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CAPÍTULO TREINTA
Y SIETE
❝SUSTO Y SORPRESA❞
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     LIZZA CELINE GRIFFIN ESTABA ALGO MAL, por que desde que había entrado en el bosque, sin ningún tipo de contratiempo el aire había cambiado, algo oscuro y una insistente mirada la seguía. Quizá en ese momento en que miró hacía atrás y furtivamente divisó algo. Eran unos ojos que parecían mirarla, pero no eran de una persona, estos brillaban en la oscuridad del bosque. Parecían más que eso, por que había deslumbrado más que una mirada vacía. Había notado, soledad, tristeza, desamparo, emociones que la joven pelliroja había vivido en algún momento de su corta experiencia viviendo. Lizza sentía que algo estaba mal con esa mirada, no sabía si era la falta de esperanza o si ese sentimiento en su pecho le decía que algo más había.

     El bosque la catapultó a una noche fresca, niebla levantándose por el terreno, raros ruidos escuchándose a su alrededor, las lechuzas cazaban pululando en el aire fresco y la de pellirojos cabellos pensaba en como su vida había cambiado. Extrañaba a su madre, extrañaba a Luc y extrañaba poder hablar con Draco. ¿Era una idiota?, probablemente. Pero, aún así extrañaba poder hablar de estrellas, constelaciones, de él, su vida, extrañaba la compañía agridulce, y solo existir por un momento sin nada más, pensar y luego existir.

     »Su corazón latía acompasado mientras ella tarareaba una canción de the beatles (i want you) y aún lo lograba con sus nervios encima, logró que sus piernas enfundadas en su pijama rojo de Gryffindor, pasarán por arriba de un árbol en el suelo desnivelado. Estaba cerca del árbol más peligroso de Hogwarts, conocía su historia y nunca entendió por qué un árbol mágico tan peligroso había sido puesto justo allí. Habían sucedido ciertos accidentes, aquello le había intrigado, pero hasta el momento no tanto como el por qué el profesor Lupin tomaba esa poción, ella sabía por su aroma y ciertas situaciones en su clase, que Remus Lupin no era normal. Nadie lo era en realidad, pero tenía algo que a ella le causaba sospecha, como también el hecho de que una figura la estaba siguiendo. Era humana, alta y de reojo tratando de que no sea evidente que estaba mirando hacia atrás, como si ubiera notado algo, vio hacia atrás haciendo que algo se le había caído. Paró su paso y reviso el suelo lleno de hojas caídas y pasto verde largo que quedaba pegado en las suelas de sus zapatillas blancas.

     La figura paró al mismo tiempo que ella, tuvo miedo por un segundo. No sabía quien era esa persona que se le acercaba con la destreza de un tigre. Bueno, eso sucedió hasta que la figura se cayó por que algo se había atravesado en su camino. Era la figura de un gato. 

     La joven se armo de valor, respiró profundamente y se dijo ❝Ese hombre no es un asesino, ayudalo❞. La acción surgió intrínseca desde su corazón. Normalmente nunca se detenía a pensar cuando de ayudar se trataba. Algunos la llamarían estúpida, su madre siempre la llamó valiente. Su corazón era inherente a la razón metodológica de su mente. Siempre fue así. Luc decía que era estúpida por confiar en las intenciones del otro, por que la maldad habitaba en el mundo. Por qué sucedían en nuestra realidad y los horrores que se cometían venían de las personas, no de algo ajeno.

     Cuando se acercó al hombre notó algo extraño, se veía que era alguien grande, parecía como si no hubiera comido bien en años, muchos años. Las manos le temblaron, pero igualmente tomó con sus manos el brazo del desconocido.

     —¡AHHHHHHHHHHHH! —gritó Lizza por que la persona que descubrió como un bulto en el suelo era el conocido prisionero de Azkaban, ba el único fugitivo de Azkaban.

     El corazón de Celine le dio un vuelco y comenzó a palpitar como una tetera en ebullición. Dio indicios de querer gritar pero...

     —¡Oye, shu shu!  —dijo tapándole la boca el hombre. Su gesto contraído manifestaba su conducta errática.

     «Debe ser que ser perseguido daba ese resultado» pensó la joven. «Shu, no pienses en eso puedes estar por morir» dijo esa pequeña vocesita llamada mente.

     —Quem mem saquems la manonm immbemcil —dijo aún con la mano del hombre en su boca mirándolo muy mal.

     Es decir, nadie la callaba.

     —¿Ah? —dijo el de cabello largo y el rostro hundido con gesto confundido.

     ¡Vamos!, que Sirius hable con animales en su forma canina, no quería decir que entendiera cualquier cosa.

     Lo próximo que dijo el hombre seguido de aquello es un:  —¡Iiuuuuu guacala! ¡No me lamas la mano! ¡Lizza!

     La joven lo miró satisfecha, pero luego pensó: ¿como sabía su nombre?.

       —Espera, tu eres un asesino ¡¿Cómo carajos sabes mi nombre?! ¡¿me quieres asesinar?! ¡No me asesines! ¡todavía no encuentro a mi gato y tampoco hice los deberes de transformaciones!

     Luego de pronto la boca de la joven fue cubierta por la mano del hombre.

      —Tranquila, ¿si?  —le dijo mirándola directo a los ojos —no te haré daño. Yo era amigo de tu mamá era una de mis mejores amigas, nunca te haría daño y por cierto, nadie hace los deberes —dijo redundante  —me siento orgulloso. —mencionó con una sonrisa que por su aspecto parecía cansada, pero la joven observaba un brillo detrás de su mirada. Un brillo reluciente que mostraba un aire de lo que el había sido. Lizza pensaba que el no cuadraba con esa definición de asesino ¡Vamos! ¡sí lo fuera estaría más que muerta!

     La joven escucho todo lo dicho con una cara de confución tremenda. No entendía como los caminos de su madre, Aretha, podrían haberse cruzado con el de Sirius Black.

      Celine asintió y hizo que el hombre le sacará la mano que la callaba.

      —¿Tú, por que no quieres hacerme daño? ¿Quieres llegar a Harry? —preguntó con el ceño fruncido, nadie tocaba a Harry, ya sea presunto asesino o cualquier osado con esa intención.

     —¡No! ¡No! ¡No!  —dijo negando de un lado al otro erraticamente.

     La pelliroja lo miro seria de una manera que manifestaba como su cabeza estaba pensando activamente.

    —¿Qué buscas en Hogwarts?, por qué ahora se que no estás buscando venganza contra los sobrevivientes de tu traición.

     —¡Yo jamas traicionaría a Lily y James! ¡P-ero si hubiera sido más inteligente! ¡Si hubiera confiado!  —los ojos del mayor se empañaron, cerró los ojos recordando el pasado y pensando lo que podría haber sido.

      —¿Eso significa que tu-u? —dijo ella vacilante.

     El asintió.

      —Yo no los traicione, perdería la vida antes de haberlo hecho —bajo la mirada tocando sus manos callosas con el corazón desgarrado a pesar del paso del tiempo —pero, siento que yo los mate. —la vista ya no estaba perdida en el piso como si el mundo estuviera en sus hombros. Miraba el cielo buscando recordar las noches en donde todos sus seres queridos estaban juntos.

      —Yo te ayudaré. No me importa como, lo haré. Si eres inocente y podemos probarlo lo haré. No importa el costo —, «sus ojos mostraban la guerra» pensó Sirius era igual a Aretha. Ese brillo que mostraba lo mal que todo se venía para ti, si estabas del lado equivocado, de aquel que lastimaba a personas inocentes.

     —¿Crees en mi? —preguntó con la voz rota, atravesado por lo recuerdos de la joven que alguna vez fue el amor de su vida y que por culpa de estupidez, perdió. Lizza era tan parecida en algunas reacciones.

      —Sí, cualquier persona a la que mi gato le agrade y confíe estoy segura de que es una buena persona. —dijo bromeando por la insistencia de Cuchurrumin de pasearse entre las piernas del prófugo.

      Sirius Black largo una carcajada por primera vez en mucho tiempo. No fue irónica y no fue hecha en venganza, fue algo espontáneo.

      —Ahora, si —dijo luego de que sus carcajadas bajaran. —Tengo que explicarte que sucedió, porque no es entenderás que es lo que sucedió, nadie lo sabe.

      —Sabes te queda bien sonreír prófugo inocente. —le mencionó sonriente.

     El hombre estaba conmovido por la crudeza de su afirmación, hacía mucho que no escuchaba palabras verdaderas que afirmaban que creían en él.

      —Sabía que serias tu quien me apoyará, pero déjame decírtelo. Necesito contarlo...

     La gryffindor aún con la sonrisa que formó en sus labios pensó en que Sirius Black debía de haber sufrido de más, hay personas que no se merecen que cosas malas le pasen.

      —Peter Pettigrew, esta vivito y coliando. El fue el verdadero traidor ¡Yo jamas hubiera pensado que el había sido! ¡Pensé que estaba siendo inteligente al ponerlo a él como el guardián! ¡Pero fracase! ¡fracase!

      —Espera —dijo alzando la mano  —¿Cómo sobrevivió si supuestamente tu lo mataste? ¿Cómo que él es el traidor?

      —Bien, la casa de los Potter estaba protegida, nosotros sabíamos que Voldemort los buscaba, a los dos niños de la profecía y Harry era uno. Pusimos un encantamiento fidelio y yo iba a ser el guardián, pero decidí que Peter, quien nadie pensaría que vaya a ser el guardián, lo sería y todos sobreviviriamos. Pero, cuando esa noche avanzó volví a la casa de los Potter por que presentía que algo había salido mal, ellos estaban muertos. Tu madre me lo dijo, me dijo que Peter actuaba extraño aunque para ese momento estábamos algo peleados, pero lo hizo y no la escuché. Ella no pudo ayudarme era demasiado peligroso que la encuentren y más estando tu en el medio, tu eres la otra clave. La profecía también hablaba de alguien como tú. Aretha lo había predicho antes que todos y lo confirmo cuando se lo habían dicho... y luego de lo que sucedió nadie iba decirle nada por haberse ido a Francia, aunque...

     La joven quedó muda, las palabras no salían de su boca no podía decir nada. Sus piernas temblaban y corazón empezó a palpitar tan fuerte que sentía que saldría de su pecho ¡¿Qué demonios?! ¡¿Qué significaba eso?! ¡¿Qué carajos?.

»HOLIIIIIIII ¿A POCO NO VALIÓ LA ESPERAAAA?

AHHHHHH xd re emocionada por que estamos cerca de terminar este libro, aunque buenos faltan una banda jajajaj.

¿Les gusto?

Solo digo que ame su reencuentro demasiado♡.

Por cierto este libro va a tener un libro antecesor donde hable de la madre de lizza.