Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

˗ˏˋ 032 ˎˊ˗

━━━━ Capítulo treinta y dos ━━━━━━

========= : Veneno : ============

La habitación se encontraba en silencio, y solo se escuchaba el tenue bullicio que había habitualmente en un hospital. Kiochi observó con fastidio la puerta por la que anteriormente su padre y tío abandonaron el cuarto, dejándolo solo y adolorido nuevamente.

Al principio no le tomó mucha importancia a su malestar, ya que se consideraba lo suficientemente fuerte para resistir cualquier tipo de enfermedad o virus que pudiese contraer. Pero lo que tenía no era una simple enfermedad; apenas y podía sentir la parte inferior de su cuerpo, su cabeza estaba tan caliente que sentía que en cualquier momento podría explotar, el resto de su cuerpo se encontraba frío y no hace falta mencionar que no tenía energías ni para mover un solo dedo.

Estaba preocupado. No quería morir cuando apenas estaba conociendo a su padre.

Otra incómoda sensación se sumó a su lista de malestares; su garganta nuevamente estaba seca. Esta vez no tenía a la enfermera a su lado para que lo ayudase a tomar agua, y podía deducir que nadie entraría a la habitación en un par de minutos. Le gustaría haber optado por la opción de aguantar y esperar a que alguien llegara, pero se sentía tan deshidratado que aquello ni siquiera era considerado una opción.

Bajó la mirada para observar sus frías manos, las cuales reposaban tranquilamente sobre su regazo. Cuando solía darle sed durante alguna misión o entrenamiento y no tenía de dónde beber agua; solía usar su peculiaridad para crear un cubo de hielo, el cual metía en su boca para que este se derritiera con el pasar de los minutos. Aquello lograba ayudarlo mientras conseguía agua de verdad, y supuso que ese pequeño truco también podría serle útil en esta situación.

Pero para sorpresa suya, al tratar de usar su querida habilidad familiar, no obtuvo resultado alguno.

Bufó obstinado, echando para atrás su cabeza para que esta reposara en las duras almohadas de su camilla. Sabía que cualquier esfuerzo que realizara en este estado sería completamente inútil, así que decidió rendirse para no frustrarse más de lo que ya estaba.

No pasaron muchos segundos hasta que escucho como alguien trataba de entrar a la habitación. Supuso al instante que se trataba de su tío Naruto, ya estuvo jalando la puerta varias veces cuando claramente debes empujarla para abrirla. El Hokage echó unas cuantas maldiciones en voz baja antes de cruzar hacia el interior del cuarto, dónde se encontró a su triste y deshidratado sobrino tendido en la camilla

«Que mal se ve» pensó el rubio, embozando una amigable sonrisa para animar al muchacho—¡Hey, Kiochi! ¡Te ves fabuloso! Seguro ya estás listo para irte de aquí.

El joven rodó los ojos internamente ante la horrible actuación del hombre, tratando de ignorarlo para poder pedirle un poco de ayuda. Abrió la boca con la intención de hablar, pero las palabras no lograron salir por más que lo intentó. Naruto alzó una ceja confundido al ver la extraña expresión en su rostro, mientras se iba acercando a la silla junto a la camilla.

¿Estás tan triste que no puedes hablar? Te entiendo, este hospital es deprimente —suspiró, llevándose ambas manos detrás de la nuca— En lo personal, y no lo digo porque sea el Hokage de la aldea ni nada por el estilo, opino que el hospital de Konoha es mucho más cómodo, lindo y con mucho mejor personal que este —alardea, observando con cierto desdén la habitación del muchacho—. Si alguien me pidiera que redecorara este lugar, creo que empezaría poniendo una televisión pantalla plana por allá, cambiaría el color de las paredes a naranja, las ventanas tendrían mejor vista a la ciudad y-...

Su patético discurso fue interrumpido por la seca tos del muchacho. Naruto entró en pánico al ver que no paraba de toser, así que se levantó rápidamente de la silla para poner una mano detrás de su espalda para darle algunas palmadas—T-Tranquilo Kiochi, todo estará bien.

El muchacho ignoró sus palabras, usando la poca energía que le quedaba para señalar la botella de agua que reposaba en la mesa frente a su camilla. Por suerte para él, su tío pareció entender su señal, y se levantó de inmediato para servirle un buen vaso de agua.

El Uchiha suspiró internamente al sentir como el líquido pasaba por su garganta, haciendo que se sintiera muchísimo mejor a comparación de antes. Naruto dejó el vaso vacío nuevamente en la mesa, acercándose a la silla para tomar asiento y observar a su sobrino.

Si solo tenías sed pudiste habérmelo dicho, Kiochi.

Este se mordió la lengua para no responderle de mala manera al Hokage de su aldea, ya que sabía por experiencia lo descuidado que podía ser para algunos temas—No podía hablar, tío Naruto —suspiró, tosiendo poco después para aclarar mejor su garganta—. Siendo sincero no me siento muy bien.

Pues yo tampoco lo estaría si me hubieran envenenado.—ríe un poco, haciendo que el muchacho anchara los ojos preocupado.

¿E-Envenenado?, ¿estoy envenenado?—cuestionó con voz temblorosa, a lo que Naruto ladeó la cabeza confundido.

¿No lo sabías?—pregunta, a lo que él negó rápidamente. Musitó un sonido pensativo mientras se llevaba una mano a la barbilla— Bueno, supongo que no te dijeron para no preocuparte…—murmura, curvando una nueva al notar que la había regado nuevamente — Ups.

El Uchiha se llevó una mano al pecho, apretando los dientes al ver que no tenía la fuerza suficiente ni para hacer algo de presión sobre la tela de su bata. Ahora su preocupación había aumentado exponencialmente, ya que en todo el tiempo que llevaba aquí nadie le había comentado algo sobre su condición o dado algún tratamiento para este; lo que significaba que no tenían la cura para aquel veneno.

¿Me voy a morir?—susurra en voz baja, con notoria angustia.

Naruto inmediatamente negó con su cabeza, embozando una pequeña sonrisa para brindarle algo de calma—No te preocupes, tus padres acaban de irse para buscar ayuda en Konoha.

¿Mis padres? —cuestionó sorprendido, a lo que él asintió— ¿Te refieres a mi mamá y a mi papá?

Pues… ¿Obvio? ¿Quiénes más?—responde, observándolo con una ceja alzada.

¿Se fueron juntos a Konoha?

¿Por qué repites todo lo que te dije? Si, Todoroki y Sasuke se fueron a buscar a Sakura-chan, ya deben estar por volver.

El muchacho embozó una enorme sonrisa, observando el rostro de su tío con genuina e inocente emoción —¿¡Entonces aún se aman!?

El mayor curvó una nueva, titubeando un poco antes de responder—Pues siendo sincero no sentí mucho amor en el ambiente, aunque pensándolo bien jamás llegué a sentirlo estando con ellos…—murmuró, para luego encogerse de hombros— Seh, yo diría que aún se aman.

Kiochi no paraba de sonreír. Naruto también lo hizo al notar la emoción que tenía el muchacho, ya que en esta situación era bueno que se mantuviera lo más feliz posible. Soltó un ligero suspiro antes de levantarse nuevamente de la silla, ganándose la atención del menor—Iré a la máquina expendedora a traerte dulces, ya regreso.

El chico asintió firmemente, observando como su tío abandonaba la habitación y cerraba la puerta detrás de ti. Exhaló emocionado para recostarse nuevamente en las almohadas, cerrando los ojos mientras imaginaba cientos de escenarios donde las cosas con su familia empezaban a salir bien a partir de ahora.

Pero un molesto ruido lo sacó de sus pensamientos; podía escuchar algo raro en la ventana de su habitación, pero las cortinas no le permitían ver más allá. Aquel sonido duró un par de segundos más, hasta que observó como la cortina empezaba a moverse acompañada por una irritante voz que reconoció al instante.

¿Lo ves Mitsuki? Soy un ninja ejemplar.—murmuró Boruto, moviendo por completo las cortinas para entrar a la habitación a través de la ventana.

Un ninja ejemplar no habría hecho tanto ruido solo para abrir una simple ventana.—rodó los ojos el Uchiha, observando como sus dos mejores amigos se iban acercando a él.

La expresión en el rostro de Mitsuki y Boruto se fue transformando en una de preocupación al notar la terrible apariencia que tenía Kiochi. Sus ojos se veían apagados, su rostro había perdido todo rastro de color y se notaba a leguas lo agotado que se encontraba. El albino fué el primero en acercarse al muchacho, siguiendo seguido por el hijo del Hokage.

¿Te sientes bien? —pregunta Mitsuki, notoriamente preocupado. Kiochi musitó un sonido negativo, a lo que él frunció el ceño— ¿Qué tienes exactamente?

Estoy envenenado —responde, a lo que ambos alzaron las cejas sorprendidos— Ni siquiera me pregunten porqué, no lo sé.

Ambos ninjas intercambiaron miradas para luego ponerse a pensar la causa del envenenamiento. Ambos no estuvieron todo el tiempo con Kiochi, así que les sería difícil averiguar con exactitud que lo provocó.

¿Será por el aire? Kakashi dijo que en este mundo estaba bastante contaminado.—habla Boruto, a lo que ambos negaron.

De lo contrario los tres estaríamos enfermos ahora —responde el Uchiha— además, lo que tengo es producto de un veneno muy potente al parecer, seguramente si fuera un habitante normal de este mundo ya estaría muerto hace rato.

No parece que te falte mucho para estarlo —habla el Uzumaki, pero sin intenciones de burlarse, verdaderamente estaba preocupado por su amigo— ¿Entonces que podría se-...

—¿Qué hay de esa mujer? ¿Toga?—lo interrumpe Mitsuki, ganándose miradas confusas de ambos— Recuerda que te cortó un poco con su cuchillo, probablemente tenga adherido el veneno.

Sus amigos abrieron la boca sorprendidos, sintiéndose estúpidos por no haber recordado aquel importante detalle. Justo después del encuentro que tuvieron con la mujer en la guarida de Dabi, los malestares de Kiochi empezaron a hacerse presentes sin que se dieran cuenta; el veneno actuaba de forma rápida, pero el cuerpo de Kiochi tenía unas defensas mucho más fuertes que las de cualquier habitante de este mundo, y eso lo ayudó a sobrevivir todo este tiempo.

¡Agh, casi olvidamos decirte!—exclamó Boruto, recordando al fin el motivo de esta visita— Estamos en problemas, serios problemas.

—¿A qué se refieren?

Mitsuki suspiró pesadamente. Cuando se enteraron de que Kiochi estaba en el hospital ninguno supuso que se encontraba en este estado tan deplorable, por lo que vinieron a pedir su ayuda con el inconveniente que se presentó. Pero ahora que tenía tantas cosas en las que preocuparse, no quería añadirle una más a la lista.

Pero sabía que se enojaría si le ocultaban algo, así que no tenía más opción que contarle la verdad.

La liga de villanos viene por nosotros —responde, haciendo que frunciera el ceño— estábamos patrullando como nos ordenaron esta mañana  y logramos encontrarlos cerca de la zona del último incidente; pero parece que ellos nos están buscando por igual.

Pensé que solo salían de noche…—murmuró el Uchiha, recordando la información que su padre le proporcionó.

Todos pensábamos eso, por algo nos dejaron patrullar solos en la mañana, nadie esperaba encontrarlos a esas horas —suspira, a lo que él asintió cortamente—. Probablemente Dabi se haya enojado por lo que pasó y está pidiendo que nos encuentren, no le veo otra explicación.

Por eso estamos aquí, debemos irnos rápido —habla Boruto, observándolo con preocupación—. Al principio vinimos a buscarte para ir a patear sus traseros como equipo, pero ahora debemos esconderte —murmura, observando disimuladamente la puerta de la habitación por si alguien llegara a entrar—. Imagina que ataquen el hospital, nosotros dos no podríamos defenderlos a todos mientras peleamos, sería imposible.

El tío Naruto está aquí, no tenemos que preocuparnos por eso —responde Kiochi, a lo que ambos intercambiaron miradas antes de relajar sus semblantes un poco—. Además, mis padres vienen en cualquier momento con la tía Sakura, no puedo irme de aquí aunque quisiera.

¿Tus padres?—cuestionó Boruto, a lo que él asintió con una ligera sonrisa—. ¿Te refieres a tu mamá y tu papá?

Exactamente, el tío Naruto me dijo que volvieron y se aman otra vez —explica, a lo que ambos alzaron las cejas sorprendidos—. Aunque me pregunto cómo haremos con las visitas familiares, pero supongo que eso quedará resuelto después de la boda

¿Boda?, ¿tu madre se va a casar con Todoroki-san?—cuestiona Mitsuki confundido, a lo que Kiochi asintió firmemente.

Obviamente, eso hacen los enamorados Mitsuki —afirma, suspirando de felicidad—. Como mi madre no tiene muchos amigos, nosotros podremos ser padrinos.

Himawari podría llevar los anillos —sugiere Boruto, a lo que él asintió repetidas veces— y probablemente la tía Sakura e Ino se encarguen de la decoración.

Y el sexto Hokage pagará todo, como de costumbre —comenta Mitsuki— suena a que será un lindo día.

Será el mejor día de todos.

¿Cómo pudiste permitir que envenenaran a Kiochi-kun?—cuestionó Sakura asombrada, observando a Sasuke

Sasuke suspiró pesadamente, sin ganas de contarle toda la historia a la pelirosa. Ya habían perdido mucho tiempo explicándole porque Shōto estaba en su habitación en su único día de descanso, así que no pensaba perder el tiempo explicándole alguna otra cosa.

—Las cosas se complicaron un poco, pero eso no importa ahora —niega, observándola con seriedad— debemos irnos lo más rápido posible.

Sakura le mandó una mirada a ambos, asintiendo cortamente antes de subir las escaleras en busca de su pequeña hija. No podía dejar a Haruka sola quién sabe cuánto tiempo, y como no tenían tiempo de dejarla con Lee, no tenía más opción que llevarla consigo al mundo de héroes.

Una vez había desaparecido de la vista de ambos, Todoroki aclaró su garganta para llamar la atención de la Uchiha—¿Estás segura de que ella podrá ayudar a Kiochi? Porque si no es así, deberíamos empezar a buscar otras alternativas.

—Ella está bien, dudo que exista alguien mejor.

El héroe asintió, aunque ella no le estaba dirigiendo la mirada. Los segundos empezaron a sentirse como horas debido a la incomodidad que sentían ambos estando juntos, lo cual estaba empezando a obstinar a Todoroki.

¿Cuándo hablaremos sobre todo esto?—pregunta, haciéndola suspirar pesadamente.

Una vez hayamos solucionado todo.

Ante sus respuestas cortantes, decidió no insistir más con el tema por el momento, ya que no era tiempo de discutir. Ahora solo importaba el bienestar de Kiochi, y solo debía pensar en eso hasta que todo estuviera en completo orden.

—¿Que haces con ella?—cuestionó Sasuke, observando como Sakura bajaba con su hija en brazos—. No iremos de plan vacacional, déjala aquí.

Es una niña, Sasuke-chan, no puedo dejarla sola —responde tranquila, terminando de bajar—. No es como tu gatito Shōto que puedes dejarlo dónde sea, ella es un ser humano.

Sasuke maldijo internamente cuando la pelirosa terminó de hablar, rezando para que el héroe no haya escuchado lo que dijo. Pero Todoroki estaba bastante atento a la conversación que mantenían, y con una ceja alzada se levantó de su asiento para acercarse a su ex pareja.

—¿Hm? ¿Acaso le pusiste mi nombre a tu mascota?—cuestiona en voz baja, haciendo que Sakura curvara una mueca de incomodidad.

Mejor no vuelvas a abrir la boca, Sakura —masculló Sasuke, ignorando completamente al hombre a su lado— Vámonos, si tú hija se marea por el portal no quiero lloriqueos.

Holii, espero les haya gustado el cap

Si les gustó el dibujo de Kiochi que puse en el separador lo pueden encontrar en la parte de "Dibujos Humildes" de esta misma historia, ahí estaré subiendo como de costumbre cada dibujo que haga de mi bebé hermoso, así que estén atentos para cuando se actualice esa parte

💖No olviden votaaaar





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro