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dolor

dedicado a:
Larriata , PeNe-LoPe69 , horanb28, hazzymimami, zaynftsgf  ,_mysunflowerlarry22 ,ferlovesHandL ,wxllsvna28

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𝗱 𝗼 𝗹 𝗼 𝗿

「 𝖽𝗈𝗇𝖽𝖾 𝗁𝖺𝗋𝗋𝗒 𝖼𝗈𝗇𝗈𝖼𝖾 𝗎𝗇 𝖽𝗂𝖿𝖾𝗋𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗍𝗂𝗉𝗈 𝖽𝖾 𝖽𝗈𝗅𝗈𝗋 」

˚ · • . ° . H

Cuando Harry despierta no puede moverse, se siente pegajoso y sabe que es algo más que el sudor propio de la noche; pero hay un fuerte olor a menta y tinta envolviéndolo de manera que su omega solo puede revolcarse en regocijo. Y Harry, aun adormilado, busca en el fondo de el alguna información de su omega que permanece extrañamente callado por primera vez en meses. 

Siente a Louis apresarlo en un extraño abrazo que convierte a Harry en la cuchara pequeña, sus piernas se enredan como si de una espiral se tratase y siente todo el peso de Louis apresarlo por detrás. El cálido aliento en cada respiración golpeando contra su nuca. Harry sonríe cuando se da cuenta que incluso ha tomado una de las manos de Louis entre las suyas, durmiendo con los dedos entrelazados.

El podría acostumbrarse a dormir así. En realidad, teme que ya lo esté haciendo. Pero se permite quedar en esa fracción de segundo dónde no existe nada más que el regocijo.

Siente a Louis moverse un poco y con ese movimiento su evidente erección mañanera golpeando entre su piel. Oh, dios.

Todo el sueño desaparece de cada tramo de su mente y en su lugar los recuerdos de la noche anterior lo atiborran en ráfagas.

Quédate, ¿si?

Quédate, ¿si?

Quédate, ¿si?

Su mente lo repite como un bucle. Siente el calor subir a su rostro con rapidez y de un momento a otro se vuelve hiperconciente de que, en realidad, está lleno del semen de Louis. Louis lo marco con su olor. Lo marco de la forma más primitiva... Y mierda, mierda. Ellos se frotaron juntos como un par de adolescentes.

¿Es... Significo algo? ¿O solo son dos padres solteros que necesitaban sacar su frustración sexual? Joder. Harry lo arruinó. Lo arruinó por completo porque ahora ¿cómo se supone que vea a la cara a este alfa?

— Mhmm — escucha a Louis murmurar contra su piel. — Tu corazón late muy rápido Hazz, ¿estás bien?

— Si, vuelve a dormir, alfa.

Alfa. Dios. ¿Cuánto tiempo ha estado llamandolo así? ¿Puede, siquiera, hacerlo?

— No. — Louis se levanta, apenas un poco y Harry resiente el frío que su lejanía deja. —  ¿Que sucede, hay algo más?. — Entonces Louis le da la vuelta para verse de frente y se recuesta de nuevo, comenzando a acariciar su rostro en un intento de calmarlo.

Funciona.

Pero el Omega debe cerrar los ojos porque tener el rostro de Louis tan cerca lo hace querer besarlo, así que disfruta como el alfa lo abraza y pasa sus dedos entre sus rizos despeinados.

— Habla conmigo, Omega. — pide con una mirada que Harry no puede resistir. Así que toma una gran respiración antes de hablar.

— Me marcaste con tu semen. — las mejillas de Louis se pintan de rojo en cuanto lo suelta. — Estoy, de hecho, lleno de el bajo mi camisa. Y lo que hicimos, dios. Se que lo pedí pero ahora mismo solo estoy asustado de que haya arruinado algo aquí.

El tacto de Louis se tensa por una fracción de su segundo y sus caricias se detienen, ese microgesto logra que Harry se asusté por un segundo y su corazón se dispare en taquicardia de nuevo. Pero Louis no se aleja y Harry se aferra a ese hecho.

— Yo... — Harry casi desea que el alfa evada su mirada, porque de hacerlo no tendría que descifrar el cambio en ella ni pensar en porque luce en algo tan parecido a la desilusión. — ¿Arruinó algo para ti? — pregunta finalmente.

— ¡No! — responde rápidamente acompañado a Louis en el color carmín sobre el rostro. — Yo solo estoy un poco asustado de pensar en la forma que puede cambiar nuestra relación. Yo no, uh, no quiero que me veas diferente.... Cómo, dios, te pedí que te frotaras conmigo. Lo siento.

— ¿Lo sientes? ¿Cómo... Lo siento no quería hacerlo? Yo, uhm, ¿me excedi en algo?

— ¡No!

Y ambos se miran en lo que deben ser los segundos más incómodos de la historia. Demasiado tensos en consideración de las circunstancias actuales y del hecho de que, en realidad, sus piernas siguen enredadas juntas acariciándose mutuamente para mantener el frío lejos de los pies.

— Empecemos está conversación de nuevo. ¿está bien? — Louis hace una pausa. — ¿Te arrepientes de lo que pasó anoche entre nosotros?

— No.

— ¿Y lo querías?

— Si.

— Está bien, porque yo lo quería también. Así que, amor, ¿que es lo que está mal? — y Louis lo acaricia de nuevo, pasando uno de sus dedos entre un rizo en particular, jugando a armar un tirabuzón y soltarlo otra vez.

— Solo estoy un poco consumido por la incertidumbre. — confiesa finalmente. — ¿Fue como... frustración sexual acumulada y estamos coparentando y entendemos las dificultades que vienen con eso, y tal vez solo somos quienes estaban ahí en ese momento? ¿Fue así?

Puede ver a Louis parpadear un par de veces, como si intentará entender la forma en la que Harry artículo su pregunta. O quizá, como si buscará la forma amable de decirle que no ha significado nada. Solo pensar en eso le hace sentir ganas de vomitar.

— No. — responde. — ¿Fue esa tu impresión? Es decir. ¿Te hice sentir de esa manera, como si te estuviera usando? Porque Harry, para mí, no estuvo ni cerca de ser algo por frustración ni algo situacional. Te quería, y aún lo hago, a ti omega bonito. Solo a ti.

¿Me quiere a mi?

Una presión que no se había dado cuenta que contenía se libera de su torax. E incluso suspira solo para acercarse más a Louis.

— Mierda eso ha sido tan incómodo. — Harry se rie, solo para después buscar esconderse por sobre la clavícula de Louis. — Pero estoy tan aliviado. ¿Estamos bien, alfa?

— Estamos bien, Omega. Lo sano se construye de conversaciones incómodas y no quiero ser algo más que eso para ti. Algo sano. — entonces Harry deja un besito sobre el hombro de Louis antes de sentir como el alfa deja su cuerpo caer sobre la cama, llevándose al ojiverde con el.

Ahora reposa con la espalda sobre el suave colchón y Harry ha quedado encima de el, debe reacomodarse un poco para usarlo como almohada y apoyar la barbilla en su pecho. — Mierda, te llene con mi semen, ¿no es así? — Ve a Louis cubrir su rostro con ambas manos, el Omega suelta una risita. — ¿Eso estuvo mal? Porque no se de dónde salio. Nunca había hecho eso antes.

Harry muerde sus labios dejándolos más rojos de lo que ya son. Nunca había hecho eso antes, piensa.

— Es algo muy alfa por hacer. Y para ser honestos, creo que mi omega está un poco drogado. Fue bueno.

— ¿Muy alfa? — pregunta divertido. Lo mira por encima al alzar una ceja.

— Me marcaste. — explica. — Es más fuerte que la glándula de olor. Es como marcar territorio.

— ¿La que? — pregunta con sus ojos bien abiertos.

— ¿Te das cuenta que los alfas y los omegas tienen olor, no es así? Viene de aquí — Harry se acerca hasta su cuello, justo entre su hombro por encima de su clavícula y frota su nariz en ella obteniendo más de el, como si no pudiese alguna vez tener suficiente. — Hueles a menta, tinta y canela. Es un olor fuerte, un olor a alfa. Cuando llegó tu rutina la canela picaba demasiado, como cuando inhalas el polvo. Pero cuando estás con nuestras hijas es más como el olor cuando haces una infusión. Es cálido y solo quieres ser envuelto por el. Cuando estás triste predomina la menta como si intentaras alejar a la gente, y cuando trabajas hueles como un viejo lugar de imprenta.

Y aún metido en su cuello. Harry comienza a sentir como Louis lo sujeta con más firmeza. Hasta que siente su aliento chocar justo sobre su glándula. Inhalando fuerte.

— Solo puedo olerme a mi. — susurra contra su piel. Sus labios rozan su piel trayendo consigo la intrusiva idea de lo que sería que Louis mordiera en ese mismo lugar, lo que se sentiría tener una marca de su alfa.

Lo que sería pertenecer a alguien y que ese alguien te pertenezca también. No como posesión, más como un lugar seguro por estar. Un hogar.

— ¿A qué hueles tu?

— Yo no tengo olor. Fui un omega tardío, ¿recuerdas? Cuando empecé a oler solo olía a Adora, que estaba dentro de mi. Y en cuanto nació comencé con supresores.

— ¿Y a qué olías? ¿Cuando estabas encinta?

— Louis Tomlinson, ¿No has olido a tu propia cachorra?

— Tengo que admitirlo, bebé. Todo esto es nuevo para mí. Me estás haciendo descubrir una parte de mi que tenía enterrada y no sabía que necesitaba. Lo incompleto que estaba sumido en una vida que ya no quería.

Harry sonríe contra el cuello de Louis y espera que esté no pueda sentirlo. — Ella huele a hierbabuena.

— ¿Y Darcy?

— A avellanas. — escucha a Louis reir.

— Ahora tendré mi nariz pegada a esas pequeñas niñas todo el día. ¿Has sabido cómo me siento todo este tiempo por mi olor?

— Un poco, si. — Miente. No quiere decirle que su omega lo ha sabido desde el momento en que subió a ese elevador. — Pero no es perceptible para la mayoría de la gente. Solo uh, aquellas, que bueno... Pasan mucho tiempo juntos.

— ¿Hay algo más que debería de saber?

— Puedes... Puedes desplegar tus caninos. Y algunas veces algunas personas pueden sacar garras de sus uñas. Son defensas que tenemos pero usan para morder. Estoy seguro de que te has dado cuenta de eso antes.

— Es la marca, ¿no es así? Me había olvidado de eso.

— Oh, ¿tu nunca...?

— No.

— Oh. — Harry sonríe. Tal vez, piensa, tal vez esto es algo que podría obtener de él, solo para el. Algún día. — Debería bañarme. No puedo darle de comer a las niñas así.

— Si ambos deberíamos de hacerlo. Entra, cambiaré las sábanas en lo que sales.

Y es lo que dicen, pero ellos se quedan en cama, abrazados por lo que sienten minutos eternos antes de siquiera ser capaz de separarse. Y aún cuando lo hacen, Harry se baña con una sonrisa el rostro delineando con sus dedos la ensoñación de lo que la noche dejo.

Es algunos minutos después cuando la habitación está limpia y ellos también, que Louis atrapa a Harry entre sus brazos de nuevo. — Aún hueles a mi. — revela con una sonrisa que llega hasta sus ojos. — Hueles tanto a mi.

— Alfa, olere a ti por días enteros. Más si sigues abrazandome tan fuerte.

— ¿Pero como no hacerlo si eres tan precioso? — y en un intento de probar su punto lo apretuja más fuerte contra si. Por un momento Harry desea ser capaz de fundir su piel con la de el y quedarse de esa manera hasta que su cuerpo decida ha sido suficiente.

Y la forma en la que Louis lo mira, con sus ojos llenos de arruguitas y brillando como su hubiese encontrado una nueva misión en la vida, le hace cosas extrañas a su pecho. Un tipo de abrumadora sensación que tiene problemas para entender y que pese a ello, no termina. — Oye, yo... hace mucho silencio, ¿no es así? No puede ser bueno.

Harry abre los ojos en una repentina preocupación y se estira para obtener el monitor, en cuanto lo observa sale corriendo a la habitación de sus hijas. — ¡Mierda!

Louis corre tras de el sintiendo el pánico emerger. Pero cuando lo alcanza encuentra a Harry con dos cachorritas sobre los hombros. — No han regresado.

— No me asustes así, Hazz. — dice Louis para acercarse y acariciar sus cabecitas peludas. Sus hijas comienzan a mover la cola en respuesta a tener cerca a su padre. — ¿Se van a quedar asi? ¿No puedes regresarlas tu como lo hiciste antes?

— Ellas no quieren, mira. — Y Harry lo intenta, en serio que si. Manda a su lobo aún adormilado a tirar de sus pelajes y morder sus colas en un intento de forzarlas a regresar pero nada sucede. — ¿Tal vez con comida?

— Tal vez con comida.

Entonces comparten una risa nerviosa antes de que Louis tome en brazos a Darcy y bajen con dos lobitas moviendo la cola con la lengua felizmente de fuera.

Ambos pronto descubren que intentar dar papilla a un lobo no es precisamente ergonómico.

Tienen la cocina hecha un desastre y sus lobitas parecen estar tan estresadas como ellos, con el pelaje crispo y mordidas que no rasgan la piel pero si lastiman.

La cabeza de Harry duele intentando repasar cada atisbo de conocimiento en buscar de una respuesta o una solución. Del que hacer después y nada se le ocurre. Sus bebés tienen hambre, puede sentir el agujero en sus pancitas desesperadas por no saber que hacer. Sus hijas tienen hambre y el no puede alimentarlas, eso es tortura pura para su omega. Dando vueltas en dolor sin saber que más hacer.

Incluso antes de esto, incluso antes de Louis. Harry habría pasado noches con hambre pero su hija no. Esa era la cosa que más orgullo le provocaba.

No mientras Harry estuviera ahí. Nunca.
Hasta ese momento.

— Pudimos con la alimentación complementaria, pudimos con sus dientes de leche, pudimos con la bipedestación. — Harry llora por un segundo. Todo le duele y su cabeza da vueltas, sientiendo la sangre bombear en una enfermiza sensación. — ¿Cómo no puedo con esto? Esto es mi culpa, que horrible mamá soy, joder. ¿Que pasa si no regresan? ¿Que pasa si por mi culpa se quedan así?

No importa cuántas respiraciones, que tan rápido o que tan cortas las de, la sensación de ahogarse prevalece y sostiene su cuello deseando poder detenerlo.

— Hey, hey — Louis debe ponerse de pie. Adora salta de sus piernas para comenzar a correr por la casa y tomar uno de los cojines como fuente de entretenimiento pero eso no parece importarle. Louis sostiene sus manos y lo guía para respirar hasta que sus pulmones parecen sincronizarse sin complicación, solo en ese momento habla de nuevo — No hables así de ti, amor. Eres excelente madre, ¿si? Ellas no podrían tener a nadie mejor. — Louis ofrece sus brazos y esta vez, más allá de algo instintivo perfuma a Harry para intentar tranquilizarlo. — Dijiste que sus lobos se desarrollan más rápido ¿no es así? Y que esto es sano para ellas. ¿Tal vez están así porque en este momento necesitan estarlo? Regresaran cuando estén listas y aquí estaremos para ellas. Estamos a salvo aquí, cielo. Pueden estar aquí así. ¿Cómo puedo ayudarte, Hazz? Dime qué quieres que haga y lo haré

— Es solo que ellas no han comido nada desde ayer. Rechazan todo lo que les dado y no puedo alimentarlas ¡y las estúpidas tetas me duelen porque no han comido en horas enteras! — Harry toma una pausa odiando como su pecho gotea y la desesperación que aqueja a cada célula de su ser. Se limpia las lágrimas que han caído de su rostro intentando recobrar la compostura pero enseguida otras más mojan sus mejillas  — No puedo alimentarlas. No puedo, ese es mi trabajo y yo no puedo... — llora con enojo, sigue apretando sus ojos pero parece no terminar — No puedo porque, porque... oh. ¿Louis-?

— ¿Si, amor?

— Voy a... Uh. Creo que necesito hacer algo que puede ser desagradable, así que, no tienes que quedarte para eso... Si no, uh, si no quieres.

— ¿Harry?

Pero el dolor y la desesperación de sentir a sus bebés irritadas es demasiado. Así que poco piensa en alternativas y comienza a desvestirse en medio de la cocina. Apenas está en ropa interior se transforma en lobo y sus hijas alzan las orejas interesadas.

Louis lo observa también.

El Omega camina para tomar a sus cachorras en el hocico y se mueve hasta la sala brincando en un solo impulso hasta el sofá. Huele y da varias vueltas hasta que decide su lugar para echarse. Y entonces, se tumba de lado. Solo para revelar sus tetillas hinchadas y sus lobeznas, felices de obtener finalmente lo que necesitan agitan la cola antes de prenderse del pecho de su madre y comenzar a comer.

— Hazz... — Louis se acerca hasta el. Acaricia en medio de sus orejas que permanecen bajas por la vergüenza. — Me quedó. Me quedo siempre.

Y besa su frente, justo en medio de sus ojos para recibir un lengüetazo por parte de Harry. Louis limpia las lágrimas residuales en su pelaje, justo por debajo de sus ojos — Eres la mejor mamá. — susurra con cariño. — Lo haces tan bien, amor. ¿Quieres un nido aquí? Acomodare el sillón para que esten cómodos y podemos quedarnos con ellas todo el día. ¿Eso ayudaría? — el Omega asiente antes de echar su cabeza y permitir que sus hijas coman de el por completo.

Harry admira el rápido y preciso trabajo de Louis. Amando la forma en la que la seguridad llega a él y el estrés se desvanece conforme es rodeado por la estructura de su nido improvisado. Y cuando termina debe aullar para que Louis comprenda que lo quiere y lo necesita junto a el.

Entonces Louis se desviste también transformandose en lobo sin dificultades solo para entrar y cubrir con su calor a su pequeña familia, rodeando con su pelaje y escondiendo bajo a el a su omega y a su par de cachorras.

Ellos se quedan en el nido el resto del día.

Es más tarde cuando el sol ha llegado a su punto más alto que Harry despierta de su larga siesta. Primero siente que las boquitas de sus hijas se han desprendido de el y ahora en lugar de las dos bellas bolitas de pelo ahora descansan sus bebés, sin ropa pero perfectamente arropadas por el calor de su madre.

— Hey Hazz. — el lobo blanco escucha llamar, un suave tacto recorriendo todo su pelaje. Harry agita su cola peligrosamente rápido ante los cariños que recibe — Funcionó. Ellas regresaron.

El omega asiente para regresar a su forma humana y Louis pronto lo cubre con una cálida cobija. Harry se envuelve en ella tallando uno de sus ojos en el proceso aún con los labios alzados por su sueño.

Louis también se encarga de vestir a sus hijas. Quienes parecen despiertas y con tanta energía como si no hubiesen hecho destrozos por toda la casa.

— Que alivio. — deja decir, busca el calor de Louis y envuelto en un taquito de cobijas con solo la cabeza de fuera busca apoyarse nuevamente en el alfa. — Lo siento por hace rato, no debí desbordarme así.

— Es una respuesta completamente normal ante el estrés cariño. ¿Y para ser honestos? Yo tampoco sabía que hacer, fuiste como la súper estrella de este problema bebé. — Harry sonríe y en ese momento que Louis lo toma de la barbilla para darle un dulce beso. Es tranquilo, lento y absolutamente todo lo que necesita en ese momento. — ¿Te sientes mejor, con la congestión mamaria?

— No tenemos que hablar de esto si no quieres.

— Oh, hieres mi orgullo bebé. Estoy aquí para todo. Todo lo que nuestra paternidad implica. E incluso si no puedo entenderlo porque es algo que no puedo vivir de primera mano, estoy aquí para apoyarte.

Harry se vuelve muy conciente de su corazón y como golpea. Lo escucha en sus oídos y siente el flujo llegar a cada una de sus extremidades en un cosquilleo. No puede ser real tener a Louis de esta forma, hablando con apodos tan bonitos sobre la familia que tienen.

En un nido que hizo para el.
En una casa que acomodo para su familia.

No se siente real porque sencillamente no es algo que le sucede a la gente como Harry. No puede ser real y saber que lo es lo hace querer llorar de la buena forma.

— Bueno. Bajo. Necesitaba a mis bebés, anoche se saltaron muchas tomas. Estoy bien ahora.

Louis besa su frente. — Gracias por compartirlo conmigo. ¿Tal vez comprar un extractor te ayudaría para momentos como estos? No me había percatado de que era algo que te dolía.

— No lo hace siempre. Pero aumente el flujo para alimentar a las dos y a veces me deja un poco desbalanceado. Un extractor sería bueno. Gracias, alfa.

— Hecho. ¿Entonces que me dices? ¿Quieres tu pijama y así podemos hacer de Santa?

— En realidad no quiero salir del nido.

— Eso está bien. Puede ser nuestra pequeña tradición familiar. Pasaremos navidad en el nido, en pijamas, comeremos y abriremos los regalos en el para pasar el resto del día viendo películas. ¿Suena bien?

— ¿Tradición familiar? — los ojos de Harry se llenan de lágrimas y es que Louis espera pasar el siguiente años con ellos, y todos lo que siguen también. Louis ve un futuro con ellos. — Oh, dios. Si alfa. Quiero eso.

Y tan pronto como lo pide lo cumple. Su nido se llena de cuatro personas con pijamas a juego, el pastel de cumpleaños de Louis y todos los regalos que han obtenido con las luces del árbol brillando y villancicos sonando con la calida chimenea al fondo.

Ellos sonríen sientiendo el pecho sumamente cálido al admirar como sus hijas viven toda una experiencia al intentar abrir el papel jugando con el y descubriendo la textura que los diferentes materiales traen para ellas. También aman la forma en la que descubren cada uno de sus regalos, como se envuelven en sus cobijas nuevas y pasan sus pequeños pies por ellas. La manera en la que comparten sus nuevas sonajas o los jueguetes de colores y sonidos llamativos con la otra.

Ambas sentadas, mostrando con sus pequeñas manitas sus nuevas adquisiciones a la otra. Intercambiando sin problema.

— Ellas son increíbles — Harry dice cuando siente lágrimas bajar de sus ojos. — Lo estamos haciendo bien, ¿verdad?

— Creo que si. Ellas son perfectas.

Y balbucean intentando contar a sus padres lo que han obtenido y enseñarles lo felices que están.

— Yo traje un regalo para ti también alfa. En realidad, dos. Uno de cumpleaños y uno de Navidad.

— Omega...

— Ah, ah. No acepto uno por respuesta. — se estira para obtener ambas cajas envueltas en el mismo papel navideño que han conseguido para sus hijas. — Vamos, te gustará.

— Eso lo se. No hay nada que venga de ti y no me guste, cariño.

Harry se queda en silencio admirando con emoción como Louis abre su regalo. Debe morder su lengua porque nunca ha sido bueno para guardar este tipo de secretos.

— ¡Son luces! — exclama sin poder contenerlo más. — Luces personalizadas. Yo recordé, lo que dijiste ese primer día sobre como solías pensar que las luces de navidad eran para ti. Estás lo son. Tienen algunos foquitos en forma de lobo. Yo pensaba que tal vez podríamos colgarlas en casa... Todo el año para que las veas siempre y no solo en tu cumpleaños.

Harry se obliga a no pensar en el lenguaje que ha usado y la conducta de anidar que está presentado. Casa. De ambos.

Cuando mira a Louis de nuevo el tiene lágrimas en sus ojos también y se lanza a Harry para unir sus labios en un beso más. — Gracias, es perfecto. — murmura como un mantra en la comisura de su boca para volver a besarlo.

— Espera. — un beso más. — Tengo otro regalo para ti. — Harry pone una mano en sj pecho para separarse y mostrarle el sobre que guarda también.

— Okay, ahora me siento curioso. — el mayor toma las hojas que Harry le ofrece, las saca con cuidado y lee con detenimiento lo que en ellas se dice. — ¿Harry?

Su corazón late con rapidez.

— Estás son hojas de adopción.

— Niall estudia derecho, ¿no te lo dije? — intenta explicar. — Darcy solo tiene mi nombre. Y Adora solo el tuyo. Pero las dos son mías y las dos son tuyas, ¿cierto? Pensé que... Tal vez, podríamos hacerlo oficial. Entiendo si quieres pensarlo y no pretendo forzarte a nada. Solo pensé... — Louis lo interrumpe de un momento a otro.

— ¿Tienes una pluma?

— ¿Hablas en serio?

— Ambas son tuyas y ambas son mias, bebé.  No podría ser de otra forma. Hay que firmar ¿Si?

— ¡Si!

Entre besos entre ellos y besos de baba que se suman al momento, ellos firman las hojas solo para resguardarlas con mucha seguridad pues en cuanto regresen de sus vacaciones y lleven el formato al notario tienen la certeza de que ambas de sus hijas son una Tomlinson Styles. Como lo han sido desde el inicio, tal vez incluso antes de su cambio.

Cómo siempre tuvo que ser.

— Yo tengo algo para ti también.

— Louis ya me das todo... — intenta decir.

— Esto es algo más. — Louis se pone de pie solo para regresar un simple y único sobre blanco. — Antes de que te esto quiero decir que no tiene nada que ver con la conversación que tuvimos antes, en el camino a conocer mi familia. Yo creo que eres más que suficiente, eres perfecto. Y no quiero que hagas nada que tú no desees hacer... Pero se lo que esto significaba para ti.

Entonces se lo tiende. Harry lo toma con la confusión escrita en todo su rostro. Cuando gira el sobre se siente como que el mundo comienza a detenerse.

A: Harry Edward Styles.
De: Universidad de Londres.

Sus dedos tiemblan y se sienten torpes cuando intenta abrir el sobre e incluso cuando lo logra sus ojos parecen imposibles de enfocar. No sabe si es la emoción o las lágrimas que impiden su visión.

Estimando Señor Styles:

Nos complace anunciar que su solicitud de ingreso ha sido procesada por nuestra honorable institución. Y a su vez es nuestro deber notificar el estatus de :

A D M I T I D O

en la licenciatura de Salud, Bienestar y Ciencias Biológicas A/B/O. El curso tiene una fecha de inicio el [...]

Admitido. En la Universidad de Londres.
Él.

— ¡Louis! Yo... ¿Cómo?

— Puede que haya investigado un poco y puede que conozca a un par de colegas en la Universidad. Tu mereces eso. Mereces eso y más.

— Yo estaba en un colegio comunitario... No puedo, no puedo pagar la Universidad de Londres.

— No tienes que. Dije que cuidaría de ti, Omega. Toda la matrícula, ya está cubierta. Si la quieres es tuya.

Entonces es su turno de lanzarse hacia el. Se esconde entre sus brazos y llora sin importar como moja la camisa del alfa.

— Me encanta ser mamá — dice. — Me encanta estar en casa con ellas. Me encanta trabajar en la panadería.

— Lo se.

— Me encanta ser su mamá — repite. — Lo elegí. Sabía a lo que renunciaba y lo elegí.

— Lo se, bebé. Pero aún así mereces esto. Porque lo quieres también ¿verdad?

Harry llora, moco cae de su nariz y debe aferrarse más fuerte a Louis porque no puede respirar de lo abrumado que está. — Lo quiero.

— Entonces puedes tenerlo. — susurra para el. — Y seguiras siendo su mamá, y aún serás el mejor para ellas. Porque eso es lo que puedes hacer cuando tienes el apoyo de alguien. Yo cuidare de ti, de todos ustedes Omega. Puedes tener esto Harry. Lo mereces.

— Louis , yo... Voy a estudiar. Voy a tener mi carrera. No puedo-gracias.

— Lo sé, amor. Lo sé.

Y el resto del día se va de esa forma, con abrazos que no terminan en lo que es el inicio de lo que Harry espera, sea el resto de sus vidas.

— ¿Te gusta esto? — Louis pregunta, cuando ambos tienen a una niña en brazos dormitando mientras ven una película y se acurrucan juntos. — Podemos ir a otro lugar a vacacionar si eso lo que quieres. Tenemos muchos días podemos hacer lo que quieras.

— No. Esto es perfecto.

— ¿Seguro? Hay tantos lugares a los que quiero llevarte.

— Por ahora, esto es todo lo que quiero. Me gusta aquí. Es seguro, estando juntos. Tiene a mi Omega tranquilo.... Aún son pequeñas, me pondría nervioso de tenerlas afuera.

— Bien. Entonces el siguiente año.

— El siguiente año... — Harry repite. Louis ve un futuro con el.

Con su familia.

Sus hijas tienen el nombre de ambos. Harry va a ir la universidad. Ellos tienen tradiciones familiares y viajes planeados a futuro.

— ¿Estás feliz? — Louis pregunta de nuevo, justo antes de besarlo.

— Si. — responde en medio de su beso y  sienten sus labios curvarse en una sonrisa que queda atrapada. Pero es cierto. Está felíz. Tanto que duele.

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— Mamá — Harry suspira al teléfono. Ya se ha movido lo más alejado que puede de la cama y realmente no desea salirse de la habitación ni continuar a donde sea que esté yendo el hilo de su diálogo — Está no es la conversación que quería tener en Navidad contigo.  Y si decidí contarte es porqué estoy feliz y quería compartirlo. Solo- las niñas y yo estamos muy bien. Regresamos en una semana. Les envié roles glaseados, feliz navidad. — entonces cuelga sin esperar más respuesta y enseguida lleva las manos a su rostro al sentir la tensión acumulada.

— Tengo la sensación de que en realidad yo no le agrado mucho a tu mamá — dice Louis, recostado sobre la cama en la que, hasta hace unos minutos, Harry descansaba también. El deja escapar un pequeño quejido y el alfa sonríe para el palmeando el espacio entre sus piernas — Vamos, ven aquí.

Harry sonríe para arrastrarse sobre la cama y colarse entre las piernas y brazos de Louis como un koala. Solo después de el contacto con el logra compartir su calor y se encuentra levemente perfumado habla de nuevo — No es nada contra ti. Le agradas, cree que eres bueno, solo...

— ¿No bueno para ti?

— Si, es decir, no. Ella está asustada, ya sabes de qué la historia con mi papá se repita. Y como sufrí mucho en mi embarazo como ella siente eso como una realidad muy presente.

— Hazz

— Pero no quiero está conversación en este momento, ¿si? Han sido demasiadas emociones para un día.

— Está bien — Louis susurra para el, comenzando a besar su frente. — ¿Quieres hacer algo? Apenas son las ocho.

— ¿Qué? ¿Son las ocho y ya estamos en cama? ¿Que somos, abuelos?

— Cerca. Padres con dos bebés muy activas — se ríen. — ¿Que dices, quieres probar el jacuzzi hoy?

— ¡Oh! Eso sería maravilloso. Ire a prepararar algunos snacks para nosotros ¿está bien?

— Eso suena increíble, amor. Ire a prender todo. Puse el traje de baño que traje para ti en tus cajones. Te veo en un minuto — Louis besa sus labios antes de que ambos se paren de la cama.

Harry debe caminar de puntillas para evitar despertar a sus hijas. Pero no se priva de revisarlas solo para asegurarse que nada perturbe sus sueños, las encuentra convertidas en lobitas de nuevo y sabe que mañana les esperara todo un día de juegos.

No tarda mucho en la cocina y se las arregla para subir con su bandeja de fruta picada y galletas con dips recién preparados, con un par de bebidas. — sin alcohol, porque en realidad no desea desperdiciar la leche de todo un día.

— Eso luce maravilloso, cariño. — le dice Louis en cuanto lo encuentra, preparado el agua. Harry debe morder su lengua para no abrir la boca de lo sorprendido que está.

Es sumamente bonito. Continuando con el aspecto rústico de la cabaña pero más que un jacuzzi lucen como una pequeña piscina. Las luces son bajas, hay otra chimenea que ya está encendida e incluso, una cama de descanso.

— Puedes ponerlo aquí. — Louis le indica. — ¿Porque no vas a vestirte? Ya casi termino aquí. En realidad, toca el agua antes, ¿está bien está temperatura para ti?

Harry se acerca para meter su mano y pronto siente las burbujas del hidromasaje tocarlo. Guarda una risita para si mismo ante la extraña sensación. — Esta perfecta.

Entonces se siente emocionado. No recuerda la última vez que estuvo en una piscina, tal vez tenía unos cinco años y su papá aún estaba alrededor. Es irreal, como las cosas comienzan a encontrar su lugar. Cómo todo se siente tan bien con Louis.

Toma la pieza de shorts amarillos que Louis trajo para el y se mete al baño para probarlos. Entonces siente lentamente la emoción ser reemplazada por el miedo. Mierda. El no odia su cuerpo ni nada de eso, amo su embarazo y ama como su cuerpo se ha adaptado para ser capaz de cuidar a sus hijas.

Es solo que, aún si Louis lo ha visto sin camisa antes, no ha sido así. No sin la evidente excusa de ser una madre y nada más que eso.

Y es que tiene un pequeño quiebre mental al ver su reflejo y notar lo evidentes que son los rollitos en sus caderas, la forma en la que su vientre aún está un poco flácido porque no ha tenido tiempo de hacer nada de ejercicio, o el hecho de que Adora come menos que Darcy y entonces tiene un pecho más lleno, y por tanto, más grande que el otro. — No, no puedo hacer esto.

Entonces camina al cuarto por una de sus camisas de algodón con estampado y se lo pone encima. Genial. Ahora está listo.

Regresa intentando ocultar los atisbos de su inseguridad pero no puede evitar jugar con sus dedos. Louis parece no notarlo porque sonríe en cuanto lo ve, ya dentro del agua y ofreciendo su mano para ayudar a Harry entrar. Y si cree que es raro que entre al agua con la camisa, entonces tampoco dice nada.

— Vas a amar esto — Louis le sonríe. Presiona un botón y unas compuertas se abren en el techo, solo para revelar el claro cristal y como las estrellas se visualizan tras el. — ¿Mejor?

— Dios, eres ridículamente rico. — Harry se ríe para buscar acurrucarse con el nuevamente. Tocarlo constantemente, esconderse entre sus brazos se ha convertido en una especie de hábito que no puede romper. 

Y se ríen, hablan, y juegan con la comida porque es imposible que estando juntos no tengan un tema de conversación. Es todo tan sencillo. No existen silencios cómodos porque no los necesitan.

— ¿Puedo preguntarte algo? Puedes decir que no.

— Ya me preguntaste algo — Harry intenta bromear. — Si, dime.

— ¿Porque usas esta camisa? — Louis juega con el dobladillo de la tela y en ese instante Harry siente el impulso de mirar hacia otro lado. Pero no lo hace.

— No me siento lo suficientemente bonito.

Cuando mira a Louis parece sumamente confundido. — ¿Cómo podrías no ser lo suficientemente bonito para cualquiera? Dios, Harry, desearía que pudieras verte desde mis ojos y desearía que pudieras sentir mi corazón cada vez que te veo.

— Louis... — Harry comienza a reírse.

— Vamos, escucha mi corazón, huele mi olor. Dime si miento, omega bonito.

Entonces Harry se sienta sobre las piernas de Louis, sintiendo las burbujas alrededor de ellos, y pone la mano sobre su pecho, la nariz sobre su cuello.

— Eres la persona más bella que alguna vez he visto, Hazz. Y no creo que alguna vez se termine. — y lo hace, huele el olor que emana y siente cada latido. — ¿Miento cuando te digo esto?

— No — murmura sobre su piel.

— Ahora mirame, omega bonito. — Harry alza la cabeza y Louis sostiene su cintura, encargandose de mantenerlo cerca. Sostener su mirada es intenso, pero Harry no lo querría de otra forma. — Eres hermoso. En cada maldito sentido.

— ¿No vas a pedirme que me quite la camisa entonces?

— No. Si estás cómodo de esta manera.

Se abrazan, con los pechos presionados juntos y dulces caricias en los brazos del otro. Respirando a la par hasta que silencio es todo lo que hay, es solo sentirse el uno.

— Pero quiero que me pidas que me quite la camisa. — entonces confiesa, tomando con ambas manos las mejillas de Louis. Sus labios se rozan al hablar anhelando por un beso que no llega, pues Louis comienza a besar por todos lados.

Besa la comisura de sus labios y luego su mentón. Traza un camino de besos por el cuello de Harry y el Omega jadea cuando siente a Louis morder dejando lo que será un hematoma, justo sobre su glándula de olor.

— Mhmn — Louis niega. — Voy a quitartela yo. — Harry puede sentir la forma en la que Louis toma la tela y como la desliza fuera de su cuerpo. Es complicado y se ríen en el proceso pues hace que el cabello de Harry, ya mojado se quede atorado. No es sexy ni atractivo pero genera, de alguna manera, más complicidad entre ellos.

— Tan, tan bonito — murmura como el mantra de un religioso en cuanto la prenda es liberada. — ¿Puedo tocarte, Harry?

— Si, si por favor. Si, alfa.

Siente los besos de Louis descender hasta su pecho. Toca cada tramo de su cuerpo, sin ver, como si con cada caricia intentara memorizarlo. Harry puede sentirlo en todas partes, su olor envolviendo, sus manos rozando sus muslos, sus besos en su piel.

— Ayúdame a entender — murmura y su voz suena rasposa, ronca. — ¿Que parte de ti es la que no te gusta?

— No es que no me guste, es solo que -mhm — Louis besa particularmente fuerte su clavícula. — es solo que mi cuerpo cambio después de dar a luz,y yo... solo desearía que me hubieses conocido antes, que me hubieses visto.

— Eres perfecto para mí, bebé. — besa sus labios otra vez. — Déjame mostrarte que tan perfecto.

Entonces sube sus manos hasta su cadera, y lo sostiene con fuerza. Puede sentir sus dedos aferrarse a su piel, justo donde sus rollitos están. Y entonces lo mueve para frotarse con él. Harry muerde sus labios intentando contenerlo pero su esfuerzo es vago pues sus ojos se vuelven vidriosos. Y gime tan fuerte que debe inclinarse a morder el hombro de Louis. Sintiendo como lo mueve, usándolo para su placer, como su erección crece bajo la delgada tela del traje de baño y se clava entre sus nalgas.

— Me encantan estos porque me permiten sostenerte cerca — entonces le dice, marcando sus dedos con más fuerza. — Es como si estuvieran diseñados para mis manos. Para pertenecer a ti.

Harry continúa sus besos hacia el cuello de Louis, sacando jadeos de el también. — ¿Puedes continuar por tu cuenta, Omega? Quiero ver la forma en la que te mueves para mi, bebé.

— Si, si puedo. — responde como mueve, para tomar el control de sus embestidas y seguirse frotando contra el. Siente la tensión acumularse, un cosquilleo latente que eriza su piel sin ser suficiente. 

— Bien. Excelente, lo haces tan bien — todo el Omega de Harry ronronea con sus palabras. «Lo hago bien» — Tan bien para mi, Omega bonito. Ahora, ¿sabes también que amo de ti?

— ¿Qué?

— Tus preciosas tetas. — entonces siente ambas manos acunarlas y amasarlas de la forma más obscena posible. — Mira como cuelgan. Son jodidamente calientes. Y luces precioso.

— Son, ah, son raras, alfa. — dice, muerde su labio sacando sangre en cuanto Louis comienza a jugar con sus pezones. Dios, había olvidado lo sensible que era. — Casi no hay omegas como yo, me miran extraño en la calle. Y son de tamaños diferentes, una es más grande que la otra.

— Oh, ¿porque está más llena, no es así? ¿Porque no nos encargamos de eso? Puedo ver qué eres sensible. — entonces, contra todo pronóstico, siente, ve a Louis besar todo su pecho. — Dios, hueles tan bien. Tan dulce. Me encanta.

Olfatea entre sus senos, antes de besarlo tambien. Deja un trazo de marcas hasta que llega a su pecho más grande y entonces lo ve lamerlo. Lo sostiene y lo presiona, succiona de el hasta que la leche baja y usa la mano contraria para vaciar el otro también.

Harry puede sentir la leche gotear por todo su torax y llegar hasta el agua. — Ah, Louis, alfa.

No dejes de moverte, bebé. No dejes de mirar como te tomo. Porque tal vez así puedas comprender lo mucho que te deseo ¿esta bien? — Harry asiente, luchando contra todo impulso de cerrar los ojos. Es demasiado difícil concentrarse en moverse, en no dejar de mirar cuando todo su cuerpo se siente tan en el borde. Es fascinante, la forma en la que Louis no solo saca su leche. Louis está tragando, presionando con su mano cuando el flujo no es suficiente. Y lo mira con algo que Harry no puede definir más que hambre.

Harry está tan perdido en sensaciones que no se da cuenta de que en momento se corre. Solo siente su cuerpo laxo, su mente perdida en un bucle de LouisLouisLouis, que no se detiene. Louis no se detiene hasta que ha sacado todo y Harry comienza a llorar en un estado hipersensible. — ¿Te veniste sin tocar? ¿Solo por como comí de ti, Omega? — entonces tortura un poco más sus pezones, sacando más lágrimas de su amante. — Joder, me encantan tus tetas y lo sensible que eres. Apuesto a que te encantó cuando las llene de mi semen anoche, ¿no es así?

— ¡Si! — grita cuando Louis pellizca entre sus dedos su pezón. — Me encanto estar lleno de tu semen, alfa.

— ¿Puedes entender ahora? ¿Lo que solo tu me haces? ¿Lo mucho que te anhelo?

Más lágrimas caen, Harry no tiene forma de saber si son las sensaciones o el sentimiento que Louis provoca en el, y de cualquier forma duele. Cómo si no pudiera contenerlo, como si estuviera desbordandose sobre el.

Pero no se detiene. Siente los gruesos dedos de Louis colarse en su traje de baño, el intenso flujo de agua provocar sensaciones extrañas en cuanto su traje de baño es descubierto. — ¿Puedo continuar, Hazz?

— Yo... — gime cuando siente rozar su perineo. — Yo di a luz, Louis.  No soy... No estoy apretado.

— Mhmn — Louis niega. — No fue eso lo que te pregunte, Omega bonito. ¿Puedo continuar, quieres que meta mis dedos en ti?

Y hay algo en la forma en la que lo pregunta, el cómo el contacto de sus ojos no se rompe que Harry sabe no hay punto de retorno. Que tal vez lo paso hace mucho. — Si.

Lo siente invadirlo. La manera en la que solo uno de sus dedos entra el y Harry grita. Jodidamente lo hace porque ha pasado tanto tiempo. Porque es la primera vez que realmente añora a la persona con la que lo hace, la primera vez que siente.

Siente su lubricante bajar y su músculo contraerse entre Louis más trabaja en el, añadiendo un segundo dedo. Cepillando aquel punto con tanta precisión. — Tan, tan precioso. Desearía que pudieras verte. Lo bien que te ves clavado en mis dedos. ¿Puedes tomar un tercero?

Harry niega, y probablemente no piensa lo que sigue. — Anudame.

— ¿Qué?

— No quiero tus dedos. Te quiero a ti. Anudame, alfa. Por favor. Por favor, Por favor — comienza a rogar. Louis sonríe y después lo besa. Lo besa hasta que ambos se quedan sin aire y entonces lo besa más.

— Te daré mi nudo, Omega. — Louis baja por completo el traje de baño de ambos, y sus labios se unen de nuevo en el momento que Louis empuja dentro de el. Lo hace despacio y Harry siente su anillo muscular resistir. — Mierda — Louis gime contra sus labios.

Empuja lento y Harry debe sostenerse de la espalda de Louis. Joder. Pierde toda noción de tiempo y solo es conciente del agua caliente alrededor se ellos y como parece ser fría en comparación de su propia temperatura. — Me aprietas tan bien, mierda. ¿Puedes sentirlo, como te abro para mi?

— Te siento, alfa. Duele, me duele.

— ¿Me detengo?

— No, por favor, solo termina. — Louis lo besa de nuevo mientras comienza a masturbarlo. Siente toda una ola de placer y su cuerpo cosquillea antes de sentir a Louis entrar por completo. — Tan lleno. Alfa, estoy tan lleno. Follame, follame por favor.

— Voy a hacer más que eso, omega. — sus labios duelen pero se siente dependiente, como un adicto, a los besos de Louis. — Gime para mí, ¿si Omega? Déjame escuchar mi nombre de esa bonita boquita tuya.

— Si, Louis.

El alfa lo abraza, manteniéndolo cerca hasta que Harry siente sus corazón latir junto al otro. Y cuando Louis comienza a moverse lo hace despacio, se toma su tiempo y lo hace tan suave que Harry puede sentir cada tramo de si rendirse ante el.

Lo hace con cuidado mientras reclama con sus besos cada parte de su piel.

— Tan precioso, tan hermoso — repite en cada momento. — Voy a anudarte, ¿si Omega? — Harry asiente sin saber que esperar, sin estar preparado. Entonces lo siente. La forma en la que explota dentro de el.

— ¡Louis, alfa! — grita, intenta moverse y se da cuenta de que está atorado. Louis lo ha anudado. Están unidos. Su omega se regocija, drogado en sensaciones y se corre de nuevo. Eyacula entre sus abdomenes presionados juntos y su lubricante se desborda cayendo sobre las piernas de Louis. — Alfa, alfa... Es mucho.

Lo siente pulsar, llenandolo de semen en cada latido. Expandiéndose más, estirandolo tanto que puede sentirlo pinchar la punta de su cérvix.

—  Oh dios, mira eso. Lo lleno que estás — Harry intenta mirar para la refracción del agua altera su visión, o tal vez es solo el orgasmo lo que hace su vista brillosa. Pero no necesita mirar, Louis lleva la palma de su mano hasta el vientre de Harry y presiona con fuerza. Siente su propia polla contra la piel del Omega y como toda su semilla hincha su pancita. — Tan bonito, tan precioso, tan mío, Hazz.

— Tengo que confesar algo. — Harry dice. — No había tomado el nudo de nadie antes. Mierda, mierda. Duele como el infierno, es muy grande, joder. Louis, eres tan grande me llenas tanto. — comienza a llorar. Un tipo diferente de dolor.

— Ya casi termina — intenta consolar, masajeando su área lumbar. — Creo. Yo... No había anudado antes.

— Oh, ¿solo a mi?

— Solo a ti, Omega bonito.

Oh. — Harry sonríe.

— ¿Te das cuenta de lo hermoso que eres? ¿Pude hacerte sentir tan bonito como te veo?

— Alfa... Yo te-, oh dios. Si, si alfa.

Harry mira hacia arriba, sosteniendose de Louis cuando una nueva oleada de semen se descarga en el, su nudo expandiéndose más. Y cuando lo hace, literalmente, puede ver las estrellas.

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Estoy poniendo, literalmente, toda mi voluntad para vivir en terminar esta fic. ¿Les gustó?

¿Alguien más de dedicación?

¡Gracias infinitas por leer!

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