Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 13


TW!: violencia.


PASADO

En la sociedad actual aún habían muchos prejuicios con respecto a como se debe comportar un lobo de cierta clasificación. Los alfas debían ser fuertes y agresivos, capaces de defender lo suyo a cualquier costo. Los betas debían pasar lo más desapercibido posible, después de todo no eran más que simples humanos capaces de transformarse en animales. En tercer lugar estaban los deltas, que a pesar de su extremada fuerza eran considerados raros y peligrosos. Por ultimo estaban los omegas, capaces de concebir y conocidos por ser dependientes a sus alfas.


Si se daba la situación de que un omega naciera hombre se consideraba prácticamente una desgracia, llegando a clasificarse de últimos junto a los gammas, quienes son los que presentaban debilidades en su sistema inmunológico y poseían una sumisión extrema.


A pesar de ser considerado como parte de la jerarquía más alta en el mundo cambiaforma, Jeno no la paso bien durante su niñez. Su padre era un alfa puro que lo maltrataba a el y a su madre gamma, llegando golpearlos sin ninguna razón.


— Mami —tironeó el delantal de la mujer con olor a cerezas, tratando de que le prestara atención — Mami quiero comer, tengo hambre.


La mujer limpio el sudor de su frente con la palma de su mano, dejándola ahí unos segundos para tratar de enfriar la zona. Aquel día no se había estado sintiendo bien, su cabeza dolía al igual que su cuerpo, incluso se había despertado con vómitos y una sensación extraña en el estomago.


— Nono, aún es muy temprano — se agachó a la altura del pequeño Jeno de solo ocho años. — Además tengo que ir a comprar aún. — acarició las tiernas mejillas sonrosadas.


— ¡Solo una! — levanto el dedo índice frente a su rostro, balanceando su cuerpo de adelante hacia atrás — Solo una galletita y ya, porfavor mami. — tiró una vez más de la vestimenta de la gamma.


— Con que eso querías pequeño mentiroso — revolvió el cabello de Jeno, dejando a la vista su tierna sonrisa sin la presencia de unos cuantos dientes, pues estos estaban sueltos y se le habían caído cuando Hino golpeo al pequeño. Nara solo suspiró con tristeza al recordar aquel rostro con moretones y sangre. — Solo porque te has portado bien, después de ir a comprar te comerás toda la comida, ¿Entendido?  


— Sí mami — esperó pacientemente a que su madre tomara el tarro en el estante superior que el no alcanzaba. — ¿Qué vamos a comprar? — mordió una pequeña orilla de la galleta de chocolate, tratando de hacer durar lo más que pudiera aquella delicia.


— Mami no se siente bien, así que iremos a comprar medicinas — apoyo su espalda en la encimera tras ella, viendo como su pequeño cachorro dejaba de comer y se acercaba rápidamente hacia ella.


— ¿Dónde duele mami?¿Es muy fuerte? — miró con ojos brillantes a su bella progenitora — No te preocupes mami, tu quédate aquí y yo iré a comprar. — se aferró a las piernas de la mujer, tirándola hacía el sofá para que fuera a sentarse y descansar. Nara sonrió enternecida.


— Mi pequeño bebé — besó la frente del pequeño sentado a un lado suyo en el sofá — No se que sería de mi sin ti... — le miró con sus ojos brillando por el orgullo que sentía. — Serás un gran lobo Jeno, sin importar a la clasificación a la que pertenezcas y siempre estaré orgullosa de ti.


— Seré un gran alfa para protegerte a ti mami, lo prometo — enganchó el dedo meñique contrario con el propio.


— Aún no podemos saber eso bebé, pero te creo, así que esfuérzate mucho para que algún día me traigas una bonita omega a casa. — sentó a su cachorro en sus piernas, notando el pequeño puchero que este tenía en sus labios — o lo que tu quieras, todo estará bien para mí.


— Pero yo solo quiero a mami — se acurrucó entre su cuello, como siempre hacia cada vez que sus sentimientos lo sobrepasaban.


La gamma solo se quedó acariciando el sedoso cabello de su único hijo, olfateando las débiles pero aún así presentes feromonas de alfa que emanaban de Jeno. No tenia ninguna duda de la jerarquía a la que pertenecería, como tampoco dudaba de que su hijo sería un gran alfa en el futuro. Nara solo esperaba estar ahí para presenciarlo.


◤ADVERTENCIA: VIOLENCIA◥

◤marcaré el fin por si se la quieren saltar◥


— ¡N-no es lo que piensas! ¡Te lo juro!


Jeno se despertó a mitad de la noche por gritos en la planta baja, miró rápidamente sobre su puerta en donde un reloj redondo movía sus manillas. Eran las una de la mañana y sabiendo lo que eso significaba salió sin dudarlo, moviendo cada vez más sus piernas al escuchar los quejidos de su madre.


— ¡¿Dices que no es lo que pienso?! — Jeno corrió a la habitación de sus padres al ubicar el lugar de donde venían los gritos. — ¡ENTONCES EXPLICAME QUE MIERDA ES ESO! — apuntó el pequeño objeto sobre la cama.


En cuanto Jeno entro a la habitación noto que su madre estaba en el suelo de espaldas a la puerta, su padre parado frente a ella con una mirada furiosa que logro estremecer al pequeño. Jeno juraba que nunca había visto a su padre tan enojado, el aire estaba muy espeso por las feromonas que ambos adultos soltaban, unas olían a enojo y otras a un terror total.


Los ojos rojos de su padre se fijaron en él, provocando que su madre también se girara para observar al pequeño de ojos llorosos en la puerta. A Jeno se le congeló el cuerpo en cuanto vio la sangre que salía por la nariz y goteaba por la barbilla del pálido rostro de su progenitora.


— J-jeno vete de aquí — Nara se arrastró hasta él, dándole la oportunidad al niño de notar los moretones en sus piernas. — Anda, m-mañana hablaremos, ¿Sí? — pasó su tiritona mano por la cara de Jeno, tratando de borrarle las lagrimas que no dejaban de salir.


— ¡Sácalo de aquí antes de que lo maté a él también! — gritó el alfa. Jeno, quien solo miraba el bonito rostro de su madre completamente aterrorizada por quien se suponía los protegería, giró su rostro hacia Hino. — ¡AHORA!


— V-vete — empujó a Jeno fuera de la habitación con desesperación, no quería que el pagara por algo que fue su error, pero Jeno no dejaba de ver con profundo odio al alfa frente a él. — ¡Jeno porfavor! — suplicó su madre al ver como el mayor se acercaba a ambos con un bate de beisbol de colección.


— ¡Cumplí tu capricho de dejar con vida a este, pero no correrás con la misma suerte esta vez! — se dirigió a la gamma, quien simplemente trataba de cerrar la puerta para que su hijo no presenciara lo que pasaría a continuación.


— ¡Vete Jeno, por favor! ¡VETE YA! — gritó cuando su marido le impidió cerrar la puerta, ya las lagrimas caían por sus mejillas por la desesperación. — ¡Te prometo que mami estará bien!


Jeno no sabía que hacer, quería pedir ayuda pero temía que si dejaba sola a su madre sería la ultima vez que la vería. Su cabeza ardía y todo su cuerpo temblaba sin parar, sentía como si se estuviera quemando desde sus entrañas, cada vez le costaba más respirar. Miró a su madre, quien luchaba por quitarse de encima la mano que le impedía respirar, luchando con todas sus fuerzas con aquel ser que una vez juro amarla y que ahora trataba de matarla, y simplemente paso...


El cuerpo de Jeno cedió y colapso contra el suelo cuando sus huesos comenzaron a quebrarse y cambiar para dejar paso a un cuerpo peludo, su mandíbula se alargó y le crecieron garras desde las manos. Finalmente la impotencia había ganado y Jeno se transformo en un lobo mucho antes de su presentación.


— ¡Dios no! ¡JENO! — gritó su madre cuando el pequeño lobezno derribo al alfa que la tenía aprisionada contra el suelo.


A Jeno no le importó, no le importaron los gritos desesperados de su madre diciendo que se lastimaría, no le importo el dolor que sentía en cada parte de su cuerpo, no le importo doblegar a su parte humana para que el animal interior en formación saliera al ataque, a Jeno solo le importaba su madre y lucharía por ella hasta el final de sus días.


Jeno saltó hacia la cama cuando vio como el alfa comenzaba a cambiar su forma por la incitación y desobediencia del alfa menor. El lobo más grande no dejaba de gruñirle para tratar de someter al otro, irritándose cuando veía que no provocaba ningún efecto en él, porque un lobo jamás va a ir en contra de su manada. 


Hino se abalanzó hacia la cama, por suerte Jeno era rápido y escurridizo por su tamaño. Nara solo podía observar totalmente asustada la escena, buscando algo con que defenderse se topó con el bate de beisbol, lo tomó y escondió tras de sí esperando el momento justo para golpear a Hino.


Jeno tenía todo su pelaje erizado, atento a cada movimiento de Hino. Ambos daban vueltas buscando un momento de debilidad para atacar. 


Fue cuando su madre se movió que Jeno se distrajo por un segundo, permitiéndole a Hino chocarlo y hacer que impactará contra la esquina de la mesita de noche. El cachorro cayó al suelo totalmente aturdido, su vista se volvía más borrosa a cada segundo y ya no podía sentir sus extremidades.


— ¡JENO! — gritó su madre por ultima vez, tratando de acercarse a su hijo y detener el sangrado de su cabeza, pero el otro lobo no se lo permitía. — ¡No te me acerques! — colocó el bate frente al lobo, quien a los pocos segundos se transformo en humano y se lo quitó de las manos.


Jeno deseaba con todas su fuerzas que lo ultimo que hubiera escuchado fuera un te amo y no los gritos de dolor de su madre.


◤FIN ADVERTENCIA◥


Cuando los policías llegaron se toparon con una escena del terror y rápidamente llamaron a la ambulancia mientras revisaban el lugar.


No fueron muchos minutos de espera para que los tres ya estuvieran de camino al hospital. Hino fue declarado muerto por suicidio, seguramente por la culpa de lo que le causo a su familia. La mamá estaba viva, en estado critico pero viva, había tenido un aborto en casa por la delicadeza de los gammas y por las patadas que había recibido. Jeno por su parte era el que en mejor estado estaba, solo se había desmayado por el golpe en la cabeza.


Mientras los días pasaron Jeno se despertó, no dejaba de preguntar por su mamá cada día, pero siempre era la misma respuesta: Esta bien, pero aún no despierta. Aún era muy pequeño, pero sabía lo que hablaban los médicos a su alrededor, sabía que su madre había perdido mucha sangre y era posible que no despertara. Paso llorando días en su habitación, rogando por solo ver a su mamá.


Finalmente se lo permitieron, pudo ver a su madre tras largas semanas de espera, se quedo a su lado el mayor tiempo posible, pero era algo predecible, Nara murió en los días posteriores. 


Jeno quedo destrozado, había perdido a la persona que mas quería en el mundo. La hermana de su madre decidió adoptarlo y darle un nuevo hogar, Jeno acepto, después de todo solo quería sentir la presencia de su madre de alguna forma y su tía se parecía bastante a ella.


El dolor nunca se fue del corazón de Jeno ni aunque pasaran los años, la falta de su madre y su lobo lo tenían en una depresión enorme de la que creía no salir. Los médicos le notificaron que su lobo se encontraba muy herido y avergonzado por la derrota contra el alfa, por lo que era posible que no pudiera contactarse con el en años. Los primeros años fueron una tortura, su lobo luchaba en su interior cada día, gimoteaba y rasgaba sus entrañas. Jeno estaba resignado, había intentado de mil formas para volver a transformarse, pero todo parecía en vano. Finalmente se rindió y a los pocos meses perdió totalmente el contacto con su lobo, solo sabiendo que aún estaba ahí durante las lunas llenas. Cuando preguntó el porque ya no podía sentir a su lobo le contestaron que había una pequeña probabilidad de que su compañero de vida haya muerto, dejando al lobo aun más herido y sin una motivación para seguir.



A C T U A L I D A D

— Borra esa expresión — berrincheó el alfa al ver la expresión otra ves preocupada de Jaemin — Ya paso mucho tiempo, esta totalmente superado.


— ¿Es así? — cuestionó incrédulo, mirando fijamente a Jeno — ¿Sabes que estoy aquí para ti, no? — movió los cabellos que se enredaban en las pestañas del alfa, rozando la piel que se sentía un tanto caliente. — ¡Tienes fiebre!


— ¡Claro que no! es solo porque estoy cerca del fuego — se excusó.


— No te creo. Vamos, te llevaré al auto y le diré a Hyunjin que nos vayamos todos — se levantó de su lugar, recogiendo cada recipiente ya desocupado a ese punto. Jeno solo le observaba sentado. — ¡Vamos! ¿O es que acaso quieres que te lleve en mi espalda?


— No creo que puedas con el peso de mi hermosura — sonrió ladino al ver la expresión asqueada del omega — Ya voy.


Jeno se levantó apoyándose del árbol tras él, sus huesos tronaron un poco por el movimiento dejando una sensación de resentimiento en sus articulaciones. Su mueca se volvió inmediatamente de dolor.


— ¡Hyunjin, es hora de irnos! — gritó Jaemin, siendo contestado con un pulgar arriba por parte de Hyunjin.


— ¡Jae, cuidado con..! — el grito asustado de su hermano quedó a la mitad — ¡Jeno!


Y todo se volvió negro.



Si es que el cap se ve extraño es porque estoy desde mi celular :( estoy de vacaciones y casi no hay señal

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro