El sonido de los patines deslizándose sobre el hielo llena el estadio mientras Sunghoon da vueltas con precisión casi mecánica.

Jake está sentado en las gradas, sus manos alrededor de una taza de café que había traído de su negocio.

Es la primera vez que Sunghoon lo invita a verlo entrenar, y aunque Jake había insistido en que no quería interrumpir su rutina, Sunghoon había sido claro: "Quiero que estés ahí. Me inspiras."

Desde su asiento, Jake no puede evitar sentirse fascinado.

Sunghoon se mueve con una elegancia y fuerza que lo dejan sin aliento. Su novio es un espectáculo en el hielo, con giros perfectamente ejecutados y saltos que parecen desafiar la gravedad. Es imposible no sentirse orgulloso de él.

Jay, el amigo y asistente de Sunghoon, se acerca al final de una rutina.

Ambos conversan brevemente, y Jay dirige una mirada divertida hacia las gradas, claramente notando la presencia de Jake.

—Vaya, así que por fin traes a tu novio a que te vea en acción, ¿eh? —Bromea Jay, dándole un leve codazo.

—Cállate y vuelve tu atención al hielo, Jay —Replica Sunghoon, aunque no puede evitar una sonrisa. En el fondo, le encanta que Jake estuviera ahí. Quiere impresionarlo, demostrarle una parte importante de su vida.

Después de completar su rutina, Sunghoon se acerca a las gradas con una botella de agua en mano. Su respiración es agitada, pero la sonrisa que le dirige a Jake es radiante.

—¿Qué te pareció? —Pregunta, apoyándose en la baranda mientras lo mira expectante.

—Increíble —Responde Jake, sinceramente maravillado—. Sabía que eras bueno, pero esto... es otro nivel. Me quedé sin palabras.

Sunghoon se ríe, sonrojándose levemente ante el halago.

—Entonces, ¿quieres quedarte hasta el final? Después de esto podríamos ir a almorzar.

Jake asiente con entusiasmo, disfrutando de la idea de pasar más tiempo con él. Antes de volver al hielo, Sunghoon se inclinó un poco, y con un gesto rápido y despreocupado, roba un beso a Jake.

—Gracias por venir, significa mucho para mí —Susurra, antes de regresar al centro del hielo.

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Jake se queda en su lugar, con las mejillas sonrojadas y una sonrisa permanente. A medida que ve a Sunghoon retomar su entrenamiento, se da cuenta de que, en más de un sentido, está cayendo más profundamente por él.

Jake no puede apartar la vista de Sunghoon mientras este continúa su entrenamiento.

Cada movimiento es un despliegue de fuerza, precisión y gracia, pero lo que más lo impresiona es la dedicación con la que Sunghoon trabaja.

Ese nivel de compromiso le dice mucho sobre su novio, sobre la pasión que siente por lo que hace y, quizás, por lo que comenzaban a construir juntos.

En las gradas, Jay se sienta junto a Jake, apoyando su mentón en la mano con aire despreocupado.

—¿Sabes que nunca había visto a Sunghoon tan feliz como ahora, verdad? —Comenta Jay, rompiendo el silencio.

Jake lo mira sorprendido, sin saber exactamente qué responder.

—¿De verdad? —Pregunta con cautela.

—Por supuesto. Siempre ha sido un tipo frío, centrado únicamente en su carrera. Hasta hace unos meses, lo único que ocupaba su mente era el hielo... y alguna que otra distracción pasajera —Añade con un guiño—. Pero desde que estás en su vida, hay algo diferente. Lo puedo notar, incluso en su manera de entrenar.

Jake se queda callado, sintiendo un calor inesperado en su pecho. Saber que él podía tener ese efecto en alguien tan increíble como Sunghoon es abrumador, pero también... hermoso.

—Supongo que él también ha cambiado algo en mí —Admite Jake, casi en un susurro, más para sí mismo que para Jay.

Antes de que la conversación pudiera continuar, Sunghoon termina su última rutina y patina hacia ellos, luciendo agotado pero feliz.

—¿Les he impresionado lo suficiente? —Bromea mientras se quita los guantes y deja su botella de agua en un banco cercano.

—A Jake sí. A mí... bueno, necesitarás mejorar un poco más para alcanzar mi estándar —Dice Jay con una sonrisa burlona, levantándose de un salto—. Pero no te preocupes, Romeo, no te interrumpo más. Me largo.

Sunghoon sacude la cabeza mientras ve a Jay alejarse, pero luego vuelve toda su atención a Jake.

—¿Estás listo para salir de aquí? Hay un lugar cerca que sirve las mejores hamburguesas de la ciudad. Quiero que las pruebes.

Jake asiente, levantándose con una sonrisa. Pero antes de que pudiera moverse, Sunghoon lo toma suavemente de la muñeca, deteniéndolo.

—Gracias por venir, Jake. En serio. Tenerte aquí... me hace sentir que todo esto vale aún más la pena.

Jake siente cómo su corazón se acelera ante la intensidad de las palabras de Sunghoon. Sin poder evitarlo, se inclina un poco y roza sus labios con los de Sunghoon en un gesto suave pero lleno de significado.

—Yo también estoy feliz de estar aquí contigo, Sunghoon —Murmura antes de apartarse con una sonrisa.

Mientras salen del estadio juntos, Jake no puede evitar sentir que cada paso que da a su lado lo acerca más al tipo de felicidad que siempre había deseado.

Me derrito de amor con estos dos 😭

Gracias por leer la historia ❤️