01
—Hola bonito, al fin te encuentro— dijo sentándose en las piernas del pelirrubio manteniendo una sonrisa.
—¿Bromeas? Dios... Min Soobin, eres tan cínico, lárgate...
—Hey, no me trates así, no he hecho nada malo.
—¿En enserio? ¡Besaste a Kai maldita sea! — sus ojos se agolparon de lágrimas al recordar la situación.
—Sólo fue algo pequeño, además... Él me besó a mí, en eso si debes creerme bebé.
—¿Algo pequeño? ¿Meterle la lengua hasta la garganta es algo pequeño? Vete a la mierda. ¿Donde te enseñaron a mentir? Eres pésimo, tú lo besaste, yo lo vi — alzó la voz al borde del llanto.
—Lo siento tanto, pero debes perdonarme... Es decir, es sólo que fue un error, ¿sí?. En serio te amo demasiado... Te juro que no vuelve a pasar pero por favor no me dejes, no lo hagas —Se arrodilló frente a él mirándolo con los ojos vidriosos —Por favor, Junnie... No puedo seguir sin ti...
—No vuelve a pasar... Quisiera saber cuántas veces he escuchado eso —Tomó aire antes de seguir torturandose —Bien, pero hazlo una vez más y yo también te juro que vas a arrepentirte... Lo digo en serio Binnie otra escena de esas y voy a matarte.
El peliazul se levantó entusiasmado besando efusiva y fugazmente al pelirrubio, para luego irse y dejarlo sentado en aquella banca sin compañía alguna.
¿Desde cuando era así?
Yeonjun ni siquiera podía explicárselo. Desde el día siguiente de celebrar su matrimonio, Soobin había adoptado una extraña manera de actuar. Ya no pasaban juntos los tiempos entre clases y cuando llegaba de trabajar, sólo se tiraba en la cama excusándose que estaba cansado. Claro, porque un trabajo simple de cuatro horas más hacerse el perezoso en la escuela era terriblemente agotador. Mientras que el pelirrubio se mataba estudiando para cada examen y encima hacía los deberes de la casa, porque sí, obviamente el peliazul no tenía intenciones de ayudar en eso.
Más ahora se sumaba otro problema a su lista. Hueningkai.
Últimamente Soobin pasaba demasiado tiempo junto a ese chico castaño más que con su ahora marido. Y tampoco es que estuviese mal, pues siempre decía que era su mejor amigo, pero claramente no le daba buena impresión y pudo comprobarlo perfectamente el día de hoy.
De verdad que no podía creer lo que sus ojos veían cuando entró al baño del instituto. Soobin tomó a Kai de los hombros para acorralarlo en uno de los muros y poder besarlo como si llevase meses esperando para poder hacerlo, lo peor fue cuando el más bajo, ni siquiera hizo el intento de apartarse, el sentimiento era mutuo.
El fuerte estruendo que provocó Yeonjun pateando con furia uno de los botes metálicos de basura antes de salir corriendo, los hizo separarse de inmediato, dejando a Soobin más pálido de costumbre y a Kai riéndose ante todo ello.
Se preguntaba que había hecho mal para ser decepcionado de esa manera, trataba de concentrarse en encontrar su error, pero simplemente no llegaba ningún lado, la imagen de aquel beso estaba torturándolo a cada segundo. Estaba seguro que era el tipo de persona que cualquiera quisiera tener a su lado, y no lo pensaba porque tuviese el autoestima muy alto, sino porque también mucha gente a su alrededor se lo había dicho antes.
—¡Hey! ¿te sientes bien? —preguntó al ver a Yeonjun mantenerse en silencio cabizbajo.
—¿Uh? ¿A ti qué te importa de todos modos? —frunció los labios al mirar como el peligris tomaba asiento a lado suyo
—Lo siento, solo quería ayudar porque en verdad no te ves bien y yo....
—Estoy bien BeomGyu
—Otra vez Soobin, ¿no es así?
—No hables de él cómo si lo conocieras, realmente no ha hecho nada malo para tenerme así.
—¿No? Sé que sabes lo sucedido con NingNing —trago duro al sentir la mirada amenazante del pelirrubio —Se que no debo entrometerme pero...¿Dime que no lo has perdonado?
—¿Y si así fuese cual es tu problema?
—¿En verdad lo hiciste? Yeonjun... ¿Cuantas veces harás lo mismo?, tú viste lo que trato de hacerle a Tae, no puedes estar más tiempo con alguien así.
—¡Aléjate de mi Junnie, mocoso imbécil!
—¡Bin basta! — se levantó a detenerlo antes de que pudiese actuar de la forma que siempre lo hacía.
—¿Vas a golpearme por hablarle a tu Junnie anda... hazlo, no te tengo miedo Soobin —Soltó Beom lo suficiente audible para que escuchasen todos los que se encontraban cerca —Entiende que él no es de tu propiedad, celópata desquiciado, tienes el puto descaro para besarte con Kai pero, ¿yo no puedo hablar con mi amigo?
Yeonjun sintió caer con violencia al piso sin poder hacer nada para evitar que BeomGyu fuese golpeado, tan fuertemente para que quedase inconsciente al instante.
—¡Mierda! ¿En qué jodido momento piensas hablar? Regresaste todo el camino en silencio, me aburres Junnie.
—¿Y qué necesitas escuchar? No entiendo cómo fuiste tan estúpido para Golpear a Gyunnie de esa manera, animal.
—¿Gyunnie? Bien... — El pelirrubio sintió arder su mejilla ante la gran bofetada que había recibido hace unos segundos —Yeonjuniee... yo, yo no quise, no... ah, lo siento tanto. No llores bebé, no.
El pelirrubio sinto las lagrimas caer frenéticamente por sus mejillas cuando Soobin eliminó la distancia entre ellos para besarlo con cierta parsinomia, entre abriendo ligeramente su boca, permitiendole explorar con su lengua cada parte de su cavidad, dejandose envolver por las tantas sensaciones que peliazul despertaba en él cada que lo tomaba de esa manera. Sintió las cálidas manos de este aferrarse a su camiseta para retirarla rapidamente.
—Binnie, no
—No te estoy preguntando Yeonjun, ambos necesitamos arreglar este problema —abulto su labio inferior—Vamos...
Tiró de su brazo, guiándolo hasta la habitación. Lo empujó bruscamente sobre la cama y retiro sus prendas por completo, imitando luego, la acción con el pelirrubio.
Se posicionó entre sus piernas inclinándose para besarlo con desesperación y penetrarlo sin cuidado y preparación alguna. Yeonjun soltó un grito desgarrador, algo más parecido a un lamento. Dolía, dolía demasiado y a pesar de suplicarle al peliazul que parase, claramente no tenía ni la más mínima intención de hacerlo.
Clavó sus uñas en su espalda, rasguñando con furia y tristeza, provocando intensas marcas y haciéndala sangrar ligeramente.
Rodeó sus piernas en la cintura de Soobin buscando comodidad para que el sufrimiento fuese al menos disminuyendo. Cuando el dolor cesaba de tanto en tanto, llevó su mano a su miembro desatendido, rodeándolo y comenzando a masturbarlo con rapidez. El peliazul seguía embistiendo con rudeza, aumentando sus movimientos al notar que había dado en el punto exacto para que Yeonjun comenzará a soltar gemidos altos, disfrutando de todo lo que le estaban ofreciendo.
De a poco fue sintiendo el calor agolparse en su vientre, y a Soobin liberándose en su interior. Provocando intensos espasmos al aumentar su velocidad y dejar salir el tibio fluido en su abdomen, dejándose llevar por las placenteras sensaciones que le brindaba el orgasmo.
El peliazul se recostó a su lado cubriéndose con las sábanas sin decir algo al respecto, durmiéndose al instante.
—Yo también te amo Binnie
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro