˗ˏˋ 012 ˎˊ˗
━━━━━━━━ Capítulo doce ━━━━━━━━
======= :Bakugou: =======
―¿Quién es Deku?―cuestionó Kiochi, observando a sus amigos con las cejas fruncidas―. ¿Será algún apodo para Endeavor?
―¿Apodo? Más bien parece un insulto ―rueda los ojos Boruto, para luego hacer un ademán con su mano―. ¿Que importa? No le hagas caso a ese psicópata vestido como payaso.
Katsuki, el cual no se encontraba muy lejos de ellos, logró escuchar aquel irrespetuoso comentario hacía su persona. Con furia se giró nuevamente para encarar al chico, sin importarle si manchaba aun más su reputación de héroe.
―¡REPITE ESO, BIGOTUD...―de pronto la imagen de cierto chico rubio le llegó a la mente, haciendo que dejara la frase al aire. Con el rostro desencajado camino los pasos faltantes para llegar junto a los ninjas, los cuales estaban pasmados por el miedo.
«Nooo, no quiero morir junto a Kiochi» se lamentó Boruto, arrimándose un poco para alejarse del Uchiha.
―Pedazo de mierda, ¿como te llamas?―cuestiona el hombre, observandolo con el ceño fruncido.
―Creo que te hablan a ti...―le susurra el rubio a Kiochi, mandándole una mirada de reojo a Bakugou.
―Es contigo, enano.―gruñó, apuntándolo con su dedo índice. Este se sobresaltó un poco, desviando la mirada incomodo.
―Boruto...―murmuró, con miedo a decir algo que le costara la vida. El héroe frente a él frunció las cejas, confundido.
«Boruto... Naruto...» repitió en su mente, captando lo ridículamente similares que eran ambos nombres.
―Dime tu apellido.―ordenó.
―Uzumaki, pero el Hyuga me gusta más.―contesta, soltando una torpe risa por los nervios. Bakugou ensanchó los ojos, sin poder creer lo que acababa de escuchar.
Ese niño parecía ser hijo de Naruto, su ex-compañero de clases, el cual un dia desapareció misteriosamente junto a su mejor amiga. Aunque poco le importó que ambos dejaran de ir a clases de pronto, no pudo evitar sentir algo de curiosidad al ver lo afligidos y deprimidos que se veían Shoto y Deku durante los primeros meses. Jamás preguntó al respecto, pero ya había sacado sus propias teorías con el tiempo.
Ambos habían logrado volver al lugar donde pertenecían.
Pero la presencia de esa patética copia del rubio lo dejó desconcertado, y esta vez no pensaba quedarse con la curiosidad―¿Dónde está el retrasado de Naruto?―pregunta, frunciendo nuevamente el ceño. Los tres jóvenes se sorprendieron ante aquella pregunta, sin entender como ese tipo conocía el nombre del séptimo.
―Pues... trabajando, supongo.―contestó el Uzumaki, nervioso por la mirada expectante del hombre.
―¿Como lo conoce?―pregunta Kiochi una vez se armó de valor para formular una palabra. Bakugou agitó su cabeza con expresión de cansancio, levantando momentáneamente la vista para observar el cielo.
Ya estaba empezando a oscurecerse el lugar, y dentro de poco la ciudad solo quedaría iluminada por las luces artificiales. Supuso, por la cara de idiotas que pusieron los tres al notar lo mismo, que no tenían donde pasar la noche, así que optó por llevarlos a su departamento para seguir interrogándolos con más calma.
Sin contestar la pregunta del Uchiha, sacó su celular de uno de sus bolsillos para marcar el numero de su compañero, y de esa forma avisarle que se retiraría por hoy.
―¡Pelo pincho, ya me voy a mi casa!―habló una vez su amigo pelirrojo contestó la llamada. Sin esperar respuesta de su parte colgó, posando su atención en los jóvenes frente a él―. Síganme si no quieren dormir en la calle.―masculla, dando media vuelta para empezar a caminar hacía su hogar.
Los tres ninjas intercambiaron miradas inseguros, hasta que Mitsuki tomó la iniciativa y dio un paso al frente, observando a sus amigos de reojo―Yo creo que es simpático, vamos con él.
«Le voy a regalar un diccionario con la palabra simpático subrayada» pensó Kiochi desencajado, para seguidamente agitar su cabeza y colocarse junto a su amigo.
―¡Wow, lindo departamento, rey de las explosiones!―comentó Boruto embelesado, observando lo masculino y genial que se veía todo.
Bakugou frunció el ceño ligeramente, dándole una mirada fugaz a sus pertenencias. Anteriormente compartía ese departamento con su mejor amigo, Kirishima, así que él se había encargado por completo de la decoración, y luego de que este se casara con su compañera de clases Mina, él no se había tomado la molestia de redecorar el lugar.
Después de todo, si se veía genial.
―Tengo hambre...―murmuró Kiochi, lo suficientemente alto para que el hombre lo escuchara.
―Yo tambien, anda a cocinar.―masculló, tomando bruscamente un delantal de la superficie de la mesa para lanzarselo al joven en el rostro. Este lo atrapó torpemente, haciendo un mohín enojado.
―Si quieres puedo ayudarte.―se ofrece Mitsuki, a lo que él asintió entusiasmado. Le colocó el delantal a su amigo, para seguidamente arrastrarlo hacía la cocina.
Boruto observó como sus amigos se iban, dejándolo solo en la sala junto a ese sujeto mentalmente inestable. Sonrió nervioso observandolo de reojo, a lo que él le mandó una mala mirada.
―¿Y... su nombre real es ese?―cuestiona tímidamente, tratando de cortar el silencio incomodo. El hombre alzó una ceja fastidiado, negando lentamente con la cabeza.
―Ustedes deben llamarme Bakugou-sama ―ordena, y el chico no tuvo la valentía de replicar―. ¿Tu padre te odia, cierto? Porque mira que ponerle semejante nombre de mierda a su hijo...―murmuró, haciendo una expresión de asco. El rubio frunció los labios, ofendido.
―Hablando de eso...―masculló, apretando sus puños para aguantarse la rabia―, ¿de donde conoce a mi padre?
―Espera a que pelo de mierda y cara de gato vuelvan, y seré yo quien haga las preguntas.―se levantó del sofa para acercarse a las escaleras que daban al piso de arriba, con la finalidad de llegar a su habitación para cambiarse de ropa.
Boruto suspiró aliviado cuando el hombre desapareció de su vista, colocó una mano sobre su pecho para sentir su irregular ritmo cardiaco. Cuando logró relajarse un poco, soltó otro suspiro, a la vez que empezaba a caminar hacía la cocina.
Al entrar se encontró con sus amigos preparando la cena, parecían estarse divirtiendo, sin tomarle importancia al monstruo que se encontraba en el piso de arriba. Decidió dejar de pensar en él por un momento, acercándose a los chicos para ayudarlos tambien.
A la media hora la comida ya estaba lista y servida. Por suerte Mitsuki tenía mucha experiencia en el ámbito culinario, así que no debían preocuparse por causarle una mala impresión a Bakugou.
Kiochi decidió subir para avisarle al hombre que ya podía bajar a cenar, y luego de buscar la habitación correcta, dio un par de toques a la puerta. Esta se abrió bruscamente, dejando a la vista al rubio en pijama. Ahora que no cargaba aquel espantoso antifaz, podía observar mejor su rostro, el cual era mucho mas malhumorado de lo que imaginó.
―Comida... cena... abajo... ya está.―balbuceó nervioso, sonriendo tímidamente mientras señalaba con su dedo índice el suelo. Bakugou dio un pasó al frente, chocando su cuerpo bruscamente contra el de Kiochi.
Se sorprendió un poco al ver que no se había caído, ya que lo había empujado con la fuerza suficiente para tumbarlo al suelo. Notó en ese instante que el chico era más fuerte de lo que parecía, y eso le generó un poco de interés.
―¿Te piensas quedar con esa cara de imbecil toda la noche? ¡Baja de una vez!―bramó al notar que el Uchiha no se había movido ni por un milimetro. Este rápidamente agitó su cabeza, empezando a caminar a paso apresurado.
Katsuki olfateó el delicioso aroma que empezaba a inundar su hogar mientras más se acercaba a la cocina. Desde que Kirishima se fue, no había vuelto a comer comida cacera, ya que siempre optaba por encargar algo para ahorrarse el tiempo y esfuerzo. Mitsuki le sonrió levemente cuando entró al comedor, invitándolo silenciosamente a tomar asiento.
―Boruto me comentó que su nombre es Bakugou... yo me llamo Mitsuki.―se presenta el joven, a lo que él frunció el ceño, desviando la mirada.
―Te llamas igual que mi vieja...―murmura, haciendo una mueca incomodo. Decidió no darle muchas vueltas al asunto, concentrándose en ingerir su cena.
Los tres jóvenes lo imitaron, felicitando al albino por su excelente trabajo. Mitsuki observó con asombro como el hombre devoraba rápidamente la comida en su plato, sin importarle los modales―¿Le gustó?―pregunta con cierta diversión, una vez el rubio dejó el plato vacío.
―No estuvo mal para haber sido hecho por un mocoso extraño.―bufa, cruzándose de brazos. Kiochi rodó los ojos, terminando rápidamente su comida para empezar a conversar con el hombre.
Boruto recogió la mesa, mientras los demás se iban a la sala para hablar más cómodamente. Una vez el pequeño rubio se les unió, Bakugou comenzó a abordarlos con sus preguntas.
―¿De dónde vienen? Y ni se les ocurra mentir, o por lo menos invéntense algo mejor que tu estupido padre.―dice observando a Boruto, el cual solo alzó una ceja sin comprender.
―Bueno... resumiendo todo, somos de otra dimensión y-...
―¡Lo sabia, joder!―lo interrumpe Bakugou, orgulloso de sus habilidades deductivas. Kiochi hizo una mueca desconcertado, asintiendo lentamente―. ¿Y que se supone que hacen aquí?, o más importante, ¿de quién carajos eres hijo tú? Tu rostro me parece familiar.―entrecierra los ojos observando al Uchiha, tratando de recordar a quien se parecía.
―Soy hijo de Sasuke Uchiha.―responde orgulloso, sonriendo. Bakugou alzó las cejas sorprendido, entreabriendo los labios.
―Siempre pensé que era asexual y que solo salía con el bastardo de las mitades por lastima ―susurra en voz baja. Ellos fruncieron el ceño, ya que no lograron escuchar lo que dijo―. ¿Y que hacen aquí?
―Mi padre pertenece a este mundo, y aunque no se quien es... he venido a encontrarlo.―contesta, completamente determinado.
―¿Quién te crees, Gon Freecss?―cuestiona desencajado, observandolo con una mueca. Los tres ladearon la cabeza, sin entender su referencia.
―Eh... no se quien sea ese ―murmura el Uchiha, agitando su cabeza―. Pero en fin, tambien me gustaría hacerle unas preguntas a usted, si no es mucha molestia...
―Ya es mucha molestia con que estén aquí sentados ―gruñe―, pero ya que, habla antes de que me de sueño.
Kiochi asintió repetidas veces, pensando en el orden que debía utilizar para hacerle las preguntas―Bueno... ¿de dónde conoce a nuestros padres?―hace su primera pregunta, jugando ansiosamente con sus dedos.
―Estudiamos juntos el primer año, en U.A ―contesta aburrido, y al ver la expresión confundida en el rostro de los jóvenes, rodó los ojos―. Es una academia de heroes.
―Hmm, eso explica la licencia...―murmura Mitsuki, para luego observar a sus amigos―. Sus padres son heroes, aunque eso ya lo sabían.―comenta, a lo que ambos asintieron.
―Bien, otra cosa... ¿Endeavor donde está?―pregunta el bicolor, haciendo que el hombre soltara una exhalación.
―¿Y yo como diablos voy a saber donde está ese vejestorio? Se retiró hace años y mantiene su ubicación en secreto para que nadie lo moleste.―masculla, cruzándose de brazos.
Desde que Midoriya fue nombrado como el nuevo símbolo de la paz, el Todoroki mayor decidió tomarse un merecido descanso, alejándose por completo del mundo de la farándula para vivir el resto de su vida tranquilamente en alguna parte de Japón.
―Hmm, que problema...―murmura Kiochi, sobando su barbilla. De pronto algo le llegó a la mente, haciendo que chasqueara sus dedos antes de formular su pregunta―. ¿Y quién es ese tal Deku que mencionó antes?
Bakugou hizo una mueca, mientras un leve tic nervioso se generaba en su ojo izquierdo. No pensaba decirles que era el nuevo héroe numero uno, ya que esas palabras jamás saldrían voluntariamente de su boca. Él era un fiel creyente de que el peliverde no se merecía ese título, y que solo lo obtuvo gracias a su fuerza mediocre y enorme carisma.
―¡No es nadie, solo un maldito nerd!―bramó irritado, levantándose bruscamente de su asiento―. Suficientes preguntas por hoy, ahora vengan, los llevaré a su estupido cuarto temporal.
El trio de ninjas solo atinó a seguirlo, sin atreverse a insistirle con más preguntas. Bakugou los guio hasta el cuarto que alguna vez perteneció a Kirishima, donde los tres deberían compartir la pequeña cama que utilizaba el hombre. Estarían algo incomodos, pero era mejor que dormir en la calle.
―Que pase una linda...―Mitsuki paró de hablar cuando el hombre salió de la habitación dando un portazo detras de si―... noche.
El albino frunció los labios antes de dar media vuelta y sentarse en la cama junto a sus amigos. Estos se encontraban pensando en todo lo que dijo Bakugou, hasta que Boruto frunció el ceño y giró la cabeza para observar a Kiochi.
―Viejo... ¿por qué no le preguntaste sobre tu padre?―pregunta desencajado. El Uchiha se sobresaltó un poco, sonriendo avergonzado.
―P-Pues... pensaba preguntárselo al final para hacerlo más dramático, pero no llegué a pensar que se hartaría tan rápido.―susurró, jugando tímidamente con sus dedos. Boruto respiró profundamente, para seguidamente propinarle un fuerte golpe en la cabeza.
―¡Eres un imbecil! ¿¡Acaso crees que tu vida es una de esas historias malas que mi hermana lee por Konohapad!? ¡No tenemos tiempo para andar jugando!―bramó furioso, dándole otra serie de golpes al muchacho.
Este empezó a quejarse, a la vez que se cubría con sus brazos mientras trataba de alejarse de él―¡Ya lo se, deja de usarlo como excusa para golpearme!
Mitsuki suspiró al notar que el rubio no tenia intenciones de detenerse. Se levantó de la cama para interponerse entre ambos, y de esa forma evitar que se formara una pelea más seria―Cálmense, podemos preguntárselo mañana, es igual.―musita, tomando bruscamente los brazos de Boruto para obligarlo en sentarse en la cama.
Este soltó un bufido, arrimándose para acostarse en el lado que daba a la ventana―Como sea, tú duermes en el medio, no quiero que Kiochi me ande abrazando de noche.―masculla, desviando la mirada. El aludido abrió la boca para replicar, pero Mitsuki colocó una mano sobre su hombro, haciendo que parara.
―Tranquilo, si te da miedo me puedes abrazar a mi.―se ofrece amablemente. Kiochi ensanchó los ojos, negando frenéticamente con sus manos.
―Hmm, n-no te preocupes.
Espero que les haya gustado el cap uwu
Hoy cumple años Naruto aaaaaaa 🤧💖
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