⎩3. La apuesta⎫
—¿Por qué la cara larga, Minho? — me preguntó Felix tras encontrarse conmigo en el estacionamiento del campus.
—Tonterías que tengo en mente— respondí tras girarme hacia él —¿Tú...?
—Chicos, tendrán que asistir a una junta con el resto de los candidatos— anunció la chica encargada de ese tonto concurso. —Ahora mismo.
—Tengo que irme— dije tras comenzar a dar pasos hacia la camioneta que espera por mí, sin embargo, fui detenido por la pelinegra. —Lee Minho, vuelve ahora mismo al auditorio o no me haré responsable de lo que pueda sucederte.
Me giré de mala gana hacia la chica y dije—: Tócame siquiera un cabello y te arrepentirás por completo.
—¿Crees que tengo miedo?
—Lo tendrás— le aseguré. —No me conoces, así que, evítame el placer de presentarme formalmente ante ti.
—Minho, vamos— habló Felix con voz tenue y agregó—: No podemos faltar a esas juntas.
Miré con desdén a la pelinegra y me alejé de su agarre como si tuviera la peste. Después procedí a limpiar mi saco con mi mano como si estuviese quitando basura invisible y miré nuevamente hacia la pelinegra. —No me vuelvas a tocar— le recordé con seriedad. —Detesto que los becados crean tener lo necesario para siquiera mirarme. No somos iguales y nunca lo seremos.
Entré nuevamente al edificio a paso seguro con la frente en alto tras hacerle una señal a mi chofer. Es detestable tener que asistir a esas tontas juntas sin sentido y haré lo posible para ser eliminado en la primera oportunidad que se presente porque no pienso quedarme durante mucho tiempo.
Felix caminó a mi lado en silencio, manteniendo su distancia para evitar molestarme y agradezco eso dado que detesto tener a las personas muy pegadas a mí puesto que el contacto físico es una de las muchas cosas que odio con todo mi ser y la mayoría de los estudiantes lo saben y es por ello que se mantienen alejados. No puedo creer porque demonios he sido elegido para ser parte de este patético concurso si carezco de muchas cosas que son necesarias para ser un candidato.
La pelinegra se adelantó y abrió la puerta para mí, entré al auditorio y suspiré al encontrarme con el resto de los candidatos que se encuentran correctamente sentados en sus respectivos lugares. Tomé asiento lo más alejado del resto de los chicos y miré mi celular, le envié un mensaje a mi chofer para darle algunas instrucciones y lo guardé tras soltar una risita mental.
—Chicos, me complace tenerlos a todos aquí— habló la pelinegra. —Es momento de dejar en claro algunas actividades que deberemos llevar a cabo para que la competencia sea clara y justa y para ello pondremos a prueba su inteligencia y capacidad de la resolución de problemas mediante distintas actividades que involucrarán conocimiento básico de cada una de las carreras...— la chica continuó hablando tonterías, sin embargo, dejé de prestarle atención y miré hacia uno de los grandes ventanales y deseé ser un ave.
—¿Por qué deberíamos de hacer todo esto? — preguntó uno de los chicos —Me parece una gran pérdida de tiempo.
—Changbin, debemos hacer esto porque es parte de nuestra tradición.
Changbin rodó los ojos. —¿Cómo puedo deslindarme de todo esto? ¿Puedo ceder mi lugar a otro compañero?
—No. No puedes ceder tu lugar y deberás de continuar con el concurso hasta que se de cómo finalizado.
Decidí mirar hacia donde se encuentra Changbin, sin embargo, mi mirada cayó sobre cierto chico de cabello largo de color rosa y sonreí abiertamente cuando nuestras miradas se conectaron, el chico simplemente rodó los ojos cuando le guiñé el ojo y volvió su mirada hacia la pelinegra.
La puerta fue abierta y entró Seungmin a paso rápido, miró hacia la chica y dijo—: Lamento llegar tarde, pero tenía una junta con mi profesor de...
—No hay problema— le sonrió la chica —Toma asiento.
Seungmin tomó asiento a mi lado derecho y me lanzó un beso. —¿Me extrañaste?
Le mostré mi dedo medio a modo de respuesta y miré mi celular que ha vibrado indicándome la llegada de un nuevo mensaje. Desbloqueé la pantalla y sonreí abiertamente tras leer la respuesta que me ha sido enviada por mi chofer.
—¿Y esa sonrisa?
—Haré que ese bastardo sea mío— miré hacia Seungmin.
—¿Quién?
—El estudiante de medicina.
—¿Te gusta?
Miré hacia el estudiante de medicina y sonreí de lado. No puedo negar que es sumamente atractivo y me hace suspirar, sin embargo, debo ser sumamente cuidadoso en cada uno de mis movimientos porque quiero que ese chico sea mío a como dé lugar y no hablo de cuestiones amorosas sino, como un trofeo.
—No, no me gusta.
—Minho, ¿en serio? — Seungmin sonrió con perversión. —¿Aceptarás la apuesta?
—¡Claro! ¿Qué piensas?
—Es obvio que ganarás— rodó los ojos. —Lo tendrás en tus manos en un abrir y cerrar de ojos.
—Lo haré caer en menos de un mes— aseguré. —Hwang Hyunjin, prepárate porque te haré sentir el cielo y el infierno.
—Ah. Me encantas— soltó Seungmin con sarcasmo. —Le avisaré a los chicos que estás dentro.
Pertenezco a un grupo en donde apostamos grandes cantidades de dinero sin pensarlo dos veces y las apuestas consisten en lograr enamorar a un estúpido becado para después hacerle sufrir y los convertimos en la burla de todos los adinerados. Es una actividad que hacemos por el placer de hacer sufrir a los pobres que creen tener el mismo nivel que nosotros.
Dentro del mundo de los adinerados no hay espacio para esos estúpidos que creen tener poder para hacer lo que quieren y es por ello que debemos de enseñarles el lugar que realmente les corresponde de una manera que los marque de por vida.
Jisung miró hacia nosotros y elevó su dedo pulgar al igual que Jeongin; ambos chicos también forman parte del club y son extremadamente buenos en sus roles de amantes cariñosos que son totalmente falsos. He obtenido la victoria diez veces desde hace un año y no pienso dejar que el pelirosa se salga con la suya porque amo poner en su lugar a los becados que creen tener la capacidad de sentirse mejor que yo.
⎡🏆⎦
—Vamos a elegir a nuestras víctimas— habló Jeongin.
—Elegiré a Hwang Hyunjin— anuncié tras cruzarme de brazos. —Me encantaría ver a ese bastardo rogándome por una oportunidad.
—Me agrada tu nivel de enfermedad psicológica— se burló Jeongin. —Serías un excelente paciente, pero no puedo atender a mis amigos.
—Aun no logro entender cómo eres estudiante de psicología si eres terriblemente perverso y egoísta— bufé.
—Eso es un misterio— sonrió. —Elijo a Bang Chan.
—¿A quien eliges, Jisung?
—Lee Felix porque me parece una persona muy fácil de enamorar.
—Excelente elección— le sonreí. —Seungmin, Changbin será todo tuyo.
—Nada mal.
—Recuerden que tenemos un mes como máximo para lograr dar el primer paso— dije con tono serio.
—La última vez perdí medio millón de dólares— bufó Seungmin —Espero ganar esta vez.
—Entonces, ¿por qué no apostamos otra cosa? — miré hacia los chicos.
—¿Qué tienes en mente? — Jeongin me miró con perversión.
—Una propiedad. Los perdedores deberán de cederle una propiedad al ganador porque esta vez solo deberá de haber un ganador.
—¿Qué? ¿Estás diciendo que uno de nosotros ganará tres propiedades? — preguntó Jisung con sorpresa.
—¡Claro! ¿Qué piensan?
—¡Me encanta!— exclamó Jeongin.
—No hay problema— sonrió de lado Seungmin.
—Les ganaré— aseguró Jisung. —Tengo el objetivo más fácil.
—Eso ya lo veremos.
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[✐━] Capítulo publicado: diciembre 01, 2020.
[✐━] Capítulo corregido: junio 24, 2022.
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