𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝟣𝟨
Maroon 5 | MAPS ⨟
❝No hay nada que pueda hacer,
el mapa que me lleva a tí,
siguiéndolo, siguiéndolo, siguiéndolo hasta tí❞
Mierda, mierda, mierda. Esto no podía estarle pasando.
Kevin:
Nathan, sálvame.
Enviado, 04:55 AM.
Nathan, por Dios...
Enviado, 04:57 AM.
Bro, de verdad lamento no
haberte contestado antes.
De verdad, perdóname.
Enviado, 05:01 AM.
Nathan G:
Ya ves qué feo se siente, hijo
de tu buena madre.
Kevin:
Lo siento x1000.
Ahora, necesito con urgencia
decirte algo importante.
Nathan G:
Déjame adivinar...
El jefe te envió un mensaje.
Quiere que regreses.
Y ahora le pides a tu fantástico y
guapo mejor amigo que te consiga
un pasaje para volver.
¿Cúanto tengo? ¿10 de 10?
Kevin:
¿Por éso llamabas desesperadamente?
Nathan G:
El jefe habló conmigo primero.
Me preguntó si te sería mejor atender
las reuniones vía computadora y le dije
que sí, ya que estarías más tiempo con tu
familia; pero luego empezó a cuestionar
si realmente atenderías o no las llamadas.
De verdad lo intenté, te lo juro, pero no
pude convencerlo. Cree que es mejor si
regresas y luego retomas tus vacaciones.
Kevin:
Bueno, aprecio tu esfuerzo.
Nathan G:
Ahá, más te vale, casi que me voy
de rodillas en el suelo por ti.
Kevin:
Bien por ti.
Oye, ¿entonces ya sacaste mi
boleto? ¿cuando puedo ir?
Nathan G:
No, no saqué ningún boleto aún.
Kevin:
???
Necesito ir con urgencia, ¿sabes?
Nathan G:
Sí, y también me dijiste lo mismo
cuando te enteraste que tus sobrinos
querían verte. Ahora, ¿me vas a decir
que te vas a ir así sin más? Primero,
te me despides adecuadamente, mijo.
Y, segundo, te traes a tu novio contigo.
Kevin:
¿Novio? ¿cuál novio?
Enviado, 05:26 AM.
Nathan, no te estarás refiriendo
a Edd, ¿cierto?
Enviado, 05:28 AM.
Hijo de tu buena madre, responde.
Enviado, 05:30 AM.
NATHAN, CONTESTA.
Enviado, 05:32 AM.
Nathan G:
No tienes de otra, ya le pregunté
si le gustaría venir. Ahora, duerme :)
Kevin:
VOY A MATARTE.
Enviado, 05:39 AM.
ㅡTengo un serio problema, y desgraciadamente, estás involucrado ㅡmurmuró, a través del teléfono.
Luego de horas y horas de pensar, Kevin tomó las llaves de su camioneta y salió disparado hacia el parque al que había llevado a Doble D la primera vez, volviendo al mismo lugar para observar todos los alrededores.
Se metió nuevamente en el auto y suspiró. Fue entonces cuando decidió tomar su celular y llamar a Eddward. Al principio no estaba seguro, pero después de cuatro tonos, lo estuvo: no debía haberlo llamado.
Y, peor aún, cuando estaba por rendirse, él le contestó.
ㅡ¿Qué sucede? ㅡsu voz se había puesto nerviosa del otro lado de la líneaㅡ, ¿estás bien?, ¿dónde estás?
ㅡYo estoy bien, es sólo... Nathan te llamó ayer, ¿cierto?
ㅡSí, y estaba completamente desquiciado.
ㅡBien, ¿te comentó por qué llamaba?
ㅡBueno, no lo dijo en la primera llamada... pero sí me dijo que había problemas y que tenías que viajar de vuelta a la ciudad.
ㅡOh, bueno... sí. Las cosas en la empresa están dadas vuelta. Es muy probable que la empresa quiebre si no empezamos a tramitar nuevas ideas.
ㅡSí, entendí éso, lo hablamos ayer...
ㅡBueno, yo... tengo que volver a la ciudad pronto. Nathan... ya tiene los boletos.
El silencio que se expandió dentro del auto, también lo hizo en la habitación de Eddward. Estaba escuchando algo de música mientras leía y se concentraba en crear aquellos espacios en su cabeza, sonriendo al recibir el dulce aroma de la vela aromática a un lado de la luz.
Ahora, sin música ni imágenes bonitas de prados llenos de flores en su mente, la vela aromática no tenía ningún aroma específico.
ㅡEddward ㅡle llamó.
ㅡ¿S-Sí, Kevin?
ㅡQuiero que vengas conmigo a la ciudad. Nathan dijo que consiguió un boleto para tí.
Silencio. La suave respiración que había oído del otro lado se cortó por un segundo.
ㅡ¿Estás ahí? ㅡmurmuró.
ㅡYo, eh... bueno, yo... bueno sí, Nathan ya me había dicho, pero no pensé que iba enserio ㅡrió bajito, sus nervios le ganaban la partidaㅡ. Pues... claro, me gustaría ir contigo.
Kevin soltó el aire que llevaba en sus pulmones, por poco y muere. Terminó hablando de cómo el clima en la ciudad variaba muchísimo, de cómo debería llevar ropa abrigada por si algún día hacía frío y que tenía que estar al pendiente de los horarios (aunque no había diferencia entre la Gran Ciudad y Peach Creek).
Finalmente cortó. Encendió la radio y se quedó oyendo en su completa soledad. De camino a casa compró un ramo de rosas, una botella de vino y unos juguetes que encontró en una venta de garage. De llegada, pudo ver a Rolf despedirse de Edd con un beso en la mejilla, y casi pisa el freno de golpe.
Una vez que se fue, el de ojos azules se quedó admirando el paisaje y luego entró a su casa, con una sonrisa estúpida en los labios. En su confusión, buscó por internet razones por las cuales un amigo besa en la mejilla al otro, y luego de varios posts, entendió que en el país natal de Rolf se saludan así.
Por poco y se queda sin amigo extranjero.
ㅡAsí que, ¿qué pasó? ㅡpreguntó Ed, mirando la botella de vino.
Llegó del trabajo con un horrible dolor de espalda y las rodillas le temblaban si quería hacer un esfuerzo, May lo envió a la cama. Después de darle los regalos a los niños y de darle a May las rosas, subió a la alcoba de su hermano y le entregó el vino.
ㅡAlgo grande, manito ㅡtomó asiento a su lado, subiendo las piernas a la cama.
ㅡAh-ah ㅡnegó, señalándole los piesㅡ, los zapatos ㅡKevin rió, quitándoselos para dejarlos a un lado bajo la camaㅡ. ¿Qué quieres?, ¿quedarte sin hermano? Qué feo de tu parte.
ㅡPensé que May ya lo había superado ㅡsonrió.
ㅡNah, desde que se enteró que estaba embarazada de Sarah, todas las manías de antes, regresaron.
ㅡAl menos estás bien ㅡpalmeó su hombroㅡ. Bueno, el tema es... tengo que ir de nuevo a la ciudad.
ㅡ¿A la ciudad? ㅡvolteó la cabeza tan rápido, que el dolor punzó en su cuelloㅡ, ¡ay, ay, ay! ¡fue tu culpa!
Kevin estalló en risas; ㅡNo entiendo por qué te asombras tanto, era algo que iba a ocurrir.
ㅡ¿Y qué? ㅡdejó el vino en su mesa de luz y se cruzó de brazosㅡ. ¿Acaso no puedo pasar tiempo con mi hermano? Apenas llegaste hace... ¿uno, dos meses?
ㅡ¿Desde que llegué? Tal vez.
ㅡ¡Pues, no es suficiente! ㅡse acomodó y cubrió más sus piernas con la mantaㅡ. Si no hablas de trabajo, hablas de Eddward. Si no estás trabajando, juegas con los niños.
ㅡ¿No te parece que estás siendo un poco egoísta?
ㅡ¡Eres mi hermanito! ㅡgruñóㅡ. ¿Cuánto y cuándo te vas?
ㅡPosiblemente mañana. Sólo son un par de días, volveré.
ㅡ¿Volverás? ㅡésta vez, giró el cuerpo completo, mirándole con los ojos bien abiertosㅡ, ¿de veritas, de veritas?
Kevin apretó su mejilla; ㅡAy, mi hermanito me extrañará muuuucho ㅡdijo, con la voz más chillona que le salió del pecho.
ㅡUgh, ¿cómo le puedes gustar a mi vecino? ㅡse alejó, con cara de asco.
ㅡ¿Le gusto a tu vecino? ㅡahora era él quién giraba el rostro rápidamenteㅡ. ¿Sí le gusto?
Ed se encogió de hombros; ㅡVaya uno a saber.
Kevin abrió la boca indignadísimo. Tomó sus zapatos y le apuntó con ellos mientras se iba, haciéndole muecas extrañas.
Las risas de su hermano le calmaron los nervios.
Kevin:
Bro, lo tengo.
Edd me dijo que sí, y tú ahora
tienes que pagar dos pasajes.
Nathan G:
Sólo uno. El jefe paga el tuyo.
¡Conoceré a mi cuñado, al fin!
Kevin:
Primero, no te atrevas a llamarle
así estando él enfrente.
Segundo, más te vale que la casa
no esté hecha un desastre.
Nathan G:
No te preocupes, mi bro.
Todo está limpio, las alacenas están
llenas, la nevera tiene comida, el baño
está reluciente, las sábanas están limpias.
¿Qué más?
Oh, sí... Nazz me dará alojo.
Kevin:
WTF?
¿Por qué no te quedas en nuestro
apartamento? No es cómo si no
tuvieras una cama ahí.
Nathan G:
¿Dónde dormirá tu novio? ¿Contigo?
Eres insoportable cuando duermes :D
Enviado, 18:56 PM.
Ya ya ya, no te enojes, bro.
Le dejo mi cuarto. Además... no
todos los días tienes la oportunidad
de salir a fiestas con Nazz, ¿o sí?
Kevin:
Ni estoy en casa y tú ya piensas irte
a parrandear por ahí.
Nathan G:
"Parrandear"
Suenas a tu hermano, amigo.
OYE, NO SE VALE.
¿CÓMO QUE ED CONOCE A TU NOVIO
Y YO, TU MEJOR HERMANO, NO? ME
DUELES, BRO, ME DUELES.
Kevin:
Ay, no seas chillón.
Aguántate.
Enviado, 19:48 PM.
ㅡMe voy cinco días. Tal vez menos ㅡEddward rodó los ojosㅡ. Ya, déjame...
Eddy estaba, literalmente, arrastrándose en el suelo, sujetándole la pierna. Cómo un bebé. Un bebé berrinchudo.
ㅡNo quiero que te vayas con él ㅡlloriqueóㅡ. ¿Qué va a ser de mí si te vas?, ¿quién me dará comida?
ㅡYa te dije, Rolf vendrá a cuidar de ti, mientras yo no estoy.
ㅡ¡No soy un niño pequeño, no necesito que me vengan a cuidar!
Eddward bajó la vista a sus piernas, mirando a su mejor amigo,. Levantó una ceja; ㅡAh, ¿no lo eres?
Con un suspiro resignado, se puso de pie y limpió la tierra invisible de su ropa; ㅡEs el trabajo de Kevin, ¿por qué vas con él? No es cómo... si fueras a trabajar con él, ¿o sí?
ㅡ¿A qué te refieres?
ㅡ¿Tienes empleo en ése edificio?
Doble D bufó; ㅡNo, y ya déjame en paz ㅡtomó una camisa y la colgó de la puertaㅡ. Tengo que prepararme para salir mañana.
ㅡMañana... ¿¡te vas mañana!?
ㅡ¡Ves que no me escuchas cuando te hablo!
La tarde continuó llena de listas sobre qué cosas llevar y qué no, comida que pudiese subirse al avión y salidas pequeñas a tiendas cercanas con los niños. Nathan intentó todo lo posible para que el vuelo se atrasara, incluso estaba dispuesto a dar sus manos o dinero, pero los únicos pasajes que había disponibles dentro de la semana, eran para el día de mañana.
El próximo vuelo era casi un mes más tarde. No había tiempo.
Por la noche; May, Ed y los niños cenaron con Kevin. A éso de las diez de la noche, Kevin y los niños fueron a la casa de Doble D. Eddy se había ido a la casa de Rolf por unos... asuntos.
Vieron una película en el sofá-cama del living, para cuando Eddy volvió (medio ebrio y a las dos de la mañana), Doble D lo acompañó a su habitación y volvió para ver a Kevin junto a los niños, durmiendo.
Tomó una manta y cubrió los tres cuerpos. Se recostó a un lado de Sarah, jugando con su celular. Al poco tiempo, la pequeña niña abrió sus ojitos y lloriqueó un poco por atención. Edd la tomó entre sus brazos, sentándola sobre su regazo y le tarareó una canción, hasta que la pequeña cerró los ojos con su pulgar entre los labios. Nunca entendería las pesadillas de los niños pequeños, pero deseaba que no fueran tan horribles cómo las de los adultos.
Tomó la manta e intentó cubrir su cuerpecito con ella, sin despertarla en el proceso. Aún medio sentado en la cama, sintió una pequeña mano aferrársele al cinturón; Jimmy dormía pegado a sus piernas. Un suspiro escapó de sus labios. Levantando la vista, se encontró con la mirada risueña del pelirrojo.
ㅡ¿Todavía despierto?
Kevin rió bajito; ㅡMe desperté cuando Sarah lloró... cuando abrí los ojos, tú la sostenías.
ㅡBueno... no voy a dejarla llorando ahí ㅡambos rieron.
ㅡMis sobrinos te aman más a tí que a mí ㅡmurmuró, levantándose un poco para cubrir a Doble D y a Sarah.
ㅡNo digas eso, no es verdad.
ㅡ¿Hablas enserio? Porque, entre nosotros dos, creo que ellos te extrañarán más que a mí.
ㅡOye, ¿por qué ese miedo a que no van a extrañarte? Eres su tío, estos niños siempre han hablado maravillas de tí, de las aventuras que viviste y de lo mucho que tú los quieres, ¿por qué, ahora, dices que no te quieren? ㅡlevantó su mano libre, cubriendo el cuerpecito de Jimmy con la manta.
Kevin hizo un ruidito cómo si estuviera pensando su respuesta. La respuesta jamás llegó, y Eddward decidió no molestarlo con ello más tiempo. Le asustaba, de cierta forma, que Kevin se sintiera excluído por su propia familia... tal vez podría preguntarle por qué se ha sentido así en la Gran Ciudad.
Kevin, en cambio, se sentía muy extraño. Sí, adoraba cuando sus sobrinos lo adoraban y decían cosas increíbles de él; pero después de conocer a Eddward y ver que todas las cosillas que habían dicho sus sobrinos eran reales, se sintió un poco "menos increíble".
Los niños ahora adoraban a Doble D, y él también.
Los niños ahora querían estar con ambos, no sólo con él.
Los niños, que yacían dormidos en el medio de su cuerpo y el de Eddward, ansiaban una salida con ambos "tíos", ya que salir con ambos era divertido.
No, Kevin no quería que Eddward se fuera. Tampoco quería que se separara de los niños porque "él había sido su favorito primero".
Lo que Kevin quería, era que esos niños fueran felices. Muy felices.
Lo que Kevin quería, era estar con ellos... y con Eddward.
Pero, de alguna forma u otra, aquella petición le resultaba extraña e imposible de realizar, sentía que podría perder todo.
Y siempre le había asustado perder.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro