𝘌𝘱𝘪́𝘭𝘰𝘨𝘰
Taylor Swift | Paper Rings ⨟
❝Bésame una vez, porque he tenido una larga noche.
Bésame dos veces, porque sabes que va a estar bien.
¡Tres veces! Porque lo he estado esperando toda mi vida.
Me encantan las cosas brillantes, pero
contigo me casaría con anillos de papel.
Ahá, es cierto, cariño ¡tú eres al que yo quiero!❞
Aquella tarde, Eddward y Kevin dscubrieron que los gritos provenían de sus hermanos y aquel amigo extranjero que ambos compartían. Eddy jamás lo confesaría, pero cuando empezó a oír mucho silencio, encendió el pequeño monitor de bebé para oír qué ocurría arriba.
Estaba esperando oír otro tipo de sonido diferente. Pero, cómo dijo alguien por ahí alguna vez, encontró oro mientras buscaba cobre.
Aquella noche, después de cenar, Kevin se quedó en la casa de Doble D. Aquella noche fue la más hermosa de todas, aunque probablemente tengan mejores en un futuro. Para la mañana siguiente, confesaron haberse recoinciliado y estar en pareja oficialmente.
Aunque... ¿podemos pasar directo a la parte divertida?
Dos años más tarde, Doble D y Kevin estarían viviendo juntos. En aquella casa de Peach Creek, a la que el pelirrojo iba cuando llegaba de vacaciones; y en aquel apartamento en la Ciudad, dónde convivían con Nathan.
Tanto Eddy cómo Nathan, ambos hermanos del corazón de nuestros dos tórtolos, estaban orgullosos de sus hermanos. Habían superado una clase de crisis de una forma demasiado madura, y habían vuelto con la sorpresa de estar juntos.
Y esta vez, parecía ser para siempre.
Actualmente, ahora en el presente, estaban en agosto.
Eddy había sido contratado en la empresa de Kevin, así que estaba por mudarse a la Ciudad. Nathan y Nazz habían ido de vacaciones a Peach Creek. May y Ed llevaban la mejor vida de todas, el hermano mayor de los Barr estaba más que contento de haber descubierto que su hermano vendría a vivir a la casa de al lado.
Sarah ya tenía nueve años, y Jimmy había cumplido los ocho el mes pasado. Ambos niños fueron los primeron en enterarse sobre la relación de su tío y el vecino de al lado. Incluso a ellos le dieron la noticia de que Kevin se quedaría a vivir en Peach Creek con Eddward primero, ya que él le daba su apartamento a Eddy para que éste fuera a trabajar a la empresa.
El pelirrojo no había renunciado a su trabajo, pero ahora trabajaba desde casa. Iría a reuniones muy importantes, o incluso se presentaría en las convenciones que solían hacer. Los viajes de negocios no eran realmente lo suyo, pero lo intentaría por su novio.
Eddward había rechazado la invitación del jefe de Kevin para trabajar en la empresa; en su lugar, había llevado a Eddy una vez. La historia sobre que solía tener unos patitos a los que les había puesto el nombre de las tortugas ninja había más que fascinado al señor Johnson, quién contrató a Eddy de inmediato.
Nathan se sentía a gusto con el enano. Aunque tenían sus diferencias, el peliazúl se puso demasiado contento cuando se enteró que Eddy podría llegar a vivir con él.
Ahora todos se encontraban en la casa de Doble D, en la casa de Peach Creek. Habían llegado todos de unas nuevas vacaciones (incluso los Barr), y Eddward y Kevin quisieron hacer una pequeña fiesta de bienvenida en la casa, para todos.
Sarah y Jimmy habían ordenado la mesa y las sillas. Nathan había puesto platos y vasos. Nazz estaba repartiendo cubiertos con Eddward. Kevin se estaba encargando de las botanas junto a Eddy, y Ed estaba intentando encender la parrilla.
May se acercó a la mesa y le sonrió a la otra rubia.
ㅡNazzie, disculpa ㅡle dijo, llamándole la atención.
May era mayor que Nazz. La mejor amiga de Kevin estaba encantada con ella, creía que era cómo tener una hermana mayor. Entonces, le pidió a May que le llamara por su apodo favorito.
ㅡ¿Podrías ayudarme con las ensaladas? Hay demasiadas cosas y no tengo tantas manos ㅡrió bajito, algo avergonzada.
ㅡOh, por supuesto. Edd, ¿puedes seguir haciendo esto solo? ㅡpreguntó, pasándole los cubiertos.
ㅡClaro ㅡle sonrió, llenando sus manos con los cubiertos que faltaban, volteó a ver a Mayㅡ. Si necesitan alguna especia; están en el gabinete azul, a un lado de la nevera.
ㅡGenial, gracias.
Ambas muchachas rubias dejaron el patio trasero muy rápido. Eddward estaba de espaldas a la casa, revisando por tercera vez que todos los cubiertos estuvieran bien contados: no tenía demasiados en su casa, así que le había pedido a May si podía traer un par... y había llevado demasiados.
ㅡCariño ㅡla suave voz de su novio resonó en sus oídos y le hizo sonreír.
ㅡ¿Sí, cielo? ㅡrespondió, aún enfocado en repartir cubiertos.
Kevin había estado algo raro últimamente. Siempre se ponía nervioso cuando Eddward lo miraba a los ojos, reía cuando se encontraban en la noche, guardaba su celular muy deprisa si lo oía acercarse.
Al principio no quiso desconfiar de él de una forma tan tonta, pero de todas formas le pidió a sus amigos mantener un ojo en él. Nazz le dijo que no se preocupara, que no había ni hombres ni mujeres con los que él se estuviera viendo en la Ciudad; Nathan se lo confirmo y Rolf, que había ido una vez de encubierto, se lo reafirmó.
Si no era un amorío, ¿qué estaba pasando?
Por el simple hecho de pensar que su relación podría acabarse, Eddward pasaba días y noches llorando a solas. Pero, se lantuvo fuerte. Hizo todas las cosas que Kevin amaba, preguntándose si tal vez había sido un tipo de falta de atención.
Pronto descubrió que no era eso.
Luego, cuando se preguntaba si realmente valía la pena el intento, compró aquel pequeño regalo con sus viejos ahorros.
Iba a dárselo esta misma noche.
ㅡQuería saber qué opinas de nosotros viviendo juntos ㅡpreguntó, rascándose la narizㅡ. Sé que ya vivimos juntos, básicamente, pero sólo nosotros dos.
ㅡOh, me encantaría ㅡse volteó, con los tenedores pegados al pecho y sus manos entrelazadas en ellosㅡ. Amaría vivir contigo, sólo nosotros dos. Eddy pronto se irá, sólo dale tiempo.
Eddward no quería perderlo, lo amaba demasiado.
ㅡSí, lo sé... lo sé ㅡse sonrió, acercándose para dejar un beso en su mejillaㅡ. Sólo quería asegurarme...
ㅡ¿De que no me escaparé lejos?
El pelirrojo negó: ㅡDe que estás feliz conmigo.
ㅡKev, cariño ㅡel pelinegro dejó los tenedores sobre la mesa, volteándose para abrazarse a su novioㅡ. No hay nada que me haga más feliz, que estar contigo.
ㅡLo sé ㅡrió, nervioso, abrazándolo desde su cinturaㅡ. Lo sé, mi amor.
ㅡBien ㅡse alejó un poco para mirarleㅡ, sólo quería asegurarme.
ㅡAh, ¿vamos a jugar este juego ahora? ㅡdijo, luego de unos minutos, su novio empezó a reírㅡ. No re rías, estás confirmando que te burlas de mí.
ㅡNo me río de tí, me río contigo ㅡexplicó.
ㅡ¡No uses las excusas de Rolf! ㅡrió, haciéndole cosquillas.
ㅡBueno, ya. Déjame, tengo cubiertos que poner ㅡdijo, mirando por sobre su hombroㅡ. ¿Podrías traer algunas gaseosas o cerveza? Para compartir con las botanas.
ㅡ¡Sí, señor! ㅡbesó sus labios rápidamente antes de marcharse.
El pelinegro volteó y siguió con lo suyo. Los recuerdos de la noche anterior le golpeaban la cabeza. En medio de la noche, mientras estaban simplemente abrazados, Kevin hizo una pregunta algo extraña.
Había preguntado por su apellido.
Y no, no su apellido biológico; sino el apellido de sus padres adoptivos, el que ha estado usando todo este tiempo. Luego le llenó de besos la cara, toda la noche.
ㅡDoble D, ¿te puedo hacer una pregunta?
Rió bajito: ㅡSí, Kevin. ¿Qué sucede?
Por eso le resultó tan extraño que lo haya preguntado de nuevo.
ㅡ¿Cuál era tu apellido, de nuevo?
ㅡ¿En cerio? Me lo preguntaste ayer ㅡfrunció el seño, mientras terminaba de arreglar los cubiertos en la mesa.
ㅡEs sólo que creo que deberías cambiarlo ㅡdijo, después de aclarar su garganta.
ㅡ¿A qué te refieres? ㅡrió, volteándose para verlo.
La escena lo dejó boquiabierto y mucho más confundido que antes. Kevin estaba sobre una rodilla, apoyado en el suelo, con una pequeña cajilla verde oscura entre sus manos.
ㅡ¿No crees que deberías cambiarlo? ㅡle sonrió, claramente nervioso. Abrió la pequeña caja, mostrando el anillo, mientras Eddward cubría su boca con una manoㅡ. ¿Por mi apellido, tal vez?
Nazz y Nathan estaban filmando de distintos ángulos, Eddy llevaba el ramo de flores más grandes que había visto en toda su vida, y Ed lloraba. Mucho.
ㅡNo, Kevin ㅡdijo, sorprendiendo a todos.
Se quitó el delantal que llevaba y palmeó los bolsillos de su pantalón, sacando una pequeña cajilla azul oscuro, abriéndola y mostrando un anillo muy parecido al que tenía Kevin.
ㅡYo... lo compré ayer. Se supone que yo iba a pedírtelo ㅡdijo, mientras le ganaban los nervios.
Los presentes se pusieron a gritar, celebrando mucho antes de tiempo. Había sido un "sí" completamente indirecto de ambas partes. Kevin se levantó casi de un salto, viendo a Eddward completamente confundido.
ㅡPensé que sería un buen regalo, yo... no se supone que iba a dártelo hasta más tarde. Tenía planeado hacer un chiste sobre cuánto tiempo llevan casados May y Ed, y entonces te preguntaría si querías casarte conmigo ㅡseñaló, nerviosoㅡ. Y, si decías que sí, te lo daría ㅡsus manos, temblando, casi dejan caer el anillo.
ㅡEspera, no te desesperes ㅡrió el pelirrojo, sosteniendo una de sus manosㅡ. Entonces, ¿tú quieres casarte conmigo?
El pelinegro limpió sus lágrimas: ㅡClaro que sí, millones de veces sí. ¿Y tú? ㅡlevantó un poco más su cajita azulㅡ. ¿Tú quieres casarte conmigo?
Asintió, sin poder creerlo.
ㅡY sin pensarlo dos veces ㅡse sonrió, abrazándolo con fuerza.
FIN.
agosto, 2022.
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