16.
🚨 Atención 🚨
🔞Escena altamente sexual🔞, si no es de tu agrado, no lo leas, evita dejar comentarios de hate please:)
Lisa se dirigía a la oficina de Jennie, estaba decidida a cortar toda relación o contacto con ella, lo hacía por su hijo, no quería que Irene la separara de él por serle infiel, eso sería lo peor que podría pasarle.
Sin previo aviso, Lisa entró a la oficina, no le importaron los gritos de la secretaria diciéndole que no debía pasar, ella solo abrió la puerta, encontrándose con una Jennie atenta a su computadora con sus lentes puestos.
- Sexy- Pensó Lisa al verla así.
- Lo siento señorita Jennie, le dije que no podía pasar pero ella entró sin permiso- Dijo la chica nerviosa.
- No te preocupes Nayeon, está bien, puedes irte- Dijo Jennie quitándose los lentes.
- Con permiso- Nayeon hizo una reverencia y se fue, dejando a ambas chicas solas.
- ¿Que haces aquí?, ¿Tan temprano necesitas de mí?- Jennie se acercó a Lisa con una sonrisa maliciosa, está trago en seco.
- N-No vengo a eso- Tartamudeo la tailandesa, dándose cuenta de que Jennie estaba demasiado cerca.
- ¿Entonces?, ¿A qué otra cosa podrías venir?- Se acercó aún más, comenzó a hacer círculos en el cuello de Lisa con su dedo.
- Vine porque quiero terminar con lo que sea que tenemos, no está bien- Tomó la muñeca de Jennie, impidiendo que siguiera haciendo caricias en su piel.
Jennie sintió como si mil cuchillos se clavaran en su corazón, ¿Lisa quería dejarla?.
- ¿Q-Que?- La confusión era evidente.
- Jennie, yo... No quería que esto se hiciera más grande pero el error lo cometimos las dos, asumo la responsabilidad- Habló.
Las palabras eran como balas para Jennie, quería llorar, gritar, patalear y golpear a esa perra que se apareció en la vida de Lisa, si ni fuera por ella, tal vez Lisa y Jennie estarían teniendo sexo hablando se un futuro juntas.
- Tú no puedes dejarme y pretender que nada pasó Lisa, ambas tuvimos sexo varias veces y eso jamás se borrará, tienes mi sabor en tus labios, mi olor en tu piel, mis besos marcados en tu cuerpo, jamás podrás borrarme tan fácil- Sonrió victoriosa, eso nadie podía negarlo, ni siquiera Lisa.
- Jennie, quiero terminar bien contigo, no quiero pelear y mucho menos ser tu enemiga- La voz de Lisa sonaba sincera.
- Es por tu esposa y tú hijo ¿Verdad?- Preguntó Jennie recargándose en su escritorio.
- ¿Q-Que?, ¿Cómo sabes...- Jennie la interrumpió poniendo su dedo índice en los carnosos labios de la tailandesa.
- Shhh- Silenció- Yo se muchas cosas Lisa. Pero... ¿A qué le tienes miedo?, ¿A qué te atrapen?, No te preocupes, seré cautelosa- Se acercó peligrosamente a Lisa- Prometo que no dejaré marca de mi amor- Susurró en el cuello de la más alta- Prometo no dejar mi olor en ti, es más, prometo no quitarte más de veinte minutos de tu tiempo- Susurró en su oído, cosa que a Lisa le éxito.
- J-Jennie, esto no está bien...- Lisa gimió al sentir la pierna de Jennie rozar su miembro.
- Al parecer este amiguito me extraña- Acarició con su mano el miembro ahora levantado de Lisa.
Jennie sabía cómo provocar a Lisa, sus encantos jamás fallaban y estaba segura de que Lisa caería. Y como si de una bruja se tratase, Lisa cayó en las manos de esa diabla disfrazada de ángel.
¡Al carajo!.
Lisa no se pudo resistir a ese pequeño cuerpo frente a ella, simplemente lo tomó entre sus manos y lo estrujó, Jennie era tan ligera como una pluma.
- Hazme tuya Lalisa, soy toda tuya- Murmuró la chica de ojos felinos, fundiéndose en un apasionado beso con Lisa.
Para la tailandesa, oír esa palabras fue la mejor cosa que le pudo pasar en la vida, Jennie era como una diosa con mente de demonio, esa perversión de escondía detrás de esa cara inocente y ojos tiernos.
El calor se hizo presente, ambas se frotaban, sentían el cuerpo de la otra más caliente que nunca, era hora de asumir las consecuencias.
Y Lisa quitó desesperadamente el vestido negro que Jennie llevaba, bajando el cierre rápidamente sin separarse del beso intenso.
Sus lenguas hicieron contacto, bailando al compás de la otra, entrelazándolas y probándose mutuamente.
Con su grandes manos, Lisa estrujó los pechos de Jennie por encima del sujetador negro de encaje, podían notarse unos pequeños montículos, eran los pezones erectos de Jennie debido a la excitación.
Lisa no tardó en atender las necesidades de su amante, quitando el sujetador y llevando a su boca un pezón color carmesí, chupándolo y succionándolo un poco, dejando marca y diciendo que era de ella y de nadie más.
Jennie apoyó sus manos en el escritorio, apretaba las orillas de este debido al placer que Lisa le hacía sentir al chupar de esa manera sus pezones.
Lisa sentía que su miembro estaba cada vez más duro, necesitaba hacer algo o sino se vendría más rápido de lo que debería.
Al parecer Jennie leyó los pensamientos de la más alta y se bajó hasta quedar a la altura del amiguito de su amante.
- Aún me necesita este pequeño amigo- Comenzó a desabrochar el pantalón de la tailandesa, lo bajó y está quedó en boxer, su bulto era evidente.
Jennie sonrió con malicia, tomó de los hombros a Lisa y la obligó a sentarse en una silla, está lo hizo gustosa.
Entonces Jennie se puso de rodillas y comenzó a chupar el gran miembro de Lisa, lamió la punta rojiza, después lo metió por completo en su boca.
La más alta echó su cabeza hacia atrás, Jennie era una diosa en el sexo oral.
Sentía que se vendría pronto, la boca de Jennie era increíble.
Jennie miraba el gran miembro con admiración, de el sobresalían algunas venas y el pre-semen estaba presente en su boca, era una sensación exitante.
Jennie tomó el pene de Lisa y lo masturbó, jalándolo, consiguiendo una mueca de satisfacción por parte de la más alta, se sentía en el cielo.
Jennie llevó uno de sus dedos a si clítoris, este palpitaba, pidiendo ser atendido, empezó masajeandolo y jacidno movimientos circulares, los fluidos eran más que evidentes.
Lisa notó lo que que Jennie hacía mientras aún seguía masturbandola, la imagen era sexy y pervertida pero no podía permitir que si amante se estaba dando amor sola, quería darle placer ella, así que palmeó sus muslos, indicándole a Jennie que se subiera ahí, ella gustosa lo hizo.
Había poco espacio en esa silla giratoria pero poco importaba, la pasión las cegaba por completo.
- No grites demasiado o nos pueden oír- Murmuró Lisa en el cuello de Jennie, dejando besos húmedos que seguramente dejarían marca.
Lisa tomó su miembro y lo metió despacio a la cavidad de Jennie.
- Ahh~ Gimió Jennie al sentir toda la extensión de la pelinegra dentro de ella.
Siempre se sentía como la primera vez, Lisa la hacía sentir en el cielo. Se aferró a los hombros de la tailandesa, está empezó a embestirla con fuerza, los pechos perfectos de Jennie subían y bajaban, chocando en el rostro de Liss, quién gustosa los recibía y colocaba su boca en los pezones, succionándolos con lujuria.
El sonido de sus pieles chocando se hicieron más presentes cada vez, Jennie montaba a Lisa cegada por el placer, el miembro de Lisa alcanzaba su punto G, haciéndola gemir con fuerza, a este punto, poco importaba que las escucharan.
Lo estaban haciendo en su oficina y eso era jodidamente exitante, el saber que las podrían descubrir les daba la excitación necesaria.
- Ahh, más... Lisa... Más- Gemía Jennie aferrándose a los hombros de Lisa, clavó sus uñas en su piel, causando un ardor que prendió más a la bestia que Lisa llevaba dentro.
Y Lisa tomó a Jennie de los glúteos, apretándolos fuertemente, cegada por el placer, soltó una nalgada que dejó la piel blanquecina de Jennie rojiza y caliente.
- ¡Carajo!... Ahhh, cógeme Lisa, follame, pégame- Decía Jennie aún cabalgando a Lisa, cerró los ojos de lo caliente que estaba.
Y Lisa siguió nalgueando a su amante, hasta que su mano ardió.
Jennie se retorció alrededor del miembro de Lisa, pues estaba a punto de llegar, sentía que sus paredes apretaban al amiguito de Lisa cada vez más, cosa que hizo gemir a su contraria.
El sudor en la espalda de Jennie era evidente, Lisa deslizó sus manos por la curva que se formaba y se maravilló al sentír la piel tan suave de la chica de ojos felinos.
Sintió el dolor de su bajo vientre, esto indicaba que un orgasmo estaba cerca y así fue, si semilla se plantó dentro de Jennie, esparciendo todo su semen en el interior de Jennie, quien segundos después, llenó a Lisa con sus jugos femeninos, haciéndola sonreír.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro