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𝘈 𝘊𝘢𝘮𝘣𝘪𝘰 𝘋𝘦 𝘛𝘶 𝘚𝘰𝘯𝘳𝘪𝘴𝘢

Yoongi miro a ambos lados para asegurarse de que era él a quien llamaban, sin otra respuesta que esa, dejó su trabajo y camino hacía la oficina del gerente con la mirada de todos sus compañeros puesta en él.

―¿Para qué me llamaron? ―indagó nervioso.

Por dentro presentía de que se trataba, pero preferia que fuese otra cosa.

―El periodo de prueba está terminando para todos, y lamentablemente ya tenemos a alguien fijo para tu puesto ―comentó su jefe sin rodeos.

―¿Porqué? Pensé que lo estaba haciendo bien, prácticamente no cometí errores ―se defendió.

―No das la talla para el trabajo, es todo―contestó el hombre sin querer entrar en detalles. ―Ve a recursos humanos y solicita tu liquidación Min.

Yoongi no dijo nada, no tenía caso. Se retiro para ordenar sus cosas y bajar al primer piso.

―Te dije que no irías tan lejos ―comentó una voz femenina cerca de él.

Al levantar la mirada se dio cuenta que DaYoung, su ex novia, lo miraba burlesca.

―¿Cuántos favores le hiciste al jefe? ―pregunto imaginando de que forma ganó el puesto.

―Los necesarios para quitarte de mi camino cariño ―sonrió triunfal.

―Vaya, ¿sabias que primero me invito a salir a mi? Podría haberte ganado de mano, pero el señor Choi no es mi tipo ―trato de contener la risa, ―Me gusta ganarme el sustento trabajando, total, no vivo en sequía sexual como otras.

Río antes de retirarse a buscar su último cobro de ese lugar. La cara rabiosa de su ex lo consolaba un poco, pero eso no cambiaba que ahora no tenia empleo y no quería oír la voz de su madre reprochando.

Como carta bajo la manga, saco el teléfono y decidió llamar a su tía mientras salía del edificio con el sobre en su maletín.

―Hola tía querida, la más linda de todo Busan, bueno, de todo Corea ¿Cómo estás? ―hablo divertido.

La mujer se río de su sobrino y contestó.

―¿Qué necesita mi querido sobrino?

―Un trabajo, antes de que mamá sepa que me despieron, aunque va a burlarse de todos modos. ―suspiró resignado.

―Bueno, no tenias que sobornarme para eso, una clienta mía tiene una cafetería ahí donde estas viviendo, ve y dile que vas de mi parte ―le recomendó.

―De acuerdo, muchas gracias, te debo una ―trato de sonar entusiasmado.

Tras cortar la llamada, chequeo los mensajes, tenía una docena de su madre, no iba abrirlos para leer que era un completo fracaso, no hoy.

Camino por un parque muy lindo y bien cuidado, un poco cansado decidió sentarse en la primer banca que encontró. Veía pasar a la gente y como sus vidas continuaban mientras la suya parecía puesta en pausa.

Divagando en sus muchos pensamientos, no se dio cuenta de que un chico se le puso en frente. Lo miro y bajo la vista al cartel que traía en sus manos, donde sobresalía la frase "Abrazos Gratis".

"No me viene tan mal" Pensó cuando el chico lo tomó del brazo e hizo que se levantara para después abrazarlo.

Yoongi se sintió bastante bien con ello, respiro profundo, aspirando el aroma del chico, muy suave y ameno, como un sutil aroma a avena y miel.

Tras separarse, se miraron unos segundos.

―Gracias ―contestó Yoongi.

―No hay de que ―menciono por fin el chico de los abrazos.

Unos minutos después, ya se encontraba solo otra vez. Observó de reojo al chico que se quedó en una esquina del parque mostrando su cartel. Se levantó y volvió a su camino rumbo a la cafetería.

Un día después, Yoongi daba inicio a su primer día de trabajo en la cafetería. Este era un lugar pequeño, pero a su manera muy bien arreglado y cálido.

Min se presentó ante sus compañeros de trabajo y saludo a su nueva jefa, JiHan que era la supervisora de todos los meseros, le entrego su uniforme y le indico donde podía cambiarse. El de piel clara ya estaba preparado, como se le indicó el día anterior, traía una camisa celeste suave, y pantalones negros de vestir. El color tan claro de su prenda superior contrastaba con los tonos celestes y marrones opacos del delantal.

Acomodo dicha prenda en su cintura y tomo el bolígrafo con su anotador que traía colores similares.

Listo para comenzar, se apoyo en el mostrador, hechando una mirada a las mesas. Cada mozo atendía una, y él esperaba su primer mesa.

Tal como si alguien hubiese respondido a sus plegarias, un chico entró al negocio. Llevaba una cámara colgando de su cuello con una correa un tanto gruesa, un suéter color arena, pantalones marrones, zapatos negros sin talón, y una boina color beige para completar.

Yoongi espero a que tomara asiento, lo vio acomodar su bolso de la marca "Boston Bag" en la silla a su lado y atendió a su llamado cuando esté levanto la mano.

―Buenas tardes ― .hizo una muesca cortez y desplegó el menú sobre la mesa.

―Buenas tardes ―replicó ojeando la carta.

―Llámeme si necesita algo ―aviso antes de dar la vuelta para irse.

Yoongi estaba tan nervioso que ni siquiera intento verle el rostro. En cambio, el chico de tez canela pareció haber descubierto algo interesante.

―¿Mi abrazo gratis te trajo suerte? ―preguntó inocentemente.

Yoongi volteo a verlo, reconociendo de quien se trataba, quería decirle que tenia una tía que le facilito el trabajo un rato antes del abrazo, pero su rostro inocente y expectante hizo flaquear su intención, no deseaba quitarle la ilusión de haber hecho algo bueno.

―Si, justo me habían despedido de mi trabajo anterior y estaba buscando uno nuevo ―hizo un intento de sonrisa.

―Me alegro, soy tu primer cliente entonces ―una hermosa sonrisa simétrica asomo en sus labios.

―Lo eres, ¿Ya decidiste que vas a comer? ―preguntó Min.

El muchacho asintió y comenzó a señalar algunas cosas del menú, té de cítricos, tostadas, sándwich y jugo.

―¿Porqué no sonríes? ―le pregunto antes de que se fuera.

―No tengo ánimos ¿Esta bien?

Fue todo lo que dijo y se marchó para traer el pedido.

Un rato más tarde, el mesero castaño trajo la bandeja con todo lo indicado y ordenó la mesa frente al comenzal. Su cliente tenía la cámara entre las manos, Yoongi se dio cuenta que mientras servía las cosas le estaba tomando fotos.

―¿Qué haces? ―lo miró de reojo.

―Pensé que te haría reír, además, eres un muy buen modelo ¿Sabías? ―contestó poniendo atención a sus movimientos.

―¿Tu crees? ―sus labios se estiraron en una línea sin una expresión exacta.

―Si, eres muy fotogenico ―opinó.

Yoongi terminó su labor y agradeció el cumplido para luego volver al mostrador.

El día se fue de esa manera y la tarde llegó, acabando con ella el primer turno del castaño. Este organizo sus cosas y se retiro. Cargando la mochila negra en el hombro.

Le sonó el teléfono mientras caminaba, atendió y unos segundos después  deseo no haberlo hecho.

―No nací para tener un hijo fracasado Yoongi, es la tercera vez que te despiden ―bufo su madre.

―Conseguí un empleo apenas me echaron ¿No te alcanza con eso? ―respondió molesto.

―Te di la mejor educación para que seas un exitoso profesional, ¡no un pobre mesero! ―exclamó enojada.

―Estudio y trabajo de lo que venga ¿Qué más quieres de mi? El dinero no cae de los árboles ni te lo dan de la noche a la mañana, entiende mamá ―dijo deseando acabar pronto la conversación.

―Te hacen falta dos cosas en esta vida Yoongi ; un golpe de suerte o tener una vocación realista ―el pálido respiro hondo al escucharla y dejo que continuará hablando. ―Ni pienses en venir a casa, le deje tus cosas a Hoseok, recogelas en su departamento y busca donde quedarte.

Fueron sus últimas palabras antes de cortar la llamada. Genial, ahora ni siquiera tenía una casa.

Yoongi se sentía frustrado, con muchas ganas de llorar que estallarian en cualquier momento. Siempre ponía su máximo empeño en cada oportunidad que se le presentaba, no era su culpa que al final no saliera bien, quizás estaba maldito y no se había dado cuenta, ya no sabía como explicar un traspié tras otro.

Se sentó en la banca del parque con la mirada perdida y acuosa, trato de poner la mente en blanco, pero eso no evito la lluvia en sus ojos.

Unos fuertes brazos envolvieron su cuerpo de un momento a otro. Yoongi se sobresaltó y trato de mirar al dueño de esos músculos.

―Tranquilo, no deberías estar llorando, te saldrán arrugas en tu lindo rostro ―.comentó el moreno sentándose junto al más bajo en la banca.

―¿A-Aun das abrazos g-gratis? ―consultó tratando de calmarse.

―Por supuesto ―acepto y abrió sus brazos de inmediato.

No se esperó que Yoongi correspondiera con tanta necesidad, y no dudo en contenerlo entre sus brazos.

Unos minutos después saco un pañuelo suave de su bolso y se lo ofreció al bajito.

―Gracias ―le contesto apenas.

―¿Puedo saber que te tiene así? ―se ánimo a preguntar.

―La vida, es frustrante ver que estas creciendo y no haz llegado ni a la mitad de lo que soñabas ―habló más calmado.

―Entiendo, es complicado no tener las mismas posibilidades que los demás ―reflexiono el más alto.

Yoongi le contó las cosas que estaban sucediendole, sin omitir detalle alguno, necesitaba desahogarse.

―Todavía no se tu nombre, y eso que este es nuestro tercer encuentro ―reprocho tímidamente.

―Tampoco se él tuyo, aun así, encantado de conocerte, soy Kim Taehyung ―se presentó extendiendo su mano hacia él.

―Igualmente, soy Min Yoongi ―Le estrecho la mano.

una bonita corriente te eléctrica los hizo sonrojarse a los dos.

―Yo...Necesito un modelo, me gustaría tomarte algunas fotografías para mi portafolio ―pidió de repente.

―¿A mi? ¿A caso eres fotógrafo o algo así? ―indagó en algo que le pareció obvio.

―Ese es mi trabajo, la gente me contrata para capturar sus mejores recuerdos, o para tener una linda foto para el carnet ―río ―Doy mis servicios porque me gusta capturar recuerdos.

"Es muy noble" Pensó el de ojos felinos antes de hablar.

―Mira, lo justo sería que yo pague por las fotos, se que eres profesional y en este momento no tengo dinero ¿Cómo podría pagarte?

Yoongi no tenia de donde sacar más dinero, apenas tenia su indemnización que habría de gastar para ver donde pasar la noche.

―Lo hare a cambio de tu sonrisa, quiero verte sonreír sinceramente ¿Sería eso posible? ―lo observó.

―Primero hay que ver si logras hacerme sonreír ―río con pocas ganas.

―Creo que me irá bien, primero déjame tomarte unas fotos en la banca, el atardecer esta divino para esto. 

Con emoción busco el ángulo, se agacho de rodillas y saco foto tras foto. Habían sido al menos unas seis fotografías.

Unos minutos más tarde Taehyung y Yoongi se encontraban caminando en dirección a la primer parada de bus que encontrarán.

―¿Tienes alguna idea de donde vas a quedarte? ―preguntó un tanto preocupado.

Yoongi negó, a lo mucho buscaría algún hospedaje de pago, o tendría que convencer a Hoseok con algún soborno para invadir su espacio por una noche. La idea de parar de prestado no le encantaba para nada.

―El dueño del edificio donde vivo es mi amigo, el está alquilando un departamento frente a mi puerta, podríamos pedirle la llave, pero tendrías que dormir en mi casa hasta que lo acomodemos para ti ―ofreció captando la total atención de Min.

―¿No estás siendo muy confiado? Imagina que metes a un asesino serial en tu casa ―le dijo al borde de la risa.

―Vamos, el gatito que encontré maullando en el parque no podría matarme ¿O si?

Yoongi se sorprendió al notar que con esa descripción se refería a él.

―nunca lo he intentado, aunque me da curiosidad ―bromeo.

Tae río por su broma y corrió hacia el borde de la acera para detener al bus que iba llegando.

Min se tuvo que instalar con Kim, pero no imagino que su departamento fuese tan lujoso, o bueno era mucho más grande que la casa de su madre.

―¡Woah! ¿Este es tu departamento? Parece un palacio ―Abrió su boca asombrado.

―Digamos que mis padres tienen algo de dinero, así que me regalaron este apartamento por mi cumpleaños, pero la renta no es tan cara, lo juro ―levantó sus manos como si lo hubiesen inculpado de un crimen.

―Eso espero ―comento recorriendo el ambiente con la mirada.

Al anochecer comieron juntos, luego Taehyung le entrego almohadas y cobertores para crear una mullida cama en el sillón. En parte se sentía como si hubiera adoptado un gato de la calle, sabía que Yoongi era humano, pero le recordaba mucho a ese animal.

Al día siguiente, apenas se levantaron Taehyung comenzó a explicarle todos los detalles de la sesión de fotos.

Irían a desayunar afuera, para aprovechar y empezar temprano, después de algunas fotos Yoongi se iría al trabajo con normalidad.

―Te vez bien con tu café, posa para la foto ―pidió alistando su cámara.

Yoongi accedió y dio su mejor pose, casi sin esfuerzo alguno.

―Fantástico, cuando terminemos iremos al parque ―dijo revisando las fotos recién capturadas.

Tal como se lo había mencionado, terminaron quedándose en el parque hasta las nueve con cuarenta y cinco.

―Tengo que irme al trabajo ―comento el castaño un poco ansioso.

Tae asintió y dejo su cámara a un lado.

― Primero mi paga por favor ―dijo sonriendo.

Por primera vez, Yoongi comenzó a reírse mostrando todos los dientes y las rosadas encías que adornaban su magnífica sonrisa. Misma que permaneció en su rostro después de calmar la risa.

―¿Feliz? Me haz hecho sonreír, me siento muy contento ―admitió levemente sonrojado.

―No sabes lo hermoso que te ves sonriendo, tengo que capturar esto.

Pronto el sonido de la cámara inundaba el ambiente de nuevo. Le tomo tantas imágenes como pudo. Caminando, esperando el bus, sentado en el bus. Incluso mientras entraba a la cafetería.

―Ahora si, te dejo en paz ―Ambos rieron ―Mi estudio esta cerca, vendré a buscarte cuando termines para ir al apartamento.

Yoongi asintió aún sonriente.

―Nos vemos más tarde ladrón de sonrisas ―le guiño el ojo y entró a su trabajo.

En la tarde, su turno acabó un poco antes de lo esperado, así que decidió darle una sorpresa a su adorable ladrón. Preguntó en un puesto de diarios si sabían dónde quedaba el estudio de fotografías, le dijeron que habían dos en la zona, con las indicaciones se guió hasta el primero de ellos ¡Bingo!, era el estudio, que llevaba Scenery por nombre.

Abrió la puerta despacio, oyendo zonar la campana que colgaba en la puerta.

―Un momento, enseguida voy ―se escucho la voz gruesa de Taehyung venir desde alguna parte del lugar.

Pronto Kim apareció y no pudo evitar sonreír en grande ante la sorpresa.

―Bienvenido, ¿Terminaste antes? ―lo saludo con una pequeña reverencia.

―Si, quería sorprenderte, todo esto es muy lindo ―dijo anonadado con la belleza del estudio.

―Gracias, verás...hay algo que me gustaría contarte ―dijo nervioso.

―Te escucho entonces ―contestó ansioso.

―Mejor sígueme.

Sin decir nada, siguió los pasos de Taehyung, hasta llegar a una habitación apenas iluminada, con fotos colgando el hilos delgados.

―Cuidado, ven al centro ―. Le extendió su mano.

Yoongi se sostuvo de él y camino al centro, sin despejar los ojos de cada pequeña cosa que veía.

―Digamos que me te mentí un poquito― jugo con sus dedos.

―¿Eres acosador? ―preguntó haciendo reír fuerte al más alto.

―¡No! ¿Como crees? ―lo miró, ―Es solo que llevo tiempo queriendo inscribirme en un concurso muy importante de fotografía, pero no tenía la inspiración indicada para tomar fotos, ― admitió. ―El primer dia que nos vimos en el parque, estuve intentando fotografiar lo que veía, pero como nada me llamaba la atención hice ese cartel de abrazos gratis, así que te vi y me encantaste ―rasco su nuca con una sonrisa boba en el rostro.

―¿Porqué no me lo dijiste antes? ― Min arqueo una ceja.

―Pensaba que te negarias o dirías que estaba loco ―río.

―De hecho lo estás ―se unió a su risa.

―Bueno, el punto es que cuando te vi llorando pensé que la sesión de fotos sería una linda idea para levantarte el ánimo, y yo tendría al modelo que había estado buscando.

―¿Entonces? ¿Te inscribiste?

Taehyung negó a modo de respuesta.

―Quedan cuatro horas para que cierre la inscripción, quería contártelo antes, solo mírate ―le señaló las fotos donde aparecía sonriendo y otras de cuando desayunaba. ―Eres tan hermoso y genuino, si gano, tu belleza será exhibida en las mejores galerías del mundo.

Tomo a Yoongi por los hombros e hizo que lo viera a los ojos.

―¿Quieres hacerlo conmigo? Como mi modelo, ganarás la mitad de lo que yo gane, lo prometo.

―Hazlo, inscribite, no quiero que desperdicies tu talento.

Frente a aquellas palabras Taehyung lo abrazo efusivo, levantando a Min del suelo.

―Cuanta emoción ―río tratando de volver al piso.

―Lo siento ―se disculpó sonrojado.

Meses más tarde, el vínculo de Taehyung y Yoongi era más fuerte que antes, solo les quedaba aguardar el resultado del concurso para que su felicidad esté completa.

―¡Llegó el sobre! ―dijo Tae emocionado hacia el teléfono.

―Vamos a abrirlo juntos, veamonos en el parque después del trabajo ―sugirió Yoongi igual de ansioso.

―De acuerdo, allí te veo, besos ―dijo antes de cortar la llamada.

A la hora de salida habitual, se encontraron en el parque, ese donde todo comenzó.

―Veamos.

Yoongi fue quien tomó el sobre, lo abrió y quito el papel que contenía los resultados.

―¿Qué dice? ―preguntó Taehyung cubriendo sus ojos con las manos.

―¡Dice que ganaste el primer lugar! ¡Lo hiciste! ―grito con la emoción a flor de piel.

―¡Lo hicimos! ―El más alto abrazo su cintura y se encontró abrazando al pálido.

Se miraron a los ojos unos instantes, diciéndolo todo sin palabras. Segundos después, Tae acaricio la mejilla del pálido, y sus labios se encontraron, felices, suaves y tibios, llenos de gratitud y cariño infinitos.

―Se que no era la forma, pero, Min Yoongi, el chico de la más bella sonrisa que jamás he visto ¿Quieres ser mi novio? ―pregunto armado de valor.

―¡Sí! Si me gustaría mucho, ―Un lindo color rosa salmón se apoderó de sus mejillas. ―Alegras todos mis días desde que te conocí, gracias por haberme elegido como tu modelo.

Y así, entre palabras cariñosas y besos sellaron el amor que sentían.

Poco tiempo después, "El ángel que sonríe" como Taehyung bautizo su colección de fotos, debutó en exhibiciones de todas partes. Tuvieron también una página en redes sociales dedicada a robar sonrisas, porque en medio una vida tan difícil y llena de adversidades por enfrentar, todos merecemos sonreír.

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Hola! Les traigo por fin el shot que prometí en el tablero jsjsjs espero que les guste.

Un poco bastante fluff, hace rato que no hacía algo completamente dulce. Cuéntenme ¿Qué les pareció esta historia?

Lxs amo♡♡

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