I. Adiós Verano
𝐈: 𝐀𝐃𝐈Ó𝐒 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 | 𝐀𝐂𝐓𝐎𝐍𝐄 𝐎𝐍𝐄
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𝘌𝘓 𝘚𝘖𝘓 𝘚𝘌 𝘈𝘚𝘖𝘔𝘈𝘉𝘈 por el ventanal del ático que servía de habitación para las hermanas Vargas, marcando el incio de un nuevo día y, con eso, el último día antes del inicio del nuevo año escolar.
Las hermanas Vargas, siendo opuestas en prácticamente todo, tenía una rutina diferente y un plan de aprovechamiento del último día del verano completamente diferente.
Noemí se despertó, muchas horas después que su herma menor -irónico considerando que en el período escolar era al revés-, realizó su rutina mañanera y cambió su pijama de fresas por un traje de baño rojo con puntos blancos, estilo los 80, debajo de un top blanco tejido y unos short de mezclilla.
Noemí amaba la época de los 80 y todo el estilo de los rockeros y hippies, imitando su estilo con bastante frecuencia cuando podía -como era el caso de hoy-; a pesar de que estaba completamente consiente de que si hubiese nacido en esa época, tomando en cuenta sus ideales y necesitdad constante de pelar por lo que considera justo, hubiera muerto en una manifestación antes de los 25.
Volviendo al punto, una Noemí cambiada, con toalla en mano y un libro por las dudas, se dirigía a la primera planta.
Su plan para el último día de vacaciones era simple: pasar el mayor tiempo posible en la piscina.
Cuando bajó al primer piso, se encontró con la típica bulla matutina de los Walter y a su querida hermanita sentada en la encimera con su teléfono en mano.
──Buen día Rosita Fresita ¿Qué tal tu sueño de belleza? ──le saludó Emily de manera burlona mientras la veía con una sonrisa.
Noemí sonrió ante la broma de su hermana, y estirándose le respondió:
──Como la gloria ──dijo, guiñándole el ojo antes de sentarse a su lado──. ¿Me guardaste el desayuno?
──No, no te guarde nada. ──le contestó la azabache para luego acercarle un plato con panqueques que tenían fresas y crema batida.
Emily Vargas, la hermana menor de Noemí Vargas por casi dos años, tenía los ojos negros como la madrugada un cabello igual de negro que su hermana, con la diferencia de que ahora portaba algunas mechas que fueron teñidas de color azul.
Poseía unas pestañas tan largas y oscuras que parecía que siempre trae rime o delineador puesto y medía unos 1.60m, siendo más baja que Noemí por cinco centímetros.
──Si sigues así te crecerá la nariz como a pinocho, Ly. ──le reprochó Noemí, untando su dedo en la crema batida antes de llevarlo a su boca y probarlo. Amaba la crema batida.
A sus espaldas, Isaac Walter se acercó al notar la precencia de comida en la mesa, comida de la que no estaba enterado.
──Esperen, ¿si quedaban panqueques? ──preguntó indignado el García, antes de enfocar su vista en Emily──. ¡Me dijiste que se habían acabado!
──Obviamente que te los oculte, esos son para Noemí. ──le contestó Emily con simpleza, girando su mirada hacía el García para luego regresar su atención a su celular.
──No puedo creerlo ──habló Isaac, tocándose el pecho, fingiendo estar onfendido ante las palabras de Emily.
──Yo mejor como a fuera ──intervino Noemí en lo que sería otra posible pelea. Tomó sus panqueques y le dió un beso en la frente a su hermana, justo antes de dirigirse a Isaac──. Tal vez en otra vida tengas una hermana que te guarde panqueques como la mía.
Con una sonrisa burlona, Noemí se dirigió afuera de la cocina, siendo interceptada por Katherine.
──Cielo, hola ──le saludó la mujer de cabellos rojos, acariciando el cabello de la contraria con dulsura──. ¿Cómo amaneciste? ¿Te tomaste las pastillas?
Durante el incendio, Noemí empujó a su hermana a la salida justo cuando una viga iba a caer sobre ellas, resultando en que Emily estuviera a salvo, pero Noemí quedara encerrada entre el fuego hasta que llegaran los bomberos; dando como consecuencia problemas respiratorio para la de ojos oceánicos.
El problema estaba en que Noemí odiaba tomar sus pastillas, haciéndose la loca la mayor parte del tiempo y obligando a los Walter y a su hermana, a estar detrás de ella para recordarle.
En ese momento Isaac dejó de presentarle atención a su falsa discusión con Emily y dirigió su atención a la de ojos azules.
──¿No te las has tomado?── le preguntó, listo para reprocharle en cualquier momento.
Noemí se quedó estática en su citio, tomando una de las fresas de sus panqueques, mirando inocentemente a los presentes mientras tragaba su fruta. De su respuesta dependía un regaño matutino o una hermosa mañana; todo dependía de una simple palabra.
Las miradas de todos los presentes en la cocina estaban sobre ella, incluso podía jurar que Benny la analizaba detrás de sus ojos de bebé; internamente, Noemí agradecía que solo había cuatro personas en la cocina, sería más difícil de evadir el tema si estuvieran todos presentes.
──Lo haré después se desayunar.──respondió, y antes de cualquier contradicción salió corriendo en dirección al patio trasero de la casa, más específicamente a la piscina.
──Ella no se tomará nada. ──Isaac fué el primero en hablar después se la huida de la azabache mayor, generando un suspiro frustrado de Katherine como respuesta, siempre era lo mismo en las mañanas.
──Lo sé y por eso escondí las pastillas en sus panqueques, por esa razón los ocultaba. ──contestó Emily volviendo la vista a su celular, sin darle mucha importancia al asunto.
Cuando Noemí llega a la psicina, compliendo exitosamente su escapada, se dirijó a una las mesas del lugar; sentándose junto a Alex.
En el camino, sus ojos azules analizaron el lugar, ubicando a los Walter que no estaban en la casa, encontrándose con, bueno, todos los demás.
Cole nadaba en la piscina junto con Parker, Jordam grababa todo lo que podía, Lee practicaba en su skate al rededor de la psicina y un dormido Nathan trataba de mantener sus ojos abiertos mientras esta sentado en la silla frente a la psicina, junto a un tranquilo Danny, el cual reía ante la mini lucha bajo el agua entre Cole y Parker.
──Oh, hola Noe. ──le saludó el de pecas cuando la mencionada entró en su campo de visión, casi dejando su lectura al instante.
Noemí dejó de mirar al resto de la familia y enfocó su vista en el chico a su derecha, encontrándose con su sonrisa.
──Buenos días, Alex. ──le saludó devuelta la contraria, igual de sonriente, dispuesta a comenzar al fin sus panqueques.
Por desgracia, la risa de Alex la distrajo del disfrute de su dulce.
──¿Qué? ──preguntó confundida, incliando su cabeza levemente hacia el contrario. ¿Y ella qué hizo para causar diversión en Alex?
──Noe, es la una de la tarde. ──le indicó Alex tratando, sin éxito alguno, de esconder su risa.
Noemí a veces se le olvidada que de vacaciones dormía como un oso, y que no había ruido, desastre natural o amenzada de vida que la hiciera levantarse de la cama antes del mediodía.
──Oh ──respondió, mirando sus panqueques por unos segundos, procesando las palabras de Alex. Después de un rato se volvió a dirigirse hacia él con una sonrisa──. Entonces, buenas tardes, Alex.
Satisfecha con su corrección, Noemí se dispuso a disfrutar su desayuno-almuerzo, con la risa divertida de Alex de fondo; misma risa que después de un rato se transformó en la narrativa del libro que tenía en sus manos.
Era algo que hacían seguido, cuando terminaban un libro le contaban a grandes rasgos la trama y análisis de la misma al otro, tratando de convencer al otro de leerlo o no. Éste era uno de esos casos.
Estaban tan sumergidos en su conversación -en donde Noemí comía y Alex hablaba-, que no notaron cuando Isaac, Emily, Benny, George y Katherine llegaron al patio, no hasta que la voz de la pelirroja los alertó.
──¡Escuchen todos! ──la voz de Katherine cesó la bulla en la casa, captando la atención de todos al instante──. Hace unos meses les dijimos que una chica nueva vendría a vivir con nosotros, bueno, ese día es hoy.
Katherine parecía emocionada y nerviosa por la llegada de la nueva integrante, pero ese no era el caso de los niños a su cuidado.
Cuando las palabras de la pelirroja entraron por los oídos de cada uno de los jóvenes, un silencio sepulcral inundó el lugar y los varones se miraron entre si, evidentemente disgustados. Luego, las miradas fueron dirigidas hacia la mujer a modo de reproche.
A los varones Walter no les agradaba que invadieran su espacio, eran bastante delicados con respecto a eso y al enterarse que una chica de otro estado iría a vivir con ellos no fue la mejor de las noticias.
Noemí y Emily se salvaron de ese "rechazo colectivo" cuando se mudaron, debido a que se conocían de antes y prácticamente se pasaban los días en la casa Walter; pero eso no les impidió que demostraran cierta hostilidad al llegar -unos más que otros-.
Con el tiempo cambiaron, llegando a considerándolas incluso familia, pero no sabían si Jackie tendría esa misma suerte.
George, el eposo de Katherine, intervino una vez las quejas de todos comenzaron a retumbar en el lugar.
──Ya le habíamos advertido que ella llegaría, Jackie pasó por una situación muy difícil ──al decir esas palabras Noemí y Emily compartieron una mirada significativa, le había pasado lo mismo que a ellas, con la diferencia de que ellas se tenían una a la otra, Jackie no tenía a nadie──. Su madre y yo la iremos a buscarla al aeropuerto, y quiero que cuando llegue todos la hagan sentir bienvenidos y en casa. ¿Quedó claro?
《Eso no va a pasar》pensó Noemí, conociendo demasiado a sus compañeros de casa como para llenarse de la esperanza de que sean respetuoso, aunque sabía que algunos si lo intentarían.
Luego de su advertencia, George y Katherine se fueron para ir a recoger a Jackie como habían dicho, sin saber que en el instante en que salieron del patio las quejas por parte de los chicos comenzaron de nuevo.
Noemí y Emily suspiraron algo irritadas por las quejas, no les agradaba la actitud que ellos estaban teniendo.
──Oigan ya, parecen niños de kinder. ──se quejó Emily, ganándose la mirada indigada de todos.
──Yo si estoy en kinder.──habló Benny con inocencia, ganándose la razón de sus hermanos.
Emily suspiró frustrada y Noemí ahogó una risa en panqueques, a veces razonar con ellos era imposible.
──Lo que trataba de deciles era que sé los frustrados que se sienten porque deben compartir más espacio, estarán más apretados y todo eso, pero también deben aprender a tener algo de empatía.¿No creen?
》Además, no creo que sea tan malo, talvez ella nos pueda enseñar mucho. ──dijo Emily con la voz firme en un evidente regaño a los ojos de todos.
Pero Noemí sabía que, debajo del tono de enfado de su hermanita, había dolor. Dolor por recordar cuando a ellas les tocó mudarse con los Walter, el identidicarse con Jackie, la incomodidad de invadir a otra familia, el tener casa pero no hogar, el querer que todo fuese diferente, el querer que sus padres estuvieran con vida.
──Solo traerá problemas. ── se quejó Lee sosteniendo su patineta con el ceño fruncido, sin pizca de empatía por la situación de Jackie.
《¿Así habrán reaccionado ellos cuando les dijeron que debían mudarnos?》se preguntó Noemí, con la mirada ligeramente dolida y perdida, de nuevo.
Alex lo notó y colocándole cuidadosamente su mano sobre el hombro de la chica, le preguntó despacio: "¿Estas bien, Noe?"
Noemí tardó unos segundos en responder, ligeramente desconcertada por la pregunta del chico, pero después de unos cortos segundos respondió con una media sonrisa; una sonrisa que no era suya.
──Si, solo que creo que mi hermana escondió mis pastillas en mi desayuno. ──Noemí soltó una leve risa tras su respuesta, comenzando a creer que no era tanto una excusa, pues si había un sabor raro en sus panqueques.
──Es citadina, seguramente se va a creer mejor que todos nosotros solo porque viene de una escuela prestigiosa. ──habló Cole, mientratas sostenía a Parker para evitar que ésta siguiera tratando de ahogarlo; ganándose a su vez la atención del dúo de lectores.
──Es cierto, yo no quiero aguantar a una niñita nueyorquinta creída y presumida. ──apoyó Isaac con los brazos cruzados sobre su pecho.
Al escuchar la mensión de que la nueva era de la "gran ciudad", Noemí no pudo evitar emocionarse, amaba Nueva York y era su sueño vivir ahí.
──¿Entonces si es de Nueva York? ──preguntó la azabache casi sin pensar, ganándose una mala mirada por los presentes y una risa escondida en tos de Alex. Noemí tosió falsamente y se reincorporó mirando a todos.
En ocasiones, Noemí prefiría evadir una mala situación, enfocándose en otro tema o prefiriendo no saber más del mismo; muchas veces quedaba como una tonta o insensible, pero no era el caso.
Solo..., no quería recaer de nuevo en un agujero de ansiedad y preocupaciones provocadas de sobrepensar, prefería escuchar música y bailar en la ignorancia.
Pero en ese momento, con las miradas de todos sobre ella y la súplicas silecionsas de su hermana para que le ayudara a convencerlos, deció hablar, sin evaciones del tema, lo haría con seriedad.
──Lo que quise decir es que, estoy segura que ella tampoco quiere estar aquí, que ella, incluso más que ustedes, desea que las cosas fuesen diferentes. No podemos culparla por algo que se escapada de sus manos.
Las palabras de Noemí le hicieron apretar el labio a Emily, tratando de no llorar ante la mención de padres muertos.
Por otro lado, algunos Walters -Alex, Jordan, Dynna y Nathan- simpatizaron y estuvieron deacuerdo con las palabras de la Vargas y otros... otros tantos no.
AHHHH, PRIMER CAPÍTULO LISTOOOO
¿emocionados? Yo sí
Perdón, saben cómo me vuelvo cuando veo una seriex tengo que sacarle fic de una y más con el guapo de Alex.
¿opiniones?
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