advertencia/vulnerabilidad mental/exposición de violencia familiar/trauma.

🌿Butterflies🌿

A Richard le había parecido sumamente extraño el que su profesor de literatura le hubiera insistido tanto hasta el cansancio para llevarlo a su casa, eso le avergonzaba bastante, es decir, no dejaría que lo llevara hasta la puerta de su casa, su padre se volvería loco y lo mataría a golpes por ello, podía pensar cualquier cosa en realidad.

── Que suerte que te ofrecí llevarte a casa, mira como está lloviendo.── Comentó el mayor tras un silencio prolongado entre ambos.

Richard se removió en su asiento levemente sin animarse a ver a su profesor, le había avergonzado bastante pensando que todos lo habían visto y pensarían cualquier cosa y no quería... Era difícil porque jamás nadie se había preocupado tanto por él a parte de su madre, el trato más cercano que había tenido había sido con aquel profesor que se había preocupado por él ¿Tanto le preocupaba? ¿Qué tenía él de interesante para llamar su atención?.

── No debió preocuparse profesor... Yo podía volver solo y usted volvería a su casa sin perder tiempo...── Susurró cabizbajo sin poder mirarlo al respecto y es que ciertamente le intimidaba la mirada del profesor.

George desvío por unos momentos su mirada del camino para ver a su pequeño estudiante, se veía intimidado y algo incómodo, no lo entendía en realidad pero capaz que se sentía así porque él era mayor y él menor, parecería algo pequeño pero incidía mucho en una relación a parte de que era un profesor y un estudiante... Sonaría clandestino sin lugar a dudas.

── No debes sentirte así, lo sabes... Yo no quiero que te sientas incómodo, solamente quería ayudarte y llevarte a casa... Si de verdad te hago sentir incómodo puedes decírmelo.── Le respondió soltando un pequeño suspiro mientras esperaba a que pudieran doblar por una esquina.

── ¡No! Es solamente algo extraño si le soy sincero, es decir... Nadie se ha preocupado tanto por mi y el que haga eso es raro... A parte mi mamá decía que no debía subirme a los autos de extraños.──Dijo aquello último con una pequeña sonrisa en dónde sus pequeños colmillos resaltaron.

Ante aquellas últimas palabras el mayor no pudo evitar soltar una buena risa ante su ocurrencia que era cierta ¿Qué madre dejaría que su hijo subiera al auto de un desconocido? Ninguna en realidad.

── Tienes razón en realidad, ninguna madre querría que su hijito adorado hiciera eso... Pero tranquilo que yo no pienso secuestrarlo, solamente... Ya sabes, quiero ayudarte y llevarte a casa.── Dijo para silbar un poco sintiendo sus mejillas arder levemente.

── Lo sé... Su reputación lo precede y es que la verdad... Es el único profesor que me agrada junto a que me gusta la materia que da.── Confesó el muchacho atreviéndose a ver a su profesor pero sus ojos quedaron fijos al frente. ── ¡Aquí! Déjeme aquí, no entre al barrio, déjeme aquí que está bien, iré corriendo hasta casa.──

Ante el grito del estudiante frenó de golpe llevando su cuerpo hacia adelante y miró atentamente al muchacho el cuál pareció verdaderamente alterado por su llegada a su barrio, eso levantó aún más sus sospechas respecto al padre del muchacho, ese hombre le infundía bastante miedo.

── Está bien Richard... Pero antes de que te vayas de aquí quiero hablar una cosita contigo, no es grave... Solamente estoy preocupado.── Comentó presionando un botón que bloqueó la puerta del copiloto. ── Yo ya no soy tu profesor, estoy fuera del horario escolar así que soy solamente George, así que puedes decirme con confianza, yo no diré nada... ¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué tienes tanto miedo de que te deje enfrente de tu casa?.── Indagó para tener una confirmación por parte del muchacho y giró su cuerpo para poder verlo mejor.

Ahí los latidos del corazón de Richard aumentó, el sentimiento de haber sido descubierto por un profesor le dió miedo porque posiblemente se estaba haciendo su amigo para luego ir a las autoridades para llamar a servicios sociales y lo alejaran de su padre pero seguramente su progenitor buscaría la forma de volver a dar con él y la pasaría muy pero muy mal.

── Ey Richard... Tranquilo, no pasará nada, no te haré daño créeme solamente quiero hablar contigo respecto a ésto... Quiero ayudarte.── Comentó el de ojos pardos desabrochando su cinturón seguido de poner el freno de mano. ── No te haré daño, solamente quiero ayudarte porque me duele ver a mi estudiante estrella venir así de lastimado y tener tan bajas notas.──

Aquellas palabras hicieron al otro encogerse de brazos en dónde quería escapar pero era inútil, no quería que se enterara, era un hombre, no podía ponerse a llorar por ese tipo de cosas pero el escuchar como el otro decía que era su estudiante estrella algo dentro suyo se encogió, algo dentro suyo le hizo sentir que era apreciado y valorado por el otro, que sentía orgullo también y no sentía eso desde hace unos cuantos meses, eso le jodía porque le recordaba a su madre la cual siempre halago sus trabajos.

── Es... Es que la verdad no lo entiendo, no hay necesidad y no sé que ha visto usted en mi... Solamente amo su trabajo y me gusta la literatura en si...── Suspiró avergonzado por sus palabras teniendo sus mejillas rojas de la vergüenza pero el otro le inspiraba cierta confianza. ── Es solo papá... No le gusta que me distraiga en clases, no le agradan mis amigos... Odia a John y por eso su tía no quiere que vaya, si llega a verme llegar a casa en compañía de alguien más... O d-de un profesor me m-mataría.── Fue bajando cada vez más y más su voz hasta casi apagarse por completo.

Ahí fue cuando George cerró sus ojos con fuerza, sus sospechas fueron confirmadas respecto a los abusos del progenitor de su alumno, no podía creerlo pese a que los casos de violencia familiar fueran recurrentes jamás en su vida pensó que vería y se le confirmaría algo así, aún más con su alumno favorito, era algo indescriptible, eso le llenaba de enojo y furia ¿Quién sería capaz de ponerle un solo dedo encima a Richard? El alumno más aplicado, tranquilo y con los ojos más hermosos del mundo confundiendo a todos al hablar ¿Quién diría que alguien de una apariencia tan tierna tendría aquel barítono?

── Escúchame... No puedo hacer absolutamente nada aunque mi código moral me dice que llame a las autoridades... Yo no sé que hacer pero dime ¿Qué deseas que haga? ¿De qué forma puedo yo ayudarte? ── Dijo en un tono de voz ronco preso del enojo pero quería hacer lo mejor por su estudiante.

Richard no sabía de qué forma reaccionar sinceramente, estaba muerto de miedo, ya no podía hacer más nada, había confiado al otro su secreto lo cual era sumamente privado y doloroso para él, ahora seguramente se vería mal, el otro lo vería de una forma mucho frágil sabiendo el estado de vulnerabilidad e invisibilidad en la cual vivía cosa que si pensaba lo suficientemente un espantoso nudo en la garganta se formaba y sus ojitos azules se llenaban de lágrimas.

── Solamente no se lo digas a nadie... Si papá se entera ya sabes lo que me hará... Solamente sigamos haciendo lo de siempre, iré a sus clases y a las de ayuda para levantar mis notas... No le diga a los profesores ni a nadie, ya tengo suficiente y no quiero tener que preocuparme por algo más.── Dijo en un tono de voz nerviosa en dónde su cuerpo temblaba en el asiento por ese miedo irracional por las medidas que podría tomar su padre en su contra.

── Está bien... Pero no quiero verte así, no quiero verte llegar así de lastimado, quiero ayudarte pero voy a respetar tus palabras y decisiones... Yo te voy a esperar el sábado en la biblioteca, llevaré un libro extra, ya sé que le diste el tuyo a Lennon para que no se retrase en sus estudios.── Dijo con un tono de voz suave y melancólica acercándose apenas a su pequeño alumno y miró aquellos ojos que ahora de cerca parecían más hermosos que de lejos. ── Cuídate mucho ¿Si? Nos vemos el sábado.── Suspiró inclinado su cuerpo para besar la frente del menor y le sacó la tranca a la puerta del copiloto.

Starkey no supo que responder exactamente a sus palabras, realmente no sabía que responder porque jamás escuchó algo así, su padre lo había aislado de todas las relaciones amistosas y sociales que una vez pudo haber vivido en sus escasos dieciséis años de vida, eso le dificultaba hacer amigos y por ello tampoco los tenía porque no sabía cómo socializar realmente con ellos. Iba agradecerle pero al sentir aquel beso en su frente se encogió y sonrojó hastas las orejas ¿Por qué había hecho aquello?

── G-gracias profesor... Nos vemos el sábado.── Comentó con sus manos temblorosas abriendo la puerta del auto y salió.

No miró hacia atrás en lo más mínimo mientras sus pequeños pies se apresuraban en llegar a su hogar en medio de aquella inmensa lluvia que había empapado su cuerpo entero y entre tantas corridas entró de golpe a la entrada de aquel edificio en dónde el sereno se le quedó viendo.

── Joven Starkey... Déjeme darle una manta, su padre no ha llegado así que corre con bastante suerte... Parecía apresurado mientras hablaba en la línea de mi teléfono, creo que no volverá en días.── Comentó el hombre mayor cubriendo al jovencito con dicha manta y con otra comenzó a secar su cabello.

── Gracias al cielo... No sabía que se iba, que extraño... Muchas gracias de verdad señor, estoy agradecido con usted, está horrible afuera y no tenía dinero para el transporte.──

🌿Butterflies🌿