Jungkook vivía en un apartamento a unas calles del mío, era grande, demasiado grande para pertenecerle a él solo, fui allí para recogerle y poder ir al cine juntos a ver una película de superhéroes.

El apartamento tenía una gran sala de estar con un sofá negro que hacía contraste con el suelo y las paredes blancas. Habían grandes cuadros de paisajes y muchas fotos colgadas en las pareces, y justo enfrente de la puerta de entrada un Jungkook sin camiseta sonriéndome.

¿Acaso es Thor? ¿Qué tipo de persona abre la puerta sin camiseta?

— Hola Noona.

— Hola Junggokie— sonreí tratando de no mirar hacía abajo.

— Espera— dijo — Me pongo la camiseta y nos vamos, adelante, pasa— Pasé a su piso, me quité las zapatillas en la entrada y caminé dentro del piso, resulta que al otro lado del salón hay una enorme cocina con una mesa negra en medio y un pasillo oscuro con varias habitaciones justo enfrente de la puerta.

Me acerqué a las fotografías y divisé a Jungkook en todas ellas con otros tres chicos.

— ¿Quiénes son?— le pregunté a Jungkook.

— Mis mejores amigos— contestó con una camiseta negra de manga corta ya puesta.

— ¿Manga corta?— le pregunté— Estamos en diciembre y ha nevado, hace mucho frío.

Jungkook rió. Desgraciado.

— El caso es que últimamente tengo calor— dijo totalmente serio mirándome.

Voy a fingir que eso no es una indirecta.

— Que te pongas más ropa— me di la vuelta hacía la entrada y me senté en el pequeño escalón para ponerme las zapatillas. Jungkook me imitó y se puso sus botas negras.

Cuando acabamos nos pusimos de pie y yo esperé a que se pusiera la chaqueta para poder salir, cuando estuvo listo me miró y sonrió. El pelo le caía sobre los ojos, estaba despeinado y totalmente vestido de negro, si no me estuviera sonriendo como un conejito, pensaría que viene a secuestrarme.

— Vámonos— dijo y me abrió la puerta de su apartamento.

Una vez en el cine, Jungkook me cogió de la mano y no quiso soltarla ni para coger las palomitas, aunque al final tuvo que hacerlo para que yo pudiera llevar las bebidas.

El cine estaba prácticamente vacío, habían un par de personas al final de la sala, y una pequeña familia unas filas delante de nosotros.

— ¿Qué película vamos a ver? — le susurré a Jungkook.

— No lo sé— susurró de vuelta y rio.

— ¿cómo que no lo sabes?— pregunté— Dijiste de superhéroes— me indigné.

— Y creo que es de superhéroes— rio— Estoy nervioso, Noona, no me he fijado en la película cuando he comprado la entrada.

— No puede ser— lloriquee bajito — Aquí solo hay familias con hijos o niños de diez años, Jungkook— me quejé, él se estaba riendo.

— Lo siento, Noona— se disculpó — te lo compensaré-— Puse los ojos en blanco y él apoyó la frente en mi hombro mientras se reía.

— Más te vale que sea buena, Jeon Jungkook— me crucé de brazos y me hundí en el asiento mirando a la pantalla — Más te vale— volví a susurrar.

Una hora y media de una película de dibujos animados que trataba de la magia de la amistad contra un robot gigante al estilo de My Little Pony. Casi mato a Jungkook.

— Acabas de destrozarme My Little Pony— le dije a Jungkook cuando salimos de la sala— De superhéroes, me dijo, al final una copia barata de My Little Pony y Los Vengadores la era de Ultrón, no te pego porque eres guapo y es un desperdicio pegarte— y aún diciendo eso le pegué un puñetazo en las costillas.

— ¡Has dicho que no me ibas a pegar!— el desgraciado sigue riéndose.

— Me refería a la cara— le miré mal— Ahora me caes mal— él me miró y sonrió.

— Mentira.

— Eres un egocéntrico— le miré mal.

— Claramente, debo parecer seguro de mí mismo para conquistarte, tengo una reputación que proteger — dio pequeños saltitos delante de mí para abrirme la puerta de la salida y salir a la calle.

— ¿Debes proteger una reputación?— reí—¿Qué reputación?- esta vez le pegué un puñetazo en el brazo.

— De tipo duro— contestó— En realidad no soy de ese tipo, lloré con la muerte de Iron Man, Noona, me hago el fuerte, todavía duele— reí.

— ¿Quién no ha llorado con la muerte de Iron Man? Puedes hacerlo mejor— seguimos caminando por las frías calles de Seúl.

— Me gustan las películas románticas— le miré — Lloré con Titanic— y reí.

— ¿Enserio?— pregunté riendo — Yo no lloré, eres un blandito.

— ¿Ves? No soy un tipo duro.

— No, eres un tipo blandito— reí y me sujeté a su chaqueta mientras trataba de calmar mi risa.

— Deja de reírte de mí— se quejó.

— ¡No puedo!— exclamé.

— ¡Noona!— se volvió a quejar.

— Ya... ya...— hablé tratando de calmarme— Ya está — puse una mano en mi pecho y miré hacia arriba respirando hondo. Cuando me calmé miré a Jungkook y este me miraba muy serio— ¿Qué ocurre? — le pregunté.

— Eres muy bonita— soltó de la nada y sentí mis mejillas calentarse, le pegué en el brazo otra vez.

— No digas esas cosas tan a la ligera— él sonrió.

— Pero he dicho la verdad— rio, y luego me volvió a mirar serio— Eres muy bonita— se acercó a mí y nos quedamos parados en medio de la calle— Estamos en la primera cita-— dijo mirándome a los ojos y pasando a mis labios.

— ¿Y qué esperas? ¿Un premio?— me puse nerviosa.

¿Por qué estaba nerviosa? Sólo era Jungkook... Jeon Jungkook el bad boy, el que casi me besa en el taller de arte y luego se sonrojó por ello, el de la indirecta en su piso y el que me ha llevado al cine y confesado que estaba nervioso, ese Jungkook, el que te abre la puerta de su casa sin camiseta, ese mismo.

— Si que quiero un premio— murmuró acercándose más a mí.

— Cuando me recompenses por la película de mierda que me has hecho ver— me separé de él haciendo que soltara un gruñido.

— ¡Noona!— se quejó.

— ¿Qué, Junggukie?— me burlé.

— Quiero mi beso— se puso delante de mí con el ceño fruncido y un puchero.

— Y yo que Loki y Thor vieran el amanecer juntos, pero no todo puede ser en la vida— encogí los hombros y le rodeé para seguir caminando.

— ¿Qué puedo hacer para que me lo des?— se puso a mi lado lloriqueando como un niño pequeño.

— Me lo pienso si adivinas mi personaje favorito de Marvel— me crucé de brazos y sonreí divertida.

— La Viuda Negra— contestó y yo negué.

— No soy tan cliché, te doy otra oportunidad— le dije volviendo a caminar, esta vez por un lado de la acera.

— Pero dame una pista— se quejó.

— Sale en Endgame— reí.

— ¡No vale, allí está todo el universo, todos los personajes habidos y por haber!— exclamó.

— Qué pena— dije sonriendo.

— Black Panther— dijo finalmente y yo negué.

— La última oportunidad.

— El Capitán América— le miré seria— ¿He acertado?— preguntó ilusionado.

— No— contesté finalmente y me paré enfrente de él y le hice una seña para que se acercara a mí, y eso hizo, se agachó a mi altura— Te diré cuál es mi personaje favorito — Jungkook iba a decir algo, pero puse mi mano detrás de su nuca y le besé, tal y como él quería.

Nunca un beso se había sentido tan bien como en ese momento, la boca de Jungkook era cálida, y enseguida él pasó sus brazos por mi cintura y me atrajo más a él, ansioso.

Le separé cogiéndole de las mejillas.

— Mi personaje favorito es Loki— él se quejó tirando la cabeza hacia atrás.

— No he acertado, pero me has dado un beso— dijo.

— Me dabas pena— contesté.

Era mentira, le tenía ganas desde que salimos del cine.

 Jungkook volvió a mirar mis labios.

— ¿Podemos repetirlo?— preguntó, y yo asentí.