─── 𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗍𝗐𝗈
| THE WOLF AND THE KRAKEN |
Después de algo de llanto y desahogo junto a Jon, la niña tuvo que recomponerse y levantarse de su desdicha si no quería que algún sirviente y prontamente todos se enteraran de que había estado llorando pues eso alertaría a su madre y metería en problemas a Jon si es que los encontraban juntos, prefería evitar la histeria de la señora de cabellos rojos. Aun así no pensaba volver con la Septa Mordane, al menos por el resto del día, así que decidió retirarse a sus aposentos mientras su mejor amigo regresaba al patio donde Robb y Ser Rodrik aun lo esperaban, Jon claramente iba a mentir por petición de su pequeña loba, ambos sabían que si el heredero de Winterfell se enteraba que; en primera, Royse había estado llorando y; en segunda, la culpa la tenía la septa, no iba a dejar las cosas así como así y seguramente se formara un gran escándalo que ambos querían evitar.
Después de acordar la mentira que el niño de ojos grises diría se despidieron y cada quien se fue por su lado. Royse decidió tomar el camino largo a su dormitorio, no es que estuviera cansada, bueno el llanto siempre traía algo de sueño consigo, pero en realidad solo quería despejar su mente de todo aquello que la mujer de rostro huesudo le había dicho. Pensó en ir a ver a Sansa pero no quería aburrirse jugando con sus muñecas al típico juego de "El príncipe salva a la doncella del peligro"; podría ver a Arya, esa pequeña siempre lograba distraerla pidiéndole que le contara historias pero temía que su desgano afectara a la alta capacidad de inventar cuentos de la cual era orgullosa portadora; ver a Brandon también era un opción, el solo escuchar su infantil risa la alegraba pero él seguramente estaba con su madre y Catelyn se daría cuenta que algo no andaba bien con su hija adoptiva.
Quería evitarse preguntas en torno a ella así que lo mejor era quedarse sola el resto de la tarde, suponía que la Septa tampoco tendría el atrevimiento de buscarla después de ella haberla puesto de esa forma. Caminaba lentamente y perdida en sus propios pensamientos, tanto así que al girar en su pasillo su cuerpo chocó con el de otra persona con tal fuerza que trastabilló algunos pasos hacia atrás aunque para su buena suerte no cayó al suelo.
— Oye — se quejo una vez que se aseguro de que no iba a caer — deberías tener mas cuidado
Royse levantó la mirada con el ceño fruncido para ver quien había chocado con ella aunque no era totalmente culpa de esa persona, ella también estaba sumamente distraída. Estaba dispuesta a quejarse por un rato más hasta que noto que aquella persona era el mismo Theon. Sus ojos rápidamente se abrieron con sorpresa al igual que los verdes del contrario quien no le sostuvo la mirada por mucho tiempo y solamente le hizo una cortesía, bajando la mirada.
— Lo lamento, mi Lady — se disculpó, haciendo una pequeña mueca — pero fue usted quien chocó conmigo
— ¿Perdona? — inquirió con impresión porque el niño la acusara de ser quien provocó la colisión — tú estabas distraído cuando chocaste conmigo
— Buscaba mi habitación y no es que tu estuvieras de lo más atenta — se defendió, encogiéndose de hombros — aunque realmente las niñas nunca se dan cuenta de nada que no sean sus muñecas y vestidos
La boca de la castaña se abrió a forma de mostrar lo ofendida que se había sentido por aquellas palabras. No había intercambiado palabras con el rubio más allá del saludo de bienvenida que le había dado pero que supusiera eso de ella la había irritado. Nunca era bueno suponer cosas de Royse, menos si no la conocías y querías enfadarla.
— Yo no solo pienso en muñecas ni vestidos — se quejó inmediatamente, frunciendo el ceño a modo de demostrar su enfado aunque de una forma bastante infantil — y yo no estaba distraída, tu fuiste quien chocó conmigo
Greyjoy rodó los ojos ante los reclamos de la castaña — No voy a discutir con una estúpida niña
— ¡Esta estúpida niña es tu Lady! — reclamó inmediatamente, no solía alzar tanto su título pero Theon acababa de llamarla estúpida y por supuesto que ella no iba a dejar que lo hiciera — y tu Lady te exige que no vuelvas a llamarla estúpida o sino hará que corten tu cabeza y la pongan sobre una estaca en los muros de Winterfell — se cruzó de brazos, sonriendo de lado con suficiencia pues suponía que no iba a contradecirla.
Estaba equivocada.
Theon se echó a reír ante la amenaza de la menor, por supuesto que a ojos del isleño no era más que una pequeña tonta que se creía muy lista aunque a su perspectiva era puramente ridícula — Vuelve con tu madre, niña tonta, tus amenazas son tan infantiles como las de un bebé ¿quieres saber como se escucha una amenaza? — sonrió de lado, mirándola — si vuelves a darme una de tus ridículas amenazas voy a colgarte de los dedos de los pies y veré como la sangre baja a tu cabeza hasta que dejes de sentir tu cuerpo para entonces azotarte hasta que se te abran heridas, dejaré que tus padres te encuentren así —sonrió al ver la cara de Royse que había borrado su sonrisa cambiando su expresión a una ligeramente intimidada.
— Al menos yo sí tengo padres que se preocupan por mi.
Tal vez no debió decir eso porque pudo ver como el rostro de Greyjoy se ensombrecía, apretó sus puños bajando la mirada — No vuelvas... — Theon pareció ahogarse en sus palabras, la pequeña castaña podía jurar que incluso vio una lágrima correr por su barbilla a pesar de que hubiera apartado su rostro — no te atrevas a hablar de mis padre, maldita perra
Dicho eso se volteó y se fue corriendo por el pasillo de donde Royse venía, cubriendo su rostro con su antebrazo seguramente para secar sus lágrimas apenas salían. Mientras la Stark se había quedado estática, sintiéndose inmediatamente mal por sus palabras aunque eso no justificaba que la llamara perra. Royse suspiró y se quedó unos cuantos segundos de pie antes de suspirar. Busco a algún sirviente encargado de la limpieza de habitaciones y le preguntó dónde era que se quedaría el isleño y aunque la mandaron de persona en persona para hacer exactamente la misma pregunta finalmente tuvo respuesta. La nueva alcoba de Theon estaba cercana a la de sus padres, suponía que como pupilo de Ned, era necesario que siempre estuviera cerca a ellos. Aun así había varias puertas de por medio que tuvo que tocar para darse cuenta que estaba frente a la incorrecta hasta que finalmente sus llamados fueron escuchados. Después de golpear con sus nudillos para llamar a la puerta y a punto de retirarse escucho pasos dentro y como pronto la gran madera se abría.
— ¿Ahora que quieres, niña? — Royse tuvo que respirar profundamente para mantenerse serena y no contestarle con rabia — ¿ahora estás muda? Deja de molestar
— ¡Yo quería disculparme! — exclamó antes de que Greyjoy le cerrara las puertas en las narices, eran pocas las veces que esas palabras salían de sus labios con genuino sentimiento, si se disculpaba con la Septa más veces de las que quisiera pero eran palabras que decía solo para complacerla y que a los cinco minutos olvidaba — Lo que dije fue... fue cruel e insensible, lo cierto es que tu y yo no somos exactamente diferentes.
Notó la ceja alzada de Theon, podía jurar que en cualquier momento otro insulto saldría de su boca con destino a ella y Royse nuevamente se obligaría a guardarse sus respuestas. Más al contrario las palabras que salieron de la boca del de cabellos castaños claros — No trates de hacerme sentir mejor, tienes cierta razón, mi madre está muerta y mi padre no se preocupa por mi
— Yo no tengo padres — fue la respuesta inmediata de la niña, soltando un suspiro antes de explicarse — Lord y Lady Stark no son mis padres, no los biológicos al menos. Lord Stark me encontró cuando apenas era una bebé apenas nacida y me acogió en su casa, no tengo idea de donde vengo o quienes me engendraron así que si hablamos de padres que no se preocupan creo que yo te gano.
Rieron a la par por unos segundos y solo fue eso lo que se escuchó por el pasillo, aun así fue el niño quien paró sus risas y la miró, sonriendo de lado — Pero ambos te quieren, te tratan como a su hija y se preocupan por ti, después de todo te presentan como un Stark
— Mi padre también se preocupa por ti, eres su pupilo y si no me crees mira todo esto, si no pensara en cuidarte y darte una buena vida ¿Por qué crees que te daría una alcoba tan cercana a sus propios aposentos en vez de mandarte con la servidumbre? — preguntó alzando una ceja
— Supongo que para asegurarse de que no escape o simplemente porque soy un Lord — la sonrisa que dio con la última frase hizo reír a Royse
— ¿No tiene hermanos, mi Lord? —pregunto en toda su inocencia, claro que como una niña no se le habló de la guerra a la que su padre había asistido.
El silencio nuevamente reinó en el pasillo y Royse supo que no debió preguntar aquello así que nuevamente se espero alguno insulto pero en respuesta el contrario se hizo a un lado y la invitó a pasar dentro de la habitación, algo dudosa la de oscuros cabellos lo hizo y aunque quiso evitarlo sus ojos se pasearon por toda la instancia de forma curiosa. Pudo ver un baúl abierto y lleno, seguramente lo que había podido traer de Pyke terminada la guerra.
— Tuve dos hermanos, Rodrik y Maron pero ambos murieron durante la rebelión de mi padres; también tengo una hermana, Yara aunque realmente ella parece más un niño que otra cosa. Soy el menor de todos — le contó dándole una sonrisa de lado, ocultando su tristeza de esa forma.
— Bueno, pero eres el mayor de todos aquí
La respuesta que la pequeña le dio hizo sonreír genuinamente al isleño, así empezando una extraña amistad entre ambos. No se podría decir que Theon y Royse se llevaban magníficamente, las discusiones entre ellos eran más frecuentes de lo que muchos quisieran. Se gritaban, empujaban y sacaban de quicio al otro, incluso solo por diversión porque ambos disfrutaban incomodando a los demás aunque si las discusiones eran serias alguien debía interponerse antes de que llegaran los golpes, usualmente Robb o Jon. Theon nunca perdía la oportunidad de desplazar a la castaña diciendo que "era una niña" y Royse no dejaba pasar las ocasiones para burlarse del isleño y vengarse. Su relación era una constante batalla que a veces llegaba a irritar a todos, en variadas ocasiones recibieron regaños tanto de Ned como de Catelyn, la mujer exigiéndoles que dejaran de actuar como salvajes y que se comportaran y por otro lado Ned, quien si les daba pequeñas llamadas de atención aunque en si, le divertía la forma en que ambos se llevaban.
Los años pasaron y los niños empezaron a crecer, los muchachos entrenaron con espadas de madera y ahora usaban unas de hierro para acostumbrarse al peso mientras Royse se quedaba en uno de los salones con Septa y la pequeña Sansa de 8 años y Arya, de 6. Ocasionalmente el pequeño Brandon salía al patio para observar a sus hermanos y dejaba en paz a su madre que hace no mucho había dado a luz a un nuevo Stark de nombre Rickon.
Aquel día Royse había decidido faltar a sus lecciones de bordado ya que había escuchado que sus dos hermanos junto al pupilo de su padre saldrían a cabalgar y por supuesto que ella no pensaba quedarse atrás. — Espérenme, voy con ustedes — detuvo a los tres chicos, acercándose mientras llevaba por las riendas a su caballo.
— Genial ¿Quién invitó o abrió la boca frente a Lady Stark? — pregunto Theon, rodando los ojos al ver llegar a la fémina — No puedes venir Royse, esto es una actividad para hombres ¿Y acaso no tienes lecciones con tu Septa? — pregunto burlón, pues sabía cuánto odiaba la menor la mención de sus deberes.
— Quéjate todo lo que quieras, Greyjoy, iré con ustedes o le diré a padre que me ignoraron hoy.
La presumida sonrisa de Royse hizo que el muchacho apretara los labios, mordiéndose la lengua cosa que les saco algunas sonrisas a los otros dos — Por mi esta bien, todo siempre es más divertido contigo — apoyo Robb, montando el lomo del equino.
— Si tu madre lo descubre va a regañarnos — Jon miró a su pequeña loba, demostrando con la mirada que no quería que eso pasara pues el siempre terminaba siendo el mas regañado y que llevaba toda la culpa
— No lo hará, yo me llevare toda la responsabilidad si lo descubre — respondió inmediatamente. Jon asintió dando a entender que estaba igualmente de acuerdo en que los acompañara. Emocionada se montó en su caballo y apenas logró hacerlo, azotó las riendas y apretó los muslos, pasando de largo a los tres chicos — ¡A que no me alcanzan! — grito entre risas mientras salía de la fortaleza.
Los hombres se miraron e igualmente salieron tras Royse, escuchándose las risas de los tres mientras los caballos avanzaban y dejaban escuchar sus galopes en el suelo. El corcel de Royse salto un tronco caído mientras seguía avanzando, al principio parecía algo normal y sin importancia pero supuso que algo andaba mal cuando sintió algo bajar por entre sus piernas sintiéndose mojado e incómodo.
Capítulo dos yeiii
Al igual que con Jon, planeo mostrar en varios planos la relación de Royse con los chicos, mas allá de la principal con Robb y para ello es necesario ir a mucho antes de la historia principal pero ya pronto llegare a esa parte, paciencia.
Dándome un momento de spam, les invito a pasar a mis otros dos fanfics, uno de Cedric Diggory (por si a alguien le gusta Harry Potter) y otro de Gilbert Blythe (para quienes conozcan y amen Anne with an E), ambos disponibles en mi perfil y pronto también espero estar publicación fanfics de Petver Pevensie, Alec Lightwood y Zach Dempsey.
Sin mas que decir me despido, no olviden de votar ⭐ y comentar 💬.
Les mando un beso impreso, adiós.
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