Pasaron tres meses donde la agencia de policía estaba más agetreada cada día más. Al parecer, la ciudad estaba siendo atacada más a menudo por aquel que suponían era un omega. C. G.

Claro, esto impidio que cualquier platica o charla con dos ciertos alfas se volviera más incomoda al punto de no hablarles o simplemente darles órdenes al aire sin esperar respuesta alguna. Eso le llevaba a YeonJun a tener secuelas de estrés y no dormir por días hasta formar un mapa en su habitación. Suspiro mirando el desastre petulante sobre sus paredes, papeles y libros tirados por todos lados.

Era un detective, y eso significaba a utilizar su cabeza más si era el caso del siglo. Anteriormente tuvo que salir con una pena o mejor dicho un arresto domiciliario ya que su nombre estaba escrito sobre el cristal del trono, el cual, no sabía el porqué aquel omega le tenía repudio o enojo.

Si bien, había ganado la mayoría de casos, no era razón para ganarse aquello. No de esa forma, mucho menos si eso le iba a involucrar en su propio labor.

Tomó de su café y empezó a recoger papeles y más papeles hasta que junto una carpeta amarilla de la cual salieron muchos papeles volando por todos lados. Se agachó y junto uno por uno, hasta encontrar una foto que al parecer no había analizado con detenimiento. Solo se mostraban cabellos de color castaño, pero era un castaño diferente a los demás pues este llevaba hebras color cobrizo.

Su mente hizo un mapa dentro de su cerebro, recogió y analizó las diferentes imágenes y las personas que había conocido.

Beomgyu.

No, el no podía ser, miró el mapa sobre la pared, pero, era casi imposible que aquel omega olor a lavanda dulce fuera alguien tan peligroso líder de una de las mafias más grandes del país y del mundo.

No era posible.

YeonJun tenía el plan de llegar temprano a su trabajo después de unas pequeñas vacaciones de primavera las cuales no disfruto completamente y el insomnio había sido la razón. Bostezo hasta llegar a la sala de recepción donde saludo a Lili una beta alta, amablemente le correspondió y fue hacia el elevador. Se recargo cerrando sus ojos y sólo relajandose con aquella música usual de la cabina, hasta que un sonido le hizo abrir los ojos, una mano estaba deteniendo el elevador por fuera.

YeonJun rápidamente ayudó a aquella persona y el elevador volvió a abrir sus puertas metálicas. Era Beomgyu, con una sonrisa linda como siempre y ropa la cual era típica de usarla, con el hecho de que ahora llevaba un sueter grande que cubría hasta sus rodillas, haciéndole ver más pequeño de lo común.

—YeonJun-ah.—Saludo el omega instalándose a su lado— Gracias...

YeonJun le miró y recordó todo lo que había pensado unos meses anteriores, no podía ser, el era como un ángel, ¿por qué tenía que ser así?. Era un detective y dudaba de cualquier cosa, a veces odiaba a su mente por hacerle creer de gente inocente.

—No te preocupes, me alegra haberte encontrado por aquí. ¿Vienes con... Taehyun?. —Pregunto y un olor hizo picar a su nariz, rasco la punta de esta y frunció un poco su ceño mirando al omega un poco inquieto.

—Sí, compraremos ropa para el bebé. —Soltó poniendo una mano sobre su vientre.

Al principio eso sonó como una charla normal, como si YeonJun ya lo supiera. Estaba tan dormido en su ensoñación que no se dio cuenta de lo grandes que sonaron aquellas palabras. El omega mayor le miró sorprendido abriendo su boca levemente. —T-tú... Taehyun...

Dijo tratando de no sonar como un tonto, pero era imposible, era impresionante más bien. —Sí, hace tres meses me enteré que estaba en cinta. —Sonrió el omega mostrando sus dulces mejillas hinchadas con un color carmesí.

—Dios. —Respondió vacío YeonJun. Recopiló algunas palabras mirando el suelo ahora y al final cuando el elevador abrió hacia el piso de Beomgyu le tomó del brazo antes de que saliera y dio un gran abrazo sin lastimarle. —Dios, felicidades, eres, Dios, no puedo creerlo. Felicidades a ambos.

Beomgyu asintió sonriendo y dando palamaditas en la espalda del omega mayor. Le soltó y Beomgyu hizo una pequeña reverencia. —Muchas gracias YeonJun Hyung.

El omega salió del elevador dejando a YeonJun con muchas más preguntas y obviamente el elevador estaba consumido de feromonas del omega en cinta, las cuales olían a leche tibia.

Él elevador por fin llegó a su piso, estaba aún confundido y sorprendido, estaba tan consumido en sus pensamientos que no se dio cuenta que chocó con dos personas. Su mente divago mareado y subió su vista topandose con al confundida de dos alfas.

—YeonJun Hyung, encontramos más información sobre C. G.

(ropa que vestía Beomgyu).