Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

₊˚✧ 𓏲🩸 ٬٬ 01: The Willows

Cuando caminaba con Minho por el oscuro bosque, eran las únicas ocasiones en las que podía atravesarlo con tranquilidad, sin temor a ser devorado por los lobos que iban de caza. Cuando lo hacía, a pesar de la penumbra, era capaz de ver la belleza en el paisaje únicamente iluminado por la tenue luz de la luna. Escuchaba los distintos animales a la distancia; era algo hermoso para quien pudiera apreciar la belleza en el silencio y la soledad.

Felix sintió el firme y gélido agarre de Minho en su muñeca, pues estuvo tan concentrado en lo que veía que lo adelantó sin percatarse. El perpetuamente joven vampiro tiró de él, llevándolo por una falsa pared de vegetación que cubría la roca superior a la entrada, manteniendo el agujero oculto.

—¿A dónde vamos ahora? —cuestionó Felix, la emoción le apretaba el estómago y sentía el cosquilleo en las manos.

Minho pudo percibir la excitación en su voz pero tan solo se llevó el índice a los labios, indicándole que guardara silencio y le quitó la lámpara, apagándola, dejándola a un lado del camino. Siguió caminando, apartando las gruesas enredaderas para poder pasar entrando a la cueva sin un solo destello de luz en el interior. Felix apretó la mano de Minho, lo ponía tenso estar en un lugar tan estrecho, totalmente ciego. Olía a raíces, humedad y moho. El vampiro, con ojos perfectos para ver en la oscuridad, guió al pequeño y tembloroso humano por el camino angosto cada vez más profundo.

Felix sentía que le faltaba el aire, estaba asustado, pero se repetía constantemente que Minho no le haría daño, no lo llevaría a un lugar en el que pudiera matarlo.

¿O sí?

Caminaron por casi una hora entera hasta ver como el oscuro camino que parecía interminable comenzaba a iluminarse pero no era ninguna luz que Felix hubiera visto antes. No era platinada como la luz de la luna, ni amarillenta como el sol, tampoco ese anaranjado extraño de las antorchas y fogatas. Era purpúreo, fantástico. Felix no podía apartar la mirada, contemplaba la luz como si no hubiese nada más maravilloso que eso. El miedo se desvaneció pero estuvo más ansioso de salir.

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, Minho extendió la mano apartando las ramas floreadas que ocultaban la mayor parte de la entrada. Felix contuvo la respiración al ver el hermoso paisaje que se alzaba ante sus ojos. Los árboles eran grandes, milenarios, no importaba a donde mirara únicamente habían sauces llorones pero... en lugar de poseer hojas verdes como en los que había visto antes, éstas eran pálidas, brillantes y hermosas. Como genuinas lágrimas. Poco más allá, una laguna cuya agua oscura reflejaba las ramas de los sauces, a su orilla contemplaba diversas clases de plantas igualmente hermosas e incluso flores de loto. Levantó la mirada, a unos metros entre rocas con vegetación pálida variable en tonos azulados y violáceos, caía una hermosa cascada cuya agua azulina rompía en la laguna creando espuma burbujeante.

—Es hermoso —murmuró Felix, admirando todo lo que veían sus ojos, casi sin voz.

Minho se limitó a observarlo con una expresión serena, nada que ver con la inescrutable que mostraba en ocasiones al resto. Tiró de él, haciéndolo caminar descalzo por el frío, pálido y suave césped que cubría aquella tierra.

—¿Te gusta éste lugar? —cuestionó Minho, arrodillándose a la orilla de la laguna. Felix asintió, tomando asiento a su lado.

—Me encanta, es muy hermoso —respondió, apoyando su mejilla en el hombro del vampiro con la mirada fija en aquellas aguas—. Muchas gracias por enseñarme todo esto.

—Podríamos quedarnos aquí, si quisieras —murmuró Minho, tomando la mano del humano entre sus largos y gélidos dedos provocando que un escalofrío recorriera al chico.

Guió la mano hacia la laguna, hundiéndole los dedos en ella. Naciendo de sus falanges, se extendió una brillante sustancia amarillenta que cubrió varios centímetros para luego desparecer.

—Me gustaría —admitió, desviando la mirada del agua para ver el rostro del vampiro—. Pero... Mi lugar está en casa, con mi familia.

Minho lo miró y sonrió, pero Felix no supo interpretar la sonrisa.

—Ustedes los humanos, le toman mucha importancia a su linaje cuando en ocasiones, es su propia familia quien los arruina —habló solemne, pero mirándole con cierta compasión—. Tu lugar está donde tú decidas que está, no donde otros lo impongan. Al final, la vida es tuya, no de ellos. Eres quien atesorará los recuerdos y quien llorará los infortunios.

El vampiro acarició el rostro del humano, con increíble cuidado y elegancia, como si tuviese miedo de romperlo. Felix estuvo a punto de replicar pero Minho le movió suavemente el rostro hacia el agua, de donde una hermosa sirena con cabello largo adornado con flores marinas y perlas les miraba con notable curiosidad, sus grandes ojos pasaban de uno al otro, sin ninguna emoción concreta.

La hermosa sirena se acercó con lentitud, extendió sus delicadas y pálidas manos hacia Felix. Él sintió la humedad de sus falanges cuando ella le tocó, lo hizo con tanta lentitud y cuidado que Felix se preguntó si todos los demás seres lo veían como alguien espantosamente frágil por ser un humano. No le importó en el momento, lo que estaba viendo era en extremo fascinante y maravilloso como para prestar atención a algo más allá de eso.

—¿Cómo puedes estar seguro de ello? —preguntó Felix, aún con la mirada fija en aquella hermosa sirena que poco a poco se hundía en el agua.

—Porque hace muchos años, yo también fui un humano.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro