恐れ⒍
Ojos en blanco y mente en negro no percataron a quien venía a su rescate.
—SUÉLTENLO.—Sunghoon grito furioso con voz de mando.
No hubo tiempo para decir más, con esa única palabra los alfas del lugar quedaron en completa sumisión. Incluso Niki que venía detrás de Sunghoon sintió a su lobo temblar.
Se repartían golpeas a todas direcciones.
Cuerpos inertes caían al compás de la danza de los puños de dos alfas que buscaban con desesperación la fuente de aquel fuerte olor a fresa.
—¡Malditos hijos de puta! Se metieron con el equivocado. —gritó un Sunghoon aún furioso.
Sunghoon y Niki pateaban y apuñalaban a quien fuera que estuviera en el camino.
Sunghoon de alguna manera sabía que a Jake no le disgustaba por completo su presencia pues siempre procuraba estar donde Sunghoon lo pudiera ver y en lugares recurrentes por ambos, pero ese día en particular no se encontraba por ningún lado.
Y vaya maratón realizaron ambos alfas, cuando uno desesperado buscaba por su pequeño amigo omega y el otro sentía que su mundo se derrumbaba, su instinto le decía, su lobo lo presentía, algo muy malo está por pasar.
En su paranoia escucho un llamado.
"AUXILIO, ALFA"
"Mi omega."
El lobo de Sunghoon sintió una angustia que jamás había sentido, la preocupación era poco comparada con lo que estaba sietiendo en ese momento.
El llamado de su omega asustando era todo lo que su mente reproducía. Corrió con todo el esfuerzo de su cuerpo, solo él y su lobo sabían cómo llegarían hasta ese lugar.
Sunghoon avanzaba más que destrozado entre la lucha, su corazón latía tratando de sobrevivir de alguna manera con aquel sentimiento de dolor que afligía su ser al por fin ver a su pequeño tan roto e indefenso.
Se juró matar a quien tuviera que matar.
Pero la prioridad era atender al omega.
Se acercó a paso apresurado pero titubeante, la imagen que sus pupilas mostraban lo harían llorar en cualquier momento.
—Yuni, aquí estoy.—tomo un respiro. —todo estará bien.
El pequeño cuerpo contraído y frío del omega no podía mover ningún músculo, solo podía temblar sin voluntad.
De la boca del pequeño salió un quejido y palabras que hicieron vacilar al alfa.
—Estoy cansado... me rindo.
Jake sentía a su lobo llorar desgarradoramente y un ardor intenso sobre su cuello que lo sofocaba.
—Jaeyun, no.—Sunghoon soltó las lágrimas—No, vamos a salir de aquí, ¿si? ¿No quieres comer mochis de fresa conmigo? Te puedo comprar los que desees, iremos a ese lindo parque, podemos adoptar a un lindo cachorrito como querías, solo... no me dejes.
Niki, que miraba la escena desde un lado, cuidando que ningún criminal escapara quería correr y soltar lágrimas en algún otro lado.
De Jake salió una débil sonrisa, juntando las fuerzas que le quedaban. —Que triste, creo que nací para ser infeliz.
—Lindo, aún no se acaba, tienes, tenemos mucho por delante. —Sunghoon tembloroso sostenía al Jake entre sus brazos, bañando un tercio de la cara de pequeño con gotas de agua salada.
—No te entristezcas por que moriré, no tengo miedo de morir. Partes de mí mueren todo el tiempo.
—Amor, soy egoísta, tú no tienes miedo, pero yo si, tengo miedo... a estar sin ti.
Después de tanto, de alguna manera siempre supo que su "amor" se encontraba rondando por el planeta en algún lado, pero si este desaparecía por completo, sería una pesadilla.
El cansancio y dolor se apoderó de los párpados del omega, Sunghoon intentaba mantenerlo despierto. No obstante, sentía un vacío crecer dentro de su alma, que hizo gritar a su lobo desde la lejanía.
La gran mordida que reveló el cuello de Jake cuando intento cargarlo para sacarlo de ese humillante sitio, le cayó como agua hirviendo.
Ahora todo tenía sentido, el dolor que sentía y la gradual desaparición que estaba teniendo con su lobo se debí a esto.
Tembloroso y sin saber qué hacer, miro la mordida con repulsión.
Notando que se tornaba verdosa creando telarañas que viajaban del hombro a la cara del omega.
La respiración de Jake se estaba apagando.
—Oh Dios— Niki, que entendió a grandes rasgos que Jake y su lobo rechazaban el lazo forzado; y que podrían morir, solo exclamó.
Sunghoon tuvo que suprimir con toda la fuerza de voluntad que le quedaba en el cerebro las ganas de asesinar a los ya "casi muertos" cuerpos en el piso.
Pero, si llegaba a matar "involuntariamente" al creador de tal salvajismo era obvio que su Yunie moriría al morir "su alfa".
—Llama a un ambulancia. —Sunghoon dijo alterado, sacando a Niki de un trance. —¡RAPIDO!
Niki saco su telefono de inmediato, tecleando sin parar.
Sunghoon saco su camiseta y vistió a Jake.
La conexión que siempre los enlazo y que ignoraron por años, se desvanecía paulatinamente.
Pero de alguna manera lo sabia, sentía que Jake fue y siempre será especial, también sabia que él lo era para el omega, aunque se negaba a aceptarlo. No se trataba de lo que las noticias decía que pasaba cuando se encontraba a tu "compañero", pero ambos sentía un inmensurable cariño por el otro.
"¿Porqué? ¿Porque está pasando esto? No entiendo, ¿Que mas quiere la vida de mi?
Daré todo, pero no a mi Jakey"
Pedazos por pedazos tendrían que reconstruirse.
Aunque Sunghoon no duró mucho tiempo con su desconsolado corazón porque Jake empezó a convulsionar alertando por completo a los dos alfas.
Los temblores violentos, el sudor y el cuerpo ardiendo en calentura pusieron a Niki y Sunghoon en un caos mental, sosteniendo sus brazos y piernas para evitar que se hiciera daño.
Sunghoon lloraba silenciosamente orando por su pequeño omega y Niki miraba todo completamente perdido, sinceramente no sabia cómo todo había llegado hasta este punto.
Cuando por fin el cuerpo de Jake se calmó, ambos alfas suspiraron en alivio que pronto se convirtió en terror.
Jaeyun lentamente caía, el pulso en sus venas se desvanecía poco a poco. Haciéndose notorio que rechazó la marca.
Forzarlo a romper el "enlace" que tenía con Sunghoon, marcarlo en contra de su voluntad y que su lobo no aceptará el enlace fue demasiado para el pobre y de por si destrozado omega.
Sunghoon jamás había experimentado tanto dolor.
Pero en ese momento no importo algo que no fuera su omega, asi que tomo la decisión de su vida.
Sostuvo el escualido cuerpo de Jake con suma delicadeza, soportando todo el peso con sus fuertes brazos y con todo el amor de su corazón mordió su cuello.
Importándole poco la cicatriz que se alzaba por debajo de su propia mordedura, se mantuvo allí, traspasando feromonas al cuerpo de Jake, para impregnarlo, y esperar lo mejor, que respondiera a su amor.
Jake empezó a convulsionar de nuevo, Niki que observaba todo temblaba de miedo, eso era mucho para un frágil omega.
Pronto, Jake se calmo, Sunghoon apresuradamente reviso su pulso dejando salir todo el aire comprimido en su sistema con alivio.
Su Yunie ya se encontraba estable, aunque muy cansado.
Las sirenas de las ambulancia se escuchaban cerca. Sunghoon abrazo al cuerpo inconsciente de Jake con fuerza, soñó como sería de mágico el momento cuando por fin mordiera a Jaeyun para pasar el resto de sus vidas juntos, pero nunca llego a imaginar que seria en este desastre.
La blanca e iluminada habitación con olor a desinfectantes y alcohol se sentía tenebrosa, contrastaba con el pequeño cuerpo tendido en la blanca cama que respiraba tranquilamente.
Pequeños movimientos producían sus pestañas, lentamente levantando los párpados para así volver a caer en oscuridad, la luz del ventanal enfrente estaba calando las retinas del pequeño omega que luchaba por distinguir al menos donde se encontraba.
Una vez que estuvo lo suficientemente consiente noto una mano aferrarse a la suya. Su madre yacía acostada en una pequeña silla junto a él. Que gracias a los movimientos de Jake, se levanto alterada, con cara cubierta de lagrimas secas y ojos hinchados.
"¿Mamá? ¿Porqué lloras?"
Pronto el traumático episodio regresó a la memoria del pequeño.
Sintió un escalofrío recorrer su piel, empezó a temblar, soltándose de la mano de su madre que lo miraba en pánico. Jake empezó a hiperventilar, los médicos pronto entraron a tratar de canalizarlo.
Después del episodio violento de pánico de su hijo, que, Darim tuvo que presenciar con dolor y culpabilidad en su corazón, el ambiente se tranquilizó.
Jake recostado, observaba el techo con una mirada vacía, lentamente llevo una mano a su cuello sintiendo el vendaje que estaba alrededor.
Darim no podía hablar, no tenía palabras, solo lo observaba culpándose a sí misma.
Un sonido estruendoso los hizo voltear hacia la puerta, Sunghoon que venía corriendo y totalmente agitado entro a la habitación a paso veloz, sus padres venían detrás de él.
Este que, minutos atrás había ido a su hogar después de no descansar ni despegarse de Jake en ningún momento, a tomar una ducha por "petición" obligatoria de sus padres.
—Jakey, ¿cómo estás? ¿te duele algo? ¿cuando despertaste? ¿quieres comer? ¿te traigo algo? —entro rápido tomando la mano de Jake, exaltándolo por el toque repentino.
En el corazón del omega existía un gran conflicto, quería a Sunghoon cerca, pero le asustaba las feromonas del alfa.
—Suelta-ta... me.—removió su mano del contacto, su respiración se volvió errática de nueva cuenta alterando a los presentes.
—Jake respira, tranquilo.—Darim y Sunghoon intentaron tranquilizarlo.
—¡No! No quiero, suéltenme, no quiero.
¡Deténganse!
Se sentía agobiado, con miedo, desesperado, atrapado en el terror, le dolía el pecho, le temblaba el cuerpo, la respiración le faltaba, estaba en una verdadera ansiedad, el pánico cubría toda su alma.
Los presentes trabajan en contener a Jake, de nuevo, para evitar que se hiciera daño y este que sentía los toques de otras personas se alteraba más, no ayudando a mejorar la situación.
Era bastante peligroso que el pequeño omega estuviera en constantes altas y bajas mentales, a regañadientes sacaron a Sunghoon de la habitación junto a otro puño más de personas.
El doctor les había recomendado que por salud mental y por ende física del paciente evitaran que tuviera en contacto con alfas temporalmente.
Doctores, enfermeros, psicólogos no había ningún alfa entre ellos, debido a las reacciones violentas que Jake tenía al oler sus feromonas.
Pero, ¿y Sunghoon y Darim? Bueno, solo quedaba esperar.
Mientras Jake dormía sedado dentro de la habitación , Niki, Sunoo y dos policías llegaron al lugar, no se les permitió la entrada al cuarto de Jake, pero aprovecharon el momento para avanzar con la investigación.
Sunghoon y la madre de Jake se habían encargado de llevar a los sucios alfas a la autoridades, debido a la ausencia de la víctima, Sunghoon, Niki y Sunoo se encargaron de responder a las preguntas de los policías.
Los padres de Sunghoon pidieron explicaciones a los policías, estos les mencionaron todo lo que sabían, lo que el omega tuvo que sufrir en la escuela.
Todo aquel que escuchaba el listado de atrocidades mencionadas sostenía la respiración con las manos empuñadas, ahogados en rabia y culpa, y eso era solo lo que se descubrió en un transcurso corto de tiempo.
Darim estaba destrozada, Jimin y Yoongi solo podían dar pequeñas palmadas en su espalda.
—Es un alivio que no le hicieran algo más, si no él chico estaría embarazado en este momento.
—Oh por Dios.
—Malditos.
—Los mataré.
Las exclamaciones eran presentes y expresadas con furia.
—Pero tenemos que tomar en cuenta que los alfas también son víctimas. —comentó un policía tomando nota e ignorando las caras desfiguradas de los demás.
—¿Qué? —contestó Yoongi en confusión.
—Claro, literalmente ellos también son víctimas, no fue su culpa reaccionar ante el celo del omega.
—No, no, no, creo que el cerebro no les funciona correctamente. Lo qué pasó es que esos imbeciles abusaron de alguien que claramente era más vulnerable que ellos. Cometieron un delito, ni en un millón de años pueden ser las malditas víctimas.—Sunghoon habló levantando más la voz con forme pronunciaba las palabras.
"¿Qué rayos tienen en la cabeza estas personas?"
—Escuchen, si tomarán este delito como una denuncia de agresión sexual o de cualquier tipo relacionado, no les funcionará. La corte ama a los alfas y no hay manera de comprobar quién entró en celo primero.—contestó el otro, notando el ambiente tenso.
"Maldita sea, sociedad de mierda."
Los policías se marcharon del lugar, dejando a los presentes envueltos en incertidumbre y enojo.
Días después, una vez que Jake por fin se estabilizará, dejaron pasar a Sunghoon, pensando que ayudaría al omega por ser su enlazado.
Sunghoon entró despacio dejando pasar los minutos por cada paso que daba, permitiéndole a Jake acostumbrarse al olor.
—Tu olor me calma, no siento miedo y mi lobo está contento por verte. ¿Porqué?—pregunto Jake mirando por la ventana de la habitación.
Sunghoon dejó salir un gran respiro y habló.
—Jake, escucha, lamento lo que te diré, nunca quise que las cosas resultaran de esta manera, pero tú y yo estamos... enlazados, te marque.
Jake soltó un par de lágrima sentándose en la cama viendo fijamente a la ventana. Lo pudo intuir cuando sintió la presencia de Sunghoon, pero no quería aceptarlo. No quería aceptar el hecho que Sunghoon lo hizo solo porque era la única opción, aunque por dentro estaba contento por no estar enlazado con aquel vándalo.
—¿Nunca quisiste que las cosa resultaran así? Enlazarte a mi, lo sé, yo tampoco, nunca quise que alguien me eligieran por lastima o por la situación.—Sunghoon iba a hablar pero fue callado por Jake.—quería elegir a alguien porque me interesara, porque me gustara, porque me hiciera sentir bien, porque lo amaría, quería elegir, yo lo quería hacer.
Sunghoon, miraba a Jake con lágrimas en sus ojos, se sentía mal por tener que obligarlo y por los malentendido, pero no quería perderlo, no de nuevo.
—Lo siento.—él de verdad quería que la marca fuera un querer mutuo.
—¿Está tan mal querer ser yo? ¿querer ser feliz? ¿está mal no poder seguir el camino que yo quiero? ¿está mal desear un poco de amor? Porque si sí está mal, juro no volver a querer nada de eso, juro que seré alguien mejor. —Pregunto Jaeyun con calma.
Sunghoon lloraba a cantaros, escuchando la voz apagada de Jake, sintiendo el dolor del omega en su corazón gracias al lazo.
Jaeyun lo observo por un momento.—No llores, un millón de lagrimas no van a resolver los problemas, lo sé porque las llore.—dijo Jake con voz monótona.
Ya no estaba triste si no vacío.
—Jake, yo cuidaré de ti, seremos-
—Solo déjame dormir, por favor.
Se acomodó en la cama, cerrando los ojos y dándole la espalda. Sunghoon se quedó allí, observándolo, dejando salir lágrimas silenciosas.
Jake se sentía horrendo, jamás quiso obligar a Sunghoon a estar con él, se sentía mal por el alfa, tener que estar con alguien tan patético como él, si terminaba arruinando la vida de Sunghoon preferiría morir.
—Jake, puedo sentir tu dolor, no pienses en nada más que en ti, se egoísta y busca tu felicidad, yo quiero tu felicidad. Busquémosla juntos.
—¿Y la tuya?
—Ya la encontré.—camino a pequeños pasos llegando junto al borde de la cama de Jake.— ¿Así que me podrías hacer ese favor? ¿Me puedes dejar ayudarte?
"Que gran gesto de amor, pedirme permiso para ayudarme"
Jake volteó lentamente. —Ojalá estar conmigo no te dañe.
Sunghoon sonrió tiernamente. —No lo hará pequeño, estarás bien.
La poca calma de Jake empezaba a faltar, pronto se jalaría el cabello y gritaría de frustración si seguía escuchando las palabras del alfa.
—No lo entiendes Sunghoon, no quiero que me hagas bien, quiero que nos hagamos bien.
Jake no quería depender de alguien, ni ser el único recibiendo en la relación, quería que su pareja siempre se sintiera amado si el también se sentía así.
Sunghoon sonrío comprendiendo que Jake siempre ha sido amable, incluso dentro de esa armadura gruesa.
—Yuni, siempre serás suave y dulce.
El correr del tiempo no se hizo menospreciar, mientras Jake se recuperaba, Sunghoon estaba a su lado aunque era inevitable que el omega no sufriera los remanentes de tal trauma, por lo que los ataques de pánico eran aún una pesadilla no tan recurrente, pero su enlazado siempre esperaba por él.
Heeseung, Niki y Sunoo pasaban a visitarlo, Darim y Sunghoon lo cuidaban muy bien, más sin embargo quien había tomado el control, la responsabilidad y cuidado del pequeño omega era Jimin, el padre omega de Sunghoon.
Los cambios eran inevitables, Darim, que había renunciado para pasar todo su tiempo con su hijo sufrió las consecuencias de sus actos, pues su pequeño ya no añoraba con desesperación el cariño de su madre, solo quería recuperarse mentalmente.
Aún así estaban tratando de recuperar la relación madre e hijo.
Sunghoon, que se esforzaba por estar con Jake en todo momento, vio una mejora en el carácter del omega y su relación. Se notaba que Jake se sentía más a gusto con tenerlo a su lado, hablaba más con él y le expresaba sus disgustos y malestares.
También conversaban de cosas triviales, ninguno de los dos quería saber cómo lo habían pasado antes de volverse a ver, porque claramente afectaría a Jake y no querían eso, pero hablaban de sus gustos, intereses y personalidades.
Sunghoon caminaba por el hospital sin saber qué hacer y en aburrimiento, su Jakey estaba em la cita semanal del psicólogo.
Navego por los pasillos por un rato, después de minutos decidió salir a tomar aire, divagando dentro de su mente, suspiro sonriendo pues sentía que Jake estaba mejorando y eso lo hacía feliz.
Llegó a un pequeño jardín fuera del hospital, se sentó en una banca a perder el tiempo en el teléfono, pero un maullido hizo que volteara la vista.
Un gato se acerco a él. Le hablo en un tono dulce y trato de tocarlo.
—Te morderá, tienes que ser gentil. —Jake le dijo antes de que lo tocara.
—Ah, si, perdón. —sacó su mano. Observando cómo el omega caminaba hacia él.
Jake le acercó lentamente un paquete de comida para gato que tenía en la mano.
Sunghoon asintió, alimento al gato despacio, mirando a Jake que estaba sentado en el piso junto al gatito.
—Oh, se lo está comiendo, debe de tener hambre.—dijo Sunghoon atento al gatito.
—Gracias.
La pequeña palabra que soltó Jake en un susurro lo hizo vacilar. —¿Porqué?
—Por existir.
Sunghoon abrió la boca en sorpresa, se sentó en el piso junto a Jake, se acercó lentamente tratando de no asustarlo y lo abrazó cálidamente.
—No, gracias a ti, gracias por estar, gracias por seguir dando lo mejor y no rendirte, a pesar de todo.
Jake se dejó derretir por el abrazo, amando cada segundo del contacto de sus cuerpos, las palabras de Sunghoon se sentían tranquilizantes, era una sensación tan cálida que no sentía desde que era pequeño.
—Tu aroma me calma, sé que dejas feromonas en mi almohada todas las mañanas, tú fuiste quien me llevó esos libros y me compraste ese peluche, me traes mis bocadillos favoritos y me consuelas cuando lo necesito, siento que mi gratitud no alcanza para corresponder todo lo que haces por mi. Aún así te doy las gracias. Puedo avanzar porque estas conmigo.
"Espero que algún día seas muy feliz con tú destinado, te mereces lo mejor."
—Me gusta hacer todo eso y me hace feliz saber que te gusta. —Sunghoon le dio una cálida sonrisa.
—Me gusta, esos detalles me gustan.
Jake sabía que algún día tendría que desaparecer de la vista de Sunghoon, cuando su destinado aparezca y el tenga que dejar de ser un estorbo. Ambos tenían una conexión inexplicable, pero sabían que definitivamente no eran destinados.
Tendrá que decir adiós y gracias, aceptarlo y resignarse.
"Vaya, su futura pareja es una persona suertuda, Sunghoon es un buen amigo y un buen compañero."
Tengan lindo día, hasta el próximo viernes.💕
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