"¡Ya!" La exclamación repentina de Alejandro hizo que Alexis diera un brinco en su silla.

"¿Qué chingados te pasa, cabrón?" Preguntó el mayor con el ceño fruncido mientras dejaba el biberón en la mesa y cambiaba su forma de cargar a Nancy, misma que estaba tosiendo fuertemente. "Casi se me ahoga la niña por tus mamadas." Le regañaba comenzando a darle palmadas en la espalda a la pequeña de ya seis meses.

"¡Quiero ser policía y me vale verga si tú quieres o no!" Dijo colocando sus manos sobre la mesa para mirarlo con el ceño fruncido.

Esperaba que su esposo le gritara, se molestara y le dijera que no. Lo raro fue que lejos de hacer todo esto, Alexis suspiró.

"Okay."

"¿Ah?" Parecía que le habló en chino antiguo con ruso. "¿Qué?" Sus cejas se dejaron de fruncir y su coraje desapareció completamente.

"Te dije que está bien, Alejandro."

"¿¡Neta!?"

"Baghera nunca envió nada a pesar de que dijo que lo haría.. Por todo este escándalo de internet y eso." Dijo sentando a la pequeña en su silla. "Claramente te hace ilusión ser policía y no puedo encerrarte en la casa por más que quiera." Le explicaba con una tranquilidad enorme.

"Ay... Mi vido..." el menor casi se ponía a llorar, no dudó en abrazarlo como el dramático que era. "Te amo." Dijo apapachándole. Alexis rió suavemente y se dejó abrazar. Al verlos tan cariñosos Nancy comenzó a reír moviendo los brazos en una exigencia de apapachos, claro que la unieron al abrazo.

Ni modo, no podía convencerse del tema pero no podía encerrarle por años como si fuera Rapunzel. Debía permitirle hacer su vida laboral como tanto quería. Además, ya comprobó una vez que Alejandro se veía genial en uniforme. Era un ganar ganar.

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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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