˗ˏˋ022ˎˊ˗
━━━━━━━ Capítulo veintidós ━━━━━━━
===== :Lindos recuerdos: =====
Naruto dio un paso hacía atrás luego de dar un par de toques a la puerta del hogar Uchiha. La sonrisa en su rostro titubeó un poco al sentir como la brisa helada de la noche estremecía su cuerpo, así que optó por forcejar la cerradura para entrar sin permiso a la casa de su amiga.
Suspiró cansado al encontrar la casa completamente oscura. No le extrañó en absoluto, ya que seguramente Sasuke quería mantener su presencia en secreto, pero con él no funcionaban esos trucos baratos. Empezó a silbar distraídamente para hacer notar su presencia mientras subía las escaleras, y al escuchar como su amiga chasqueó la lengua irritada, sonrió complacido.
La encontró de espaldas empacando algo de ropa en un pequeño bolso, y con cautela se acercó para colocarse a su lado―¿Qué haces?
―La cena, ¿quieres comer?―responde irónicamente, rodando los ojos.
El Uzumaki hizo un mohín fastidiado, mandándole una mala mirada―¿Ya te vas?―pregunta con poco interés, sentándose en la cama para estar más cómodo.
Sasuke desvió la mirada de su bolso para posarla momentáneamente en su amigo, frunciendo el ceño al ver que él también traía un bolso sobre su espalda―¿Por qué tienes eso? Ya te dije que no necesito ayuda para esta misión.
Naruto soltó una larga risa, haciendo que ella gruñera en voz baja. El rubio rebuscó algo en el bolsillo de su pantalón, sacando al fin lo que parecía ser una bola de papel. La deshizo mientras trataba de alisarla para que fuera más legible el escrito dentro, y cuando logró acomodarla un poco, se la pasó a la mujer con una sonrisa burlona.
―Hmm, que curioso que digas eso, porque...―empezó a hablar, mientras ella leía rápidamente el contenido de la hoja― el Raikage envió esa nota para agradecerte por tu gran ayuda en eso del coliseo ilegal. Del cual no me dijiste nada, por cierto ―aclara su garganta, mientras ella chasqueaba la lengua enojada―. No existe ese grupo de criminales, ¿verdad? Por eso llegaste tan rápido a Konoha.
Ella suspiró y no emitió ningún comentario al respecto. La respuesta ya era más que obvia para ambos.
Naruto sonrió al confirmar que sus sospechas fueron correctas, y sus ojos empezaron a brillar mientras observaba a su amiga―¿Irás por Kiochi, no? ¡Llévame contigo, por favor!
―¿Para qué me lo pides si ya hasta tienes tu bolso preparado?―gruñe, a lo que él rascó su mejilla avergonzado.
―Por educación'ttebayo ―ríe, sacudiendo levemente su cabeza―. ¿Entonces si puedo? Prometo no decirle a Kakashi, se que mentiste para que no te fastidiara con eso.
«¿Cómo le digo que mentí porque no quiero ir con él» suspiró Sasuke, terminando de meter su último cambio de ropa antes de cerrar el bolso.
―Mentí porque no quiero ir contigo.
Los ojos del Uzumaki perdieron el brillo de felicidad que tenían anteriormente, siendo sustituido por la indignación que le causaron sus palabras―¡Yo también debo ir, y sabes porqué!
―¿Por Boruto? No te preocupes, yo me encargo de él.―contesta, a lo que él negó rápidamente.
―¡No es por él!―gruñe, apretando sus puños― A este libro ya le hacen falta escenas nuestras. Desde que empezó todo es puro; Kiochi y Shoto, Kiochi y su nunca canon relación con Mitsuki, Kiochi y su amistad con Boruto, Kiochi y su convivencia con los Todoroki. En serio, ¿a quién le importa eso? ¡Todos llegaron hasta acá por nosotros! ¡Y en veintiún capítulos solo hemos salido como cinco veces máximo!
―¿D-De que demonios estás hablan-...
―¡Nosotros somos los protagonistas! Seguro allá afuera hay otro fastidioso Otsutsuki que puede atacarnos, pero no... aquí estamos, como personajes secundarios en la historia de un niño sin papá.―bufó indignado, cruzándose de brazos.
Sasuke suspiró pesadamente, llevándose una mano al puente de la nariz con irritación―Si te digo que si, ¿dejarás de hablar?―masculla, haciendo que su semblante se relajara.
―Bueno, pero más les vale que el gif de arriba sea mio, o tendremos un serio problema aquí ―masculla, frunciendo sus labios en un mohín ―. Y el primer separador también, me lo merezco.
«Que sea una imagen de cuando era joven, por favor» pidió el rubio, observando el techo de la habitación con expresión de suplica.
―¿Ya terminaste?―cuestiona fastidiada, a lo que él ladeó a cabeza antes de asentir―. Entonces vámonos. Si tenemos suerte tal vez sea de día allá.
―No tuvimos suerte ―ríe Naruto, rascando su nuca―. Tal vez alguien se enojó por mis quejas.―masculla, observando de reojo un punto vacío del parque.
―Hmm, mientras estés conmigo cállate, ¿si? Me perjudicas a mi también ―suspira la mujer, analizando rápidamente su entorno―. ¿Por qué siempre es en este parque? Sakura me dijo que cuando vinieron aparecieron aquí también.
―¿Quién sabe? Tal vez por falta de creatividad ―se encoge de hombros. Entrecerró los ojos para enfocar mejor su vista, acercándose a lo que supuso era un árbol. Colocó la palma de su mano sobre el tronco para sentir su textura, inhalando profundamente todo el aire contaminado que sus pulmones soportaron―. Que lindos recuerdos, ¿no lo crees?
Sasuke titubeó un poco antes de asentir simplemente―Supongo. La última vez que estuvimos en este parque te atacó un perro, así que si, son lindos recuerdos.
El Uzumaki chasqueó la lengua avergonzado, frunciendo sus cejas. Observó de reojo las luces que desprendía la ciudad, y sin comentarle nada a su amiga empezó a caminar para salir del parque. Ambos suspiraron al observar lo diferente que se veía todo, y se quedaron parados en la acera sin saber que hacer o a donde ir.
―¿Dónde está Kiochi?―le pregunta a Naruto, el cual cerró momentáneamente los ojos para concentrarse en localizar al joven.
―Lejos, fuera de la ciudad ―suspira, torciendo sus labios―. No quiero correr ahora, ¿deberíamos pasar la noche en algún lado?
Sasuke frunció los labios, encogiéndose de hombros―¿Y dónde lo haremos, idiota? Dudo mucho que Enji venga a buscarnos esta vez.
―Hablando de eso...―rascó su nuca nervioso, curvando una mueca―, ¿sabes que aprendí a sentir la energía vital que desprende la gente de aquí, no?―ella asintió, frunciendo el ceño― Bueno... Los chicos ya están con él.
Ella suspiró pesadamente, chocando la palma de su mano contra su frente―Ese niño... ni siquiera sabía el nombre de su padre y logró encontrar a su abuelo ―rio en voz baja, haciendo que Naruto frunciera el ceño confundido―. Es talentoso, eso definitivamente lo heredó de mi.
El rubio ladeó la cabeza confundido, alzando una ceja―Pensé que estarías más enojada por todo esto'ttebayo.―murmura, a lo que ella se encogió de hombros.
―El mundo ninja es aburrido ahora, Kiochi no tiene la experiencia que me gustaría en combates reales ―habla, torciendo los labios―. Si tengo suerte, tal vez algún villano lo ataque mientras esté aquí.
Su amigo pestañeó perplejo, alejándose un par de pasos de ella―¿¡Quieres que un villano ataque a tu hijo!?, ¿¡acaso estás demente!?
―Tsk, no digo que quiera que pase ―rueda los ojos, haciendo un ademán con su mano―, pero tampoco me molestaría que pasara, de hecho... creo que si quiero que pase.―susurra lo último, frunciendo las cejas.
El Uzumaki negó repetidas veces con reproche, cruzándose de brazos―Si Todoroki pide la custodia de Kiochi, lo apoyaré con mi alma.―habla, ganándose un fuerte golpe en el hombro.
―Yo hago lo que quiera con mi hijo, y por algo es el mejor Chūnin de Konoha... no, de todo el mundo.―asegura, sonriendo con suficiencia. Naruto alzó una ceja desconcertado, desviando la mirada.
―Y nosotros seguimos siendo genins ―ríe, haciendo que su sonrisa se transformara en una mueca―. Bueno, yo soy el Hokage así que no importa, pero tú...
―No vivo de títulos vacíos ―aclara su garganta incomoda, desviando la mirada al frente―. Como sea, nos estamos saliendo del tema.
―¿Qué importa? Así el capítulo es más largo ―sonríe, apretando su puño―. Pero tienes razón, ya me está dando frio ―se abrazó a si mismo en busca de calor corporal, observando a sus alrededores para escoger un camino― ¡Empecemos a caminar!
Sasuke frunció el ceño confundida al ver como su torpe amigo caminaba hacía quien sabe donde, y sin moverse de su lugar habló:―¿A dónde vamos?
Naruto paró de caminar abruptamente, girándose a verla con una sonrisa animada―¡Con Deku!
Ambos intercambiaron miradas antes de observar la puerta frente a ellos. La casa del peliverde no era tan grande o lujosa como habían imaginado, haciendo que dudaran un poco sobre si esta era la verdadera locación del hombre. Decidieron no pensarlo mucho, y Naruto fue quien tomó la iniciativa de tocar el timbre de la morada.
―Oye Naruto...―llamó su atención, haciendo que se girara a verla―, te apuesto una semana de vacaciones a que Midoriya se casó con Shoto.
El rubio ladeó su cabeza, sonriendo antes de extender su mano―Bien, y si no es así, me ayudaras con mi trabajo durante una semana.
Ella asintió, estrechando su mano para cerrar la apuesta
Los segundos fueron pasando lentamente, pero seguían sin recibir una respuesta a su anterior acción. Sasuke estaba empezando a irritarse por el absoluto silencio en el ambiente, así que acercó su dedo al timbre para empezar a tocarlo repetidas veces.
Dejó de hacerlo al escuchar unos pasos apresurados dentro de la casa, seguido por el sonido de unas cerraduras abriéndose―¿Q-Quién anda ahí?―escucharon la voz de una mujer, haciendo que Naruto sonriera.
«Agh, espero que sea la amante de Midoriya o algo así» gruñó Sasuke, sin atreverse a aceptar su derrota.
―¡Soy All Might!―exclamó el rubio, ganándose una mirada confusa de su amiga―. Así abrirán más rápido, créeme.
Un silencio sepulcral fue todo lo que consiguieron como respuesta, seguido por un bajo suspiro―All Might está muerto.
Sasuke apretó los labios, observando la expresión desconcertada en el rostro de su amigo «Esto es tan incomodo» rio internamente, acercando su rostro a la puerta.
―Sasuke Uchiha y su secuaz.―informó, ganándose un chasquido de lengua por parte del Hokage.
Escucharon como la mujer musitó un sonido pensativo, para luego soltar un exhalación de sorpresa y abrir abruptamente la puerta―¡S-Sasuke-chan! ¡Naruto-kun!―exclamó la castaña perpleja, observándolos anonadada.
«¿Esa era Mina o Yaoyoraka? Huh... no recuerdo el nombre de ninguna» frunció el ceño Sasuke, observando a su amigo con la esperanza de que este pronunciara el nombre de la mujer.
Pero él tampoco lo recordaba.
―E-Eh... ¡Hola... Tú!―saludó incomodo, sonriendo forzosamente―. ¿C-Como te va? Sigues idéntica...
Ella sonrió enternecida, llevándose ambas manos a las mejillas mientras se tambaleaba sobre sus talones―¿T-Tú crees? Deku-kun siempre dice lo mismo.
Sasuke ensanchó los ojos, chasqueando sus dedos―¡Uraraka!―pronunció su apellido de soltera, satisfecha por haberlo recordado. La aludida se sobresaltó un poco, frunciendo levemente las cejas―. ¿Qué haces en la casa de Midoriya?
―Soy su esposa ―responde tranquilamente, batiendo sus pestañas. Naruto soltó una exclamación contento, mientras Sasuke bajaba la mirada enojada―. Veo que ustedes también se casaron, siempre pensé que se veían lindos juntos.―sonrió, dejándolos horrorizados.
―¡No estamos casados!―negaron ambos al unísono, haciendo que ella alzara las cejas sorprendida.
―O-Oh, lo siento ―murmuró apenada, curvando una mueca―. ¿En qué puedo ayudarlos? Son...―habló, desviando la mirada hacía el reloj colgado en su sala― las tres de la mañana.
El rubio sonrió avergonzado, rascando su nuca―Nos gustaría hablar con Deku, si no es mucha molestia'ttebayo.
―Para nada, pasen ―se hace a un lado, invitándolos a entrar. Ambos cruzaron la puerta uno detrás del otro, dándole un rápido vistazo al recibidor de la casa―. Ahora está profundamente dormido, pero puedo ir a levantar-...
―¡Déjamelo a mi!―la corta Naruto, y sin esperar respuesta empezó a subir las escaleras de la casa a toda velocidad.
Uraraka observó desconcertada al rubio hasta que este desapareció de su vista. Soltó una corta risa antes de girarse a ver a Sasuke―Veo que volvieron a la ciudad, ¿pasó algo?
―Mi hijo se escapó de casa ―rodó los ojos, haciendo un mohín. Ella ensanchó los suyos preocupada, entreabriendo los labios―. Pero está bien, Endeavor lo acompaña.
Relajó su semblante al escuchar aquello, asintiendo con la cabeza―¿Tuviste un hijo!? ¡Nosotros igual!―exclama alegremente, mientras sus ojos adquirían un hermoso brillo de felicidad―. Su nombre es Kacchan... y si, fue Deku quien escogió el nombre.―suspira, sin borrar su animado semblante.
«Kacchan, eso me suena a... el psicópata de Bakugou» pensó Sasuke, frunciendo levemente el ceño―¿Y cuantos años tiene?
―Cinco meses, Fuyumi-chan me ayudó mucho con mi embarazo. Ella también tiene un niño de cinco años ―comenta, a lo que ella alzó las cejas sorprendida―. ¿Cuantos años tiene el tuyo?
―Catorce, casi quince ―responde, dejándola pasmada―. A los niños no se les hacen esas fiestas extravagantes cuando cumplen quince, ¿no? Él me dijo que si, pero sospecho que es mentira.
Uraraka no atinó a responder, ya que seguía perpleja con la edad del muchacho. Pestañeó repetidas veces para salir de su trance, aclarando su garganta incomoda―¿T-Tienes alguna foto de él? Me gustaría verlo.
Sasuke asintió, sacando su celular del bolsillo trasero para abrir la galería y seleccionar alguna foto donde Kiochi no estuviera haciendo caras raras. Le pasó el artefacto cuando consiguió una fotografía del bautizo de Haruka, ya que era la unica que consideraba medio decente.
La castaña observó la pantalla durante algunos segundos, ensanchando los ojos perpleja al percatarse del enorme parecido que tenía el muchacho con su viejo compañero de academia―¡Es Todoroki-kun!
―Eh... no, se llama Kiochi.―niega ella, recibiendo devuelta el celular.
Uraraka estaba por replicar, hasta que escuchó un fuerte grito proveniente de la habitación que comparte con su marido. Ambas mujeres alzaron las cejas desconcertadas al escuchar lloriqueos por parte de ambos hombres, así que decidieron subir para averiguar que les pasaba.
―¡Ay Naruto, te extrañé tanto!―exclamó el peliverde, aferrándose más al cuerpo de su amigo mientras una cascada de lagrimas resbalaba por sus ojos.
El Uzumaki asintió repetidas veces, correspondiendo a su abrazo con la misma intensidad―¡Yo también te extrañé mucho, Deku! ¡Vente conmigo a Konoha!
―¡Mejor quédate en Musutafu!―replicó el hombre, limpiando sus lagrimas en el pecho contrario.
―¡No puedo, soy el Hokage!
―¡Y yo el símbolo de la paz!
Ambos empezaron a llorar aún más fuerte al escuchar las palabras del otro, sintiéndose profundamente contentos por los logros ajenos―¡Estoy tan orgulloso de ti!―exclamaron ambos al unísono, abrazándose con más fuerza.
«Estoy segura de que jamás ha abrazado así a Hinata» pensó Sasuke, observando atentamente la escena.
«Deku jamás me ha abrazado así» sonrió tristemente Uraraka, bajando los hombros.
Ya bastante incomoda, Sasuke aclaró su garganta, llamando la atención del peliverde. Este se giró a verla sin deshacer el abrazo con su amigo, observándola con dificultad debido a las lagrimas que empañaban sus ojos―¡Sasuke-chan, que alegría verte!―sonríe, agitando levemente la mano que reposaba en la espalda de Naruto.
―Si... lo mismo digo ―asiente ella, sonríendo cortamente―. Veo que si creciste algo.―comenta, analizándolo con la mirada.
Seguía sin superar a Naruto en estatura, pero a diferencia de antes, ahora era mucho más alto que ella. Aunque eso no la sorprendió mucho, incluso Kiochi―con tan solo catorce años―ya era unos cuantos centímetros más alto que su madre. Y eso seguramente era gracias a los genes de los Todoroki.
―Sasuke no creció nada.―se burla Naruto, ganándose una risa del hombre y una mala mirada de su amiga.
De mala gana el peliverde deshizo el abrazo con su querido amigo, limpiando torpemente sus lagrimas con el borde de su pijama mientras sonreía levemente. Naruto hizo lo mismo con el borde de su capa de Hokage, arrepintiéndose segundos después por haberla ensuciado.
―Supongo que vinieron por sus hijos.―comenta Midoriya, sorbiendo su nariz mientras observaba a los ninjas.
Ambos ensancharon los ojos sorprendidos, ya que no se esperaban que el hombre estuviese al tanto de la situación―¿¡Conociste a Boruto!?
―Eso no importa, ¿conociste a Kiochi?―habla Sasuke, frunciendo levemente las cejas. Deku asintió, sin borrar su sonrisa―. ¿Te los encontraste en un parque? Porque esa sería una increíble coincidencia.
―No, no. Ellos llegaron hasta mi agencia, bueno... tengo entendido que se encontraron con Kacchan primero-...
―¿Escuchaste? Te dije que se encontrarían con un villano estando aquí ―lo interrumpe Sasuke, observando a Naruto con suficiencia―. Aunque esperaba algo mejor. Pero conociendo a Kiochi, seguro se dejó intimidar por el debilucho ese.
Midoriya soltó una corta risa, siendo seguido por su adorable esposa. El hombre negó con la cabeza, suspirando levemente―En realidad, es uno de los mejores heroes del país. El numero tres, para ser más preciso.
―¿Y quién es el numero dos?, ¿Mineta?―cuestiona Naruto, ganándose muecas de asco de ambas mujeres. Midoriya desvió la mirada incomodo, negando con la cabeza.
―Mineta ni siquiera entra al top veinte ―susurra, agitando levemente su cabeza―. El numero dos es Todoroki-kun.
«Que estúpida soy, hubiera apostado por eso» gruñó Sasuke, acariciando el puente de su nariz con frustración.
―Hmm, hablando de Todoroki...―murmuró Uraraka, llamando la atención de todos los presentes―, n-no quiero parecer entrometida, pero... él es el padre de tu hijo, ¿cierto?―le pregunta a la pelinegra, observándola con nerviosismo.
Sasuke hizo una mueca, alzando una ceja―Pues para no querer parecer entrometida, si-...
―¡Sasuke, ellos nos dejarán dormir aquí esta noche! ¡Debes ser amable!―la interrumpe Naruto, haciendo que los dueños de la casa fruncieran el ceño confundidos. El rubio rascó su nuca avergonzado, sonriendo tímidamente―. D-Digo... ¿nos podemos quedar aquí hasta que sea de día? Por favor.
Midoriya sonrió ampliamente, asintiendo sin dudarlo―Pueden quedarse el tiempo que gusten.
―No le digas eso o abandonará a su esposa por ti ―rueda los ojos Sasuke, ganándose una exhalación de su amigo―. Como sea, me gustaría hacerte más preguntas pero tengo sueño, ¿dónde dormiré?―cuestiona, haciendo que ambos esposos intercambiaran miradas incomodos.
―P-Pues... solo tenemos una habitación con una cama-...
―Es mia.―la pidieron ambos ninjas al unísono, mandándose malas miradas al terminar.
―La cama es grande, así que ambos puede-...
―¡Piedra, papel o tijeras para ver quien se queda con la cama!―propone Naruto, a lo que ella rodó los ojos antes de asentir.
La señora Midoriya sonrió levemente, observando como su esposo presenciaba animadamente el juego de ambos ninjas. Últimamente el trabajo lo tenía muy estresado, y le alegraba verlo tan contento justo ahora.
«Espero que esta vez no desaparezcan de la nada» pensó la mujer, soltando un ligero suspiro.
Sasuke hizo una mueca incomoda mientras trataba de acomodarse en el futón que le prestó Midoriya. Desgraciadamente, perdió el juego contra su amigo y le tocó dormir en el frio piso de la habitación de invitados, mientras su ridículo compañero reposaba tranquilamente en la enorme cama matrimonial.
―Como te odio, Naruto Uzumaki.―habló al vacío, observando el techo de la habitación con el ceño fruncido.
―Oye... no digas esas cosas mientras duermo, me das miedo ―refunfuñó el rubio, restregando su rostro en la suave superficie de la almohada―. Ay, esta cama es taaan cómoda. Deberías probarla algún dia.
―Probaré mi nueva espada en tu cuello.
Naruto abrió un ojo alarmado, curvando una mueca de incomodidad mientras se aferraba a las sabanas―N-No olvides que estas hablando con el Hokage'ttebayo.
―No estamos en Konoha, aquí no vales nada.―contestó, girando la cabeza para observar la cama donde descansaba su amigo.
―Eso fue muy cruel ―refunfuñó el hombre, frunciendo el ceño―. Hmm, pensé que tenías sueño, ¿por qué no te duermes?
―Tu presencia me atormenta ―respondió, haciéndolo gruñir―. Además, me dio hambre.
―A mi también, huh...―murmuró, sentándose correctamente en la cama. Bajó la mirada para observar a su amiga, sonriendo con burla al ver lo incomoda que se veía en el suelo―. ¿Qué quieres hacer entonces?
Sasuke estaba por contestar con otra inocente amenaza de muerte hacía su amigo, cuando el llanto de un bebé la interrumpió. Frunció el ceño observando la puerta de la habitación, esperando a que el infante se callara por si solo.
Lo cual nunca pasó.
―Yo voy.―masculló de mala gana, usando eso como excusa para salir de ese incomodo futón.
En serio, ¿quién seguía usando esas cosas en pleno 2035?
Naruto sin decir nada salió de la cama para seguir a su amiga. Él tampoco tenía sueño, y como el bebé estaba durmiendo antes, no tuvo la oportunidad de conocerlo como hubiese querido.
Cuando abrieron la puerta del cuarto, el llanto se hizo mucho más fuerte e intenso. Sasuke apretó los dientes irritada mientras se acercaba a la cuna del niño para levantarlo, haciendo que este parara de llorar al instante.
―Es igualito a Midoriya.―comentó ella, a lo que Naruto asintió mientras analizaba encantado al infante.
Era como ver a Deku versión bebé.
―Si, tiene mucho cabello para tener solo cinco meses.―comentó, acercando su mano para acariciar los suaves rulos del niño.
―Yo lo decía por lo llorón, pero supongo que también se parecen físicamente ―frunce el ceño, dandole un rápido vistazo al infante―. Los genes de aquí son muy fuertes, por lo que veo.―susurra, recordando también lo idéntico que salió su hijo a Shoto.
―¿Nos lo llevamos?―cuestiona Naruto emocionado, dejándola horrorizada―. A la habitación, idiota. Para que no vuelva a llorar.
Sasuke relajó su semblante, asintiendo lentamente―Pero dormirá contigo, ya es mucho sufrimiento para mi estar en ese futón feo.
Naruto rodó los ojos, suspirando pesadamente―Te dejaré la cama, pero solo porque el Hokage debe ser un caballero.
―Y porque no quieres dormir con el bebé.―rueda los ojos, ganándose una torpe risa de su parte.
―Y porque no quiero dormir con el bebé.
―Aww, ya me parecía raro que Kacchan no hiciera ruido en la noche ―sonrió Uraraka, observando con ternura como su hijo dormía tranquilamente entre Sasuke y una almohada. Desvió la mirada para comentarle algo a su esposo, encontrándolo con su celular en mano sacando fotografías de sus amigos―. Deku, das miedo.
El peliverde se sobresaltó un poco, sonríendo avergonzado mientras guardaba el artefacto en el bolsillo de su pijama. Él solo quería guardarlas como recuerdo, ya que no sabía cuando volvería a reunirse con ambos ninjas.
―Los iré a despertar ―informa, caminando unos cuantos pasos antes de inclinarse para zarandear a su amigo rubio―. Naruto... despierta.―musitó, haciendo que este empezara a balbucear quejas.
Sasuke entreabrió los ojos al escuchar la insistente voz de Midoriya, y de mala gana se reincorporó en la cama para sentarse correctamente. Su mirada viajó hacía su mejor amigo en el suelo, el cual no parecía tener intensiones de levantarse.
―Déjalo descansar un poco más ―interviene, haciendo sobresaltar al peliverde―. Casi nunca duerme.
El hombre le dio una última mirada al Hokage antes de asentir y levantarse del suelo. Se acercó a la cama para cargar a su adorable hijo, embozando una pequeña sonrisa―Gracias por cuidar a Kacchan, en serio estábamos cansados anoche.―rio un poco, a lo que ella negó con la cabeza para restarle importancia.
―Gracias a ti por dejarnos dormir aquí.
Uraraka se acercó para entregarle un cepillo y una toalla nueva, indicándole donde se encontraba el baño para que pudiera asearse si así lo quería. Ella le agradeció mientras aceptaba todo, saliendo de la habitación para seguir el camino que le indicó hacía el baño.
Ambos esposos bajaron para terminar con sus quehaceres hogareños. Midoriya llamó a su compañero, Iida Tenya, para avisarle que posiblemente no asistiría hoy a la agencia, y que debían arreglárselas sin su presencia. El hombre le dio una corta reprimenda durante algunos minutos, antes de desearle un lindo día y colgar la llamada para empezar con su trabajo.
A la media hora ambos ninjas bajaron a la cocina. Sasuke ya estaba lista para salir, mientras Naruto apenas y se había levantado de la cama―Buenos dias.―bostezó el rubio, estirando un poco sus brazos mientras se sentaba en el comedor.
―Son las dos de la tarde ―ríe Uraraka, haciéndolo sonrojar por la vergüenza. La mujer dejó dos platos de comida frente a ellos, y luego de agradecerle empezaron a comer―. ¿Qué planean hacer hoy?
―Hmm...―musitó Sasuke, terminando de tragar antes de contestar― iremos por Kiochi y sus amigos.
―¿Y dónde están?―cuestiona la mujer con curiosidad, haciendo que Sasuke le mandara una mirada a Naruto para que localizara a los chicos.
El rubio cerró los ojos mientras masticaba su almuerzo, atragantándose con la comida al sentir la presencia de otro familiar individuo junto a los muchachos. Midoriya le pasó un vaso de jugo para que bajara la comida, y luego de calmarse un poco, se giró a ver a su amiga con una mueca de incomodidad.
―Ellos... ya están con Todoroki.
Aquí tienen otras 4.000 palabras 👍🏻
Espero que les haya gustado uwu
💟 No olviden votaaar
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro