Luego del percance con JiSoo, ambos se habían ido a pasear y poder comer algo. La pasaron bien ese día.

Jimin desde ese día andaba emocionado y nervioso, Jungkook le había pedido una cita cuando lo fue a dejar a su casa. Obviamente el había aceptado por que siempre había sido algo que había deseado.

Y por nada del mundo iba a desaprovechar esa oportunidad.

Ya era domingo, y esa noche tendría una cita con Jungkook. La manera en la que Jungkook le había recarcado y aclarado que era una cita, Jimin no podía olvidarla. En todo momento le dijo que sería una cita, no era una salida como conocidos o amigos, era una cita.

Taehyung había llegado ese día en la mañana ayudarle que ropa ponerse. Tenía su armario lleno de ropa, pero en ese momento no sabía que ponerse, y su amigo tenía buen ojo para la moda.

- A ver Park Jimin...¿Que es esto? -Pregunto sacando unas bragas rojas. - Jimin abrió sus ojos avergonzado, le quito a Taehyung la prenda y la puso debajo de sus sábanas.

- Deja eso.

-¿Que más tienes guardado por aquí amigo? Estoy seguro que a Jeon le encantará, pero, es tu primer cita, no entregaras tu flor en la primer cita.

- No soy virgen Taehyung. -Le dijo Jimin.

- No, claro que no lo eres. Pero hay que hacerlos sufrir un poco. - Jimin nego.

- Tampoco es que las use seguido. Ni se por que las tengo.

- El día que tú y Jeon tengan sexo, ese día las usarás.

Jimin se tapó el rostro con sus manos, su amigo no tenía filtro.
-Por Dios Taehyung.

El pelicastaño se rio, - Actúas como un chico virgen Jimin, que al escuchar la palabra sexo, se sonrojan.

Jimin solo negó, Taehyung siguió buscando entre toda su ropa, al final, le puso en la cama unos pantalones de gabardina, una camisa de seda azul con cuello V, aunque estuvo algo duduso con la prenda de arriba, ya que dejaba mucho que mostrar. Y por último su abrigo.

Taehyung le dijo que su cuello era atractivo, y que Jungkook no le quitaría la vista de allí. Dejaba ver su cuello y sus clavículas. Que si se ponía un collar sería mucho mejor.

Al final le termino haciendo caso, se puso un collar con un dije de flor de loto, una de sus favoritas.

La mayoría de joyas que tenían, eran con diferentes rosas y flores. Sus favoritas eran, la flor de loto, los tulipanes, los narcisos, las margaritas, los girasoles, las azucenas, las orquídeas, los claveles... En fin, todas las flores le encantaban.

[💐]

Las agujas del reloj marcaban las 6:55pm, Jimin decidió bajar a la sala.

Sus padres estaban mirando algo en televisión. Cuando lo miraron ambos le sonrieron y dejaron de poner atención al programa que miraban.

- Jimin, te vez hermoso. -dijo su madre acercándose a él y tomándolo de las mejillas.

Jimin sonrió. - Gracias, mamá.

- Te vez excepcional hijo.- dijo su padre.

Jimin sonrió, sus padres siguieron dándole un montón de palabras bonitas. Hasta que escucho un auto estacionarse y próximamente, unos toques en la puerta.

- Yo iré. - dijo el señor Park.

Jimin a refutar, conocía a su padre y lo menos que quería era que Jungkook se echara para atrás.

- Buenas noches Señor Park. - saludo Jungkook haciendo una reverencia.

- Buenas noches muchacho. - Respondió serio.

Le gustaba que Jungkook fuera un chico educado y puntual.

- Espero que lo traigas sano y salvo, y nada de traerlo pasadas las doce. -amenazó mirando a Jungkook.

- Por supuesto que no. Cuidare de Jimin muy bien. - Respondió Jungkook. Claro que el padre de Jimin lo intimidaba, pero no lo dejaría notar.

- Bien, y....

- Papá, ya basta. -Jimin llego hasta la puerta.
- Ve adentro. - el señor Park iba a hablar pero su esposa lo jalo.

Jimin cerró la puerta y miro a Jungkook. - Perdón por eso. - se disculpo.

Jungkook lo miraba anonadado, Jimin estaba hermoso. Sus cabellos sedosos muy bien peinados, sus labios rojos y brillantes por su bálsamo y... Su cuello, el cual estaba al descubierto dejando ver tan pecaminosa piel.

Era perfecta para dejarle unas cuantas mordidas y manchas rojas.

- Jungkook... - llamo Jimin, la penetrante mirada de Jungkook esta en su cuello y clavículas.

- Ahh...Si... -su vista subió hasta el rostro de Jimin. - Te vez demasiado hermoso Jimin. Como una flor.

Jimin sonrió, -¿Como una flor?

- Sí, delicada, suave, y majestuosa.

- Tú también te vez muy guapo. - Ahora fue Jungkook el sonrojado.

Vestía unos pantalones de tela los cuales se amoldaban a sus fornidas piernas, una camisa blanca con tres botones, la cual iba ajustada dentro de sus pantalones.

Jungkook le abrió la puerta a Jimin, cuando estuvo en su lugar dio marcha al auto.

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Habían llegado a un Restaurante muy lindo, con paredes blancas y cafés, las sillas y mesas con un diseño único. Jungkook ya había hecho la reservacion.

El mesero les llevo la carta, Jimin pidió Japchae,nada del otro mundo y delicioso, mientras que Jungkook Gochujang Pasta también pidieron una botella del mejor Champagne.

Jimin miro el lugar curioso, todo eran hermoso y se sentía acogedor.

Mientras el miraba el lugar, Jungkook lo miraba a él. Hasta que alguien le interrumpió, Jimin miró al mesero cargar el enorme ramo de... ¡Tulipanes¡, Jimin casi chilla de la emoción, si no estuviera toda esa gente allí presente, se levantaría para saltar emocionado.

- Gracias. -Jungkook tomo el ramo de Tulipanes y miro a Jimin con una sonrisa. El sabia muy bien que al chico le gustaban la flores.

Se acercó a él - Son para ti bonito. -dijo dandole el ramo.

Jimin lo tomo, estaba en una completa ensoñación, el ramo tapaba por completo su rostro.

- Es... Hermoso. Jungkookie, gracias. -Dijo Jimin abrazando el ramo. - Te abrazaría y te llenaría el rostro de besos pero no puedo.

Jungkook se rio un poco. Le causaba ternura Jimin.

El mismo mesero llego con una mesa pequeña para que pusiera el ramo.

Jimin lo puso delicadamente, sus ojitos no se podían apartar del ramo. - También esto es para ti. -Dijo dandole una caja de chocolates en forma de corazón.

- Gracias Jungkook. -Jimin puso la caja en la mesa donde estaba el ramo y se lanzo a los brazos de Jungkook.

Este lo abrazo por la cintura, el delicioso aroma dulce de Jimin llego a sus fosas nasales. El pelirubio se separó un poco para dejar un pico a los labios de Jungkook.

Fue algo rápido, pero que dejo a ambos con el corazón acelerado.

- No tienes que agradecer. Te mereces eso y mucho más. Se que te gustan mucho las flores, así que, no dude en comprarte un ramo de tulipanes. Espero te acostumbres porque, te regalaré de todas tus flores favoritas.

Jimin solo pudo sonreír en grande.

- Me gustas mucho Park Jimin. Desde hace mucho.

- También me gustas mucho Jeon Jungkook. No te imaginas cuanto.

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