-— "¡Vamos Min YoonGi!"

-— "¡Yoongi oppa, tu puedes!"

-— "¡Min yoongi!"

-— "Yoongi oppa lo amo!"

Ganas le sobraban a Park JiMin de tomar de sus cabelleras largas a las Omegas frente a el, que gritaban de forma realmente escandalosa el nombre del padre de su cachorro. ¿Que acaso tenían que ser tan ruidosas para llamar su atención?, Sorprendentemente ni así conseguían la atención del alfa.
JiMin sonrió para si mismo, él sin mucho esfuerzo llamaba la atención de aquel alfa, no tenía que andarle gritando ni nada parecido. Se sentía bien con eso.

JiMin no negaría que Yoongi fuese un jugador de baloncesto increíble, juraría que aunque Yoongi no sé esforzará por ganar el partido, incluso así lo ganaría.

Aunque quisiera a toda costa apartar su mirada de aquel jugador susodicho, sus ojos le seguían por la cancha sin pestañear, admiraba ver cómo las hebras de su cabello se colaban por su frente, cayendo detenidamente sobre él, y.... Bueno, ya empezaba a entender un poco a Hongjoon, observar las gotitas de sudor caer por la  piel del alfa podría llegar a ser un tanto una vista placentera. Se maldijo un sinfín de veces al escuchar sus propios pensamientos obscenos que pronto emergian de él.

Una sonrisa de oreja a oreja comenzaba a ir plasmandose sobre su rostro, la energía y emoción de su alrededor estaba siendo contagiada, y ver a uno de sus mejores amigos estallar en aquella emoción, le hacía querer hacerlo también. Así que robando un dedo espuma de alguien ajeno a él, grito con euforia el nombre de su hermano y el equipo, apoyándolos desde las gradas con mera satisfacción.
Entre tanto grito y llamado a motivar a su hermano mayor, la atención de cierto alfa volvió a caerle por encima como balde de agua fría.

Oh.... Min Yoongi.

Sus nervios se pusieron de punta a punta, toda su piel sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo mientras que de una y mil formas intentaba apartar la vista de aquel jugador que le centraba la mirada, y de forma imposible, no lo consiguió.
Aquel jugador le dedicó una sonrisa... Santa mierda. Su corazón se volvía a agitar, por más que quiso contener la emoción no pudo hacerlo. Y todo tipo de nervios le envolvió. Sin querer, tuvo que salir huyendo del lugar, ganándose la miradas desconcertadas də su hermano mayor y aquel alfa que le observaban desde la cancha.

[....]

No supo cuánto tiempo paso exactamente, pero sabía perfecto que se había perdido lo que resto del partido.  Cuando salió de su escondite - los baños - pudo enterarse por el enorme escándalo que había y los tan emocionados gritos clamando el nombre de "Min YoonGi", que habían ganado el partido.

Al visualizar entre los pasillos a todos aquellos que conformaban el equipo con un sonriente Yoongi victorioso sobre sus hombros, siguió a todos ellos hasta salir del plantel, con todos -  o al menos la mayoría - de alumnados.

Su paso era lento y pesado, a la lejanía podía observar como Hoseok charlaba junto a Hongjoon, tan tranquilos y tan amenos... Sintió algo de culpa al observar como Hoseok hacia algo de sucio debido a su poco control de irá que había tenido a la hora del almuerzo. No se había percatado cuánto tiempo se quedó observando en aquella dirección, si no hasta que Seonghwa le saco de aquel transe, ocasionando un chillido asustadizo del Omega.

El alfa rio burlón y palmeo su espalda. — Tonto... — Fue lo que menciono, incorporando su postura. — Vamos a casa ya. Yoongi  irá con nosotros.

Cuando escucho ese nombre salir de los labios de su hermano mayor, inmediatamente localizo la posición del auto que compartian, dónde sin más, hacia un Yoongi esperando en el asiento del copiloto.
Un trago duro y amargo a su pecho...

" ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?". — Lloriqueo internamente el pequeño omega.

No debía reprochar en absoluto, simplemente se dedicó a asentir a las palabras de su hermano mayor y junto a él, dirigirse hasta el auto, tomando lugar en los asientos traseros, sintiendo el duro golpe del aroma de aquel alga tan tedioso... Su Omega aulló y con tristeza le hizo callar.

Antes de que Seonghwa pudiese decirle alguna cosa, Jimin había bajado lo más rápido posible del auto, azotando la puerta y dirigiéndose de una vez a su hogar, dónde con toda la intención a no tener comunicación con nadie, se encerró bajo llave en su habitación.

Durante el trayecto a casa, sintió que había pasado una eternidad para llegar a su destino.
Yoongi y Seonghwa por otro lado, se habían encontrado tan eufóricos a la victoria que se habían llevado, comentando entre sí el festejo que harían esa noche en casa de uno de los jugadores extra del partido. Con repudió su rostro formaba ceños fruncidos a las vulgaridades que cada uno decía por su parte, metiendo en su conversación nombres de ciertos omegas... Jimin se sintió herido y celoso.

Queriendo olvidar aquellas duras palabras, pronto se encontraría a disposición de dormir.

Mal. Fue interrumpido.

El llamado de su madre a su puerta le hizo salir de su cama, quitando la llave de su puerta, permitiendo su entrada.

— ¿Cariño?. — Fue lo que comento la mujer. — ¿Te sientes mal, tesoro?.  — Con la voz suave, dirigió toda su atención en su hijo menor, posando sus tibias manos al rostro del Omega, tocando con suavidad este mismo.

— Solo... Estoy algo cansado y estresado por el juego de hoy. —Menciono, manteniendo la calma. — Las clases de hoy fueron muy ruidosas... Había tanto escándalo que me estreso.

La bella mujer le observo comprendiendo la situación, depósito un casto beso sobre la frente de su hijo y respondió: — La comida ya está servida, cariño. Baja a comer, tu padre y yo saldremos al trabajo ya; después de eso tendremos una cena de negocio, quiero que duermas temprano y descanses, ¿Si, corazón?.

Jimin asintió, se despidió de su madre y puso un pie fuera de su habitación.
Y el duro aroma del dichoso alfa golpeó contra su nariz, mareandolo al instante.

— ¿Si, corazón?. — Escucho la ronca voz de Min Yoongi repetir con burla el llamado de su madre. Todos sus bellos se mantuvieron de punta, próximo frunciendo su entrecejo.

— ¿Que haces aquí, tonto?. — Respondió bruscamente el Omega, gruñendo poco después a su interrogante.

— ¿Que no me viste está tarde dentro del auto de tu hermano?, ¿Ah?. — Respondió en un tono obvio, tachando un momento al Omega de tonto.
Era verdad, pero sabía perfectamente el alfa a qué se refería el Omega frente a sus ojos. — Vine al baño... Y bueno, sin querer escuché como tu buena madre consentía tan lindo al pequeño bebé Park. — Y con una de sus manos al aire, estirando uno de sus dedos, dió un toquesito a la bonita y pequeña nariz del omega.  Queriendo molestarlo por un momento.

Y lo conseguía...
El Omega soltó un manotazo a la mano de su adversario, gruñendo una vez más.

— Eres un metiche, Min Yoongi. — Respondía. — Ya puedes ir abajo con Seonghwa, ¿Sabes?. No tienes porque quedarte aquí más tiempo de lo necesario.

— Eso mismo no decías aquella noche... — Sin alguna vergüenza alguna, soltó el alfa. Inmediatamente las mejillas del Omega se ruborizaron, y un intenso tono rojizo acoplo su lindo y blanquecino rostro. — ¿Quieres que te recuerde lo que repetidas aquel día?.  — Aspiro el alfa, sonriendo con mera burla.

Por otro lado, el Omega se encontraba nervioso e intimidado por aquello... Sin quererlo, las imágenes mentales de aquella noche se hicieron presentes, ocasionando que su sonrojo y vergüenza intensificaran y fueran en aumento, un sinfín de pensamiento cursaron por su mente, sin poder detenerlo, sin poder aguantarlo más, con todo el dolor y presión de su corazón lo soltó.

— Estoy en espera, Min Yoongi. — Lo había hecho, lo había dicho. Era ahora o nunca.
El sonrojo de su rostro se esfumó y el miedo impacto su corazón. "Estamos en espera de nuestro primer cachorro, Yoongi."

— Ah... Felicidades.  ¿Y quién es el padre?.

¿Que?.