𝐎𝐎𝟕┃Prueba de arena
𓂃⊹ ִֶָ𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗢𝗢7(🌸)
✩。⋆ ✹ ▞▞▞▞(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 🌷ꏍ !❛Cuestión de tiempo...
UNA MELENA PELINEGRA CAMINABA ENTRE LAS PERSONAS mientras observaba todo con curiosidad y una mirada un poco aturdida. Su cabeza dolía mucho, más que ayer, sentía como si dos martillos la golpearan sin piedad una y otra vez, y para rematar su cabeza no lograba ignorar las fastidiosas vocecillas de los aspirantes. Era tan molesto que de vez en cuando sus labios formaban una mueca sin darse cuenta.
―¿Qué es este sitio? No hay nada― Susurraban los aspirantes, caminando de un lado a otro examinando el lugar.
Hace poco la aeronave había aterrizado, permitiéndole a los aspirantes conocer el paraje en el cual se evaluaría la tan esperada fase tres del Examen de Cazador. Todos se encontraban sobre un piso de ladrillos bastante extenso, que al parecer estaba rodeado por un risco.
―Disculpen...― Llamo Beans, la personita verde ―Señores, la tercera fase del examen dará comienzo aquí, en la cima de la Trick Tower.
―¿Trick Tower? ― Pregunto uno de los aspirantes.
―Para superar esta fase, tienen que llegar a la base de la torre con vida. El tiempo límite es de 72 horas. Y con eso damos comienzo a la tercera fase.
― No puede ser ― Susurro Leorio con notoria sorpresa en sus ojos.
― En total tenemos tres días―Aviso Jisoo, cruzada de brazos, ladeando la cabeza pensativa― Genial.
― ¡Les deseo mucha suerte! ― Fue lo último que se escuchó de la personita verde antes de que se marchara en la aeronave, dejando a todos los aspirantes confundidos en aquel lugar.
Gon se encontraba en la orilla de la torre con una mirada curiosa, inclinando su espalda para poder ver mejor la altura del lugar, para luego abrir sus labios con sorpresa y parpadear repetidas veces.
―¿Se supone que tenemos que bajar por aquí? ― Dijo Leorio abrazado su maletín con una gota de sudor bajando por su frente.
―Eso sería un suicidio... ― Opino Kurapika de brazos cruzados.
―Tal vez para una persona normal. ― Tan pronto como el grupo escucho la voz se giraron curiosos por el nuevo visitante ― Pero un escalador de primera puede con esto.
Luego de que el señor dijera aquello se dispuso a bajar por la pared de la torre como una araña. El hombre parecía ser muy hábil, cada vez iba bajando más rápido únicamente con sus manos y piernas.
Un extraño ruido alertó a Jisoo, quien levanto su cabeza alejando su mirada del hombre y frunció su ceño de manera confundida.
―¿Qué...? ― Susurro la joven observando a sus amigos, notando como ellos se encontraban igual de extrañados que ella.
De un lado de la torre, unos extraños animales más grandes que un humano se acercaron volando emitiendo molestos gruñidos, también haciendo mucho viento con sus alas molestando al escalador.
―¡Basta! ¡Aléjense de mí! ¡Déjenme en paz! ― El hombre empezó a gritar, pero pronto sus gritos fueron callados al ser atrapado por uno de esos extraños animales, quienes se fueron de allí rápidamente.
―Supongo que no podremos bajar por la pared... ― Dijo Leorio nervioso mientras los jóvenes asentían con muecas en sus caras.
(🌷)
Al final decidieron recorrer el lugar en busca de alguna manera para poder bajar. El examen se encontraba lleno de sorpresas, probablemente tendrían que resolver acertijos o algo por el estilo.
Jisoo caminaba dando pequeños saltos evitando tocar las líneas que separaban a los ladrillos, al mismo tiempo que intentaba no perder de vista a Gon y Killua, quienes caminaban más alejados que ella. Su rosa mirada examinó a los aspirantes, notando algo que logro llamar su atención, frenando su paso.
―¡Chicos! ― Llamo Jisoo dejando de saltar, empezando a trotar hasta acercarse a sus amigos. ― Hay menos personas por aquí. ¡Eso quiere decir que podría haber una puerta oculta que nos permita bajar!
―Es probable, ningún otro aspirante se ha arriesgado a bajar por los lados de la torre, lo que significa que bajaron de una manera distinta ― Asintió Killua observando alrededor.
El peliverde asintió ante la afirmación mientras observaba el suelo pensativo, al mismo tiempo que Jisoo retomaba a dar saltitos, esta vez alrededor de ellos mientras contaba a los aspirantes en silencio con una mirada aburrida.
―¡Ah!
La joven dejó escapar un grito tomando por sorpresa a Gon y Killua, quienes dirigieron su mirada tan pronto como la escucharon, notando como ella desaparecía y el ladrillo bajo ella se daba la vuelta provocando que callera a algún lugar desconocido.
Sus rodillas se flexionaron antes de caer al suelo y evitar hacerse daño, para luego levantar su mirada curiosa. La chica se quedó por unos segundos quieta en su lugar, mientras su mirada observaba el lugar a detalle antes de levantarse.
― Así que si había otra manera de bajar. ― Susurro la ojirosa mientras se levantaba completamente.
Su mirada empezó a recorrer la habitación, examinándola con curiosidad, notando como estaba rodeada de diferentes puertas con personas de llamativas armaduras talladas a mano.
A simple vista se podía notar antiguo y solo, únicamente con una vela derritiéndose en una mesa que se encontraba en el centro. Un poco tétrico, pero un ambiente muy familiar para Jisoo.
― ¿Killua...? ¿Gon...? ― Empezó a llamar nombre por nombre, sin obtener respuesta ― Bien, al parecer estaré sola.
Uno de sus dedos recorrió la mesa frente ella, notando como este se manchaba de un suave color gris. La joven ladeó la cabeza mientras agarraba la vela entre sus manos, dándose cuenta de que también había una especie de reloj sobre esta.
Finalmente, la joven se giró volviendo a examinar la habitación luego de abrocharse aquel reloj en su muñeca.
― ¿Qué se supone que tengo que hacer? ― Susurro, pegando un pequeño salto asustado al escuchar como aquel reloj empezaba a emitir un molesto pitido. Esta vez, Jisoo examino el reloj con más detalle, encontrando diferentes figuras en ella y el tiempo que tenía para escapar.
― Se trata de un acertijo... ― Su mirada se levantó, observando las puertas con una pequeña sonrisa, entendiendo qué sucedía. ― Tal vez una de las puertas se abra si oprimo una de estas figuras, y detrás de ella encontraré mi prueba.
Para su fortuna, era fácil reconocer aquellas personas talladas en las puertas, pues su familia siempre insistió en que era necesario aprender sobre diferentes deidades o símbolos de justicia.
Sus pasos se acercaron a estas con una mirada curiosa, y con la ayuda del fuego observo con cautela cada uno de ellos.
Sin dudarlo pulso el círculo en su reloj, figura que encajaba con la figura de una bella mujer con una espada en mano y su largo pelo lleno de rosas con espinas. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios sin darse cuenta, recordando el significado de aquella deidad, el cambio.
― ¡Ah! ¿Qué es ese sonido? ― Exclamo, retrocediendo algunos pasos, notando como la puerta empezaba a agacharse, desapareciendo hasta quedar a la altura del piso, dándole paso a la joven, permitiéndole ver el interior.
― ¿Un laberinto?
― ¡Así es! ― la joven dio un brinco del susto al escuchar una voz desconocida. Su mirada viajó hasta llegar a un parlante en una esquina de las paredes ― Me llamo Lippo, soy el alcaide de esta prisión, así como el examinador de la tercera fase.
― ¿Una prisión?
― Esta torre tiene múltiples rutas de salida preparadas, pero en este caso tendrás que escoger la correcta y lograr escapar con vida de este laberinto. Únicamente tu instinto y creatividad son necesarios para superar esta fase del examen con éxito
― ¿Escapar de un laberinto? ― Susurro, adentrándose más a la puerta con una mirada emocionada y una pequeña sonrisa― Ese tipo de cosas no se me dan tan mal... O eso creo.
. . .
Los pasos de la joven resonaban por la habitación. Su mirada de vez en cuando se desviaba a su reloj, el cual contaba 73 horas en reversa, el tiempo que tendría para escapar de aquel lugar.
Con ayuda de su vela podía observar el sitio totalmente oscuro. Un pasillo largo con algunas puertas que la desviarían a algún paraje desconocido, cada una de ellas con pruebas o castigos totalmente diferentes.
Su prueba amenazaba con cambiar en cualquier momento con un paso en falso.
― ¿Qué estarán haciendo ellos? ― Susurro, apoyándose contra una de las paredes, respirando agitadamente.
Durante aquel tiempo había hecho de todo. De escapar de una roca gigante, saltar en gigantes pilares, y perderse una y otra vez.
Ya empezaba a cansarse y su vela a desgastarse.
― ¡No entiendo nada de esto! ― Exclamo, dejándose caer en el suelo, y sin darse cuenta, empujar un ladrillo sobresaliente con una rosa marcada ― ¡Donde estoy! ¿Es una clase de escritura o un laberinto? ¡¿Qué se supone que tenga que hacer con esto?
Sus reclamos fueron callados por el estruendoso ruido de algo acercándose a una gran velocidad. Por instinto la joven se puso de pie, permaneciendo en silencio, confundida por aquello que se acercaba a ella.
Una gigante piedra redonda del tamaño del pasillo se acercaba a ella espantándola.
― ¡A-ah! ¡Pensé que solo pasaba en las películas!
La chica empezó a correr al mismo tiempo que golpeaba algunas puertas intentando evitar ser aplastada y entrar, pero ninguna se movía, o parecían no tener salida. Sus piernas no paraban de moverse con la piedra pisándole los talones detrás de ella, mientras que sus labios se deformaban en una mueca asustada.
Jisoo se deslizó en el suelo logrando dar una curva y escapar por algunos segundos de la roca, tiempo que aprovecho para sacar su frisbee y forzar una extraña puerta que tenía frente ella. El borde dorado del objeto de alguna manera brillaba en la oscuridad, permitiéndole a la joven ver mejor.
― Rápido, rápido, rápido...
Luego de algunos intentos y golpes, la puerta por fin pareció ceder, al mismo tiempo que la roca se acercaba. La joven se separó por unos segundos de la puerta, lanzándose sobre ella con más fuerza, logrando abrirla.
Su mirada se desvió al interior de la habitación, observando sorprendida un túnel en el suelo.
― ¿Qué...? ― Susurro con duda, pero el ruido de la roca cada vez la presionaba más, obligándola a tomar una decisión.
Lo último que Jisoo vio fue la roca tapando la puerta por la que había entrado, y luego de unos segundos tapara el túnel por el que se había tirado, dejando el lugar totalmente oscuro.
(🌷)
― ¿Te encuentras bien? ― Pregunto Jisoo a una joven de cabello color turquesa hasta el hombro, ojos esmeralda y un sombrero color amarillo redondo, quien se encontraba sentada en el suelo observando el lugar con extrañeza.
La ojirosa le ofreció la mano ayudándola a pararla con una pequeña sonrisa. La chica frente ella se notó sorprendida mientras asentía a la anterior pregunta, al mismo tiempo que aceptaba la mano de la pelinegra.
― Soy Ponzu.
― Me llamo Ji...
Las miradas de ambas damas se dirigieron a un lado de la habitación, notando como un chico pelirosa caía de uno de los túneles con una mueca de sorpresa para luego sonreír confiado. La chica de pelo turquesa sonrió tan pronto vio aparecer al chico, alejándose de Jisoo acercándose al pelirosa.
Mientras aquello pasaba, Jisoo se dispuso a examinar la habitación con una mano en su cintura. Su segunda prueba para llegar al final de la torre se encontraba frente a ella, y ahora estaba acompañada de dos curiosas personas no muy mayores que ella.
El suelo era cruzado por un camino de baldosas con dibujos en ellos, a excepción de una parte. En los alrededores se encontraba un angosto pero profundo barranco. En uno de los extremos de la habitación había una puerta totalmente abierta, dejándoles la salida libre.
― Bueno, si tenemos que hacer esta prueba juntos, no estaría mal presentarnos ― Dijo la ojirosa dándose la vuelta y observar a sus acompañantes con una sonrisa ― Me llamo Jisoo.
― Ponzu ― Volvió a presentarse la joven de pelo turquesa.
― Yo soy Pokkle ― El chico pelirosa la observo con media sonrisa mientras asentía animado ― Muy bien, ¿de qué tratara esta prueba?
― Mmm ― Ponzu camino por la habitación, observando hacia arriba con una ceja arqueada, ladeando la cabeza ― Parece una habitación de escape bastante antigua.
― ¡Ah! ¿Habitación de escape? ― Exclamo Pokkle sin esconder su emoción, notando como la ojirosa abría sus labios con sorpresa.
La mirada de los tres se dirigió al techo al escuchar un suave sonido similar a algo muy pequeño, deslizándose, y así era. Tres figuras de leones de piedras se encontraban colgadas a un lado de la habitación como candelabros, sus bocas se encontraban abiertas, dejando ver dos gigantes colmillos.
Entre ellos empezaba a deslizarse un delgado hilo de arena.
― ¿Eh? ― La mirada sorprendida de Jisoo llamo la atención de sus acompañantes, quienes se limitaron a observar como la joven tomaba impulso para treparse en la boca de uno de los leones más cercanos a ella ― ¡Arena! ¡Si nos apuramos seremos cubiertos por-
La joven fue sorprendida por un fuerte chorro de arena que le disparo directamente a su cara, provocando que la chica se soltara cayendo al suelo nuevamente, frotando su cara mientras se quejaba en voz baja y retrocedía.
― ¿Arena? ― Exclamo Ponzu sorprendida, notando como no dejaba de salir mientras retrocedía― A ese ritmo, si no hacemos algo pronto la habitación se inundará.
― Es como una de esas antiguas trampas de arena ― Dijo Pokkle, observando a sus lados, para luego señalar la puerta al otro lado― La única puerta para escapar esa de aquel lado, pero, ¿los túneles?
― Los túneles por donde vinimos no servirán, es prácticamente imposible escalar por ahí, es como un agujero recto que nos trajo hasta aquí. ― Aviso Jisoo, parpadeando con dificultad. ― La arena nos está obligando a caminar hacia el otro lado, hay debe estar la salida.
― ¡No podemos retroceder más! ― Aviso Ponzu, acercándose nuevamente a las figuras de roca con dificultad ― Debemos empezar a caminar por las baldosas, pero parece que tendremos que ser cautelosos, aunque la salida este frente a nosotros no nos confiemos.
― Sí, al parecer esto no es tan fácil. Las baldosas tienen dibujo grabados, de seguro es como esos juegos donde un solo paso en falso puede hacer que caigamos por el acantilado. ― Exclamo Pokkle, golpeando su propia mano, entendiendo lo que sucedía.
― ¡Ya están entendiendo de que se trata esto! ― La voz del parlante empezó a sonar, tomándolos por sorpresa ―Tendrán que buscar la manera de escapar antes de que los prisioneros lleguen, y además, queden enterrados vivos por la arena o caigan por el barranco.
Los presentes no pudieron evitar fruncir sus ceños al escuchar sus palabras.
― Tenemos que actuar rápido ― Jisoo escarbo en su mochila, agarrando la lata de jugo de naranja que Tonpa le había ofrecido. Su mirada se fijó en el camino, notando como se trataba de una larga fila de dos baldosas de ancho. ― Lanzaré esta lata a una de las baldosas, así podremos saber cuál es la correcta.
Pokkle y Ponzu se miraron entre ellos para luego acercarse rápidamente, y aun lado de la joven observaron atentamente como Jisoo tiraba con fuerza el recipiente, cayendo sobre una de las baldosas.
La sala fue inundada por un profundo silencio que no tardo en ser roto por la exclamación emocionada de Jisoo y el pelirrosa.
― ¡Primera baldosa vencida! ― Exclamó Pokkle, alzando su mano con emoción, recostando so otra mano sobre el hombro de la ojirosa. ― ¡Qué sorprendente eres, Jisoo!
― ¡De verdad lo crees!― Exclamó la joven, sonriendo animada. A un lado de ellos, Ponzu dejo escapar una suave risita, notando la leve similitud de ambos jóvenes.
― Bien, continuemos. ― La chica de ojos verdes agarro la lata, lanzándola con fuerza, y antes de que sus dos acompañantes continuaran, los detuvo.
Un fuerte estruendo resonó por todo el lugar luego de varios segundos.
― ¡Ah! ¡Por poco! ― Exclamó Pokkle ― ¡Gracias Ponzu!
― No es nada. ― Respondió la chica, frunciendo su ceño levemente, fijando su vista en las baldosas. ― ¿Tienes algo más para lanzar, Jisoo?
― No... ― Respondió con un semblante triste, soltando un suave suspiro. ― No es para preocuparlos más, pero... La arena cada vez más se está acercando.
Los tres permanecieron en silencio por orden de Ponzu, quien se agachó y empezó a examinar aquellos dibujos marcados en cada una de las baldosas, reconociéndolos en segundos.
― Coinciden con los dibujos en las puertas que vimos antes de llegar. ― Exclamó al aire, volviendo a posar sus manos sobre las baldosas. ― Cada puerta llevaba a un camino seguro o peligroso, supongo que es igual aquí... Pero.
― ¿Pero?
― Solo quien observo el interior de cada una de ellas sabrá el camino correcto, y Pokkle y yo no nos fijamos en eso.
Nuevamente, el silencio reino entre ellos, únicamente lográndose escuchar el sonido de la arena cayendo por el acantilado mientras se acercaba a ellos. De repente, Jisoo levanto su mirada de golpe, observando a Pokkle.
― ¡Tus flechas!
― ¿Ah?... ¡Mis flechas!
― Podría servir para descubrir que baldosa pisar.
― ¡Pero no puedo gastarlas!
― Tienes razón...
― ¡No te desanimes! Ponzu es muy buena con los acertijos, pronto sabrá qué hacer.
― Si eso dices...
La joven de pelo turquesa dejo escapar una fuerte exclamación, sorprendiendo a los dos jóvenes detrás de ella, quienes se asomaron sin esconder su curiosidad, notando como Ponzu empezaba a contra con sus dedos o a susurrar un montón de cosas.
― ¡Es más simple de lo que pensaba! Estos dibujos son difíciles y elaborados, solo si te concentras en eso será difícil. ― La mayor asintió para ella misma, levantándose del suelo y acomodar las manos sobre su cintura.
Para sorpresa de todos, la joven salto sin dudarlo, acomodando sus pies sobre ambas baldosas, provocando gritos asustados en Jisoo y Pokkle, quienes se acercaron a ayudarla, sorprendiéndose al darse cuenta de que no empezaba a caerse al acantilado.
― ¿Por qué se asustan? Ya descubrí el acertijo. Podremos salir de aquí.
― Wow... ― Susurro Jisoo con brillos en sus ojos, tapando su boca con sorpresa ― Ponzu-san realmente es muy buena con los acertijos.
― Te lo dije ― Respondió Pokkle, con una sonrisa orgullosa.
Siendo guiados por Ponzu, los tres empezaron a saltar en las dos baldosas al mismo tiempo, escuchando la explicacion de la chica de ojos verdes mientras seguían el camino, sin notar como la arena cada vez más se acercaba, aumentando su velocidad.
― Tiene sentido, es como el yin y el yang, ¿no? ― Exclamó Jisoo, recibiendo una afirmación. ― Tienen que estar juntos para estar en paz. En este caso, para no derrumbar las baldosas.
Tardaron algunos minutos en terminar de llegar, los tres con sonrisas en sus labios al ver la puerta frente ellos, notando como no había ningún otro acertijo que resolver dentro. El ceño de Pokkle se frunció, sintiendo como un poco de arena provocaba un cosquilleo en su tobillo.
― ¡La aren- ― Su comentario fue bruscamente interrumpido por un fuerte temblor que sacudió toda la sapa, obligándolos a entrar completamente en la otra habitación desconocida.
― ¡Ah!
― ¡Ponzu! ― Pokkle abrazo a la chica evitando que callera al suelo, para luego levantar la mirada con cofunción, examinando el lugar.
― ¿Q-qué? ¡La arena dejo de caer! ― Ponzu se enderezó, aun en los brazos del chico pelirrosa, para luego observar a Jisoo con una mueca confundida― ¿Funciono?
― Al parecer... ― Susurro Jisoo, notando como el tamaño de la arena poco a poco disminuía con aquel temblor ― ¡La arena dejo de seguirnos!
Los festejos de los chicos fueron callados luego de escuchar una extraña risa en los túneles por los que antes habían bajado. Pokkle y Jisoo no pudieron evitar hacer muecas de terror al ver un hombre bastante alto con una mirada sombría, dejándolos sin palabras.
― Les explicaré la situación. Ante ustedes se encuentra un prisionero de la Trick Tower. El comité de selección del examen de cazador lo ha contratado oficialmente como examinador. Tienen que escapar de la habitación escabulléndose del prisionero en el menor tiempo posible.
Jisoo frunció su ceño, notando como el hombre fijaba su vista en ella y empezaba a reír. Al parecer, aquel prisionero había fijado a la joven como su objetivo, por ser la más joven, y, por lo tanto, débil.
Ponzu y Jisoo esquivaron al hombre mientras que Pokkle alistaba su arco en una de las esquinas. No tenían tiempo para algún plan, en aquel momento solo podían salvarse cada uno y buscar la manera de cruzar la puerta que el criminal protegía.
Jisoo se acercó peligrosamente al prisionero, observando con duda como de sus manos sacaba dos cadenas, produciendo un ruido metálico al chocar contra el suelo. Por otro lado, la chica de ojos esmeralda se escabullía por el lado contrario del prisionero intentando llegar a la puerta.
― ¡Oye, grandulón! ― Empezó a llamar Jisoo, intentando atraer al hombre. ― ¡No me atrapas!
La joven se agachó, sintiendo el roce de la cadena en su cabeza, para luego saltar volviendo a esquivar un ataque. Era increíble como Jisoo lograba llamar toda la atencion del hombre, logrando alejarlo bastante de la puerta.
La mirada de la chica se desvió a la puerta, notando como sus dos acompañantes salían rápidamente por esta. Su visión fue interrumpida al sentir como su pierna era agarrada con fuerza, con la intención de romperla, y pronto se estrelló contra una de las paredes, dejando escapar un quejido de dolor.
― ¡Jisoo! ¡Ven rápido! ― Exclamó Pokkle, en la puerta, apuntando su arco directo al hombre. Por otro lado, Ponzu evitaba que la puerta se cerrara, sosteniéndola con fuerza.
El prisionero se detuvo por un segundo, fundiendo su ceño con molestia, notando como la menor empezaba a correr con dificultad, logrando escabullirse para acercarse a la puerta rápidamente.
El prisionero se dio la vuelta ofreciéndole una mirada severa a la ojirosa, helándole la sangre. El hombre no perdió el tiempo y empezó dar fuertes pisadas haciendo el suelo temblar, amenazando con hacer caer a la joven.
Pokkle se apresuró a lanzar dos rápidas flechas al hombre, pero estas rebotaron contra su capa, indicando que tenía una protección bastante fuerte. No podría hacer nada para evitar que se acercara a Jisoo.
El pelirrosa extendió su mano a Jisoo, en un desesperado intento por ayudarla, pero el prisionero no se quedó atrás, y con una de sus cadenas logro atrapar el tobillo de la ojirosa.
― ¡Jisoo! ― Exclamó Ponzu preocupada, notando como Jisoo intentaba aferrarse del suelo.
La joven frunció su ceño mientras sentía como era arrastrada por el piso, y con la fuerza que le quedaba intentaba patear al hombre, pero no lograba nada.
No podía quedarse atrás, pero llego un momento donde sus compañeros no pudieron sostener la puerta por tanto tiempo, dejando a Jisoo encerrada en aquel lugar, desapareciendo de la vista de la menor.
― No puedes obtener una victoria sin sacrificar algo a cambio ― Empezó a hablar por primera vez el prisionero con una voz escandalosa ― ¡El participante número 406 fue seleccionada para pagar una pequeña parte de la condena que yo tendré que cumplir en la Trick Tower!
(🌷)
― Bueno, 47 horas no es tanto a comparación de 68 años. ― Se consoló a sí misma Jisoo caminando con pereza ― Tendré tiempo suficiente para salir de la torre.
La chica caminaba por un camino metálico dirigiéndose a la habitación donde tendría que pasar su castigo por ser atrapada por aquel prisionero. Su semblante era decorado con una pequeña mueca adolorida mientras caminaba, frotando su cuello con una mano.
Su pierna aún dolía, y la arena en casi todo su cuerpo le provocaba picazón. De cierta manera estaba feliz de cumplir su castigo en una habitación.
Jisoo se detuvo frente a una puerta metálica, donde pudo ver su reflejo formando una mueca. Su pelo se encontraba despeinado con arena y algunos rasguños en las piernas luego de ser arrastrada por el suelo, junto a una gran marca roja. También pudo distinguir la herida de su frente.
Luego de unos segundos decidió dar un paso abriendo la puerta, permitiéndole ver una habitación espaciosa. Pero lo que más le llamo su atención fue otra cosa totalmente diferente, provocando que sus labios se abrieran con sorpresa.
La melena albina de Killua y la gran sonrisa de Gon la recibieron junto con Kurapika y Leorio.
― ¡¿JISOO?!
― ¿¡EH?!
Ponzu y Pokkle 🛐
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