Wanda sonrió mientras sacaba las galletas del horno. Había pasado una semana desde que Luke se fue al campamento, y hoy por fin regresaba. No venía solo; la pequeña Annabeth lo acompañaba.

La emoción de volver a ver a su hijo era abrumadora, pero también sentía nervios por conocer a la hermana del alma de Luke. ¿Cómo sería Annabeth? Según Hades, los hijos de Athena eran calculadores y desconfiados. Wanda se preguntaba si la pequeña la aceptaría.

El aroma de las galletas llenó la cocina mientras Wanda pensaba en la nueva dinámica que se formaría en su hogar. ¿Cómo sería tener a Annabeth como parte de la familia? Solo el tiempo lo diría. Mientras tanto, las galletas doradas y crujientes esperaban para ser compartidas en este nuevo capítulo de sus vidas.

Sonrió orgullosa al ver las galletas sobre la mesa, pero un suspiro se escapó de sus labios mientras su mente hiba sobre alguien que se ganó su corazón, Hades, desde hace dos días no lo veía, cosas del Inframundo, le había dicho, pero ella no podía evitar preocuparse por el.

Tenía en mente como eran las cosas de Dioses, Hades a pesar de ser el Dios del inframundo y prácticamente hacer lo que quiera, había leyes y reglas que había que cumplir por decreto del Rey del Olimpo.

Pero ella no estaba molesta con el, Hades se quedo con ella todas las noches y salían a caminar por el parque por las noches, menos gente y más tranquilidad.

Un ladrido hizo que saliera de sus pensamientos, sus ojos verdes se toparon con los ojos bicolor del canino qué la miraba fijamente como esperando algo.

—¿Quieres una galleta? — preguntó Wanda mirando a Devon el cuál soltó otro ladrido, como diciendo que si.

La Maximoff solo sonrió, para ir a una de los estantes de la cocina, donde saco una caja de galletas para perros, sacó una galleta, para después guardar de nuevo la caja.

— Toma lindo amigo — dijo mientras le daba el "dulce" al can.

La puerta del departamento fue abierta, y dos voces conocidas se escuchan por todo el salón, cosa que hizo sonreír a la pelirroja, la cual salió de la cocina para ser embestida por una cabellera de color rubio.

—¡Tía Wanda! — la voz de Percy sonó muy emocionada y energética, mientras abrazaba las piernas de la pelirroja.

—¡Mi pequeña océano! — dijo Wanda con cariño, para tomar entre brazos al pequeño niño de ocho años y después llenar el rostro del infante con besos.

Sally miraba aquello con una sonrisa cálida y divertida, las risas de su hijo llenaban de alegría su corazón y ver como Wanda era tan buena y dulce con su hijo, hacia que todo estuviera bien.

—¿Ya sabes a que hora vienen? — preguntó Sally mientras tomaba en brazos a Devon el cuál había exijido su atención.

Los ojos verdes de la pelirroja miraron los ojos azules de la castaña.

—En una o dos horas — dijo, pero en sus ojos le daba otra respuesta "si es que los moustros no sean un impedimento", eso trasmitian y la Jackson lo entendió.

—Ya quiero ver a Luke de nuevo — dolor Percy mientras hacía un lindo puchero con sus labios, mientras miraba a las dos mujeres.

— Estamos igual que tu, Percy — dijo Sally dándole una sonrisa a su hijo.

—No te olvides que Luke viene con su pequeña hermana — recordó Wanda mientras baja a Percy.

— No lo olvido — dijo el pequeño — Estoy emocionado por conocer a alguien de mi edad — fue lo que dijo, para ir a jugar con Devon, que ladro feliz al verlo.

Las dos mujeres solo negaron con la cabeza mientras tenían una sonrisa, para después irse a la cosina y seguir preparando cosas, para Luke y Annabeth.

Luke Alexander Maximoff - Castellan, ese es su nuevo nombre, su nueva oportunidad, su nuevo legado, hoy era el día en que volvería a los brazos de su madre, pero esta vez no lo haría solo, Annabeth su pequeña hermana iría con el.

Intentó no rodear los ojos ante las palabras de Quirón, el lo respetaba, claro que si, pero ahora hacia todo lo posible por no ser grosero con el centauro.

—¿Me podías explicar por que te quieres  ir de campamento y volver solo en las vacaciones de verano? — preguntó el entrenador de Héroes.

—Por que fui adoptado — respondió como si nada, tratando de no recordar aquel día.

El Señor D, lo miró fijamente mientras tomaba su lata de coca cola, Luke también lo vio no dejándose con el Dios que es su "Tío".

—¿Y tu madre? — pregunto el Dios sin dejar de verlo fijamente, Quirón miro mal a Diniosito por su pregunta que sonó muy grosera.

Luke lo seguía viendo fijamente, se acomodo en su asiento, por dentro estaba incómodo y quería llorar, pero no lo hizo.

—Muerta, se corto la garganta enfrente mio — soltó de lo más normal posible, que si voz tenía un pequeño ligero temblor.

Los dos hombres se quedaron mudos ante eso, se miraron en tres ellos sin saber que decir ante eso, el ambiente se volvió tenso, y el silencio incómodo.

—¿Ya me puedo ir?, tengo que ir por Annabeth — preguntó el hijo de Wanda mientras se colocaba de pie.

— Si, ya te puedes ir — dijo Señor D, aun sin salir del shock.

Quirón aun estaba sorprendido, nadie, nadie de los campistas le había dicho algo como eso, muchas veces los padres mortales morían por culpa de los moustros o por los celos de otras Diosas (Hera), hacia los amantes mortales de sus esposos.

—¿Quien fue quien te adoptó? — preguntó antes que el joven saliera por la puerta.

Los ojos castaños oscuros de Luke brillaron con diversión, algo típico en los hijos de Hermes, pero había algo diferente en esos ojos.

— Mi madre es aquella que esta creando un disturbio entre los Dioses — fue lo único que dijo para irse sin más.

No puedo evitar soltar una pequeña risa, seguramente la cara de ellos dos era digno de recordar por muchos años, sin perder el tiempo camino hacia su cabaña donde tomaría su mochila, para después ir por Annabeth y al fin irse.

Podía sentir las miradas en su persona, pero el simplemente los ignoraba con la cabeza en alto, todos antes pensaban que el estaba muerto por haber desaparecido, para después volver como si nada y con una cicatriz en su trostro, la única respuesta que dio fue, "Mi padre me mando a una misión que ya fue ejecutada, casi muero, pero me salvaron", y sin más se fue con Annabeth a hablar.

Hablando de Annabeth, ella se encontraba en su cabaña, rodeada de sus hermanas y Hermanos que la miraban, pero ella no les hacía caso.

Leía un libro mientras esperaba que Luke viniera por ella, a su lado estaba su mochila donde estaba toda la ropa que tenía y unos cuantos libros más, sus pequeñas piernas se movían mientras leía.

Era una forma muy adorable de ocultar su nerviosismo, no podía evitarlo, quería conocer con todo su ser la nueva mamá de Luke, y en su corazón deseaba que también fuera su mamá, y saber que se sentía el calor de una mamá.

—Annie — le llama una de sus hermanas mayores.

—Si? — preguntó sin levantar la mirada de su libro.

—¿Estas segura de ir con Luke? — preguntó Alex otro de sus hermanos mayores, su tono era preocupado.

Annabeth levantó la mirada de su libro, sus ojos grises para mirarlo, soltó un suspiró y cerró el libro con suavidad.

— No lo sé, Alex. Pero quiero intentarlo. Luke merece tener una familia completa, y si ella es parte de eso, entonces yo también quiero conocerla — dijo con esa sabiduría digna de una hija de Athena.

Justo en ese momento, la puerta de la cabaña se abrió, y Luke apareció con una sonrisa.

—¡Annie! ¿Lista para conocer a mi mamá?— pregunto emocionado y con una sonrisa.

Annabeth asintió, sintiendo mariposas en el estómago. Se levantó, ajustó su mochila y siguió a Luke hacia su nueva vida.

1336 palabras

¡YA VOLVÍ!!!!!!!!

¿Espero y les guste?

Así se ve Annabeth con nueve años

Luke de dieciséis o era ¿diecisiete?

Nos vemos luego