Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 5

Querido Cupido

"Sanando un corazón afligido"


[...]



Voy a intentarlo.


Nunca me ha gustado el primer paso. Soy de esas personas que le tiene miedo al rechazo inmediato, por eso me abstengo de entusiasmarme al momento de crear vínculos con otras personas. Sin embargo, con tal de salir de esta tontería y callarle la boca...

Haría lo que sea.

"Lo haré, pero después de esto... no quiero que me molestes por un tiempo", mencioné con irritación, y él asintió divertido, sus ojos brillaron con una sospechosa malicia. Luego de eso nos aseguramos de ir a un pasillo desolado y me ayudó a arreglarme.

Él subió lentamente su mano y la colocó sin previo aviso en mi cabello. Por un momento, creí que haría algo extraño, pero al ver que era cuidadoso... bajé la guardia.

"Se te vería mejor de este lado", murmuró, asegurándose de que cada mechón de cabello estuviera en su lugar. Dejé que lo hiciera para salir de esto pronto, pero extrañamente, parecía un experto con su manera de peinar

"Listo, así le darás menos miedo", comentó de la nada en medio del silencioso pasillo. "Ya te ves presentable", mencionó con una amplia sonrisa.

Odio esa actitud tan risueña e irritable.

"Como si tu fueras un Dios griego", refute con un tono incrédulo. Él echó unas cuantas carcajadas, como si no le hubiera afectado en absoluto.

"Piensa lo que quieras...", mencionó mientras colocaba relajado sus manos en la nuca. "Soy muy atractivo, ¿sabías?", el colocó una sonrisa coqueta. Esa confianza resultaba inquietante, pero ya era común en él.

"Creo que te golpee muy fuerte esta mañana, ya estás diciendo locuras", dije con una sonrisa retadora, mientras el volaba a la altura de mi rostro.

"Si tuvieras buenos gustos; te darías cuenta", exclamó, provocando que el ambiente se volviera competitivo.

Nos observamos unos segundos y sonreí aún más. "Agradezco tener malos gustos entonces...", mencioné ignorándolo por completo.

Al sonrió con satisfacción mientras yo me alejaba unos pasos. "Concuerdo... Pésimos gustos", hizo énfasis con sus manos en lo último. Es realmente un zorro arrogante.

Me puse una chaqueta para tapar mi uniforme y cuando vi que estaba lista, solo suspiré profundamente. El zorro Cupido me detalló con la vista un poco orgulloso, yo solo lo observé cansada. "¡Vamos, tú puedes! ¡Conquístale el corazón!", me dió una palmadita en la espalda con la intención de alentarme.

"Espera que lo lea otra vez", dije preocupada, repasando rápidamente el papel. Me decidí a ir con el chico para acabar con esto de una vez por todas. A medida que me acercaba sentía cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho como consecuencia de los nervios, me armé de valor para intentar tener una conversación.

Solo confiaré una vez en ese zorro.







[...]






GUÍA PERSONALIZADA PARA
- CONQUISTAR -







Le di un golpecito a la mesa para captar su atención. "Hola. ¿Cómo estás, guapetón?", mencioné mientras jugueteaba con mi cabello y le dedicaba una sonrisa coqueta.

Él levantó la vista de su libro, claramente sorprendido, y me observó mientras me movía hacia un lado de la mesa, manteniendo la espalda recta para que me viera mejor y estar más cerca de él.

Paso No. 1: Saluda con un halago mientras juegas con tu cabello. (guapetón, guapo, lindo, etc.). Crea una cercanía que le permita al contrario sentir tu aroma. Si haces algo que llame la atención con el sonido, mejor. (Completado)✔️




Pude observar que el chico me miró incrédulo y sentí que la vergüenza se estaba apoderando de mí. Hubo un silencio incómodo mientras él dejaba su libro para prestarme atención. "H-hola, muy bien... ¿Y tú?", mencionó un poco confundido, tratando de fingir naturalidad.

Supuse que esa era mi señal.

"Ay, yo excelente porque te vi hoy", mencioné mientras seguía jugando con mi cabello. "Haces resplandecer el lugar con tu presencia, ¡es un verdadero placer estar cerca de ti!", añadí con evidentes risillas nerviosas.

No estaba acostumbrada a halagar tanto a un hombre.



Paso No. 2: No importa su respuesta, debes hacer que sienta confianza. Todos responden que "están bien", así que lanza un comentario gracioso del porqué tú estás bien mientras lo involucras. (Hoy mi día ha mejorado por verte...). (Completado)✔️








"Eh... Supongo que eso... suena bien", mencionó un poco apenado mientras la tensión en su cuerpo se disipaba.

Sonreí victoriosa y continué: "¿Cuál es el secreto de tu piel radiante? Tienes un rostro de modelo, ¡y también como el de mi futuro esposo!", expresé con una sonrisa pícara y un guiño al mismo tiempo.


Paso No. 3: Debes observar su lenguaje corporal. Si aún no se relaja, trata de hablar sobre algo del entorno. Si notas que ya está tomando confianza, hazle una pregunta sobre su físico y dile que le preguntas porque parece modelo. Si se da el caso de una conexión, dile "Hueles como un modelo y también hueles al amor de mi vida". El propósito es dejar en claro tus intenciones. (Completado)✔️











El chico soltó una carcajada y Cupido me levantó un pulgar en señal de confianza. No podía creer que esta ridiculez estaba funcionando. Luego visualicé una seña en su mano que indicaba que continuara con lo siguiente, algo que comprendí de inmediato.

"Creo que eres lo que estaba buscando, ¿te gustaría conocerme mejor?", propuse, sonriendo con una confianza fingida.


Paso No. 4: Ya establecieron una conexión y cierta confianza. Continúa explorando esa química entre ustedes. Podrías decirle algo como: "Me encanta tu sonrisa", o en su defecto dejar expectativa sobre conocerte con una propuesta. El objetivo es profundizar lo que has logrado. (Completado)✔️










"¿Me estás hablando en serio?", mencionó aún sin estar del todo convencido pero con un tono tranquilo. El ambiente se volvió más divertido entre nosotros.

"Es broma, pero si quieres... no es broma", respondí con una sonrisa pícara mientras le dedicaba una sonrisa cómplice. Mi incomodidad estaba desapareciendo a medida que conversábamos.


Paso No. 5: Puede que no esté muy convencido porque a los hombres no nos suelen coquetear primero. Pero déjale a él la decisión de continuar la conversación. Si está interesado, es tuyo y te invitará a salir. ¡Buena suerte chica frialdad! (Completado)✔️







"Recuerda que debes verte segura para que compenses esa horrible actitud... tampoco puedo hacer maravillas si no pones de tu parte"


CONSEJOS ESPECIALES DE CUPIDO
Att: El zorro amable (=.=)



[...]


El chico, visiblemente apenado, bajó la mirada y, con una sonrisa tímida, dijo: "Eres muy graciosa... y linda también". Eso hizo que un leve sonrojo apareciera en mis mejillas. Las pecas que tenía se veían aún más cuando miraba a otra parte, el chico no era feo si de atractivo hablamos.

El continuó, mirándome un poco dudoso: "Me hace sentir mal... si me gustaran las mujeres, ya te habría invitado a salir". Sus palabras, aunque sinceras, llevaban un toque de nerviosismo, como si temiera herir mis sentimientos.

Eso me sorprendió. "¿Qué?", solo pude pronunciar eso. Sentí un nudo en el estómago, como si hubiera pasado por alto algo muy importante.

Él bajó la mirada, sus ojos reflejaban un poco de culpa. "Es que... soy gay. De hecho, entré con mi pareja de la mano", confesó. Eso hizo que pensara con detenimiento un poco confundida.





¿Por qué estaba sucediendo esto? 






Repasé los hechos mentalmente:


Yo estaba en la recepción, trabajando tranquilamente. No los vi entrar porque, en ese momento, el Cupido se acercó con una actitud sospechosamente divertida. 










Me entregó el papel y me convenció de intentar charlar...







... con el chico que había entrado y no dejaba de mirarme.








El chico que tenía frente a mí no entró solo.





Ahora todo cobraba sentido...






Una carcajada comenzó a resonar en la biblioteca, pero claramente solo yo la podía escuchar. El zorro, que había estado observando en silencio, sacó a relucir su fastidiosa faceta.

"Comprendo, lamento si te incomodé. No volverá a pasar", traté de disculparme con el chico por mi reciente actitud.

"No te preocupes. Fuiste bastante divertida, de seguro conquistarías a cualquiera", mencionó con un tono amable, regalándome una cálida sonrisa. Agradecí que no fuera una mala persona.

"Muchas gracias, te dejo seguir con la lectura", dije correspondiéndole con el mismo tono de voz amable. Me alejé un poco con cierto alivio. Sin embargo, en el momento que caminé hasta que no me viera, miré con ojos asesinos a ese demonio volador.



Porque no, en ese momento él no era un santo para mis ojos. 



 "¡¡No lo puedo creer, de verdad lo hiciste!!", dijo entre risas, su voz resonaba escandalosamente en el lugar. Me crucé de brazos mientras él seguía con su ataque de risa, golpeando la mesa en la que estaba.

Traté de contener mis ganas de golpearlo, reprimiendo mi fuerza mientras apretaba mis manos. "Por tu reacción, deduzco que ya sabías lo de ellos dos, ¿no?", mencioné con un tono de voz ilegible, provocando que el zorro dejara de reír.

"No... Pero.... Tal vez pensé que lo podías hacer cambiar de bando", admitió sin ningún tipo de arrepentimiento. Eso fue suficiente para colmar mi paciencia.

Mantuve silencio y discretamente lo agarré del cabello, arrastrándolo casualmente mientras caminaba con una sonrisa disimulada a los clientes. Él sólo se quejaba porque no lo soltaba, yo no tenía la intención de ser amable tampoco.

Me lo llevé a la parte trasera de la biblioteca donde pudiéramos estar solos, si no tuviera una ética moral bien inculcada, podría haber intentado homicidio con ese Cupido, pero afortunadamente, me educaron bien.

"¡Zorro idiota!", dije soltándolo finalmente sin delicadeza alguna. Él se acarició la cabeza mientras hacía pequeños quejidos.

"¡¿Qué clase de carácter es ese, quieres arrancarme el cabello!?", exclamó con cierto dolor.

"¿Mi carácter?", refuté indignada. "¿¡Qué me dices de la broma me acabas de jugar, qué pretendías al hacerme quedar en ridículo!?", cuestioné con irritación. No estaba en condiciones de pensar con la cabeza fría.

"Admite que te haz pasado conmigo últimamente, ¡estamos a mano!", mencionó disgustado, cruzandose de brazos.

Me quedé en silencio, atónita por sus palabras. "¿Esto es... una especie de venganza tuya?", mi ira era notable en mi voz.

"Bueno...", dijo pensativo, dándose cuenta de lo que acababa de decir. "Solo fue una pequeña broma, no digas eso", mencionó colocando sus manos en un gesto de rendición, tratando de calmar la situación.

Pero era demasiado tarde para eso, porque mi paciencia había llegado a su límite. "No quiero ver tu cara, si te veo un segundo más romperé el contrato y no me importará que me acoses después"

"¿Eh?", pronunció mientras abría sus ojos con sorpresa.

"¡¡Que te largues, antes de que me arrepienta!!", repetí alterada. "¡¡No quiero verte hoy en mi casa!!". Tome la escoba del callejón con la intención de golpearlo si no me hacía caso, pero no fue necesario; el Cupido se fue de inmediato.

Dejándome sola con la ira en mi interior.




[...]



Terminé mi jornada laboral y organicé mi puesto para el siguiente turno. Había mucho trabajo y la siguiente persona se encontraba atrapada en el tráfico. No tuve más opción que cubrirlo hasta su llegada.

Al final del día, logras tener un espacio donde puedes reflexionar sobre tus acciones, ese era mi momento de pensar. Me pregunté si había sido demasiado dura con el zorro, pero me justifiqué recordando por qué me había enojado con él. Suspiré, mientras mis pensamientos de culpa no me dejaban en paz.

Pensé que había tomado la mejor decisión. Honestamente, no quería desquitar mi estrés con él, por eso le dije que no quería hablar con él por el resto del día. Porque para tener una conversación con ese zorro, se necesitaba mucha paciencia.

El chico del siguiente turno finalmente llegó y yo salí del trabajo, esta vez 30 minutos más tarde de lo normal. Lo primero que hice fue ir a recoger a Perla y llevarla a casa. Mi tía me reprochó un poco por la hora, pero realmente había mucho trabajo en la biblioteca.

Caminé entre la oscura noche, con Perla maullando juguetona a mi lado. Agradecía su compañía en ese momento. Sin embargo, una sensación extraña me invadió, observé con detenimiento a mi alrededor, pero no había nada. 

Ese presentimiento de ser observado se hizo presente, pero seguí caminando como si nada. Supuse que quien me estuviera vigilando, aparecería pronto. Al llegar a casa, abrí la reja y escuché un ruido proveniente del arbusto que estaba fuera de mi casa.

"Zorro, te dije que no quiero verte...", dije con irritación, volteando con un rostro de aburrimiento. No me sorprendía, considerando lo imprudente que suele ser.





Él nunca respeta mi espacio ni mi privacidad.





Sin embargo, esta vez no era él.







"Lo siento, humana. No quería asustarte, pero llevas a tu gata contigo", exclamó con su manera de expresarse habitual.

"Oh, No. 10", mencioné con sorpresa. "¿Qué haces aquí afuera?", le pregunté un poco confundida mientras lo observaba con detenimiento, pero él mantenía una distancia prudente. 

"Los estaba esperando", admitió con preocupación.

"¿Nos?", me quedé pensando en su declaración y comprendí. "¿No has visto al zorro?"

"No, él dijo que estaría contigo y por eso me quedé en la casa", confesó.

"Pues... tu amigo no me tiene muy contenta", suspiré con cierto cansancio. "Me hizo quedar en ridículo y no tuve un buen día tampoco", admití, y No. 10 me miró sorprendido.

"¿Se pelearon?", su pregunta resonó en el lugar, él tenía razón hasta cierto punto.

"Solo no quiero verlo hoy, no sé dónde habrá ido", respondí con un suspiro. No. 10 se quedó mirándome con comprensión unos segundos. "Tendré que ir a buscarlo", mencionó  decidido.

"Está bien", pronuncié y él se disponía a irse, sin embargo, traté de llamarlo antes: "Espera No. 10...", él volteó con nerviosismo hacia mí. Pensé por un momento y le hice saber lo que quería: "... Si lo ves deprimido... dile que no se ponga tan mal. Ya hablaremos otro día". 

"Entendido", asintió. Noté que estaba inquieto, así que sonreí para darle confianza. No. 10 trató de calmarse y finalmente habló: "Por cierto, dejé una ofrenda de disculpa en tu mesa".

Solté algunas carcajadas y No. 10 me miró confundido. "No hacía falta, tú no has hecho nada malo", dije mientras acariciaba su cabeza. Él solo quería estar lejos de Perla, así que asintió y se fue de inmediato.

En medio de la oscuridad, su figura se desvaneció hasta perderse de vista. Sin embargo, antes de entrar a mi casa, no pude evitar divagar. La brisa nocturna acariciaba mi rostro, mientras observaba a Perla, no podía dejar de pensar en lo extraña que me sentía.


Tenía un mal presentimiento que no quería abandonarme.











CAPÍTULO 5

- VOY A INTENTARLO -

"El primer paso es tu
disposición"



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro