Era lunes y Claudia tuvo que fingir que le importaba. El misterioso británico había estado atrapado en su mente desde que se conocieron. Realmente deseaba que se inventara una máquina del tiempo porque lucharía por ser la primera en usarla. Una vez que llegó a su salón de clases, vio a varios estudiantes apoyados en los casilleros cerca de su salón de clases esperándola.

—Buenos días, chicos—Claudia les sonrió y sacó la llave para abrir su salón.

—Buenos días, señorita Donovan—Lily le devolvió la sonrisa a su maestra—Le compré algo de mi viaje a Houston.

Claudia dejó entrar a los niños mientras Lily sacaba un collar de su mochila para dárselo a su maestra favorita. 

—Oh, ¿fuiste a Houston? Gracias, Lily.

—Sí, fue un viaje corto. Una prima mía se casó y mi mamá me dijo que tenía que ir. Ni siquiera sabía que tenía una prima en Houston—dijo Lily—Se supone que te traerá amor y buena suerte, al menos eso dijo la señora de la tienda.

Claudia sostuvo con fuerza el collar que tenía un pequeño dije de corazón en su mano. 

—Bueno, muchas gracias, tienen quince minutos antes de que la clase comience oficialmente, ¿Alguien quiere bocadillos? Tengo un par de cajas de jugo y paquetes de gomitas.

Caminó hasta su escritorio y comenzó a sacar los bocadillos que había traído. 

—¿Son los de Scooby Doo?—preguntó una chica llamada Kate.

—¡Oh, lo sabes! Ten—Claudia colocó un paquete de gomitas de Scooby Doo y una caja de jugo sobre el escritorio de Kate—¿Todos tuvieron un buen fin de semana?—comenzó a abrir su computadora portátil y a conectarla a la pizarra inteligente.

—¡Sí, vi una temporada entera de Daredevil!—dijo Michael desde su asiento.

—Eso es lindo. ¿Terminaste las tareas que te faltaban?—Claudia observó al chico dudar en decir que sí.

—¿En cierto sentido?—Michael se rió nerviosamente.

—¡Tienen hasta el final de la semana para entregar las tareas! ¡Entonces los maestros no pueden cambiar ni poner calificaciones después de eso!—Claudia anunció a la clase.

—Eso es estúpido, uno de mis profesores no ha puesto calificaciones en dos semanas—Un chico, David, dijo con el ceño fruncido.

—Sí, a algunos profesores no les importa. Sobre todo los que entrenan un deporte y tienen que dar una clase para entrenar ese deporte, toda esta escuela está atrasada en las calificaciones— escribió Claudia en su computadora portátil y luego buscó su PowerPoint—Pero yo no, estoy todo atrapada—Claudia sonrió y luego dirigió su atención a los chicos que estaban en sus asientos.

—Señorita, ¿Cómo estuvo su fin de semana?—preguntó Kate.

Claudia no sabía si era buena idea contarles sobre el misterioso británico que había conocido. Los chicos siempre bromeaban sobre su vida amorosa y ella les seguía la corriente. Lily incluso bromeó diciendo que ella y el profesor de al lado, Garret, eran solteros. Claudia estaba bastante segura de que Lily los estaba preparando en secreto.

—Fue genial. Conocí gente nueva, gente interesante, y salí con esa gente interesante...

—¿Fue Chris Hemsworth?—soltó Michael.

Claudia se rió entre dientes.—No, no lo fue. Fue alguien mejor.

Michael se burló.—¿Quién podría ser mejor que Chris Hemsworth?—la clase permaneció en silencio por un momento antes de soltar sus propias respuestas.

—¡La princesa Diana!

—¿Ringo Starr?

—Mi perro.

—El creador de las galletas con chispas de chocolate.

Claudia estuvo de acuerdo con todas sus respuestas, pero solo tenía a una persona en mente y no sabía si volvería a verlo.