Al abrir los ojos, sintió su garganta seca y un sabor amargo en su boca. Se removió incómodo mirando el lugar donde estaba, con el miedo recorriendo sus venas sintió la bilis subir por su tráquea y se movió rápido vomitando en el frío piso.

¡Su bebé!

Recordaba entrecortadamente el parto: sangre y el constante llanto del pequeño. Había escuchado a la enferma, pero no entendió mucho al respecto.

Cuando la ansiedad comenzaba a asfixiarlo, SeongHwa entró al cuarto con unas terribles ojeras y el cabello opaco.

El mayor se acercó rápido hasta su hermanito y le abrazó con devoción, cuando dio otro paso sintió algo líquido debajo suyo y miró asqueado el vómito.

- Ah, YunHo. ¿No podías ser menos asqueroso? -revolvió su cabello y dio un beso en la coronilla.

YunHo río con levedad y se acurrucó en el pecho ajeno- Efecto de la anestesia, supongo.

SeongHwa sonrió y se alejó de la posa maloliente.

- Que bueno que estás despierto, llamaré a la enfermera para que te revise y limpie esto.

YunHo asintió y se acomodó en la cama.

- ¿Dónde está mi bebé? -miró con curiosidad.

- JongHo-ssi está en una incubadora, es un pequeño sano y muy lindo por cierto -sonrió con orgullo.

- Deseo verlo -declaró firme.

SeongHwa le miró comprensivo pero negó lentamente.

- Sí sabes que fue prematuro y tú estás débil, casi al borde de la muerte, ¿no? -el menor asintió resignado- Por el momento debes descansar, ya podrás ver a tú bebé cuando ambos estén bien.

YunHo bufó y se acomodó mejor en la cama, recordando algo importante. Deteniendo de inmediato a SeongHwa cuando iba a salir del cuarto.

- ¿Y Mingi?

El alto suspiró cansino y miró a YunHo con lástima.

- Se ha ido.

- ¿Cómo dices? -frunció el ceño, sintiendo su corazón latir con fuerza- ¿Para siempre?

- Sí, YunHo-concordó- Habrá juicio con HongJoong en las próximas semanas, ahí se supone que Mingi lo dejará. Además debes estar ahí para testificar, aún cuando las pruebas son más que obvias pero son protocolos.

- Entiendo... -hizo una pausa y se acomodó en la cama- ¿Vió a JongHo?

- Sí, pidió cargarlo pero lo impedí. No después de todo -levantó los hombros- Su despedida fue patética, pero no me esperaba nada de él.

YunHo hizo un mohín y miró a su hermano.

- Tengo los papeles del divorcio en la casa, ¿tendré que esperar hasta el juicio para ser al fin libre?

- Esperemos que no sea tan extensa la espera.

- Lo mismo digo. Ahora; llama a la enfermera para que limpie el vómito, tengo náuseas -cerró los ojos cansado.

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