𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝘀𝗲𝘃𝗲𝗻. 𝗺𝘂𝗿𝗺𝘂𝗿𝘀
🐻FIVE NIGHTS AT FREDDY'S... 𓆪﹏ᘏ
▀▄▀▄ 𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 : 𝒎𝒖𝒓𝒎𝒖𝒍𝒍𝒐𝒔☠︎︎☏⚰︎ ▄▀▄▀▄
©2025 ——— loui_hmwtf28 ┃ Diana
LA PRIMERA SEMANA DE MIKE EN LA PIZZERÍA FREDDY'S FAZBEAR'S había sido una instrucción suave, gracias a las visitas de Louis. Con él cerca, el lugar no parecía tan opresivo, tan lleno de secretos oscuros que acechaban en cada rincón. Pero ahora, con Louis ausente, todo era diferente. La pizzería era otra cosa completamente de noche. Los pasillos oscuros, las cámaras estáticas y las luces parpadeantes eran su única compañía.
Mike se sentó en su silla frente al monitor, ajustando sus cascos para ahogar el silencio. Las reglas eran claras: mantenerse en la Oficina, vigilar las cámaras, y sobre todo, no confiar en nada fuera de las puertas metálicas. A las 12: 30 de la madrugada, todo parecía ir tranquilo. Freddy y los demás animatrónicos seguían en sus posiciones en el escenario principal, inmóviles y polvorientos. Mike suspiró aliviado, apoyándose en el respaldo de la silla y revisando el reloj. Era temprano, pero notaba que las horas avanzaban a paso de tortuga.
De repente, el sonido de un ligero "clic" resonó en los cascos. Mike se inclinó hacia la pantalla, frunciendo el ceño. Había cambiado a la cámara del área de juegos, donde la iluminación era apenas suficiente para distinguir las siluetas de los viejos juegos mecánicos. Nada parecía fuera de lugar. "Tal vez solo era un fallo en el sistema", se dijo a sí mismo.
Pasaron unos minutos más, y entonces lo escuchó. Un chirrido, suave al principio, como si algo se moviera. Era un sonido tan sutil que casi pensó que se lo había imaginado. Cambió a la cámara del pasillo este, donde las luces parpadeaban intermitentemente. De nuevo, nada.
Pero cuando regresó a la cámara del escenario , un escalofrío recorrió por su espalda. Chica no estaba allí.
Mike tragó saliva, sus dedos temblando mientras ajustaba los controles para buscarla en otra cámara. Pasó a la zona del comedor , y allí estaba. Chica se encontraba junto a una de las mesas, su rostro vacío y ojos oscuros mirando directamente hacia la cámara.
-¿Qué coño...?-Murmuró Mike , retrocediendo un poco.
Su respiración se aceleró, pero trató de calmarse. Louis le había advertido que esto podía pasar. Los animatrónicos se movían, se lo había dicho. Pero nada podía prepararlo para ver cómo un robot de más de dos metros , con una sonrisa espeluznante pintada en su cara, podía parecer tan amenazante.
Un ruido repentino detrás de él lo hizo saltar de su asiento. Era un sonido como de metal golpeando contra metal. Mike se giró, mirando hacia la puerta cerrada de la oficina. Encendió las luces del pasillo derecho y no vio nada. Pero el sonido continuó, más cerca, como si algo estuviera arrastrándole.
-"No te pongas paranoico, Mike. Todo está bajo control..."- Se dijo así mismo, aunque no se sentía en absoluto control.
Revisó las cámaras de la cocina, pero como siempre , estaba completamente oscura. Solo se escuchaba el sonido blanco de fondo. Cambió a la cámara del backstage, y esta vez sintió cómo su corazón dejó de latir por un segundo. Bonnie no estaba en su lugar tampoco.
Se giró hacia la pantalla, cambiando las cámaras con desesperación. Las luces parpadearon brevemente, y lo vio : Bonnie estaba en el pasillo izquierdo, su figura alta y encorvada acercándose lentamente. Sus ojos brillaban con tenue destello blanco, y su mandíbula estaba ligeramente abierta, mostrando dientes manchados y desgastados.
Mike cerró la puerta del lado izquierdo de inmediato, el sonido del mecanismo metálico reverberando en la oficina. Se quedó inmóvil, escuchando su propia respiración mientras miraba las cámaras nuevamente. Ahora Freddy también había desaparecido del escenario.
-"¡No puede estar pasando de verdad , no puede estar pasando de verdad! " -murmuró para sí mismo, intentando de convencerse.
Pero entonces, otro ruido lo hizo que se congelara. Era un susurro. Suave y apenas audible, pero claro. Venía desde el monitor, un eco extraño que parecía decir algo. Mike se quitó los cascos de golpe, pero el sonido seguía allí, como si viniera desde las paredes mismas. Las palabras eran incomprensibles, pero el tono era suficiente para que su piel se erizara.
-"No estás solo..."-Escuchó, apenas en un susurro, pero lo suficiente para que su corazón comenzara a latir descontroladamente.
Mike encendió las luces del pasillo derecho y dio un grito ahogado. Allí estaba Chica, inmóvil, con su cara casi pegada al vidrio de la puerta. Su sonrisa torcida y sus ojos vacíos lo miraban fijamente. Sin pensarlo, cerró la puerta derecha también.
Se quedó atrapado en la oficina, respirando rápido, sin atreverse a abrir ninguna de las puertas. Las luces del techo comenzaron a parpadear, y las cámaras se apagaron por completo durante unos segundos. Cuando volvieron, Freddy estaba justo frente a la cámara del comedor, su cabeza ladeada y su mirada fija en el monitor.
El sistema emitió un pitido, indicando que la energía estaba bajando peligrosamente rápido. Mike maldijo entre dientes, luchando por encontrar una solución. El reloj marcaba las 4:00 AM. Solo necesitaba resistir dos horas más, pero esas dos horas parecían una eternidad.
En ese momento, un golpe fuerte resonó contra la puerta izquierda, y Mike gritó. Su cuerpo temblaba mientras intentaba mantenerse cuerdo. Había firmado para este trabajo pensando que sería una simple vigilancia nocturna, pero esto... esto era una pesadilla hecha realidad.
Y entonces, lo escuchó de nuevo. Pasos. Pesados, arrastrados, acercándose por el pasillo.
Los pasos se detuvieron. Mike, con la respiración entrecortada y los nervios desgastados, apretó los puños mientras miraba fijamente las puertas de la oficina. A través de las cámaras, todo parecía haberse calmado, pero sabía que eso no significaba nada en Freddy Fazbear's.
El reloj marcaba las 4:37 AM cuando el sonido de un golpe seco resonó en la puerta derecha, acompañado de una vibración que hizo tambalear la silla donde estaba sentado. El monitor se apagó por completo, dejándolo ciego.
-¡Joder, ahora no!- Mike susurró mientras golpeaba el teclado, intentando que las cámaras volvieran a funcionar.
Por suerte, un pitido agudo devolvió la señal, y pudo ver la cocina por un segundo antes de que la pantalla mostrara a Chica nuevamente, pero esta vez más cerca de la cámara, con su rostro inclinado de forma antinatural, como si estuviera tratando de observarlo más de cerca.
Entonces, de repente, la luz principal de la oficina parpadeó, y todo quedó sumido en la penumbra. Escuchó esa voz familiar que hizo que le volviera todo a realidad.
-¿Mike? ¿Estás ahí ?
Era Louis.
Mike se levantó tan rápido que casi tiró la silla. El walkie-talkie, que no había usado en toda la noche, estaba emitiendo un leve sonido estático. La voz de Louis era firme, pero había un deje de urgencia en ella.
-Mike, escucha. Estoy en el estacionamiento. Acabo de recibir una llamada de emergencia diciendo que algo malo estaba pasando aquí. ¿Qué ha pasado?
Mike agarró el aparato con manos temblorosas.
-Louis, no tengo idea de qué cojones está pasando, pero estos... estos dichosos robots están vivos. Se están moviendo, están tratando de entrar. ¡Esto no es normal, hombre!
Hubo un momento de silencio en el otro lado de la línea antes de que Louis respondiera.
-¿Freddy y los demás?- preguntó Louis
-Sí, ellos. Y algo más. Es la primera vez que escucho ruidos y que cosas que nunca deberían estar aquí.
Louis suspiró al otro lado, y su voz bajó de tono.
-Mike, tienes que mantener la calma. Ellos... ellos no son solo robots. Hay más en este lugar de lo que puedes imaginar.
Mike iba a preguntarle qué quería decir cuando un fuerte golpe lo hizo girarse hacia la puerta izquierda. Algo estaba empujando con fuerza desde el otro lado, haciendo que las bisagras chirriaran bajo la presión.
¡Louis, ven ya joder! ¡No creo que vaya a aguantar!.- gritó Mike desesperado.
-Voy para allá. Pero escucha, no abras las puertas. Pase lo que pase, no los dejes entrar.- avisó Louis y colgó.
El walkie-talkie se quedó en silencio, y Mike volvió su atención a las cámaras. Freddy había desaparecido por completo de su vista, y Bonnie estaba en el pasillo, avanzando lentamente hacia la oficina.
El reloj ahora marcaba las 5:03 AM. Faltaba menos de una hora para que terminara su turno, pero Mike no estaba seguro de si podría resistir.
De repente, un crujido bajo su silla lo hizo mirar hacia abajo. Nada. Pero cuando volvió la vista al monitor, Freddy estaba frente a la cámara de la oficina, su risa mecánica resonando por el lugar.
La puerta izquierda se abrió de golpe, y una figura familiar entró. Louis, con una linterna en la mano y el rostro endurecido por la determinación, cerró la puerta tras de sí.
-¿Estás bien?-Preguntó, acercándose rápidamente a Mike.
Mike asintió, aunque su cara pálida y el sudor en su frente decían lo contrario.
-No sé qué está pasando, pero esto... esto no es normal, Louis.- dijo Mike apenas en un susurro.
Louis miró a su alrededor, las sombras bailando en las paredes por la luz parpadeante de su linterna.
-Te dije que este lugar es diferente. Tiene... historia.
Mike levantó una ceja, claramente confundido y resoplando de lo harto que se estaba poniendo con tanto caos.
-¿Historia? ¿Ahora que coño estás diciendo, Louis?.- Preguntó Mike elevando un poco la voz
Louis respiró hondo, sus ojos fijos en la cámara que ahora mostraba a Chica moviéndose lentamente hacia el pasillo.
-No es el momento de hablar de eso ahora. Tenemos que salir de aquí. Pero primero... hay algo que necesitas saber.
Mike lo miró con incredulidad.
¿Ahora que me vas a decir? ¿Qué los animatrónicos están poseídos? ¿Qué hay fantasmas o algo peor aquí? Joder Louis, que eso ya lo estoy viviendo. Si me ibas a decir eso, ya te estás buscando otra excusa para que me sueltes.
Louis apretó los labios y evitó su mirada.
-No están poseídos exactamente, pero sí... digamos que hay almas atrapadas en ellos. Almas de niños que desaparecieron hace años.
El corazón de Mike se hundió. Sintiéndose completamente como una mierda por haberle hablado así.
-¿Qué?
-No hay tiempo para explicarlo todo. Solo confía en mí. Freddy y los otros no son lo que parecen.- Ahora miró a Mike-
Antes de que Mike pudiera responder, las luces principales de la oficina se apagaron, dejándolos en completa oscuridad.
-Quédate detrás de mí.-dijo Louis, encendiendo su linterna mientras un sonido metálico y pesado se acercaba desde el pasillo.
La luz de la linterna iluminó un par de ojos brillantes y una sonrisa maliciosa. Freddy estaba justo allí, parado frente a ellos.
Mike tragó saliva mientras Louis se mantenía firme, sosteniendo un pequeño dispositivo que había sacado de su bolsillo.
-Mike, si quieres vivir, no mires directamente a sus ojos.-advirtió Louis en voz baja, mientras el reloj marcaba 5:45 AM.
La oscuridad parecía absorber todo el aire de la habitación, cada segundo una agonía mientras los pasos metálicos de Freddy se acercaban. Mike podía escuchar su propia respiración, entrecortada, mezclándose con el zumbido sutil de la linterna de Louis.
Freddy estaba ahí. Su imponente figura se movía lentamente hacia ellos, el brillo de sus ojos azules atravesando la penumbra.
-Louis... esto no puede estar pasando.-susurró Mike, sin apartar los ojos del animatrónico
Louis, con el rostro tenso pero decidido, apretó el dispositivo en su mano, un pequeño control que parecía más viejo que el mismo edificio.
-Mike, mantén la calma. No podemos ceder al miedo. Solo quedan unos minutos.
Freddy levantó un brazo, sus dedos metálicos brillando a la luz. El sonido de engranajes chirriando llenó el aire. Mike sintió un nudo en la garganta.
Y entonces, sucedió.
El reloj marcó las 6:00 AM.
El sonido de la alarma del reloj retumbó por todo el edificio, y en ese instante, Freddy se detuvo. Su sonrisa se congeló, su cuerpo rígido. Los ojos brillantes se apagaron de golpe, como si alguien hubiera tirado del interruptor.
La oficina quedó en un silencio sepulcral. Louis dejó escapar un suspiro, bajando lentamente la linterna.
-Lo hicimos.-murmuró, girándose hacia Mike con una pequeña sonrisa de alivio.
Mike, todavía con el corazón latiendo con fuerza, se dejó caer en la silla, frotándose las sienes.
-¿Esto pasa todas las noches? ¿En serio?.-preguntó Mike, medio de broma, medio en pánico.
Louis dejó escapar una risa corta, seca, mientras guardaba el dispositivo en su bolsillo.
-Bienvenido al infierno de Fazbear's, Schmidt. Aquí no hay noches normales.
Mike sacudió la cabeza, su cabello despeinado cayendo sobre su frente
-¿Qué era eso? ¿Qué iba a hacer Freddy si no hubieran sido las seis? ¿Matarnos?.- preguntó
Louis no respondió de inmediato. Su mirada se endureció, pero había un rastro de tristeza en sus ojos.
-Lo más probable, sí. Pero no quiero que pienses en eso ahora.
Mike lo miró fijamente, buscando respuestas.
-¿Cómo puedes estar tan tranquilo, Louis? ¿Tú sabías que esto iba a pasar, verdad? Por eso vienes.
Louis suspiró, apartando la vista.
-No es mi primera vez lidiando con esto. Y te prometo que no será la última. Pero hay cosas que todavía no puedo contarte, Mike. De momento no.
Mike frunció el ceño, pero antes de que pudiera protestar, Louis levantó una mano.
-Confía en mí, ¿vale? Lo importante es que estás bien. Y yo también.
Mike asintió lentamente, aunque la frustración era evidente en su rostro.
-Supongo que te debo la vida, ¿eh?.- dijo Mike en un tono de burla.
Louis sonrió con un toque de sarcasmo.
-No está mal recordármelo de vez en cuando.
Ambos se levantaron y salieron de la oficina. El lugar estaba desierto, como si nada hubiera pasado. Los animatrónicos estaban en sus lugares habituales, inertes, las luces del pasillo parpadeando suavemente.
Cuando llegaron a la puerta principal, la luz del amanecer comenzaba a filtrarse por los cristales.
-Entonces... ¿Qué pasa ahora?.-preguntó Mike mientras salían al estacionamiento.
Louis lo miró por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras.
-Ahora, te tomas el día para descansar. Pero vuelve esta noche. No estás solo en esto, Mike. Yo estaré contigo.
Mike lo miró, desconcertado por la mezcla de seriedad y calidez en su voz.
-Gracias, Louis. De verdad.
Louis asintió y le dio una palmada en el hombro antes de caminar hacia su coche.
-Recuerda, Schmidt. Este lugar guarda muchos secretos. Pero si seguimos juntos, quizás podamos sobrevivir.
Mientras Mike lo veía alejarse, sintió una extraña mezcla de miedo y seguridad. Louis era un misterio, pero había algo en él que lo hacía sentir que podía confiar.
Volvió la vista hacia el edificio oscuro de Freddy Fazbear's, susurrando para sí mismo:
-¿Sobrevivir? Eso espero.
Y con eso, el día comenzó, pero ambos sabían que la noche traería más sombras y preguntas.
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