𝙏𝙬𝙤
Escuchar su suave respiración siempre había sido una forma de calmar sus nervios, solía colarse a la casa de Minho y admirar los suaves y tiernos ronquidos que soltaba al dormir. No pudo evitar pensar en Hyunjin mientras lo veía descansar.
Hyunjin era un poco más ruidoso a la hora de dormir y parecía que olvidaba que había alguien junto a él en la cama porque solía golpearlo o empujarlo involuntariamente.
Minho, por otro lado, solía ser más tranquilo; se acurrucaba lo suficientemente o sus delicados abrazos.
Vio a Minho removerse en la cama, así que salió de su ensoñación y espero pacientemente a que despertara.
Pensó brevemente en por qué había ido a la casa de Minho y no pudo llegar a ninguna respuesta. A veces, había algo que lo empujaba hacia él y no siempre se daba cuenta de aquello; solo lo seguía de manera inconsciente.
Pero...¿Qué no era eso raro? Sentir tal atracción hacia Minho y querer estar cerca de él a pesar de tener un novio al que quería y que lo quería.
Quince minutos después, Minho abrió sus ojos con pereza y con la extraña sensación de haber sido observado. Teoría que fue confirmada cuando se encontró a Jisung en el extremo de su cama mirando un punto fijo en la pared.
— Ven aquí — Llamó suavemente mientras palmeaba un espacio a su lado.
— Tengo que irme pronto, Hyunjin está esperando.
Más no encontró respuesta alguna porque Minho siguió palmeando el lugar a su lado. Terminó por suspirar y recostarse suavemente, soltando un pequeño gemidito gustoso por la sensación del cómodo colchón contra su piel y el aroma de Minho llegando rápidamente a sus fosas nasales.
— Termina con Hyunjin. — Dice minutos después.
— No lo haré — Negó con calma — Ya te lo he dicho, no voy a terminar con Hyunjin.
— No lo amas. — Replicó mientras se sentaba en la cama.
— Pero lo quiero y eso es suficiente para ambos. — Abre sus ojos y se encuentra con la mirada afligida de Minho, quiere arrepentirse, pero sabe que no debe. Él quiere a Hyunjin.
— Vi las nubes oscuras y violentas, pensé que eso significaría que las cosas iban a mejorar. Un buen sentimiento se instaló aquí — Señalo su pecho — Creí que por fin ibas a dejarlo.
— Minho. — Pero él lo ignoró.
— Creí que por fin lo dejarías y vendrías a mí. Mierda, Jisung, te he estado esperando desde hace dos putos años, ¿Cuándo volverás a mí?
— Nunca estuve contigo.
Un silencio se instaló. Tenso, asfixiante, doloroso.
— Nunca estuvimos juntos, me rechazaste ¿Recuerdas? Me despreciaste en ese momento.
— Estábamos ebrios.
— ¿Y? — Cuestiona levantándose y quitando el polvo inexistente de su ropa. — Eso no justifica nada.
Minho no supo que más responder. Quería decirle que no, que su estado de ebriedad no le había dejado responder con sinceridad, pero las palabras no salieron de su boca.
— Me voy. — Informó con paciencia y miró a Minho. Este no se tomó el trabajo de devolverle la mirada.
Sin esperar más, salió de la habitación en dirección a la puerta de la casa. Sin embargo, no contó con la mano que se aferró a su muñeca y lo empujó hacia una esquina.
— Vas a volver a mí. El éxito de tu relación con Hyunjin es menos probable que encender un cigarrillo bajo la lluvia.
Se acercó peligrosamente a sus labios, pudo sentir sus labios sobre los suyos, pero al final solo suspiró sobre ellos y se dirigió a su cuello para inhalar su aroma con ahínco.
Se separó segundos después dejando a Jisung temblando ligeramente por las caricias y suspiros que había recibido su sensible piel.
Suspiró aliviado y resentido cuando Minho se alejó y abrió la puerta, escapó de los brazos de Minho y se dirigió al lugar que se suponía que era su hogar.
Sin saber que en la cama de aquel que lo amaba había alguien más.
Las llaves caen con un ruido seco en el piso.
A decir verdad, se lo esperaba. Se lo esperaba y no hizo nada para detenerlo cómo era costumbre suya.
Ver a Chan acurrucado entre los brazos de Hyunjin era una escena digna de ver. Era algo.... que le provocaba tirones de dolores en su estómago y hacia que su espalda se tensara, que su barbilla se alzará y sus ojos juzgarán fríamente la situación frente a ellos.
— Lo conseguiste. — Susurra suavemente y su voz se pierde en el aire.
Camina lentamente e ingresa a la habitación. Toma la primera mochila que ve y sabe que es la suya porque ha estado esperando a que Chan haga su jugada. Se ha preparado mentalmente para ello desde el momento en que descubrió el enamoramiento de Chan por su ex-novio. Pero tal vez, lo hubiese tomado mejor si las cosas se hubiesen dado con Felix; no quiere ni imaginarse lo que pasó para que Chan esté allí, en la que fue su cama.
No se inmuta aún cuando Hyunjin se ha despertado y se encuentra confuso. No se inmuta con el grito de Hyunjin y como este se aleja rápidamente de Chan como si este quemara.
— ¿J-Jisung? — Escucha a sus espaldas, pero no voltea; está muy concentrado en tomar su ropa y doblarla rápidamente para meterla dentro de ese gran bolso.
»— Jisung, e-espera. — Hyunjin se levanta rápidamente y grita al encontrarse solo en unos desconocidos pantalones bajo las sábanas. — ¡No es lo que crees!
Chan despierta entre tanto griterío, es ahí cuando Jisung voltea y se enfrenta a Hyunjin.
— Chan siempre ha estado ahí. Siempre ha hecho lo mismo y tú no haces nada para evitarlo; fácilmente podría haber hecho algo al respecto, pero luego me juzgarías por la forma en la que me habría hecho cargo de la situación. — Hyunjin baja la cabeza y Chan simplemente aparta su mirada porque es muy orgulloso para bajar su cabeza. — Te lo dije. ¿Tienes algún problema conmigo? Lo hablamos o terminamos, así de sencillo, Hwang Hyunjin. Pero al parecer no fuiste capaz de hacer eso.
Escucha otro de esos lloriqueos y dirige momentáneamente su mirada hacia su ex-pareja. Una parte de él quiere consolarlo, pero se detiene y decide que llegó el momento de acabar con lo que sea que tienen. Se gira una vez más y recoge su ropa. Toma los zapatos y los guarda en otro bolso, sus lociones, accesorios, todo lo arroja sin cuidado en un bolso más pequeño.
Se dirige al baño y toma su cepillo lanzándolo con furia al basurero. Se mira al espejo y suspira a la vez que sus ojos un tanto llorosos, aprieta sus labios y se devuelve a la habitación donde Chan y Hyunjin discuten.
Hyunjin llora y grita, luce arrepentido y Chan solo se enoja y comienza a gritar también. Ambos ignoran la presencia de Jisung hasta que éste recoge unas lucecitas que habían estado colgadas en la habitación. Allí un silencio prolongado se instala y Jisung se enoja por ello.
Una vez termina de recoger todas sus cosas y de amontonarlas en la entrada de la casa, regresa a la habitación en dónde Hyunjin está sentado en el suelo con sus rodillas a la altura de su pecho y su cara escondida entre ellas mientras Chan parece terminar de arreglarse dispuesto a irse.
— Gracias por esto Chan. — Le dice cuando esté pasa por su lado. — Era lo que necesitaba para dejar que Hyunjin aprendiera a dejar de amarme a mí y a nuestra relación. — El antes mencionado suelta un sollozo y Chan se escapa dejando un gran portazo cómo lo último que sabrían de él por un tiempo.
La distancia entre Jisung y Hyunjin se corta.
Jisung aparta el rostro escondido de Hyunjin de entre sus piernas. Se toma su tiempo para acariciarlo porque sabe que no volverá a verlo por un tiempo y Hyunjin hace lo mismo esforzándose por no ceder ante las lágrimas que empañan su vista.
— Tú y yo sabíamos que esto no iba a funcionar. Sabíamos que no íbamos a llegar lejos y esto es solo una excusa para nosotros. — Aclara su garganta para dispersar el grito de dolor que quiere salir de ella. — Tú no me amas Hyunjin — Este niega sin poder aceptarlo. — Y yo tampoco te amo. Te quiero y te aprecio muchísimo Hyunjin, pero no te amo, por mucho que quieras convencerte de ello.
»— Estamos acostumbrados a estar juntos y es por eso que seguimos juntos.; Porque yo dejé de quererte y tú comenzaste a mirar a alguien más... Y eso no está mal, Hyunjin. Está bien y... Y ambos debimos haberlo aceptado antes. — Un sollozo escapa de sus labios y se ve obligado a bajar su cabeza porque odia sentirse así.
— Minho es muy lindo ¿no lo crees? — Dice Hyunjin con su voz entrecortada.
— ¿Qué hay de Felix? La forma en la que lo miras es simplemente etérea. Se nota que a él sí podrías amarlo.
No dicen nada después de eso, como si ese simple intercambio de nombres y vagas palabras hubiese sido suficiente para explicarlo todo.
No se arrepienten de estar juntos, pero si de dejar que su relación se volviera así.
Ambos se acercan suavemente al otro y juntan sus labios suavemente mientras se aferran por última vez al contrario. Las palabras se atascan en sus pechos y desean que el contrario sienta todo aquello que siempre quisieron decirle.
“Me lastimas“
“No puedo cambiar.”
“Vi cómo mirabas a Minho, ¿por qué nunca fuiste capaz de mirarme así?
“Felix tiene pinta de que va a hacerte genuinamente felíz, yo nunca hubiera podido hacerlo“
“Nuestras personalidades chocan bastante, mucho más de lo normal, esto no es sano"
“Necesito alejarme de ti, pero no puedo. Siento que mi vida se acaba apenas pienso en ello.”
Se separan lentamente dejando un sonidito de por medio. Juntan sus frentes y quieren retrasar cada vez más la partida del otro, pero Jisung toma la iniciativa y se aleja suavemente.
Camina hacia la puerta y no se detiene a mirar atrás porque sabe que apenas lo haga no se irá y eso no será bueno para los dos.
Toma sus cosas y se despide del que alguna vez fue su hogar con un suspiro roto.
Su cuerpo cruza la puerta y el sonido de esta cerrándose marca el fin inevitable para ambos.
¿Qué tal? La historia pasa muy rápido, no? Es bastante cortita así que no necesitamos de muchas explicaciones.
Cualquier duda, no duden en comentarme.
¡Gracias por leer! ♥︎
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