ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔡𝔬𝔰
Atrapados en otra dimensión part.2
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
Un fuerte golpe en su mejilla hizo que Sasuke se levantara abruptamente. Se llevó una mano a la zona herida mientras observaba sus alrededores con recelo; no logró ver nada ni a nadie sospechoso, así que decidió bajar la mirada para ver a su mejor amigo. Este se encontraba profundamente dormido en su futón, y a juzgar por la posición en la que se encontraba, dedujo que él había sido su agresor.
Soltó un gruñido enojada, dejando de lado las sábanas para levantarse de su futón. Notó gracias a la luz que se filtraba por las ventanas, que ya era de día; sumándole a eso el hecho de que su cuerpo ya no se sentía tan adolorido y que, por suerte, había recuperado gran parte de su chakra durante la noche.
«Tengo más que suficiente para volver a Konoha» pensó, estirando un poco sus extremidades mientras caminaba hacía el pasillo.
El lugar estaba bastante calmado, y lo único que lograba escuchar era un casi inaudible bullicio que provenía del primer piso. No le sorprendió encontrar las cosas tan tranquilas, ya que ayer pudo notar que Fuyumi vivía sola con su padre, quien seguramente estaba trabajando justo ahora.
Caminó siguiendo aquel sonido que apenas lograba escucharse, llegando así a la que parecía ser la cocina de la casa. Se encontró con la albina, quien inmediatamente se giró a verla apenas escuchó sus pasos acercarse.
—Veo que ya despertaste, te ves mejor que ayer.—comenta, soltando una corta risa nasal mientras sonreía levemente. Se giró nuevamente al recibir un asentimiento de su parte, buscando platos y cubiertos para servirle el almuerzo a su invitada.
Sasuke tomó asiento en una de las sillas frente a la isla, recibiendo poco después un plato de comida junto a un zumo que parecía ser de naranja—Gracias —susurró, haciéndola sonreír. Tomó el tenedor con una de sus manos para pellizcar la carne de su plato, levantando la mirada para observar a la mujer—. ¿Qué hora es?
—Son las cuatro de la tarde, durmieron mucho —responde, riendo un poco al ver la expresión de sorpresa en el rostro de la muchacha—. Pero no se preocupen, lo importante es que ya se sienten mejor.
Ella simplemente musitó un sonido afirmativo, dedicándose a ingerir la comida que le había preparado. Poco después llegó su mejor amigo, y al igual que ella, ya se veía mucho mejor que antes.
—Buenos dias'ttebayo—saludó adormilado, llevándose una mano al rostro para cubrir su bostezo.
—Tardes ya.—responde la Uchiha, levantándose de su asiento para llevar los trastes al fregadero.
Naruto alzó un poco las cejas, desviando la mirada al ver como la mujer se acercaba a él con un delicioso plato de comida—Muchas gracias, Fuyumi-chan.—sonrie, y sin esperar más empezó a devorar su almuerzo.
Su amiga frunció las cejas, llevándose una mano al rostro para cubrir su ojo izquierdo. El día de ayer se había sobrepasado mucho con el uso de su Rinnegan durante la batalla, y por consecuencia, le dolía un poco el globo ocular. Lo mejor sería volver rápido a Konoha para que algún ninja médico alivie aquel malestar con ninjutsu, ya que sería bastante pesado tener que esperar a que se calme por su cuenta.
—Apurate, Naruto. Debemos volver a la aldea.
La Todoroki ladeó la cabeza al escuchar aquello, analizando una vez más el aspecto físico de ambos—¿Son de una aldea?—cuestiona, musitando un sonido pensativo—. Eso explica todo, no parecen de aquí.
Sasuke pestañeó varias veces, asintiendo con la cabeza. Sería bastante complicado e innecesario contarle toda la verdad a la mujer, ya que después de todo, no volverían a verla nunca más.
—Si, nosotros s-...
—¡Somos de otra dimensión, Dattebayo!—la interrumpe Naruto, con sus mejillas llenas de comida.
La chica curvó una mueca desconcertada, tratando de aguantarse las ganas de golpear al Uzumaki.
Fuyumi por su parte, no había logrado entender la respuesta del chico; y antes de que pudiera preguntar al respecto, Sasuke se le adelantó—Es complicado. Ya nos vamos, asi que no te mortifiques por entenderlo.—masculló, observando de mala gana a su mejor amigo quien, sin inmutarse, siguió comiendo.
La mujer solo atinó a asentir, suponiendo que aquello solo había sido una extraña broma de adolescentes. A los pocos minutos Naruto terminó de comer; se levantó de su asiento antes de agradecerle la comida a la albina. Le mandó una mirada de reojo a su amiga, quien inmediatamente asintió con la cabeza.
Ya era hora de volver a casa.
—¿Tienes un patio?—La mujer frunció levemente el ceño al escuchar aquella pregunta tan aleatoria, y con una de sus manos señaló el pasillo que daba al exterior.
Ambos asintieron antes de abandonar la cocina, dejándola sola y confundida en el lugar. Si Sasuke debía abrir un portal, lo más cómodo sería hacerlo en un espacio libre; y el patio de los Todoroki era más que perfecto.
—Bien, vámonos Sasuke.—habla Naruto, estirando un poco sus brazos mientras aspiraba profundamente el aire contaminado que lo rodeaba.
La chica frunció las cejas, y sin decir nada activó su Rinnegan; el ardor que sentía momentos antes se intensificó abruptamente, haciendo que soltara un bajo chasquido de lengua. Con mucho esfuerzo trató de crear un portal, pero el resultado que obtuvo no le hizo mucha gracia.
Un pequeño agujero del tamaño de un balón de fútbol apareció frente a ella, el cual se cerró casi tan rápido como apareció.
Naruto se llevó una mano al mentón, acariciando el mismo antes de chasquear sus dedos—Trata de hacerlo un poco más grande.—sugiere, ganandose una mala mirada de su parte.
Ignorando al Uzumaki, volvió a intentarlo nuevamente; obteniendo exactamente el mismo resultado.
—¿Qué diablos está pasando?—susurra extrañada, dejándose agobiar por la desesperación.
Sin perder la esperanza volvió a intentar; pero las cosas no cambiaron en lo más mínimo.
—Tal vez no tienes mucho Chakra.
Ven, te dare un poco del mio —de mala gana, Sasuke se acercó a él. Naruto colocó una de sus manos sobre el hombro contrario, transfiriendole al instante una considerable cantidad de chakra—. Inténtalo ahora'ttebayo.
Sasuke suspiró, cerrando momentaneamente los ojos para concentrarse mejor. Aquél diminuto agujero volvió a aparecer frente a ella, haciendola perder la paciencia.
—¿Qué demonios es todo esto?—masculla irritada, gruñendo al finalizar.
Bastante confundido, el héroe de Konoha levantó una mano para posarla sobre el hombro de su amiga—Calmate, Sasuke —murmuró, torciendo los labios antes de sonreír—. ¡Tengo una idea! Usaré el jutsu de invocación, luego nos metemos en la boca del sapo y le pedimos que nos lleve al Monte Myōboku.—La chica se encogió de hombros, dudando internamente de que aquello fuese de utilidad.
El rubio tomó su distancia, mordiendo uno de sus pulgares para sacar algo de sangre; realizó los sellos que tanto se había esmerado en aprender, colocándose de puntillas para tocar la superficie del suelo— ¡Kuchiyose no Jutsu!:[Jutsu de invocación]
Pestañeó confundido al no recibir ningún resultado, y con algo de vergüenza se giró a ver a su amiga—Huh... no entiendo que pasa.
Ya bastante preocupada, la pelinegra imitó a su amigo, realizando el famoso Jutsu para invocar a una de sus serpientes.
Y al igual que Naruto, no obtuvo respuesta alguna.
—¿Q-Qué está pasando?—murmura el rubio agobiado, sentándose bruscamente en el suelo mientras cubría su rostro con ambas manos—. ¿No podemos usar jutsus aquí?
La muchacha ladeó la cabeza; y solo para estar segura, empezó a realizar los sellos correspondientes del famoso Jutsu del clan Uchiha—¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!: [Elemento de Fuego: Jutsu gran bola de fuego].
Para alivio de ambos, una enorme bola de fuego fue expulsada de los labios de la chica; y por suerte, esta no logró dañar nada del hogar Todoroki.
—Parece que si podemos usar Jutsus, ¿pero por qué no funciona el de invocación o tu portal?—pregunta el Uzumaki, un poco más calmado que antes.
Su amiga musitó un sonido pensativo, analizando todas las probabilidades. El Rinnegan tenía la capacidad de crear portales a, básicamente, cualquier mundo que existiese; pero aquella capacidad había dejado de funcionar de pronto. Sabia que Momoshiki no era lo suficientemente estúpido como para enviarlos a una dimensión en la cual pudiesen escapar por cuenta propia, y solo se le ocurría una explicación lógica a todo esto:—Tal vez esta dimensión está bloqueada con la nuestra; por eso no puedo crear portales y los animales de invocación no pueden llegar hasta acá.
—¿¡Y CÓMO DEMONIOS VAMOS A SALIR DE AQUÍ SI TU ESTÚPIDO OJO DE CEBOLLA NO FUNCIONA!?—bramó el rubio, perdiendo la paciencia por completo.
Su amiga frunció sus labios en un mohín, ignorando aquel comentario para terminar con su teoría—Creo que el único que puede sacarnos de aquí...—musita, ganandose una mirada ansiosa del muchacho— es Momoshiki.
Una risa irónica se escapó de los labios de rubio, mientras se llevaba una mano a la frente con cansancio—Oh, genial. Los tres somos grandes amigos.
—Además, lo dejamos muy lastimado antes de llegar aquí; es muy probable que los cinco Kages hayan acabado con él.—traga saliva nerviosa, haciendo que su amigo frunciera las cejas.
—Entonces...—la incita a continuar, con la esperanza de recibir alguna respuesta positiva.
—Creo que vamos a tener que quedarnos un buen tiempo aquí; hasta que encontremos una manera de volver.—responde desanimada, observando con pena a su amigo.
A ella no le afectaba mucho el pasar algunos meses en esta dimensión, ya que después de todo, la única persona que consideraba su amigo ya estaba allí con ella. En cambio, Naruto; si tenía muchas razones para volver cuanto antes a Konoha. Convertirse en Hokage era todo lo que aspiraba en la vida, y actualmente estaba terminando sus estudios para capacitarse para el puesto. No podía desaparecerse durante quien sabe cuánto tiempo, ya que, obviando el hecho de que se atrasaría bastante, la aldea no estaría igual de segura en su ausencia.
—Esto no puede ser...—susurra impactado, cubriendo su rostro con las palmas de sus manos.
Sasuke frunció las cejas, sintiendo empatía por el rubio. Algo incómoda se acercó a él, colocando una mano sobre su hombro para reconfortarlo—Tranquilo, tarde o temprano saldremos de aquí —asegura, haciendo que él destapara su rostro para observarla—. Pero mientras tanto, debemos buscar un lugar donde quedarnos. No creo que este anciano sea tan humilde como para mantenernos mientras estemos aquí.
—Supongo que... tienes razon.—responde de mala gana, recibiendo su ayuda para levantarse del suelo.
—Me apiado de ustedes.—la voz del hombre los hizo sobresaltar, y al instante ambos se giraron para ver cómo este se acercaba tranquilamente a ellos.
En ningún momento se fue a trabajar, ya que no pensaba dejar a su hija junto a dos desconocidos. Los estuvo vigilando todo este tiempo, y por ende, había logrado escuchar la conversación de ambos. Quedó gratamente sorprendido ante la insípida demostración de poder que dió la chica, ya que siempre solía interesarse por los quirks similares al suyo—Mocosa, ¿tienes poderes de fuego?—cuestiona, haciendo que ella alzara una ceja desconcertada.
— Si, esa es mi naturaleza de Chakra; pero puedo usar las otras también.
No podían ser groseros con el hombre, ya que era la única persona que conocían en este extraño mundo.
—¿Tú que puedes hacer, rubio?—le pregunta a Naruto, quien inmediatamente sonrió con suficiencia.
—Puedo usar todos los que quiera, y como si fuera poco, también tengo un zorro metido en el estómago.—El héroe frunció las cejas confundido, bajando la mirada hacía el abdomen del chico antes de negar con la cabeza.
—Veo que ambos se recuperan rápido —comenta, observando como las heridas del rubio ya eran prácticamente inexistentes—. Peleen contra mi, ahora —ordena, haciendo que ambos alzaran las cejas confundidos—. Si logran hacerme daño, creo que puedo ayudarlos en algo.
—Huh...—balbuceó el rubio, llevándose una mano a la nuca con cierta incomodidad—. No sé ofenda ni nada, pero según ví en sus recuerdos, pues... uno de nosotros es más que suficiente para derrotarlo.
«Maldito niño, ¿cómo pretende que no me ofenda con eso?» chasquea su lengua el mayor, observandolo de muy mala manera.
—Tomenselo como un juego entonces —masculla, sintiéndose profundamente humillado—. Les daré treinta segundos para que me golpeen en el rostro.
—Solo necesito uno.—responde la muchacha con suficiencia, a lo que su amigo asintió repetidas veces.
—A mí me basta con medio segundo-...
—Ya —masculló furioso—. Entonces háganme una demostración de sus habilidades. Procuren no destruir mi casa, o se cancela el trato.
Naruto ladeó la cabeza antes de observar a su amiga, quien simplemente se encogió de hombros—Hagamoslo, tampoco tenemos nada mejor que hacer.
—¡Muy bien!—exclamó el muchacho, pidiéndole algo de chakra a su Bijū para activar el tan temido Modo Kurama—. ¡Le daré una probada de la fuerza del poderoso Naruto Uzumaki!—anunció, desviando momentáneamente la mirada para observar a su amiga—. Y también de su secuaz, Sasuke.
El hombre ensanchó los ojos al ver la brillante figura del joven. Ya había presenciado algo parecido cuando la chica le mostró algunos fragmentos de aquella guerra que vivieron en su mundo, pero verlo directamente era completamente diferente y espectacular. La muchacha por su parte, no realizó ningún cambió significativo en su persona, es más, ni siquiera activó sus dōujutsus; ya que quería darle más tiempo de reposo a sus ojos.
Enji se preparó para utilizar su quirk, haciendo que las flamas de su rostro se hicieran más abundantes—¿Están listos?—cuestiona, a lo que ambos asintieron firmemente—. Vengan entonces.
En menos de un segundo, Naruto ya se encontraba parado frente al hombre, dejándolo completamente sorprendido por su prodigiosa velocidad. Le proporcionó un golpe—no muy fuerte—en la boca del estómago, haciendo que este perdiera el aire por un momento. Sasuke frunció el ceño al ver como estaba por derrotar al hombre sin su ayuda, y con rapidez se acercó para intervenir aunque fuese mínimamente.
«Este tipo parece estar hecho de fuego o algo así, ¿le harán daño mis jutsus de fuego?» pensó, resignandose a intentarlo por lo menos.
Su amigo ensanchó los ojos preocupado al sentir como un enorme dragón de fuego se acercaba hacía ambos, y con rapidez tomó al héroe para esquivar el ataque—¡Si lo matas nadie nos va a ayudar, Sasuke!—reprendió, ganandose un bufido de su parte.
El Jutsu terminó por estrellarse contra uno de los árboles que adornaban el campo de entrenamiento, dejándolo hecho cenizas. Endeavor observó embelesado aquella hermosa figura de fuego, y con sorpresa se giró a ver a los muchachos—Creo que... si son aptos para entrar.
—¿Entrar a dónde, viejo?—cuestiona Naruto, dando un paso hacía atrás para colocarse a la par de su amiga.
—A la mejor academia de héroes del país —responde, ganandose un par de miradas confusas—. Ambos ingresarán a la U.A.
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
SEGUNDO CAP EDITADO ✅
Este tenía 1600 palabras, y ahora tiene 2.400.
NO OLVIDEN VOTAR UWU
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro