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advertencia/ninguna


🌿Our Date 🌿

Pasaron algunos días y las fecha de finalización del curso se aproximaba, todos estaban emocionados por tener sus ansiadas vacaciones.

El parcial final de curso ya se había dado, en ese momento las emociones eran diversas, algunos se frustraron al ver que tendrían que estudiar todo el verano para promover la materia en examen libre y otros estaban saltando de la emoción por promover la materia de matemáticas y demás.

El joven Richard Starkey estaba más preocupado por promover literatura, se había esforzado y su profesor junto al practicante lo habían notado pero había un conflicto interno y es que no volvería a ver a su adorado profesor, no habrían clases de cuarenta y cinco minutos en donde las miradas indiscretas eran lo más interesante, cuando venía junto a su banco para explicarle alguna consigna... Se acabarían las visitas a escondidas en su oficina todos los viernes, se acabarían las caricias, las atenciones y solo quedarían miradas rápidas en los pasillos, solamente eso le quedaría y le dolía porque era el típico amor imposible y ahora la palabra tendría un significado totalmente literal.

── Buenos días a todos... Antes de que pregunten, si, tengo los resultados  de su parcial final y su nota final para ver si promueven o no mi curso. ── Dijo George Harrison sacando de su portafolio aquellas hojas corregidas. ── El profesor Dylan va a llegar un poco tarde así que no se preocupen. ──

Todos tuvieron que contener el aliento para no desmayarse, muchos estaban nerviosos porque su promoción dependía de esa nota, debían aprobar porque siendo sinceros, nadie quiere estudiar en verano para una prueba cuando podrían estar en la playa o saliendo con amigos.

── Tranquilos, nos quedan dos semanas más de clase, algunos profesores harán tareas para que puedan levantar sus notas si es que no hay llegado a la suficiencia... Chicos, una nota no define su inteligencia y si tienen que dar examen no quiere decir que no sean buenos, solo habrán tenido un mal día o no estudiaron pero es solo un número, no deben encasillarse en un número. ──

Era un discurso qué solía hacer siempre para motivar alumnos porque sabía que habían muchos qué se sobreexigian al respecto o que sus padres ejercían esa presión en ellos haciéndoles creer que si fallaban no llegarían a ningún lado y eso era sumamente deprimente para sus alumnos ya qué si llegaban a sus estudios terciarios verían qué el hecho de rendir exámenes era algo sumamente normal.

Pero sus ojos pardos volvieron a centrarse en su pequeño conejito qué parecía estar triste y es que lo entendía, pronto dejarían de verse y no había cumplido no la mitad de las cosas que quería hacerle y decirle.

Pero una idea cruzó por su mente podrida y tomó un papel mientras los demás estaban en sus cosas y escribió algo para Richard y lo metió entre las tres hojas que había utilizado para responder aquella prueba y tras hacer eso anunció qué daría la entrega de notas y con normalidad para él fue entregando aquello viendo la expresión en el rostro de cada uno. En total tenía treinta alumnos y los que habían reprobado su materia fueron ocho, así que no había sido un tan mal curso pero no siempre todos aprueban.

Tras entregarle la nota a Stuart Sutcliffe el cuál notablemente había aprobado su materia se giró viendo a su niño de ojos bonitos el cuál le miró atento pero entre ellos había una charla encriptada y personal.

── Felicidades, te has superado, Starkey. ── Felicitó el profesor entregando aquella prueba al menor y siguió con lo suyo esperando a que leyera aquella nota.

Cuando el profesor se alejó mientras repartía, Stuart se inclinó sobre su banco hacia la izquierda para ver como le había ido a su amigo y sonrió al ver un once sobre doce en su prueba.

── Te dije amigo, aprobaste y tu haciéndote la cabeza por ello, tendrás vacaciones y pasaste al último año. ── Sonrió el pecoso el cuál palemó el hombro del otro.

── Creo que si... Aunque no se qué haría en vacaciones, nunca voy a ningún lado así que no sé qué hacer en realidad... Pero por lo menos promoví y tendré a mi padre contento. ── Sonrió de lado levantando aquel papel y vió como una pequeña hoja de escurría.

Stuart alzó una ceja al ver aquello más no quiso indagar mucho en ese tema ya qué sabía que su amigo tenía una relación bastante compleja con su profesor pero sabía que era lo demasiado inteligente para aprobar sin recurrir a favores sexuales aunque no quería ni hacerse una imagen mental al respecto.

Cuando Richard leyó aquella nota se sonrojó hasta las orejas y guardó dicha nota en su mochila antes de que alguien viera eso así que se dedicó a leer las correcciones de la prueba.

"Mi niño de ojos bonitos, sabía que ibas aprobar ésta prueba y con ello mi curso, solo nos quedan dos semanas más de clase y dejaré de ser tu profesor así que creo que tu aprobación amerita una celebración.
Hoy luego de clases a las dieciocho horas detrás del cine, quédate ahí y yo pasaré por ti."

Esa nota quedó resonando en la mente del joven de ojos azules hasta que comenzó la clase tras la entrega de pruebas y notas en donde había aprobado con casi la nota perfecta comenzó la charla motivacional y los horarios para el recuperatorio qué las darían tanto el profesor Harrison como el profesor Dylan qué había llegado casi corriendo hace unos minutos.

Todo fue monótono, no tenía que concurrir más a clases porque ya había promovido pero de todas formas quería seguir asistiendo para ver a su profesor aunque fueran diez minutos pero sería sospechoso.

La clase fue normal, la atención de ambos profesores se centraron en los jóvenes que no habían salvado la materia y fueron dando sus modalidades, horarios y disponibilidad para ayudarlos a poder promover y en tanto él solo se estaba dejando dibujar mandalas en su brazo por cortesía de Stu.

Al terminar el horario todos salieron casi corriendo y él quiso hacer lo mismo para ir a la entrega de notas de educación física pero fue detenido por una voz grave.

── ¿Podemos hablar, Starkey?. ── Preguntó Bob Dylan saliendo del salón.

── ¿Ocurre algo profesor?. ── Preguntó de forma inocente el menor viendo con sus enormes ojos azules al otro.

El hombre rizado alzó sus hombros tras ver que Harrison no los estaba viendo y aprovechó para llevarse a Starkey consigo a la oficina del ya mencionado para parecer lo más disimulado posible.

Al llegar a dicha oficina entraron y el mayor cerró con llave la puerta para luego darse la vuelta y ver ante sus ojos ese conejito qué su superior veía, lo notaba algo asustado ¿Le tendría miedo? Solo quería cuidarlo y hacerle entender que aquel hombre mayor se estaba aprovechando de su inocencia y enamoramiento con colores de rosas y no veía la cruda realidad.

── No te haré daño, quiero cuidarte de verdad, no te haría daño... Solamente vengo a despedirme si es que no nos volvemos a ver y darte mi última advertencia... Por favor, ten mucho cuidado con lo que haces con el profesor Harrison porque creeme no es algo sano. ──

Ante aquellas palabras Richard quedó pasmado ¿El profesor Dylan estaba totalmente seguro de aquello? No, nadie podía saber que estaba enamorado de su profesor, no podían saber aquello que tenían porque era algo ilegal pero algo le hizo enojar y fue la invalidación de sus propios sentimientos y que quisiera hacerle creer que el profesor Harrison querría hacerle algún tipo de daño o aprovecharse de él, si siempre lo cuidó y le dijo que sus intenciones con él eran buenas.

── Yo no sé de lo que me habla... Lo que está diciendo profesor... Sin ánimos de ofenderle son una reverenda mentira y exageración... Ustedes son mis profesores, más nada que eso... Yo no tengo nada con el profesor Harrison y si lo escuchó de un rumor lo voy a desmentir. ── Claramente ahora estaba asustado por ser descubierto.

── Créeme que te entiendo cuando me dices eso y yo soy consciente porque he estado en tu lugar... Eres un chico violentado al cuál nadie parece preocuparle, con un padre abusivo y te sientes solo y vulnerable, lo sé muy bien y por eso quiero ayudarte... Mira... Tengo ésto, yo estudié ahí en la Universidad de Minnesota... Con una buena beca de estudio en el exterior y mi influencia puedo hablar muy bien de ti... Tendrás una vida nueva, lejos de todo ésto qué te ha estado aplastando y que no deja ver el talento nato qué tienes para las letras... Piénsalo y puedes dar por sentado qué vas a entrar ahí si aceptas. ──  Susurró el americano extendiendo dos folletos qué hablaban respectivamente de todo aquello que habían charlado.

Aquella oportunidad jamás la había llegado ni a soñar en millones de años, irse a estudiar america con una beca completa qué le pagaría todos sus estudios teniendo de referencia al profesor que se había recibido de ahí mismo.

Esa oportunidad lo había engatusado por completo pero el profesor Harrison volvió a su mente y una batalla interna de volvió a presentar dentro suyo.

Dylan sabía muy bien lo que pasaba por esa cabeza, sabía lo que pensaba y había visto lo encantado qué quedó por la propuesta pero eso que desvaneció su ilusión tenía nombre y apellido George Harrison.

── Dime por lo menos que lo vas a pensar, es una gran oportunidad... ¿Si? Dentro del folleto está mi número telefónico, no te preocupes por los números, es americano, así que si te decides me llamas y comenzaré a mover hilos en la Universidad para que te acepten ¿Si hombre? Fue un gusto, espero que logres tus metas y esas cosas, soy muy malo para las despedidas y ser sentimental. ──  Bromeó un poco revolviendo el cabello castaño casi rubio del estudiante.

Richard quedó con aquellos folletos aferrados a su pecho, era la llave de salida, era su boleto de escape a una mejor vida en la gran cuidad, siempre quiso ir a los Estados Unidos, amaba las películas de Western qué se grababan ahí e iba a ver con su madre ¿Y si eso era una señal de su madre desde el más allá? Capaz y quería que su pequeño retoño fuera feliz en dónde siempre soñó estar y poder ser un director de cine y guionista.

Pero ahora tenía una cita con su maestro y le mostraría aquello, sabía que su maestro lo apoyaría en todo aunque se pondría triste pero necesitaba el apoyo del hombre que más amaba y era George, así que metió los folletos en su mochila y salió corriendo a su próxima clase, ya estaba haciendo la cuenta regresiva para su cita.

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