Capítulo 16
Lo único que podía hacer en ese momento era rascar el costado de su cuello, totalmente incapaz de mirar a los ojos al alfa frente a el. Aún podía escuchar la música y los gritos dentro de la casa, pero de igual manera todo se sentía muy silencioso. A su lado, Renjun apoyaba su peso en el costado del omega, perdido en el alcohol. Le había costado encontrarlo, pero cuando estuvo a punto de marcharse le vio sentado en la escalera de entrada a la casa, casi cayendo en la inconsciencia.
Estaba por llamar un taxi cuando notó los mensajes que Jeno le había dejado. Su sangre inmediatamente pareció enfriarse al notar lo torpe que había sido, el solito se había delatado. Así que tomó un respiro resignado y le envió a Jeno su ubicación, explicándole la razón por la que estaba ahí y lo que había sucedido con Renjun.
En ese momento Jaemin solo podía pedir a la diosa luna que el alfa no le hubiera dicho nada a su hermano.
No mucho tiempo después Jeno encontró las llaves del que fue el primer auto, mismo que le fue regalado al alfa en cuanto cumplió la mayoría de edad, pero que no utilizaba por lo mucho que costaba mantenerlo, sobre todo por lo alto que estaba últimamente el precio del combustible.
El omega carraspeo sin saber que decir. Jeno aún parecía estar pensando en algo, pero Jaemin no podía descifrar en que exactamente. El cuello comenzaba a dolerle por estar cargando con el peso de su acompañante, además de que su sudor se había enfriado por la fresca brisa y la sensación lo hacía sentir incomodo.
— Los llevaré a mi casa — finalmente Jeno habló. Abrió la puerta trasera del auto, donde apenas Renjun apoyo la parte trasera de las piernas se dejo caer de espaldas, sin dejarle espacio al omega. — Ni siquiera creo que estén en condiciones de caminar a la puerta sin caerse, ninguno de los dos.
Jeno movió las piernas del beta casi inconsciente para poder cerrar la puerta. Se movió para abrir la delantera al omega y espero a que este entrara.
— ¿Qué? ¿Acaso necesitas que te cargue? — Jaemin no se movió ante la obvia provocación del alfa. Estaba seguro de que Jeno no estaba molesto con él, pero había algo raro en su forma de hablarle, algo distinto a la forma en la que habló al teléfono, o quizás solo estaba borracho e imaginaba cosas.
— No estoy tan borracho — se excusó — ¿Si lo estuviera podría hacer esto? — despegó una de sus piernas del suelo y la cruzó tras la otra, imitando la famosa forma de un cuatro.
La expresión seria de Jeno cayó estrepitosamente por la sonrisa que surco sus labios; — Eso no lo puedes hacer ni sobrio. Tu equilibrio siempre a sido un asco — cruzó sus brazos, viendo como aún Jaemin intentaba mantenerse quieto en aquella posición — Ya vámonos equilibrista.
Mientras Jeno rodeaba el auto para subirse, Jaemin sonreía al lograr botar la mascara de seriedad del alfa. Procurando no tropezarse se acercó a la puerta y se acomodó en el asiento, relajándose cuando pudo sentir la calefacción encendida.
— ¿Que? — preguntó al notar la mirada fija de Jeno. El auto aún no comenzaba su marcha.
El alfa pareció acercarse casi en cámara lenta hasta el asiento del copiloto, apoyando una de sus manos cerca del muslo más cercano del omega. La cercanía repentina hizo estragos en el interior del peliazul, el calor parecía recorrer con fiereza sus venas. Jaemin solo pudo encogerse en su sitio y aguantar la respiración pensando en que sería besado de nuevo.
Jeno le observaba por el rabillo del ojo cuando estiro su mano y tomo con ella el cinturón de seguridad.
— El cinturón — pronunció simplemente antes de alejarse para terminar de asegurar al omega.
— ¡Ah si, claro! — ambos quedaron otro momento en silencio, solo escuchándose los incomprensibles murmullos de Renjun. Jeno arrugo su nariz en lo que pareció ser una decima de segundo y sus ojos dieron la impresión de oscurecerse.
— Tienes un aroma extraño, hueles un poco como a...
— Ugh, voy a vomitar — se escuchó desde la parte de atrás.
— ¡Dios no! — Jeno se bajó apresurado del auto.
Las estrellas aún no desaparecían, pero la frialdad del ambiente daba en cuenta de que ya estaba por amanecer.
Jaemin se negaba a salir del auto. Si ya era una razón suficiente el frío que estaba haciendo afuera, ahora añadámosle el hecho de que desde donde estaba podía notar la silueta de alguien mirándolos por la ventana, y de lo que podía recordar Jeno vivía completamente solo.
— Baja antes de que decida cargarte — Jeno abrió la puerta del lado de Jaemin, apoyándose en el marco unos segundos mientras miraba levemente a Renjun en los asientos de atrás. Su mirada ya había vuelto a la frialdad total para ese entonces — ¿O es que acaso también quieres vomitar?
— No, no, pero definitivamente vomitaré si me cargas. — soltó una débil risa en un intento de alivianar el ambiente, pero la expresión inmutable de Jeno contestó por él — Ya voy, ya voy.
Jaemin bajo lentamente del auto y se acercó hacia los asientos traseros para ayudar a Renjun a bajar mientras Jeno cerraba la puerta. El peliazul se inclinó un poco sobre el cuerpo de su amigo inconsciente para tirar de él hacia la puerta, pero antes de siquiera lograr tomar su mano sintió algo presionando contra su costado.
— Yo lo hago — Jeno presionó innecesariamente la cintura del omega provocando que le subiera la temperatura a las mejillas. Tenía alguna debilidad con ese lugar — Tu entra mientras.
— Es que Renjun es mi amigo y me siento responsable de él. Déjame ayudar... te — los ojos dorados de Jeno hicieron que callara abruptamente y se apartará del lugar.
— Solo entra Jaemin. Esta haciendo frío y mi tía te espera con un agua.
"¿Tu tía?" quiso preguntar, más no lo hizo. Jeno tenía algo raro aquella noche, no parecía el mismo que estuvo con él hace solo unas semanas. Incluso su presencia estaba siendo más dominante que nunca y por ello Jaemin sentía que debía moverse con cuidado a su alrededor.
—Alfa.. guapo — balbuceó Renjun.
— Esta bien — se dirigió con timidez al interior del hogar, estando atento a los movimientos que la sombra realizo tras la ventana antes de desaparecer.
— Ten, cariño — Hiyori, la tía de Jeno, le entrego una taza con un liquido humeante en su interior. — Con esto se ira el alcohol en tu sangre, aunque veo que no estás tan mal como pensé. Por lo que vi tu amigo esta peor.
— Si, la verdad es que no tomé mucho. Estaba más pendiente de encontrar a Renjun. Usted ya vio como llegó — sopló el liquido para enfriarlo un poco antes de darle un pequeño sorbo. No se lo diría a la tía de Jeno pero no podía tomar cosas muy calientes, se quemaba la lengua muy fácil.
— Si. Apenas despierte le daré algo para la resaca, no creo que sea buena idea el despertarlo ahora — ajustó su bata mientras se acomodaba en el sofá — Cuando vi a Jeno salir casi corriendo con las llaves creí que algo grave había pasado. ¿Quién diría que solo se trataba de una fiesta adolescente? A veces creo que se comporta como alguien muy viejo para su edad. — Hiyori negó de forma divertida con la cabeza.
— Lo siento por eso — Jaemin trato de hacerse pequeño a la vez que le daba una mirada de arrepentimiento a la omega. — Le envié un mensaje por error a Jeno mientras buscaba a Renjun.
— No te disculpes cariño~. Las fiestas son cosas que debes experimentar al menos una vez en tu vida. Quién sabe si logras encontrar al amor de tu vida en una de esas. — Hiyori movió sus cejas de forma pícara haciendo que a Jaemin se riera de forma incomoda, pues no encontraba y no consideraba importante el aclararle que no estaba interesado en encontrar pareja por ahora.
— O quizás encuentre un delincuente que quiera aprovecharse de él — Jeno bajó las escaleras ahora vestido de forma distinta después de haber ido a dejar a Renjun a la última habitación de invitados disponible — Tía, deberías dejar de dar consejos, definitivamente no son lo tuyo. — Se detuvo frente a ambos, obstaculizando la visión hacia la televisión.
Hiyori rodó los ojos con diversión y se inclinó hacia el omega menor. Le gustaba mucho molestar a su sobrino en cuanto tuviera la oportunidad.
— Dicen que esos lo hacen mejor — le susurró a Jaemin con toda la intensión de ser escuchada por el alfa. El peliazul solo tapo su rostro con la mano libre que tenía, totalmente avergonzado.
— ¡Tía!
— ¿Que? — se quejó — Solo estoy diciendo la verdad. Tu amigo es guapo, no le costara encontrar algún alfa por ahí con el que quiera...
— Suficiente — la cortó Jeno — Por si no lo recuerdas tus hijos llegan en unas cuantas horas. Ve a dormir si no quieres que esos dos alfas preguntones se preocupen por tus ojeras y te persigan todo el día.
Hiyori se colocó de pie enseguida.
— ¡Ay dios no!
Hiyori apagó la televisión y subió las escaleras apresurada, no sin antes desearle buenas noches a Jaemin y Jeno.
Ambos quedaron en un tenso silencio mientras las pisadas de Hiyori aun se sentían por el piso superior. Jeno se quedó de pie frente a él.
— ¿J-Jeno, Hyunjin sabe que...?
— No, no, no. Mañana hablaremos de Hyunjin. Ahora ven aquí.
— ¿Cómo? — preguntó al no saber que más decir.
Los colores subieron al rostro de Jaemin una vez más. Jeno al observarlo arqueo una ceja.
— Ven aquí Jaemin. No lo volveré a repetir.
El omega relamió sus labios repentinamente sintiendo sed. No estaba en absoluto acostumbrado a el calor que recorrió su cuerpo solo con escuchar la voz demandante de Jeno.
Al colocarse de pie Jaemin quedo frente a frente con el alfa, con un espacio muy pequeño entre ambos. Jeno subió una de sus manos hasta la espalda de Jaemin, donde presiono contra si mismo en un abrazo apretado y escondió su rostro en el cuello del peliazul.
— ¿Era necesario estar de esta manera? — se atrevió a preguntar cuando las manos heladas de Jeno entraron en contacto con su cintura. Tal parecía que el alfa tenía alguna obsesión con aquel lugar. — ¡Espera! ¿Qué estas.. ?
Jeno tomo los bordes de la camisa de Jaemin y los llevo hacia arriba despojándolo de aquella prenda, pero antes de que el peliazul pudiera quejarse del frío y la vergüenza, el alfa coloco sobre él una nueva camisa que Jaemin no había notado que traía consigo. La otra camisa, ya sucia con el sudor de Jaemin y con el olor de miles de lobos encima termino en el suelo totalmente arrugada.
— ¡Oi! ¿No podías preguntar? ¡Soy lo suficiente mayor como para cambiarme de ropa! — con un golpe Jaemin quito las manos de Jeno que trataban de acomodar la nueva camisa.
— Perdón. — Jeno se entretuvo viendo como Jaemin lo imitaba con voz aguda.
Jeno una vez más rodeo la cintura del omega para abrazarlo. Jaemin solo se dejo querer mientras sentía el aroma de Jeno potenciándose por su cercanía con el cuello del contrario.
— ¿Qué pasa? — se decidió a preguntar después de haber estado un largo tiempo en silencio y en la misma posición. Las manos que habían comenzado a acariciar los cabellos de Jeno se detuvieron.
Jeno soltó un suspiro antes de alejar su rostro para ver la cara de Jaemin; — No es nada — infantilmente restregó su rostro en el pecho de Jaemin, haciéndole cosquillas en el cuello. — ¿No deberías bañarte antes de ir a dormir?
— No sé. Creo que mejor me dormiré así — Jeno lo observó con una mueca extraña que provocó que frunciera el ceño — Anda, dilo — se cruzó de brazos.
— Veras... No es que huelas a muerto ni nada, pero preferiría que te bañaras si vas a entrar en mi cama. — trató de decirle con extrema lentitud para no ofenderlo, pero la expresión del omega se veía totalmente letal.
Jaemin se fue en dirección al baño totalmente ofendido y con los puños apretados a cada lado.
— Ni quien quiera entrar en tu cama.
— Es la única que queda disponible ¡Espera, Jaemin. No quería que sonara así! ¡Te secaré el cabello en compensación!
Perdón :( Se que no he cumplido mis promesas, pero realmente me esta costando el escribir, sobre todo porque mi inspiración viene de la tristeza. Absolutamente todo lo que escribo viene de un estado casi depresivo, por eso me ha costado tanto, más aún al ser la encargada de los guiones en la universidad.
Esta vez no les prometeré nada, pero quiero que sepan que quiero terminar esta historia de una buena manera. Tengo claro como quiero que termine, pero aún no llego ahí. Debo tener aproximadamente 4 capítulos listos sin publicar, y dos de ellos los publicare esta semana.
Espero hayan tenido un buen fin de año <3
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