𝗔𝗖𝗧 𝗢𝗡𝗘 — 𝗣𝗔𝗦𝗧

𖤐 𝗦𝗘𝗔𝗦𝗢𝗡 𝗧𝗪𝗢 𖤐

Me desperté por culpa del móvil.

— ¡Apaga eso!

Caroline trató de darme con una almohada. Yo sin mirar quien era, apagué el móvil.

— Hora de despertar Barbie — Empecé a zarandearla.

Ayer vimos Mean Girls comiéndonos unas hamburguesas del Grill, nos quedamos hablando hasta bastante tarde.

— Ya voy, ya voy.

Se levantó y se sentó en la cama, seguidamente bostezó y yo aproveché y le di con una almohada en la cara. Luego me levante de la cama y busqué algo que ponerme.

— ¡Oye!

— Tenía que devolvértela — Levante las manos haciéndome la inocente.

Ella carcajeó.

— Deberíamos bajar.

— No creo, Damon está obligando a su nuevo juguete.

— ¿La periodista esa?

— La misma.

Termine de vestirme.

— Alaric acaba de llegar — Habló ella.

— Si, debo bajar — Ella me hizo un puchero. — Rebusca entre mi ropa algo para ponerte anda.

Le di un beso en la frente y bajé.

— Jhon Gilbert me ha dado esto para matar a Elijah.

Espera, ¿que cojones?

Y Justo como me temía, Damon saco de un trapo que la cubría, una daga. La daga que podía dormirnos durante años, hasta que alguien nos la quite, claro.

— Hay que introducir la daga en las cenizas de un viejo árbol que se remonta a los originales — Siguió el pelo negro.

El roble blanco. Árbol con el que Esther selló nuestro hechizo.

— ¿Crees que es una trampa? — Alaric agarró la daga.

— Puede, ese tío es un mentiroso. No deberíamos de fiarnos de él — Me apresuré a hablar.

— ¿Que planes tienes hoy Soltzman?

— Jenna y yo pensábamos ir a la casa del lago. Pero al final tenemos que ir a ese rollo de la sociedad histórica en casa de los Lockwood.

— Donde Elijah es el invitado de honor — Damon levantó las dejas.

— No le vas a matar en la recepción — Me levanté.

— Por supuesto que no, sería una estupidez — Carcajeó. — Debo averiguar qué trama antes de matarlo. Va siendo hora de él Elijah y yo nos conozcamos.

Una vez Damon y Alaric salieron de casa para ir al Grill, yo agarre el móvil.

Elijah, cógelo joder.

— ¿Alyssa?

— Hasta que por fin apareces.

— Habló la que lleva desaparecida más de cien años.

— No me vengas con esas. Si lo sé no te llamo.

— Ya, ya. ¿Que pasa?

— Tienes que llevar cuidado.

— Ósea que estás de nuestra parte

¿Nuestra?

— No te equivoques Elijah, estoy ayudando a un viejo amigo.

— A la familia.

Me pase la mano libre por la cara, este chico me frustraba a sobremanera. Elijah al otro lado de la línea carcajeó.

— Lleva cuidado, punto.

— Dime por qué.

— No.

— Si, te preocupas, por algo me has llamado.

Suspiré, que el diablo me perdone.

— Tienen una daga.

Escuché como al otro lado de la línea, un vaso se rompía.

— Como sea una broma...

— No lo es, se la ha dado Jhon Gilbert. Y les ha explicado lo del roble blanco. Solo que ellos no saben que es el roble blanco.

— No hay roble blanco. Lo destruimos.

— Si, pero si descubren que sin el roble pueden dormirte todo el tiempo que quieran...

— Pueden, pueden dormirnos — Corrigió.

— Eso ellos no lo saben.

— Aún.

— Y espero que siga así, por que como se te ocurra decirlo te juro que... — De repente un fuerte dolor me inundó el pecho. — ¡Joder!

Él móvil cayó al suelo.

— ¿Alyssa?

Emití varios quejidos de dolor.

— Nos vemos en lo de la sociedad histórica.

Y colgé. Si, se que soy la reina de la comunicación.

Ya estaba en la sociedad historia, acababa de entrar con Damon, Jenna y Andy se habían acercado a saludar pero no quería entrar en la conversación.
A lo lejos divisé a Elijah hablando con la alcaldesa, Damon también pareció darse cuenta.

Se despidió de ellas y me enganchó del brazo, llevándome hacia la alcaldesa y Elijah.

— Alyssa, Damon — Nos saludó con una sonrisa, Damon le depositó un beso en la mejilla y yo siemplemente le di un asentimiento de cabeza con una sonrisa.

— Elijah — La alcaldesa le miró. — Te presento a Damon y Alyssa Salvatore. Su familia es una de las fundadoras de Mystic Falls.

— Mmmh — Damon miró a Elijah. — Un placer conocerte.

— El placer es mío — Ambos se dieron la mano y luego Elijah se acercó a mi, me dio un beso en cada mejilla que me erizó la piel.

De repente giré la cabeza y vi a Jhon Gilbert hablando con Alaric.
El que faltaba ya. Mire a Elijah y le hice un pequeño gesto con la cabeza, el pareció darse cuenta y asintió con la serenidad que siempre le acompañaba.

Estábamos en el despacho del difunto marido de la alcaldesa.

— ¿Que puedo hacer por ti Damon? — Habló Elijah.

— Esoeraba que pudiéramos hablar.

— ¿Dónde está Elena?

— A salvo, con Stefan, se ha quitado de en medio.

— Problemillas con los hombres lobo — Añadí.

— Si, ya me he enterado.

— Estaba claro por que tú brujo el que nos salvo — Comentó el pelinegro irónico.

— De nada, por cierto.

— Eso me hace dudar de la razón por la que estás aquí.

Yo me tensé.

— Tú céntrate por mantener a Elena a salvo y el resto déjamelo a mi.

Elijah se dispuso a salir de la habitación pero Damon se lo impidió

— No me convence — Levantó las cejas.

Elijah agarró del cuello a Damon y lo alzó, luego lo estampó contra la pared. Damon trató de agarrar a Elijah de la misma forma pero es obvio que no podía ejercer la misma fuerza. Elijah, como el que se quita un mosquito del brazo, apartó la mano de Damon con suma facilidad.

Yo me levanté y me acerqué a ellos. Él me miró, y luego a Damon.

— Vampiros jóvenes ¿Como te atreves a retarme?

— No puedes matarle, no forma parte del trato.

Damon iba a apoyar mi punto cuando Elijah agarró un lápiz y se lo clavó en el cuello, luego le soltó.

— Soy un original, me merezco un respeto — Elijah sacó el pañuelo de su chaqueta y se lo tendió a Damon, él lo aceptó. — En cuanto dejes de serme útil, estas muerto. Así que.. haz todo lo que te diga — Sonrió. — Protege a Elena.

Luego salió de la sala.

— Por lo que a mi respecta, tu plan a ido de maravilla. ¿No Damon?

— Muy graciosa.

Volvíamos a estar en la casa Salvatore, Damon y yo estábamos sentados en el sofá y Alaric nos servía un Bourbon.

— Menudo bestia — La voz de Damon no estaba nada bien.

— ¿Y tu garganta?

— Dolorida.

— Ese Elijah acojona mucho. Pero tiene el pelo bonito.

— ¿Que?

Yo me reí.

— Va a ser difícil matarlo.

— Si, pero yo me lo pensaría antes de confiar en que la daga y las cenizas funcionen.

— Infórmate más — Me apoyó Alaric.

— No me quedan fuentes — Replicó.

Me levanté del sofá.

— Un placer beber con vosotros, pero debo irme.

— Buen

— Buen viaje pelirroja — Alaric alzó el vaso. — Esta va en tu honor — Se tomó el vaso de un solo trago.

— Me encanta que me digas cosas tan bonitas — Me puse una mano en el corazón.

Él rió y yo finalmente salí de la casa.

— Alyssa.

— Elijah.

Corrí a abrazarlo.

— ¿Se sabe algo más de la daga?

— No, Alaric no se acaba de creer que funcione.

— Eso es mejor.

— Oye, Elijah, si te pregunto algo ¿Me dirás la verdad?

— Sabes que si — Me acarició el pelo.

— ¿Por que has vuelto? ¿Por qué quieres proteger a Elena?

— Eso son dos preguntas.

— Bien, entonces ¿Por qué quieres proteger a Elena?

— Has escogido la más complicada.

— Lo sé. Dímelo.

— Aún... no debes saberlo.

— ¿No debo? — Di un paso atrás.

— No puedo contarlo Alyssa.

— Por favor...

— ¿Confías en mi? — Dio un paso hacia mi y me acarició la mejilla.

— Si...

— Prometo que pronto tendrás absolutamente todas tus respuestas. Solo debes esperar un poco.

Yo asenti lentamente.

De repente a Elijah le llegó un mensaje, miro el móvil y luego frunció el ceño.

— Debemos ir a casa de los Salvatore.

— ¿Que? No podemos llegar juntos.

— Si quieres que Damon siga con vida, debemos ir. Ya inventaremos algo.

Esas primeras palabras fueron más que suficientes, yo asenti y ambos fuimos a casa.

Una vez llegamos, Elijah me hizo un gesto para que hiciera silencio. Entramos lentamente hasta llegar al salón. Ahí vimos a Damon sentado en una silla, con un collar que tenía pegados unos pinchos metálicos que se le clavaban al cuello, haciendo que este chorreara sangre.
A su alrededor, estaba la manada de lobos que había secuestrado a Caroline.

— ¿Buscáis esto? — Elijah sacó de su bolsillo la piedra lunar.

Toda la manada se giró a observarnos. Elijah estaba apoyado en el marco de la puerta y yo de brazos cruzados.

Elijah y yo bajamos las pequeñas escaleras para terminar de acceder en el comedor, luego el dejo la piedra lunar en una de las mesas, me guiño un ojo de forma disimulada.

Ya sabía lo que iba a hacer.

Elijah se alejó lentamente unos pasos atrás.

— Venga, agarradla.

Un inocente lobo se acercó, yo me adelanté a velocidad vampírica y le arranqué el corazón. El cayó al sofá y yo tiré el corazón al suelo.
Dos lobos intentaron huir pero Elijah les atrapó, arrancándome a ambos el corazón. Jules aprovechó para huir.

Un estupido lobo que estaba al lado de Damon, se arrodilló en el suelo y se ocultó la cabeza con su camisa. Pobre de él.

— ¿Y tú que valiente? — Me aproxime hacia él.

Elijah le agarró de cuello de la camisa y le levantó.

— ¿Tú también quieres? — El lobó negó rápidamente. — ¿Y la chica? — Miró a Damon.

— Ni idea.

Elijah volvió su vista al lobo.

— Tampoco me importa — Él original le dio un puñetazo del cual le acabó partiendo el cuello.

Yo me acerqué a Damon y empecé a romperle las cadenas que le sujetaban.

— ¿Te das cuenta que es la tercera vez que te salvo la vida? — Dijo el original.

— Está vez también a venido Alyssa.

Yo negué con la cabeza sonriendo. Elijah puso los ojos en blanco, agarró la piedra lunar y se fue de la habitación.

El móvil de Damon estaba en altavoz mientras hablábamos con Bonnie estábamos arreglando el salón.

— A ver si lo he entendido bien, Elijah planea cuidar a Elena hasta el sacrificio, que así Klaus la mate y luego matar a Klaus — Analizó Damon mientras acomodaba la alfombra.

— Si, básicamente.

Damon suspiró y colgó la llamada. Justo Alaric comenzó a despertarse.

— Alcohólico, te has perdido lo bueno — Dije dándole unas palmaditas en la cara.

— Debo... debo hablar con Jenna — Pronunció con dificultad.

Damon y yo estábamos recogiendo la alfombra manchada de sangre mientras Alaric se inventaba una excusa para decirle a Jenna por no haber ido a recogerla, chorradas de novios.

"No digas nada" , Damon lo gesticuló con los labios mientras yo le hacía un gesto al profesor para que se callara. Él asintió y nosotros sacamos la alfombra del salón.

— Debo llamar a Stefan.

— Cuidado a ver si les pillas 𝗈𝖼𝗎𝗉𝖺𝖽𝗈𝗌 — Esto último lo pronuncié de forma sugerente mientras movía las cejas, Damon carcajeó.

Cuando por fin Stefan nos atendió al teléfono, el pelinegro comenzó a contarle lo ocurrido.

— Lo sabemos por boca del brujo, iba a seguir adelante con el sacrificio.

— Deberías mantenerla alejada más tiempo — Sugerí.

— Tenéis que llevar cuidado, intentad no poneros en peligro.

— Desde luego, hoy ya he cubierto el cupo.

— No sabes lo que estás diciendo Stefussy — Dije yo y Damon me dio un codazo, yo reí.

Luego Stefan nos colgó.

— Su amada ya ha vuelto — Damon levantó las cejas.

Yo le di unas palmaditas en la espalda.

— Intenta que algún lobo no venga a por ti mientras duermo. No podré salvarte.

— Que te den Alyssa.

— Ojalá y que el diablo te oiga.

Espero que os haya gustado, en el siguiente capítulo se vienen cositas 🤭
Os agradecería que votarais la historia y me deis vuestra opinión 💗