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༊ Ocho ༊

Estaba saliendo de mi última clase cuando JiMin se cruzó en mi camino, él me saludó con cierta duda en su rostro y se acercó lentamente hacía mi. Me sentí terrible por verlo de esa forma.

—JiMin, no tienes porqué hacer esto —le dije acercándome y pasando mi brazo alrededor de su cuello—. Está bien, solo fue la sorpresa del momento, nada más.

—Sé que lo dices para tranquilizarme. —Su rostro hizo un gracioso puchero, uno demasiado tierno de forma involuntaria.

—JiMin, tenías que hacer equipo con alguien de todas formas, y el profesor no te dejo opción, no tengo problemas con eso. Además las cuestiones que haya entre NamJoon y yo no son más que nuestras, tu no tienes porque tomar partido bajo ningún motivo.

—Pero soy tu amigo y me siento como un traidor.

—Oye niño, también eres amigo de Kim, siempre te puse claro que yo no esperaba que dejaran de hablar por problemas que no tienen nada que ver contigo —frote sus cabellos y le sonreí—. Anda, anímate que ya te dije que estoy bien con eso ¿De acuerdo?

JiMin dudó por un par de segundos, luego asintió y se paró erguido, recuperando el buen humor.

—Bueno —dijo y sonrió—. ¿Quieres ir al centro comercial? Tengo que comprar cosas para mis clases, acompáñame.

—¿Hoy? —movió su cabeza rubia de arriba abajo—. Pero sabes que no puedo.

Sus labios se entreabrieron.

—Cierto, el taller —JiMin se rascó la sien—. ¿No puedes faltar?

Negué con una enorme sonrisa.

—No, porque ahora acompaño a alguien de camino a la clase.

—¿El chico del aparato auditivo? —preguntó él y yo no pude pensar en otra palabra más que "tonto", en el sentido amistoso claro.

—Se llama JungKook y no —negué riendo antes de continuar—. Es YoonGi, de hoy en adelante vamos juntos de su casa a la uní y de sus clases al taller, excepto los lunes porque sus clases son por la tarde.

—Ya veo, entonces es cierto que ya son amigos —alzó los pulgares con efusividad—. Me alegra Seok.

Mi joven compañero parecía tener razón, YoonGi y yo ya éramos amigos, eso me hizo feliz. Asentí a su afirmación y seguimos nuestro camino hasta el estacionamiento. Cuando metí mis cosas al auto JiMin pego un brinco y me señaló emocionado.

—¿Puedo ir a tu clase?

Lo miré extrañado.

—Creí que de los dos tú eras el menos interesado en asistir.

—Bueno, no voy a mentir, estoy esperando por ver a JungKook. —sonrió con descaro y eso me pareció divertido.

—Ya lo sospechaba.

—¿Entonces si puedo?

Lo contemplé un momento, me fijé en la carita de cachorro de JiMin y luego en el reloj sobre mi muñeca, ya debía ir por YoonGi. Supuse que no habría ningún problema así que acepté la petición de JiMin, haciéndolo subir al auto en la parte trasera. Fuimos a la facultad de lenguas y literatura. No vi a YoonGi en aquel estacionamiento ni en algún lugar cercano. Dejé a JiMin en el auto y fui hasta el edificio. Subí al aula que indicaba el horario que la señora Min me había dado. No llegué hasta el final del camino porque me detuve cuando lo vi salir por una de esas tantas puertas. Estoy seguro que sonreí un segundo después de eso, porque todo en él y todo él se veía genial, pero el gesto se me borró al instante.

Un grupo de chicos caminaban a su lado y con extremo descaro hicieron lo más despreciable del mundo. Uno de ellos, para colmo el de semblante más imbécil, estiró la mano y la agitó de arriba abajo frente al rostro de YoonGi que impávido y totalmente ajeno a todo solo seguía caminando. Sentí mi estómago contraerse y revolverse. Se mofaron en silencio y continuaron caminando detrás de él, susurrando y señalandolo. Dí un paso al frente pero me detuve, tenía un acuerdo con YoonGi, esperarlo en el estacionamiento, eso era lo que tenía que hacer y nada más. Me tragué todo lo que sentía en ese momento y regresé a la planta baja. Allí aguardé hasta que YoonGi bajó el último peldaño. Los tipos venían claramente detrás de él. Respire profundo y me calme.

—¡YoonGi! —grité lo más sereno posible y esos imbéciles se desviaron nada más verme.

—SeokJin.

YoonGi alzó las cejas extrañado y yo de nuevo improvise, acercándome a él.

—Te estaba esperando en el auto pero no te veía por ninguna parte así que iba a buscarte pero ya estás aquí.

—Oh, lo siento —me dijo rascándose la nuca y haciendo una mueca—. Suelo tardarme un poco.

—Está bien. —le dije, agregando a su vez que no se preocupara.

Caminé a su lado con dirección a la salida, YoonGi movía de un lado a otro su bastón para tantear todo a su paso y yo procuraba no interponerme.

—Por cierto, mi amigo JiMin nos acompañará hoy —dije cuando vi la cabellera rubia mecerse en el asiento trasero, por pocos segundos me había olvidado de él, que mal hyung era—. Espero no te moleste.

—Para nada. —YoonGi sonrió y subió al auto sin necesidad que yo abriera la puerta por él.

Cuando estuve dentro procedí a presentarlos mutuamente. Ellos se saludaron cordialmente.

—Espero te haya ido bien en tu examen, JiMin. —dijo YoonGi tomándonos a ambos por sorpresa.

Me reproché no haber previsto aquella situación y más cuando yo me lo había inventado. Así que me giré a JiMin rápidamente, el alternaba la vista entre YoonGi y yo, claramente confundido. Con un gesto repetitivo de mi mano le indiqué o más bien le imploré a mi rubio amigo que le siguiera la corriente a mi copiloto.

—Ehm… sí, me fue bien… creo —dijo JiMin dudoso, viéndome a través del espejo retrovisor mientras yo manejaba—. Gracias por preguntar YoonGi.

—¿Fue difícil? —preguntó sin detenerse—. ¿De qué materia era?

—Historia. —dije yo.

—Arte contemporáneo. —respondió JiMin al mismo tiempo.

Sentí mi rostro arder y la garganta picar. Me hundí en mi asiento completamente avergonzado, esperando a que cualquier cosa o situación oportuna sucediera y me rescatara.

—Si, fue… Historia del arte contemporáneo —JiMin intercedió y yo agradecí, él solo me miraba como un imbécil—. Pan comido.

YoonGi asintió suavemente y se acomodó mejor en su asiento.

—Me alegro.

Puse música e intenté cambiar drásticamente de ese tema. Ya suficiente tenía yo con saber que debía darle una explicación a JiMin sobre su examen imaginario de aquella mañana. Conduje por el camino de costumbre al taller y llegamos a la hora de siempre, tal vez unos minutos antes. Les pedí a ambos que esperaran sentados en tanto yo comenzaba a arreglar las cosas de la clase. Estaba acomodando un par de sillas cuando escuché a la madre de HoSeok saludar a YoonGi y también a JiMin, el muchacho de cabellos negros no dijo nada, solo se sentó al lado de YoonGi, casi ignorando a mi pobre amigo.

Me alegré bastante cuando me di cuenta que JiMin no parecía afectado por eso y más que eso estaba acercándose a mí mientras veía de reojo a otro recién llegado.

—Tenías razón —me dijo en un susurro—. Es el chico de la librería, maldición si que es guapo.

Mire discretamente a JungKook e inclinandome hable con JiMin.

—Bien, ahora puedes ir y hablarle. —le dije bromeando.

—¿Estás loco? No puedo hacer eso, ni lo conozco, se va a dar cuenta de mis intenciones y será peor si resulta que no es gay.

—Preguntale si lo es.

—Muy gracioso, hyung —JiMin entrecerró los ojos y me miró con travesura—. Además ahora mismo hay otra cosa pendiente, tú tienes algo que decirme.

—¿A qué cosa te refieres? —pregunté con fingida ignorancia.

—No lo sé, tal vez tiene que ver con mi examen de hoy, examen que no tenía conocimiento de haber hecho.

JiMin se quedó allí esperando a que yo le respondiera y yo no tenía ni idea de que decirle. Afortunadamente la señora Shim llegó con una caja llena de pinturas que a todas leguas lucía pesada y yo vi la oportunidad perfecta para salir corriendo de la mirada curiosa de mi amigo al ir y ayudarle a cargarla. La clase tomó su rumbo habitual y estuve alternando mi tiempo entre YoonGi y Sarang que para mejores resultados ahora los hacía sentarse más cerca el uno del otro. De vez en cuando miraba a JiMin esperando encontrarlo totalmente embobado con JungKook pero lejos de eso rara vez miraba al pelinegro y observaba con atención la clase cuando la señora Shim explicaba algo o cuando los voluntarios guiaban a los alumnos. Vi un genuino interés en su cara y me sentí bien. No fue sorpresa cuando al final me pregunto si aún había algún cupo en la clase, como otro voluntario. Le dije que hablara con la profesora y esta le dio prácticamente la bienvenida solo de saludarlo. JiMin estaba a bordo con nosotros.

Me hizo mucha gracia cuando le pregunté si su decisión estaba influenciada por JungKook.

—Puede que sí —dijo sonriendo—. Aunque la verdad no lo creo.

Entonces TaeHyung llegó por HoSeok y fue más gracioso cuando le vi los ojos brillar.

—¿Ese quien es? —me pregunto sin perder nada de tiempo.

—TaeHyung, el hermano de HoSeok, el chico autista que es amigo de YoonGi. —explique recogiendo lo último del material.

—Dios, que buena suerte que te acompañe hyung, está lleno de gente hermosa aquí.

Así era, mucha gente hermosa. Reí y le alborote los cabellos. JiMin era ese clásico amigo que no tiene remedio alguno.

Mi rubio amigo decidió ir de vuelta a casa en autobús sin importar que le ofrecí llevarlo varias veces, según él aún tenía cosas que hacer y yo todavía debía llevar a YoonGi a casa. Ya no le insistí más y sólo nos despedimos fuera de mi auto. El y YoonGi también se dijeron adiós. Así que únicamente íbamos YoonGi y yo de vuelta a su hogar, tal como esa misma mañana, en silencio con el único acompañamiento de la música. Fue un viaje agradable. De pronto tuve que bajar el volumen de la radio cuando YoonGi me habló. Él me pidió detener el auto a pocas calles de llegar a su casa. Me pregunté cómo sabría que estábamos a punto de terminar el trayecto. Pare el automóvil y espere por lo que tenía que decirme.

—Se que mi madre te pidió que no me dejaras ir solo. —me dijo de repente, congelándome y apenas dándome el tiempo para responder.

—YoonGi… —hablé como pude pero él me interrumpió.

—Y también sé que mentiste sobre JiMin y su examen.

Fue con eso que me quedé sin palabras, atónito y apenado.

—¿Como? —me aventure a averiguar.

—Lo supe en el auto, su voz tembló, ambos dudaron al responderme y cuando lo hicieron dijeron cosas distintas.

No se porque lo había preguntado, si ya sabía yo de sobra que habíamos sido lo que le seguía de obvios.

—Lo siento, yo no planeaba…

—Está bien —YoonGi sonrió de lado—. Creo que se porque lo hiciste y te lo agradezco, y es por eso que te quería pedir que esto quedara entre nosotros, que sea un secreto.

Él se giró hacia mí y de nuevo esa locura mía que me hacía sentir observado directamente por YoonGi. Sus ojos no se movían y seguían con su característico gris apagado pero había algo ahí, una cosa especial que yo no podía identificar. Era una chispa pequeña e imperceptible que me quitaba el aliento y provocaba que el latir de mi corazón incrementara. Ese algo titilo y me hizo recobrar mi compostura tan rápido como me la había quitado en un principio.

—Quieres que le diga a tu madre que he hecho todo tal como ella lo indico. —acerte a decir.

Un suave brillo en esos orbes y una casi sonrisa en el rostro.

—Exacto.

Suspire y asentí.

—Supongo que puedo hacer eso —sonreí aun embelesado e hice avanzar de nuevo el coche—. Será nuestro secreto.

Fue una promesa sin más peticiones ni otras condiciones, algo que era muy simple pero bastante significativo para ambos; un pequeño lazo que sin aviso se había formado entre nosotros.

Confianza.


Link de la obra original:
https://www.wattpad.com/story/199887251
Cr. a MinMin YoonJi.

Perdonen que me haya desaparecido tanto tiempo, trataré de actualizar más seguido.

Besos a todos. (◍•ᴗ•◍)❤

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