POV de Hermione

La cena había terminado oficialmente y los alumnos ya habían regresado a sus habitaciones. Había sido una velada bastante tranquila, lo que agradecí porque nos facilitaba el trabajo.

"No estás comiendo" Snape levantó una ceja en forma de pregunta, notando que yo miraba la comida en lugar de comerla.

"No tengo hambre"Nos sentamos en silencio durante un rato más antes de que volviera a hablar

"Tienes que comer" su voz era más una orden que una petición, haciendo que me hirviera la sangre.

"No tengo hambre, señor", repetí mientras empezaba a levantarme.

Su mano se enredó en mi muñeca, apretada pero no dolorosa, reteniéndome en mi asiento."Come", gruñó. "Tus huesos empiezan a sobresalir de forma antinatural, me temo que no tardarás en convertirte en un espantapájaros"

Mi corazón se apretó ante el tono hiriente y tiré de mi brazo para zafarme de su agarre, dejándolo sentado solo en la mesa.

Mi aspecto era un tema delicado y, como siempre, el maldito imbécil sabía dónde golpear para que doliera más. Subí las escaleras, con la palabra Espantapájaros sonando en mi cabeza como un disco rayado.

Los recuerdos de Draco acosándome en mis años escolares inundaron mi mente, seguidos por los de Víctor Krum y Ron.

Siempre era lo mismo.

Las lágrimas empezaron a correr por mi cara mientras me dirigía a la habitación que compartiría con Snape esta noche y los días siguientes.

Al girar el pomo y entrar en la pequeña habitación, mis pies me llevaron directamente al cuarto de baño, las manos abrieron el agua sin instrucciones. Me cerré la puerta, no queriendo arriesgarme a una mayor humillación en caso de que Snape decidiera subir mientras yo seguía en la bañera.

Me temblaban las manos mientras me levantaba la camisa por encima de la cabeza y me quitaba los vaqueros. Me quedé mirándome en el espejo, sin nada más que un conjunto de sujetador y bragas de encaje negro a juego que me cubrían. Tenía la cara roja por el enfado y la vergüenza que me invadía, con las mejillas llenas de lágrimas y el rímel corrido bajo los ojos. Patética era una descripción adecuada para la imagen que tenía delante.

Sin embargo, Snape había tenido razón, mis clavículas eran afiladas y puntiagudas y en combinación con el desastre que llamo mi cabello... Suspiré y sacudí la cabeza intentando concentrarme en otra cosa.

Mis ojos seguían recorriendo mi propio cuerpo, deteniéndose en cada cicatriz e imperfección que encontraban. Volví a sentir que las lágrimas me punzaban en los ojos y decidí que era hora de acabar con esta fiesta de la compasión.

Me aparté del espejo y me quité la ropa interior antes de meterme con cuidado en la bañera. El agua tibia se sintió agradable contra mi piel y me dejé deslizar por completo.

Las burbujas con aroma a vainilla me cubrieron el pecho mientras me masajeaba el cuero cabelludo, y de vez en cuando se me escapaban suspiros de satisfacción.

Severus POV

La observé subiendo las escaleras mientras me terminaba el filete. ¿Por qué se había enfadado ahora Simplemente le indiqué que no era sano matarse de hambre. No hay daño, ¿verdad?

No pude evitar que sus ojos brillaran cuando se levantó. Me pregunto cuándo se ha vuelto tan sensible, nunca noté eso en ella cuando era mi alumna. Siempre tenía la cabeza alta y nada parecía hacerle perder el equilibrio.

Empujé mi silla hacia atrás y me puse de pie. Mi corazón se sentía algo pesado y eso me irritaba. Esta bruja siempre se metía en mi piel y no podía evitarlo. Me preocupaba por ella y no había nada que pudiera hacer al respecto.

Subí las escaleras con unas cuantas zancadas, comprobando si todos los alumnos estaban en la cama antes de volver a mi propia habitación.

Al cruzar la puerta me di cuenta de que Hermione no aparecía por ningún lado. Cerrando la puerta tras de mí, entré más adentro y me senté en mi cama. Me descalcé y me quité la túnica, quedándome sólo con los pantalones negros y la camiseta gris.

Fue cuando me recosté en la cama que escuché a alguien tararear en el baño. Era una melodía suave y la voz que había detrás no era difícil de reconocer.

Sonaba encantadora.

Me sentí atraído hacia la puerta, quería escucharla mejor, cada pequeño sonido que salía de sus labios.

Acercándome a la puerta, cerré los ojos y me la imaginé sentada en la bañera, con el cuerpo cubierto sólo de agua y burbujas que poco ocultaban su belleza. Sentí que mis pantalones se apretaban ante ese pensamiento, lo que me hizo apoyarme en la puerta como soporte.

La puerta emitió un chirrido y el zumbido cesó inmediatamente.

El silencio.

Luego, el sonido del agua que salpicaba al levantarse, seguido de un fuerte golpe y una pequeña mueca de dolor. Había vuelto a resbalar y era difícil no sonreír ante la torpeza de la bruja. Otro rasgo en el que nunca había reparado en ella.

¿Quizás era porque se sentía incómoda a mi alrededor?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el giro de la cerradura y la revelación de la pequeña de pie en nada más que una toalla frente a él.

"No está bien espiar a la gente mientras se baña, Snape" dijo molesta pero pude ver la vergüenza en el pequeño rubor que tiñó sus mejillas.

En realidad se sonrojaba mucho.

"No estaba espiando señorita Granger" mentí tranquilamente "resulta que acababa de volver de cenar"

Ella me lanzó una mirada de daga antes de murmurar un "claro"

No estaba seguro de qué hacer conmigo mismo, así que me quedé donde estaba y la vi agacharse para buscar en su maleta algo que ponerse. Su toalla se había levantado, ahora apenas cubría su trasero y no ayudaba que las pequeñas gotas de agua que se deslizaban por sus altos mantuvieran mi atención en ella.

Como parecía haber encontrado algo, se enderezó de nuevo y pasó junto a mí de vuelta al baño para cambiarse. Cuando desapareció tras la puerta, volví a la cama y decidí quitarme los pantalones, dejándome sólo los bóxers y la camiseta.

Unos instantes después de que me tapara con la manta, Hermione salió con un camisón verde de terciopelo que le llegaba a medio muslo. Intenté no mirar, pero me resultó bastante difícil, ya que podía ver el contorno de sus pechos.

"No creí que tuviéramos que compartir habitación" dijo tratando de ocultar su cuerpo bajo la manta lo más rápido posible.

Asentí con la cabeza y anuncié mi mirada lejos de ella para darle algún tipo de privacidad. Se mantuvo el silencio durante un rato pero sentí la necesidad de hablar.

"Siento lo de antes"Ella levantó la vista de su libro, sorprendida."No debería haber dicho eso"

Sus ojos parecieron vacíos por un momento antes de que la luz volviera a ellos y asintiera."No pasa nada. Nada a lo que no esté acostumbrada" murmuró la última parte, haciéndome preguntar qué quería decir con ello.

"¿Perdón?" Ella me dedicó una débil sonrisa e hizo un gesto de despreocupación

"Nada"Cerró el libro y lo dejó a un lado, volviéndose de espaldas a mí.

"Creo que sería prudente ir a dormir ahora, profesor. Tenemos un largo día por delante"

Sabía que tenía razón, pero sentí que estaba molesta por algo y por más que intenté ignorarlo, no pude. Pero antes de que pudiera decir algo, apagó las luces y susurró un "Buenas noches" en mi dirección...