—Ahora, hablemos de algo que considero de suma importancia y necesito de algunos consejos... — el hombre suspiró —Me han dicho que el mercado chino se ha estado adueñando mucho más de... — dejé de prestar atención y comencé a pasear la mirada por toda la habitación en busca de alejar mi aburrimiento, sin embargo, rodé los ojos sin percatarme, tras encontrarme con cierta persona que me mostró discretamente su dedo de en medio. El supuesto mesero volvió a guiñar un ojo e inflé automáticamente las mejillas a modo de puchero, sinceramente, no tenía ni la menor idea de que estaba siendo observado descaradamente por cierta persona que es tremendamente hermosa.

—Vete a la mierda— gesticuló Félix mientras caminaba hacia mí después de haber entrado a la habitación.

No me había equivocado al pensar que Felix y Wang también estarían paseándose por aquí mientras fingen ser alguien que claramente no son.

—Mesero... — le llamó el chico atractivo con una voz sumamente varonil arrebata calzones. 

—Señor, ¿le gustaría algo de tomar? — le preguntó al mesero tras colocarse frente a él después de haberme ignorado deliberadamente.

—Una botella de agua purificada al tiempo— pidió con educación. Después, se giró hacia el presidente y le preguntó—: ¿Quiere tomar algo?

—Una copa de vino— le pidió el hombre al mesero.

—En seguida lo traeré— después, se giró hacia mi padre y le hizo la misma pregunta, también miró hacia el chico atractivo y tomó su orden, sin embargo, pasó de largo frente a mí y sin pensarlo, salí detrás de él con la clara intención de dejarle en claro que debe respetar a sus mayores.

—Oye, ven acá— le ordené tras tomarlo del brazo sin ejercer demasiada fuerza.

—Joven, esto es considerado acoso laboral— se soltó de mi agarre.

—¿Acoso? ¡No te estoy acosando!

—¿Seguro? — enarcó la ceja.

—¡Eres tú el que me está acosando deliberadamente! — me quejé. —Acaso, ¿el beso volador y el guiño, no son claras señales de acoso sexual?

—¿Sucede algo? — mi piel se erizó por completo tras escuchar la voz ronca de cierta persona que se posó a mi lado y nos miró con diferencia.

Felix me miró después de echarle un ojo al hombre que ha interrumpido en nuestra conversación sin sentido e intentó no decir alguna estupidez más de las que ya había dicho, tras aclararse la garganta, respondió—: No, ¿se le ofrece algo?

Sinceramente, no sé qué hacer en estos momentos dado que, mi sentido común me pide mirar al atractivo hombre para estudiarlo durante unos minutos, sin embargo, no puedo caer ante esa tentación porque me convertiría en el acosador oficial del desconocido.

—El presidente me ha enviado puesto que quiere un whisky y quiere el mejor que tengas. Ah, y olvida el vino— habló con voz ronca el atractivo hombre.

—En un momento se lo llevo— Felix sonrió abiertamente e hizo una reverencia antes de irse. Después de unos segundos, entendí que me había quedado a solas con el apetecible bombón que se ha girado hacia mí.

Decidí ignorar deliberadamente su presencia y me giré hacia la puerta que me lleva directamente a la habitación en donde se encuentra mi padre y el presidente, sin embargo, mi huida se vio frustrada por el desconocido.

—Lee Minho, ¿cierto?

Dios, amé mi nombre saliendo de su boca. Es tan adictivo su tono de voz que me eriza la piel por completo e inclusive, tengo una maravillosa idea que consiste en grabar su voz para escucharla cada vez que lo desee, pero eso sería demasiado acosador, ¿cierto? 

No puedo dejar de pensar que ese chico debería ser considerado ilegal a causa de su incomparable belleza que lo hacer verse como único en su especie y que es difícil de superar; sé perfectamente que también soy atractivo, pero claramente, hay niveles y él, está en un nivel superior y no puedo argumentar nada ante esa realidad.

—Es correcto— respondí tras encontrarme con su brillante mirada. —¿Necesita algo?

Este es el primer encuentro que tengo con él, sin embargo, siento como si no fuera la primera vez que hablamos; algo muy en el fondo, me dice que tuve una amistad o similar con el desconocido hace mucho tiempo atrás. Podría ser una completa estupidez, pero no puedo negar el sentimiento de melancolía y tristeza que siento cada vez que me encuentro con su brillante mirada. Debería de encontrar la manera de quitarme esas tontas ideas de la cabeza, de lo contrario, podrían interferir directamente con mi objetivo y atraería graves consecuencias.

—El Sr. Lee parece estar muy convencido respecto a la posibilidad de formar parte del equipo de seguridad del presidente, sin embargo, siento que no es lo suficiente capaz para lograrlo— sonrió de lado para demostrar un obvio deje de burla. —Prácticamente, ustedes son unos completos incompetentes— soltó con desdén.

"¿Realmente me está diciendo que mi padre y yo, somos unos completos inútiles que no merecen obtener una oportunidad para formar parte de su patético equipo de seguridad para el imbécil del presidente? ¡Es un completo idiota!".

—Escucha, no espero agradarte a ti, ni mucho menos espero agradarle al presidente, solamente quiero hacer mi trabajo para obtener más dinero, ¿qué hay de malo con ello? Acaso, ¿tú si tienes la capacidad para ser parte del equipo de seguridad de alta capacidad para el presidente?

El chico volvió a sonreír de lado. —¿Crees tener la capacidad para lograrlo? ¿Realmente lo crees?

"¿Ya mencioné que detesto tanto su tono burlón? Lo hago demasiado y eso que tengo menos de unos cinco minutos de conocerle", pensé con frustración.

—Eso no es de tu incumbencia— escupí con ligero rencor. —Deberías de evitar meter tu narizota en los asuntos que son ajenos a ti.

Evité con todas mis fuerzas maldecirlo dado que, quedaría como una persona con falta de educación y no deseo darle más motivos para que pueda continuar burlándose de mi padre y su alta capacidad de formar parte del equipo de seguridad para el imbécil del presidente, ¿qué hay de malo con querer ser mejor?

—Escúchame Lee Minho— dijo con voz ronca —Me encargaré de arruinar ese miserable equipo para dejarte en claro quien tiene el verdadero poder.