Claudia soltó la mano de Ben. Se sentó en el suelo y apoyó los pies en el suelo. Los estiró ya que los tuvo en el columpio por un tiempo. Ben la miró.

—¿Puedo preguntarte algo?—Claudia suspiró—Técnicamente ya lo hice, pero entiendes el punto.

Ben asintió.—Adelante, Claudia.

—Está bien, bueno, no sé si soy solo yo, pero de alguna manera siempre terminamos viéndonos de una forma u otra. ¡Quiero decir, trabajas para el novio de mi mamá! Eso... no es raro, pero sí extraño. No en una manera cruel, pero piénsela—explicó Claudia—Nunca le creí a la gente cuando dice que es un mundo pequeño. Nunca me encontré con celebridades y aquí estoy con un hombre atractivo que va a interpretar a un personaje de Marvel.

Claudia jadeó cuando se dio cuenta de lo que había dicho y se tapó la boca con las manos. En momentos como éste deseaba ser invisible.

Ben se rió de sus acciones repentinas. 

—Atractivo, ¿eh?

Claudia se quitó las manos de la boca. Podía sentir la mirada de Ben, lo que la ponía nerviosa. Un minuto estaba disfrutando de las estrellas con él y al siguiente deseaba estar en su habitación lejos de él para no poder avergonzarse más. 

—Por favor, ignora todo lo que salga de mi boca por el resto de la noche—Claudia gimió.

—No puedo hacerlo. Me encanta tu voz—Ben agarró la manta que se había deslizado de ellos cuando Claudia se sentó y se la envolvió sobre los hombros—Eres una persona genial, Claudia, me gustas.

Escucharlo decir esas palabras hizo que el corazón de Claudia latiera más rápido. Cliché, pero era verdad.

—Eres incluso más genial que yo, Ben. Personaje de Marvel, wow. Debes estar muy orgulloso de ti mismo. Bueno, cualquier cosa relacionada con Marvel es definitivamente algo de lo que estar orgulloso.

—Lo estoy—sonrió.

—Uno de mis alumnos está obsesionado con Marvel. Él fue quien me habló de... Billy Russo y The Punisher en realidad—ella se rió entre dientes.

—¿Ah, de verdad?

Claudia asintió.—Su nombre es Michael. Es un gran chico, tiene excelentes calificaciones, aunque es un poco procrastinador. Me dijo que me traería algunos cómics para leer.

—Bien. Iré con mis propios cómics para conocer a este gran estudiante tuyo.

—¿Qué?

—Sí, podría conocer a Michael y tal vez incluso a más de tus chicos de los que siempre hablas—Ben sonrió.

—No lo sé, realmente quiero que se concentren en su trabajo ya que se acercan los exámenes finales. No quiero que se distraigan, pero merecen un descanso de la escuela. Lo entiendo, es estresante. Sólo quiero que mis chicos tengan éxito—Claudia jugó con su anillo para calmar sus divagaciones.

—Estoy seguro de que lo harán. Después de todo, te tienen como maestra—Ben sonrió. Pudo ver los labios de Claudia convertirse en una sonrisa, que hizo todo lo posible por ocultar, pero se dio cuenta de que estaba empezando a sonrojarse.

Ben bajó el dedo y asintió.—Está bien, horas de visita sólo cuando tú digas que está bien.

—Bien—Claudia asintió.

—Excelente—Ben respondió.

—¿Vamos a hacer eso de decir sinónimos de sí?—cuestionó Claudia agarrándose de la manta sobre sus hombros.

—No lo sé, ¿quieres?

—Nah, ¿Quieres volver a mi casa a comprar helado y cajas de jugo?