༊ Veintisiete ༊
Aquel mismo jueves por la tarde NamJoon y JiMin ya estaban parados fuera de mi casa tocando la puerta. Mi hermana les abrió y aunque solo saludo a JiMin supe perfectamente que había reconocido a NamJoon y que sabía que tipo de relación habíamos tenido él y yo, cosa que me causo un poco de vergüenza pero que igual nada podía hacer. Aun así ella, muy educadamente, los invito a pasar para después dejarme a solas con ellos.
—Ya sabemos quiénes son. —me dijo JiMin, apenas Dawon termino de subir las escaleras, él con una expresión incrédula que rayaba en la diversión.
—Y no me lo vas a creer. —agregó NamJoon, riendo sin disimulo alguno.
Me lo contó sin dar muchos rodeos y vaya, sorprendentemente sí que le creí, es decir, tenía cierta lógica que lo hijo de puta viniera de familia. El mundo es un lugar muy pequeño, Seoul lo era mucho más que eso. Lee TaeYong, el primo hermano de NamJoon, hijo de la hermana de su madre, eso si estaba de locos. Y fue más de locos cuando me dio detalle de la clase de persona que era aquel tipo. Un heredero de Chaebol de tercera generación por parte de su padre. Fue entonces que entendí por qué esa necesidad de sobreponerse ante otros y más que nada ante YoonGi. Pero nada le estaba justificado, al menos no por mi parte.
Por eso mismo no esperamos a más, solo tomé mi chaqueta y nos fuimos en el auto de NamJoon, directo a buscar a esos tres imbéciles. No pude evitar preguntar cómo es que había averiguado que su primo era el hostigador de YoonGi y como es que estaba tan seguro al respecto de ello. NamJoon sonrió y me entregó un pendrive con aires de triunfo.
—Me llevo con algunos guardias del campus, solo tuve que pedir las grabaciones de seguridad a las personas correctas —Él señaló al USB y me guiñó el ojo—. Aquí tienes una copia, yo ya me guarde otra.
La tomé en mis manos y la metí en mis bolsillos, más tarde la vería, mis pensamientos estaban en hacerle frente a esos tres idiotas, en especial a su maldito líder. Toparnos cara a cara y golpearlos.
El viaje al interior de la ciudad fue más largo de lo usual, o tal vez mi impaciencia hizo que así se viera. NamJoon se daba una idea del lugar donde podríamos encontrarlos, un pequeño club nocturno en Itaewon que según publicaciones de sus redes sociales visitaba con frecuencia. Nos tomó un largo rato darles caza, pues entre tantas personas entrando y saliendo del lugar era casi imposible encontrarlos, sin embargo la espera dio frutos y mientras nosotros estábamos en el interior del auto ellos solo aparecieron en la calle, camino abajo en busca de muy seguramente el auto de uno de ellos.
—¿Y ahora qué sigue? —preguntó NamJoon tirando por la ventana el cigarrillo que había estado fumando segundos atrás.
Sonreí.
—Deja que te muestre
Y sin decir otra cosa bajé del auto y caminé directo a ellos, no me detuve, ni siquiera cuando escuche a JiMin y NamJoon bajar detrás mío. Solo apreté el paso y me fije en el tipo del extremo derecho, le tome del hombro y cuando me miro con horror supe que me había reconocido, luego de eso simplemente conecte mi puño con su estupida cara tan rápido y fuerte como fui capaz, dos, tres, cuatro veces, hasta que uno de sus amigos me empujo contra la pared. Mantuve el equilibrio y tan pronto como todo sucedió JiMin se lanzó contra uno de ellos.
—Hey chicos, que sea una pelea justa —dijo NamJoon empezando a patear al último de ellos—. Que TaeYong y SeokJin arreglen sus asuntos.
Así terminamos siendo tres tipos contras tres imbéciles. Dejé fluir todo mi enojo y toda mi furia contra el primo de NamJoon, ni siquiera me importó recibir sus golpes en la cara, debo decir que incluso los disfrute y me dieron mayores ánimos para continuar, sin piedad hasta que al final TaeYong fue quien me pidió parar.
—¿Qué? —pregunté molesto y agarrándolo por el cuello— ¿No puedes defenderte contra un maricon? Creí que darías más batalla después de todo te viste muy valiente con mi novio a quien con mucha osadía le escribiste maricon en la frente, porque no me vas a negar que fuiste tu. ¿Acaso solo aprovechaste su condición para hacerte el gracioso? ¿O solo para ocultar la inseguridad que te produce que alguien con invidencia sea mejor estudiante que tú?
—Yo no le hice nada a ese puto ciego de mie…
No le deje terminar la frase pues le golpee de nueva cuenta en la boca y pude hacerlo una vez más de no ser por NamJoon que me tomo y apartó de él, diciendo que ya era suficiente, pero no, nada para mi podría ser suficiente, no hasta que ese maldito sintiera toda la maldita humillación que le hizo pasar a YoonGi.
—No deberías hacer enojar más a mi amigo negando lo ocurrido, te tengo en video.
NamJoon lo miró con una ceja alzada y divertida, su primo tirado lo miró con repudio para después escupir un poco de sangre en el asfalto oscuro de la calle.
—Tu maldito imbécil, no me vas a amenazar.
NamJoon se rió.
—No es una amenaza, es más una simple advertencia para que mejores tu actitud, es decir, no querrás arruinar la imagen perfecta que tiene tu familia sobre ti.
—¿Y si mejor yo arruino la tuya? ¿A tus padres les hará gracia un maricon de mierda como hijo?
—Oh vamos. ¿Crees que mis padres no saben lo que soy? Ni les molesta pero mis padres son muy distintos de los tuyos, ¿Qué crees que hagan cuando se enteren de lo que le hiciste a un pobre chico ciego? ¿Qué hará la prensa cuando vean el rostro del heredero de la empresa en un video donde él y sus amigos, otros buenos muchachos ricos hijos de familias, cometen abuso a un discapacitado? —su primo lo miro retandole, con su expresión dura a pesar de los moratones que empezaban a aparecer gracias a mis golpes.
NamJoon esperó un rato y después sonrió con cierta confianza, incluso con un poco de malicia. Desde ese punto supe que había una fuerte tensión entre sus familias aunque ignoré por completo ese hecho, pues no era de mi incumbencia, solo espere a que hubiera algo más que decir. NamJoon habló de nuevo.
—¿O mejor aun, que tal si les hablamos de las porquerías que te metes?
Entonces si hubo una reacción preocupada.
—Tu también… —empezó a decir TaeYong pero NamJoon le cayó al instante.
—Repito a mis padres nada de mi les importa, igual no soy nadie importante pero tu querido primo, tu si que eres importante, tu imagen lo es todo para la empresa de tu familia así que con respecto a tu linda cara más vale que te inventes algo bueno imbécil, porque si abres la boca mi amigo y yo tenemos varias copias del video, solo tenemos que enviarlo a cualquier sitio de chismes para arruinarte.
Claramente note como ese tipo nos miraba con odio al darse cuenta del desastroso final que tendría todo sino se tragaba el orgullo.
—Está bien, no diré nada ¿contentos?
NamJoon asintió pero yo no estaba conforme, aun había algo pendiente.
—No te vuelvas a acercar a YoonGi. —dije.
—Ah sí, también eso. —respondió NamJoon con su sonrisa de imbécil trastornado, pero no podía enojarme con él, no después de su ayuda.
Todo parecía haber salido bien, más habíamos olvidado que estábamos en Itaewon, uno de los lugares con mayor concurrencia en Seoul por las noches así pues, como cualquier persona con medio sentido común podría esperar, apareció la policía desde la nada. Ninguno de nosotros seis pensó en resistirse al arresto ni mucho menos fugarse. Acepte que me esposaran y me metieran en el auto. NamJoon, TaeYong y yo en una patrulla, JiMin y los otros dos imbéciles en otra.
Antes de ponernos en marcha NamJoon no desperdició la oportunidad para recordarle a su primo la clase de evidencia que llevaba consigo, y todo lo que podría decirle a la policía para que procedieran con las pruebas de sangre. Las amenazas de NamJoon fueron efectivas contra la lengua de TaeYong, quien inmediatamente se negó a levantar cargos contra nosotros cuando los oficiales empezaron con la entrevista.
—Pero hay testigos que afirman que usted fue el agredido. —dijo el policía, sorprendido y casi molesto con nosotros, mirándonos como maleantes de mala muerte.
—Fue una riña sin importancia —contestó TaeYong mordiéndose una de las mejillas—. No quiero hacer esto más grande, la verdad es que todos somos amigos.
Pero qué puta madre. Cómo se atrevía a quitarle importancia y atreverse a decir que éramos jodidos amigos. He de decir que guarde mis reclamos en lo más profundo de mi ser. Ya demasiado había sido que llamaran a mis padres para dar la cara por mi como para complicar todo con mis inconformidades, arriesgando la poca ventaja que teníamos contra esos tres pendejos de mierda. Mientras no hubiera cargos en mi contra y ese estúpido no volviera a tocarle un solo pelo a YoonGi todo era tolerable.
El oficial en definitiva no estaba para nada conforme, muy posiblemente su sentido de la justicia le hacía darse cuenta que había algo oscuro allí en esa falsa sonrisa que le dimos todos pero no hubo más que el pobre hombre pudiese hacer en aquel momento ni en ninguno posterior. Fue así como nos dejaron a todos libres apenas llegaron nuestros familiares o "adultos responsables".
Lamenté mucho la situación por JiMin, quien su padre parecía en extremo molesto pero ya sabía que no importaba si me hubiese negado a recibir su ayuda, mi amigo igual habría venido con nosotros. Sin embargo, por quien peor me sentí fue por NamJoon, pues nadie llegó por él. NamJoon me dijo que no me preocupara, que después de unas horas no podrían retenerlo más y podría volver a casa. Le ofrecí que mi padre firmase por él, pero él solo se rió, no sarcástico, no malicioso, simplemente una sonrisa genuina que rayaba en lo tierno.
—Solo ve y salúdame a YoonGi cuando lo veas. —dijo antes de apartar la mirada.
Y después de recoger mis pertenencias me tuve que ir, con el corazón estrujado y preocupado por enfrentar a mis padres, pero bastante aliviado de haberle dado su merecido a los acosadores de mi novio.
Quedan menos de 5 capítulos para terminar. 🥀🥺
Disfrútenlo. 💜
Créditos correspondientes.
Link de la obra original:
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