeza del dron, proyectando sombras danzantes en las paredes del taller.

Seguramente intentando descifrar su funcionamiento, Alvirian utiliza su solver como herramienta de apoyo. Este poder, que le permite manipular la realidad a través de ecuaciones y algoritmos complejos, se manifiesta en forma de símbolos luminosos que flotan a su alrededor. Los símbolos del solver no solo le proporcionan información en tiempo real, sino que también llevan a cabo diversas tareas dentro del estudio de trabajo. Algunos se encargan de analizar datos, mientras que otros ajustan parámetros o realizan cálculos complicados.

Así, Alvirian no pierde el tiempo en divagar, cumpliendo múltiples tareas a la vez. Su enfoque es absoluto, y la concentración se refleja en su expresión, seria y determinada. A pesar del bullicio tecnológico a su alrededor, el taller está envuelto en un silencio casi reverente, roto solo por el zumbido ocasional de un motor o el chasquido de una chispa.

El espacio está lleno de detalles que hablan de su pasión y dedicación: planos colgados en las paredes, modelos a escala de drones, y herramientas de precisión perfectamente organizadas. Cada rincón del taller cuenta una historia de proyectos pasados y sueños futuros, de desafíos superados y de la incansable búsqueda de la perfección.

A medida que S observa, no puede evitar sentir una mezcla de admiración y tristeza. Conoce mejor que nadie el verdadero peso que Alvirian lleva sobre sus hombros, la culpa y el remordimiento que intenta ocultar tras su fachada de invulnerabilidad. El asesinato de Dopa, aunque justificado por la autodefensa, ha dejado una marca imborrable en su alma. S ve en sus movimientos una urgencia silenciosa, como si cada tarea que realiza fuera una manera de redimirse, de encontrar algún sentido en el caos que ha vivido.

El brillo del solver ilumina el rostro de Alvirian, revelando brevemente una vulnerabilidad que rara vez muestra. Pero rápidamente, esta expresión desaparece, reemplazada por la familiar máscara de determinación y eficiencia. En un momento, sin dejar de trabajar, Alvirian se da cuenta de la presencia de S. Sin necesidad de palabras, un entendimiento fluye entre ellos. S sabe que este no es el momento para hablar del pasado, sino para apoyar y estar presente en el ahora.

Alvirian termina de ajustar los últimos componentes del dron y, con un suspiro de satisfacción, cierra la carcasa. El dron, ahora completamente funcional, se eleva suavemente, sus ojos electrónicos brillando con vida renovada. Alvirian observa su creación con una mezcla de orgullo y melancolía, consciente de que cada éxito técnico es una pequeña victoria en su batalla interna.

-¿A qué vienes a buscarme? -muchos pensarían que esto es algo grosero de su parte, pero tratandose de Alvirian una actitud a la defensiva era algo completamente normal, sobretodo cuando estaba trabajando.

-Eres el único que no perdió su solver, y que tampoco ha llegado a ser poseído jamás.

-¿Y?

-Necesitamos tu ayuda...

-¡Así que ahora los idiotas quieren mi ayuda, claro! -dijo girándose a S-, Siempre fui el malo del cuento, el loco, el asesino, nunca fui la victima, nunca fui el que pudo haber muerto, nunca fui el que sólo trató de ayudar, Alvirian siempre fue el puto lobo del cuento lleno de pobres corderitos... y ahora que necesitan algo si se acuerdan del podre Alvirian, ¡¿cierto?!

El taller vuelve al silencio mientras Alvirian apaga los símbolos del solver y guarda sus herramientas. S da un paso adelante, rompiendo finalmente la quietud. Sin decir una palabra, coloca una mano en el hombro de Alvirian, un gesto simple pero lleno de significado. Alvirian asiente, agradecido por la comprensión silenciosa de su amigo.

-Lárgate por favor...

-No voy a irme, menos cuando lo necesitas

-Yo no te necesito, tú me necesitas

S soltó un gruñido.

-¿Recuerdas la vez que dejamos de hablarnos como dos semanas por no recuerdo que tontería y tu regresarte a pedirme perdón que la culpa había sido tuya? Así que ambos nos necesitamos, no sólo yo a ti.

Alvirian se mantiene serio pero aún así se rie suavemente recordando eso.

-Fue porque te comiste mis dulces -dice mirando a S.

-¿Dulces? Ves, fue una simple tontería

Alvirian asiente con la cabeza mientras que se gira a abrazar a S, a pesar de ser más alto que ella S es más fuerte, y sabe que esta sería capaz de derribarlo al suelo sin ningún problema o de lanzarlo por los aires, porque ambas cosas ya han sucedido antes.

-Se trata sobre... Noi 

-¿Y a mi que con ese niño?

-Afecta a Lila.

-Okey, con mi sobrina hermosa nadie se mete

Juntos, salen del taller, dejando atrás el bullicio tecnológico por la tranquilidad del exterior. Aunque el camino que les espera es incierto y lleno de desafíos, ambos saben que, mientras se tengan el uno al otro, podrán enfrentar cualquier adversidad. La sombra del pasado puede ser larga, pero con cada día que pasa, se vuelve un poco más llevadera, gracias a la inquebrantable amistad y lealtad que comparten.

~~~

Alvirian se encontraba en el centro de la sala, todos los ojos fijos en él mientras la tensión en el ambiente era palpable. Había una urgencia desesperada en el aire, una necesidad imperiosa de encontrar una solución a la crisis que enfrentaban. Tomó un momento para procesar la magnitud de la solicitud antes de hablar, sus ojos verdes brillando intensamente bajo la luz artificial.

- Así que necesitan que yo... ¿desarrolle un antivirus lo suficientemente poderoso para detener esta cagada, y que lo use en mí mismo para que esta vez el solver desaparezca por completo? -preguntó, con un tono de incredulidad y un dejo de resignación en su voz.

Todos los reunidos en la sala asintieron con la cabeza, formando un círculo de figuras diversas pero unidas por un objetivo común. S, Cyn, N, Uzi, Noi, Lila, Thad, Lizzy, Nori, Khan, y... en contra de todo pronóstico, finalmente V. La presencia de V había sorprendido a todos, pero más impactante aún era su acompañante. Al lado de V, casi como una sombra oscura y ominosa, estaba A.

A era un dron de desmontaje alto, más alto incluso que N, lo que ya era una hazaña considerando la envergadura de N. Su cabello negro corto y desordenado parecía una cascada de tinta, contrastando con su camisa negra entallada que destacaba su musculatura. Vestía también pantalones negros, completando una apariencia intimidante y formidable. Estaba sentado despreocupadamente en el sillón, sus brazos extendidos hacia atrás, como si todo el caos que los rodeaba no fuera más que una molestia menor.

Desde el momento en que había llegado, A no paraba de manosear a V. La tenía sentada sobre sus piernas y sus manos no se quedaban quietas. Le besaba el cuello con una intensidad que resultaba perturbadora, acariciaba su espalda con movimientos lentos y deliberados, le daba palmadas en el trasero con un aire de posesión y apretaba sus caderas con una fuerza que parecía más allá de lo necesario. Este comportamiento, que podría haber sido íntimo en otro contexto, era profundamente inquietante en medio de la seriedad de la situación.

Y eso ponía a S jodidamente nerviosa. S conocía a A mejor de lo que le gustaría. Sabía que el simple hecho de tenerlo cerca era solo una cuestión de tiempo para que la bomba terminara por explotar. La presencia de A no solo aumentaba la tensión, sino que también traía recuerdos y temores enterrados que S preferiría olvidar.

Mientras Alvirian contemplaba la tarea monumental que le habían pedido, la habitación parecía volverse más pequeña. Los símbolos del solver todavía flotaban alrededor de él, listos para ser utilizados en cualquier momento. La complejidad de desarrollar un antivirus que pudiera erradicar completamente el solver sin causar un daño irreparable era abrumadora, incluso para alguien con sus habilidades. Sin embargo, sabía que no tenía elección; la supervivencia de todos dependía de ello.

S se movió nerviosamente, incapaz de apartar la mirada de A. Los recuerdos inundaron su mente: los tiempos en que A había sido un aliado, los momentos de traición, y la constante amenaza que representaba; o dicho de una manera más comprensible: Aquellos días de novata dron de desmontaje, con los recuerdos sobre Cyn bloqueados, en que el escuadrón de A era cercano al de S, mientras que S se dejaba guiar por el deseo y la estupidez de estar enamorada de un chico como A, para que al final resultara que A solo la usaba para acostarse con ella. Había algo en la forma en que A manejaba a V que hacía que S se sintiera no solo incómoda, sino también alerta, como si un peligro inminente estuviera siempre presente.

Cyn, notando la incomodidad de S, se acercó a ella y le puso una mano en el hombro, ofreciendo un apoyo silencioso. Aunque Cyn no comprendía completamente la profundidad de la relación entre S y A, podía ver el efecto que tenía en su esposa y eso era suficiente para mantenerse cerca y vigilante.

N, con su imponente figura, permanecía firme y callado, sus ojos amarillos evaluando cada movimiento en la habitación. A pesar de su tamaño, N era conocido por su paciencia y su habilidad para manejar situaciones de alta presión. Sin embargo, la presencia de A parecía incluso desafiar su habitual calma. Los ojos de N se encontraron brevemente con los de S, un entendimiento silencioso pasando entre ellos. Ambos sabían que debían mantenerse alerta.

Uzi, siempre impaciente y con una energía inagotable, no podía quedarse quieta. Caminaba de un lado a otro, su mente trabajando a toda velocidad para encontrar alguna forma de ayudar. Aunque no era tan experta como Alvirian en cuestiones de programación, su ingenio y creatividad eran invaluables en momentos de crisis. Pero incluso Uzi parecía perturbada por la atmósfera cargada que A traía consigo.

Noi, a pesar de su naturaleza inquieta por ahora se mantenía tranquilo y analítico, observaba la escena con una preocupación creciente. Aunque sólo fuera un niño pequeño de apenas cinco años, entendía lo suficiente sobre tecnología para apreciar la magnitud del desafío que enfrentaban. Sus pensamientos se centraban en cómo podrían deterlo todo, en que él sólo quería volver a la paz que tanto amaba.

Thad, y Lizzy, aunque menos involucrados en los aspectos técnicos, comprendían la gravedad de la situación. Lila, con su experiencia en tácticas y estrategia (supuesta experiencia, adquira sobretodo de libros y escuchar a sus madres hablar), estaba ya pensando en cómo proteger a la comunidad mientras se desarrollaba y probaba el antivirus, siempre presa de una imaginación hiperactiva. Thad y Lizzy, por otro lado, eran más pragmáticos, dispuestos a ofrecer cualquier ayuda manual que se necesitara.

Nori y Khan, con su profundo conocimiento de la historia y la cultura de su gente, se encargaban de mantener la moral alta. Sabían que, más allá de las soluciones técnicas, era crucial mantener la cohesión y el espíritu de lucha entre todos. Sus palabras de aliento y sus relatos de perseverancia y valentía ayudaban a calmar los nervios y a recordar a todos por qué luchaban.

Finalmente, V, sentada en el regazo de A, parecía la más ajena al tumulto emocional que su compañero provocaba. Sin embargo, aquellos que la conocían bien podían ver la tensión en su rostro, la lucha interna entre la lealtad hacia A y el deseo de proteger a sus amigos y comunidad. Sus ojos se cruzaron con los de S en un momento de silenciosa comunicación, una promesa implícita de que, a pesar de todo, haría lo que fuera necesario para asegurar un futuro mejor.

La figura de A, despreocupada y casi burlona, permanecía ajena o quizás indiferente a la tensión que provocaba. Sus manos continuaban explorando el cuerpo de V con una familiaridad que bordeaba lo vulgar, cada movimiento suyo una declaración de poder y control. El contraste entre su actitud y la seriedad del resto de los presentes era marcado, una disonancia que solo servía para aumentar la ansiedad de S.

Con un suspiro profundo, Alvirian finalmente habló, su voz cortando la tensión como un cuchillo. 

- Voy a necesitar acceso a todos los registros y datos que tengan sobre el solver, además de cualquier información relacionada con los intentos previos de neutralización. También requeriré un espacio libre de interrupciones para trabajar en el desarrollo del antivirus. Este no será un proceso rápido ni fácil, y necesitaré la cooperación de todos ustedes para asegurarme de que cada aspecto del sistema sea cubierto.

-Yo tengo los documentos de cuando tenía acceso a la administración -dijo Uzi-, Aunque nunca fue una administración total...

-Yo sí tuve administración total -dijo CYn-, puedes probar el antivirus conmigo

S asintió, tomando la iniciativa. 

-Nos aseguraremos de que tengas todo lo que necesitas, Alvirian. 

A, todavía con una sonrisa socarrona, observó a Alvirian con interés. 

- ¿Y estás seguro de que puedes hacer esto, genio? No quisiera que todos nuestros esfuerzos fueran en vano por una promesa vacía -Su tono era desafiante, casi provocador.

Alvirian lo miró con calma, sin dejarse intimidar. 

-He enfrentado desafíos mayores y he salido victorioso. Esta vez no será diferente.

La respuesta de Alvirian parecía satisfacer momentáneamente a A, quien se recostó nuevamente en el sillón, su mano continuando su recorrido por la espalda de V. Sin embargo, el desafío implícito en sus palabras seguía resonando en la mente de S, aumentando su preocupación sobre lo que podría suceder si las cosas no salían según lo planeado.

Mientras todos comenzaban a dispersarse para cumplir con sus respectivas tareas, S se acercó a Alvirian, su rostro una mezcla de determinación y ansiedad. 

- Confío en ti, Alvirian. Sé que si alguien puede hacer esto, eres tú. Pero por favor, ten cuidado. Esta situación ya es lo suficientemente complicada sin añadir más riesgos.

Alvirian asintió, comprendiendo el peso de las palabras de S. "

-Haré lo mejor que pueda, S. Y mantendré la seguridad como una prioridad. No tenemos margen para errores.

Con esa promesa, S se apartó, dándole a Alvirian el espacio que necesitaba para prepararse. Mientras lo hacía, no podía evitar echar un último vistazo a A y V, sus preocupaciones aumentando con cada segundo que pasaba. Sabía que la verdadera batalla no solo se libraba en el campo de la tecnología, sino también en las complejas relaciones y tensiones que envolvían a todos los presentes.

El tiempo era esencial, y mientras el reloj seguía avanzando, la tensión en el aire parecía crecer con cada tic-tac. La misión que tenían por delante era monumental, y el destino de todos dependía de su éxito. Con determinación renovada, cada uno de los presentes se puso manos a la obra, conscientes de que el futuro de su comunidad, y quizás de todo lo que conocían, estaba en juego.

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3437 Palabras

SALAVERGA

Por cierto, tengo sólo la primer semana de ag0sto para terminar ambos libros porque mi familia quiere viajar aprovechando que mi tía se casa, o se ame alegro pero wey tengo 5 caps de 3000 o más palabras que escribir o sea vergaaaaaa

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