15. Propuesta.
Bisky caminaba por los pasillos, pensando en lo que su amigo le había dicho el día anterior.
Caminó hacia el salón de Alluka, cuando vio a salir a los chicos empezo a buscar a la pelinegra. Hasta que la diviso. Está la miro y se acercó a ella.
- ¡Hola! —saludo la niña con una sonrisa.
- Debemos hablar —dijo la rubia, la Zoldyck se puso algo nerviosa al ver el semblante de su mayor, pero solo asintió y camino con ella. Caminaron hacia las escaleras que dan a la terraza. Cuando estuvieron arriba se sentaron.
- Tu hermano es un tonto —dijo la chica algo fastidiada.
- ¿Por qué lo dices? —preguntó la chica curiosa.
- Gon dijo que Hanako beso a Killua, ayer —dijo la rubia.
- ¿De verdad? —preguntó sorprendida.
- De verdad, ya te había dicho que Gon estaba en su momento de aceptar los sentimientos que tenía hacia Killua, pero, ayer me dijo que iba a hacer todo lo posible porque esos sentimientos desaparecieran —dijo la rubia suspirando pesadamente.
- ¡Mierda!, ¡No! —dijo la pelinegra.
- Exacto, pero, no podemos decirle a Killua, nosotros seremos ayudantes, ellos deben de darse cuenta —dijo Bisky segura de si misma.
- Pero si ahora valió todo, ¿cómo le haremos? —preguntó la pelinegra.
- Por ahora debemos hacer que Killua y Gon se queden solos, y creo que debemos hacer que se besen en la fiesta —dijo Bisky decidida.
- Kurapika dijo que no —dijo la Zoldyck.
- Piensa, si ambos se besan, entonces va a brotar con mayor fuerza ese sentimiento —dijo la chica con una sonrisa.
Ambas chicas se sonrieron complices y se dirigieron a sus amigos. Sin embargo, Killua y Gon no estaban.
Por otro lado Gon caminaba alado de Killua, algo callado. Quería hablar y sonreírle como siempre pero... No podía, no podía después de haber visto como lo besaban el día anterior.
"Gon son AMIGOS, deja de sentirte así y habla con él".
El chico suspiro pesadamente, Killua lo miraba algo preocupado desde hace rato notaba esos suspiros que el moreno daba.
- Gon —llamo el de cabellos blancos, sin recibir respuesta — ¡Gon!, ¡Gon!.
El peli-blanco ya se estaba hartando de que el azabache no le prestará atención y peor aún ni siquiera lo miraba.
- ¡Gon! —gritó está vez más fuerte, tomando de los hombros al moreno, haciendo que los dos quedarán frente a frente.
Gon reaccionó, alzó la mirada y vio los ojos azules de su amigo que lo miraban fijamente, comenzó a ponerse nervioso.
- ¿Estás bien? —preguntó el albino, sin soltarlo.
- S-si —dijo el moreno, en un susurro casi inaudible.
Bajo la mirada, no quería que Killua lo siguiera viendo así, quería...
"No mierda, Gon, que mierda piensas, el jamás te besaría, solo actúa normal."
Por otro lado Killua estaba debatiendo entre soltarlo o besarlo, se veía realmente tierno, veía como estaba sonrojado y nervioso porque incluso podía sentir que temblaba levemente.
Quería besarlo, en serio quería. Incluso inconscientemente se estaba acercando a su rostro, pero varios murmullos, ruidos y personas caminando hicieron que el albino regresada a la normalidad.
Lo soltó y se alejo de él, nervioso obviamente.
- Debemos ir a la cafetería —dijo, tratando de sonar lo más normal.
- S-si —dijo Gon, comenzaron a caminar.
Gon caminaba con muchos pensamientos en su cabeza, ¡Se iban a besar!, él no era tonto, sabía que Killua se estaba acercando bastante a él, se sonrojo con solo pensar en si hubiera sucedido.
Se tocó las mejillas sintiendolas algo calientes. Demonios se iban a besar en medio del pasillo, no podía dejar de pensar en eso... Pero entonces, ¿Por qué?, ¿Por qué Killua lo quería besar?.
"No Gon, Killua no te quería besar, ¿Cómo puedes pensar en esa opción?."
Suspiro de nuevo, era verdad, ¿Por qué Killua quisiera besarlo?, él se lo imagino.
Killua tampoco decía nada, osea estaba apunto de hacer mierda su amistad. Pero a su mente llegó la declaración de guerra de Kiyoshi.
Entonces una idea llegó a su mente, ¿Que pasaba si hubiera besado a Gon?, ¿Lo hubiera aceptado o alejado?.
Tenía muy pocas esperanzas en la primera opción, de hecho, se inclinaba más por la segunda. Aún así no dejaba de pensar que tal vez lo hubiera aceptado.
Un gruñido de frustración salió de él, sus manos pasaron por su cabello, hacia atrás.
- ¿Estás bien? —preguntó el moreno, ya más calmado y pareciendo normal.
- Si, estoy bien —dijo el albino, algo serio.
Caminaron hacia la cafetería y vieron que estaban todos sentados ahí, Bisky y Alluka los miraron con una sonrisa pícara. Bisky sabía que algo había pasado porque Gon estaba algo tenso.
Se sentaron y empezaron a escuchar lo que sus amigos en la mesa decían, de pronto a la mesa llegó Retz junto con Machi.
- Eres muuuy malo Killua —dijo Retz mirando al albino. Sin molestarse por ver a Alluka o a Bisky, pues aún nadie sabía quien había empezado los rumores.
- ¿Yo? —preguntó el albino con una ceja alzada.
- ¿Por qué no nos habías dicho lo de tu novia? —dijo está vez Machi.
- ¿Novia?, ¿Cuál novia? —preguntó Killua, desconcertado.
Gon se quedó callado, miraba a Killua quería saber que diría. Él sabía que no tenía novia.
- Ayer te vieron besándote con una chica muy linda —dijo Retz con una sonrisa pícara.
- Oh —fue lo que dijo el albino, quedó en shock, no le podía estar pasando esto, él no quería que toda la escuela supiera de Hanako, más que nada porque era algo muy personal y que solo sus amigos sabían, además no quería que Gon confundiera las cosas.
- Creo que me tengo que ir —dijo Gon de repente, todos en la mesa lo miraron e incluso las dos chicas que estaban ahí.
- ¿A dónde vas? —preguntó Kurapika.
- Tengo que ir por algo, ¿me acompañas? —preguntó sonriendo, era una sonrisa como las de siempre, sin embargo, el albino estaba preocupado y confundido.
- Si —respondió Kurapika.
Ambos salieron de la cafetería, Gon iba platicando, pero... Había algo en el moreno, algo que no sabía muy bien como llamar, ¿dolor?.
- ¿Qué tienes? —preguntó de repente Kurapika.
- ¡Nada! —dijo rápidamente Gon.
- A mi no me engañas, mocoso —dijo el rubio alzando una ceja con las manos sobre sus caderas. Gon se rascó la cabeza inconscientemente.
- No tengo nada, mamá —se burló el moreno ante las palabras de Kurapika.
- ¡Gon!, Vamos, somos amigos, ¿Verdad? —preguntó Kurapika sonriendo.
- ¿No eres mi mamá? —preguntó de nuevo con una sonrisa burlona.
- ¿Quieres que te golpee? —preguntó el rubio.
- Está bien, pero en serio, no tengo nada —dijo Gon.
- ¿Es por Killua verdad? —preguntó directamente, al ver que su querido amigo no ayudaba mucho.
- ¿Por qué siempre él? —preguntó Gon con un puchero.
- Gon, tranquilo, seguramente todo eso de la novia es un malentendido, no debes preocuparte —dijo el rubio, dandole palmaditas en su hombro, el moreno no contesto, era verdad que Killua estaba en sus pensamientos, además aún no dejaba de darle vueltas a lo que había pasado momentos antes pero... Ahora estaba Ging.
- No es solo Killua, es Ging —dijo soltando un suspiro.
- ¿Ging?, ¿Aún no se va? —preguntó Kurapika.
- Dijo que no se iría hasta hablar conmigo, me citó hoy... Después de clases —dijo el moreno.
- ¿Y....? —preguntó el rubio para que su amigo siguiera.
- Y, lo escucharé, al final de cuentas es mi padre, un inútil que me abandono, pero es mi padre y tengo curiosidad de lo que quiere hablar —dijo el moreno algo pensativo.
La campana sonó, eso significaba volver a clases y así fue.
Las clases siguieron su rumbo normal, hasta el término de ellas. Todos los alumnos salían de la institución para irse a sus casas.
Kurapika, Bisky, Killua, Leorio, Alluka y Gon caminaban, hablando de cosas sin sentido y riendo. Aunque Killua estaba algo preocupado, no quería que Hanako estuviera esperándolo.
Sin embargo al salir de la institución no la vio, suspiro aliviado, Gon por su parte caminaba con una sonrisa pero estaba algo nervioso, mucho de hecho.
Caminaron un poco más, Leorio molestaba como de costumbre a Kurapika, quien trataba de no perder la compostura y asesinarlo ahí mismo.
- No puede ser —dijo Gon, casi en un hilo de voz pero, que Killua pudo escuchar perfectamente pues venía alado de él. Gon salió corriendo y sus amigos lo miraron desconcertados.
Gon corrió y al llegar a la persona que tenía enfrente de él, lo abrazo. Estaba feliz de verlo, ya había pasado mucho tiempo desde que se vieron.
- Wow, haz crecido —dijo la persona que lo sostenía en ese abrazo.
- ¡Kite!, ¡Cuánto tiempo! —grita Gon emocionando.
Killua estaba.... Celoso, esa era la palabra, no sabía porque Gon abrazaba a esa persona como si la vida se le fuera en ello.
- ¡Kite! —gritó Bisky , caminando hacia él con una sonrisa.
- Wow, que bonita estas Bisky —dijo el chico con una sonrisa. Los demás se acercaron hacia ellos.
- Oh, Kite, te los presento, ellos son mis amigos, Killua, Leorio, Alluka y Kurapika —dijo señalando a cada uno respectivamente.
- ¡Mucho gusto soy Kite! —fijo el chico de cabellos largos y blancos.
- ¿De dónde se conocen? —preguntó Leorio, al verlo bien, este chico no tendría más de 20 años.
- Oh... Trabajo con Ging —dijo con una sonrisa — Por cierto, Gon debemos irnos.
- ¿A dónde? —preguntó Bisky, Killua escuchaba con atención.
- Ging quiere hablar conmigo —dijo Gon suspirando pesadamente — Creo que es mejor irnos, nos vemos chicos, adiós Killua —dijo y le sonrió, una sonrisa muy linda a ojos del albino.
Este solo asintió con una leve sonrisa, mientras el moreno caminaba alado de Kite para irse.
- Me siento abandonada —dijo Bisky mirando a Killua con el ceño fruncido.
- ¿Yo que? —preguntó Killua, sin dejar de sonreír, en serio no podía creer como es que una sola sonrisa de ese chico lo pusiera tan... Feliz.
- Me estás quitando el cariño de Gon —dijo la rubia.
- ¡Yo no estoy haciendo nada! —dijo el chico fingiendo desinterés, empezando a caminar.
Mientras tanto, Gon y Kite ya se encontraban (después de unos 30 minutos) en un pequeño restaurante, al entrar buscaron a Ging, ahí estaba.
- Estoy aquí —hablo Gon, sentándose enfrente de él.
- ¡Perfecto! —dijo Ging al verlo, Kite se sentó a un costado.
- ¿De que quieres hablar? —preguntó el chico, ansioso. De hecho esperaba una disculpa.
Desde siempre espero una disculpa, al inicio, Gon siempre pensó que era su culpa el porqué su padre lo abandonó, pero cuando paso el tiempo... Se dió cuenta que él no tenía la culpa, jamás la tuvo.
- ¿Recuerdas lo que solíamos planear junto a Kite? —preguntó.
- ¿Lo de las reservas naturales? —preguntó curioso.
Era verdad, antes de que su padre se fuera, tenían planes, como cualquier padre e hijo. El suyo, era hacer reservas naturales para los animales en peligro de extinción, era un sueño que no se veía tan lejano, pues ya estaban consiguiendo presupuesto. Era un sueño de ambos.
- Exacto, ¿Que pasaría si te dijera que puede ser real? —preguntó con una amplia sonrisa.
- ¿¡De verdad!? —preguntó Gon, sonriente, si antes estaba serio, ahora solo había felicidad en su ser... Pero, a su mente volvió todo.
- Exacto, tuve que viajar mucho junto a Kite, pero ahora está más que seguro —dijo sonriendo.
- Me alegro, Ging —dijo Gon, volviendo a perder su sonrisa. Ging suspiro, sabía porque su hijo se puso así.
Cuando Ging se subió al avión de regreso aquí, sabía que sería duro; pues abandono a su hijo y de la peor forma.
Pero, era difícil explicarlo. En ese entonces Ging sabía que debía dejar el país y comenzar a viajar, sin embargo, no quería dejar que su hijo dejara la escuela, pero si él hablaba con Gon acerca de ello el muy terco no haría caso y tendría la idea de irse con él.
Fue entonces cuando Gon le dijo que era gay, al inicio obviamente se sorprendió, él ya lo veía con hijos alado de Bisky. No lo odio jamás lo haría, pero... Era su oportunidad, podía dejarlo y luego regresar por él.
Al inicio no le vio problema, pero ahora, se arrepentía. Era su padre y lo abandonó en el peor momento.
Pero tampoco sabía cómo decir lo siento, su relación de padre/hijo era extraña, lo quería pero no sé trataban como tal, incluso llegaban a chocar bastante. Además su orgullo no lo dejaba.
- Gon —dijo el hombre, comenzando a ponerse nervioso.
- Ging, ¿De verdad me odiaste tanto por ser gay? —preguntó el chico.
- No es eso —dijo Ging rascándose la cabeza.
- ¿Entonces? —preguntó.
- Gon, no te odio, ni te odie. Tuve mis razones para irme, ahora... Piensa lo que harás, te estoy invitando a qué cuando termines la preparatoria, te vayas conmigo —dijo el hombre con tono serio. Gon se quedó callado.
- Es muy repentino, lo sé, pero, por eso vine para darte está propuesta. Si no quieres lo aceptaré, tal vez, tengas más sueño que cumplir —dijo tratando de sonar lo más calmado, aunque estaba nervioso.
- Yo... solo quiero una disculpa Ging, por haberme dejado —dijo Gon, con un tono de voz tan triste que espanto a Ging. No sabía que hacer, ¿cómo debía consolarlo?, ¿Que haría Mito en estos instantes?.
Gon se levantó de la mesa.
- Lo pensaré —dijo, y salió del restaurante. Dejando a un Ging confundido y sintiéndose muy pero muy culpable.
Gon caminaba hacia su casa, tenía muchas emociones en su ser. La idea de la reserva era estupenda, le agradaba bastante, además viajar con Kite debía ser toda una aventura.
Aprender más y más con cada viaje, valla que lo emocionaba. Esa idea de irse lo tentaba.
Al llegar, abrió la puerta y vio a Mito preparando la cena y a su abuela sentada, viendo la televisión.
- Bisky y Kurapika vendrán mas tarde a cenar —dijo Mito con una sonrisa.
Gon asintió y camino a su habitación, al entrar se acostó en la cama, la idea de irse lo tentaba pero... No podía, amaba su vida, amaba estar con su tía y con su abuela.
Amaba pasar horas hablando con Bisky y Kurapika, los amaba a los dos, además ahora tenía al extravagante de Leorio, a Alluka y...
También tenía a alguien a quien amar, le gustaba esa sensación que tenía cuando miraba o estaba con Killua, tenía tanto... No, no podía irse, aunque fuera en un año, no podría y no quería irse.
Ahí estaba su respuesta.
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