Francia, Paris 2010.

El equipo de la Selección Japonesa de Fútbol se encontraba en Francia para un torneo Juvenil que se realizaria en ese pais . Después de un día de entrenamiento intenso, decidieron tomar un descanso y divertirse un poco. Bruce Harper, Andy Johnson, Benji Price, Steve Hyuga, Richard Tex Tex, Paul Diamond, Johnny Mason y los demás jugadores se encontraban en un parque de diversiones, emocionados por probar una nueva atracción de terror.

El grupo se reunió frente a la entrada de la atracción, con nerviosismo y emoción en sus rostros. Oliver Atom y Tom Misaki estaban juntos, intercambiando miradas y sonrisas cómplices. Aunque no se habían dado cuenta aún, sus sentimientos aumentaban cada vez más.

─ Oliver, ¿estás listo para esto? ─ miro a su amigo.

─ Claro que sí, Tommy. Estoy emocionado por pasar este momento contigo ─ le sonrió co dulzura.

Los muchachos ingresaron a aquel lugar con valentía y coraje, algo que por supuesto no les duro mucho.

─ ¡Dios mío, esto es demasiado! ¡No puedo más! ─ el ayudante de entrenador juraba que en algún momento le agarraria un paro cardiaco por las escenas aterradoras que presenciaba.

─ Tranquilo, Andy. Estoy aquí contigo. Solo respira profundo y trata de relajarte ─ el capitán del Furano trataba de calmar a su compañero tratando de no desmayarse por los sustos.

─ No hay nada que temer. Soy como un tigre, fuerte y valiente ─ el delantero se repetia intentando mentalizarselo.

─ Claro, Steve. Un tigre que salta de miedo cada vez que algo se mueve ─ rodó los ojos el portero de cabello largo.

A medida que pasaba el juego, peor se ponia para los adolescentes.

─ ¡Tom! ¡Tenemos que salir de aquí! ─ Salto a los brazos de su compañero de oro.

─ Tranquilo, Oli. Estoy aquí contigo ─una gotita caia tras su cabeza.

─ No te preocupes, Alán. Estoy aquí para protegerte ─ lo abrazó.

─ Gracias, Benji. Eres un gran amigo ─ le agradeció.

El jugador del Hamburgo sintió como su corazón se rompia al oir eso.

─ Si me dejas solo, no volverás a ver la luz del día ─ Amenazo al que fue su compañero en el San Francis

─ Tranquilo, Johnny. No te dejaré solo. Estoy tan asustado como tú ─ le tenia más miedo a él que a la atracción en si.

En un momento, un tipo con una mascara y una motosierra acorrala a Oliver, Paul, Bruce, Benji, Andy y Steve.

─ ¡Ahhh! ¡No puedo más! ─ gritaba el capitán.

─ ¡Socorro! ─ lo segundo el defensor.

─ ¡Estamos atrapados! ─ Price estaba muy asustado (cosa que no era de todos los dias).

─ ¡Esto es una pesadilla! ─ primera y ultima vez que el principe de cristal aceptaba ir a cosas asi.

─ ¡Soy un tigre, un tigre valiente! ─ siguio con su discursó mental.

Pero justo llega el otro mediocampista y logra noquear al hombre (no preguntén como)

─ ¡Tom, eres un ángel! ─ el pelón se arrodillo haciendo el ridículo.

─ Gracias, Tom. No sé qué hubiéramos hecho sin ti. ─ mostró gratitud Paul.

─ Eres nuestro héroe ─ le removió el cabello el pelinegro alto.

─ Te lo agradezco mucho, Tom. Eres increíble ─ lo elogió Johnson.

─ ¡Eres el mejor, Tom! ─ el nombrado se sorprendío de escuchar eso de Hyuga.

─ Tommy nos salvaste es por eso que te am- quise decir... quiero decir... ¡Eres mi mejor amigo! Gracias por estar aquí. ─ frenó lo que iba a decir con nerviosismo.

Los otros cinco jugadores miraron al diez con sospecha.

─ ¿Estás seguro, Oliver? ─ Bruce le dijo con picardia.

─ Eso sonaba diferente, Oliver ─ Diamond sono divertido.

─ ¿Hay algo que quieras compartir con nosotros? ─ se cruzo de brazos su mejor amigo esperando su respuesta.

─ ¡Oliver tiene un enamoramiento secreto!─ dio saltitos cortó Andy.

─ ¡Oliver está enamorado de Tom! ─ lo fastidió el nueve.

Se sonrojo y se avergonzó.

─ ¡No es eso! ¡Solo... solo digo que Tom es mi mejor amigo!.

Cuando se termino su turno y salieron corriendo de ahi deteniendose en un parqué, aprovecharon para molestar al ex aprendiz de Roberto Sedinho.

─ ¡Oliver, estás enamorado de Tom! ─ dio inicio Harper.

─ ¡Admítelo, Oliver! ─ añadió Paul.

─ ¡No puedes ocultarlo más! ─ se sumo Benji.

─ ¡Eres un romántico empedernido! ─ le dio un golpe suave el jugador del colegió alemán.

─ ¡Oliver y Tom, sentados en un árbol...! ─ el que más disfrutaba de eso era Steve.

─ ¡Dejen de molestar! ¡Vamos a disfrutar el resto del día! ─ se avergonzó y trato de desviar el tema.

Los chicos continuaron su día en el parque de diversiones, creando recuerdos, momentos graciosos y fortaleciendo su amistad.