❝ —Minho, no soy real, soy sólo un producto de tu imaginación. ❞

Pareja:
Minsung
Drama, angst

...

El molesto ruido de la alarma corrompiendo el silencio de la habitación lo despertó poco a poco, buscando a tientas su celular apagó esta, removiendose en busca de una nueva posición cómoda para seguir durmiendo.

Encontrada la pose, se dejó llevar de nueva cuenta en brazos de Morfeo, o eso intentó hasta que un peso muerto cayó encima de su cuerpo, sacando todo el aire que sus pulmones tenían retenido. No debía ser un genio para saber de quién era el peso que lo aplastaba, soltando una queja en modo de berrinche intentó removerse para apartarlo de encima suya.

—Quiero dormir, salte de encima —murmuró entre quejidos.

—Nop, es hora de levantarse —escuchó en su oído mientras el aliento del rubio chocaba contra su nuca.

—Pudrete y dejame dormir Sung.

El peso encima suya desapareció de un momento a otro, suspirando intentó volver a dormir, fallando al sentir ser jalado de su pierna. Con un suspiro derrotado terminó por levantarse contra su voluntad hacía el baño empezando con su día.

Al salir de su cuarto ya arreglado se encaminó hasta la cocina, encontrando al contrario preparando el desayuno.

—Te odio, quería dormir.

—Para eso están los mejores amigos —respondió con una sonrisa burlona.

El desayuno fue puesto en frente suya, empezando a comer de lo preparado. Estaba sumergido en el exquisito sabor derritiéndose en su paladar hasta que un ruido de la planta de arriba lo desconcertó. Pasos apresurados se escucharon por las escaleras y la silueta de un nuevo individuo se hizo presente.

—Tú- ¿Acaso entraste por la ventana, Changbin? —preguntó con una mueca de incredulidad plasmada en su rostro.

—Buenos días para ti también Minho —respondió sarcástico el otro mientras caminaba hasta la cocina para buscar que comer.

—Hey, quita tus sucias manos de ahí. Es el desayuno de Sung, no es para ti.

El contrario puso una mueca de preocupación, siendo desapercibida para el otro al encontrarse de espaldas. Mientras que la preocupación albergaba su mente, el otro pensaba en dónde se encontraba el susodicho, encogiéndose de hombros al creer que sólo había ido al baño.

—Come rápido, Lix nos espera en el parque —sentenció cruzado de brazos mientras miraba fijamente al otro.

Terminando en unos pocos bocados, habló al contrario para avisar que subiría a lavar sus dientes y saldrían juntos, después de esperar a Jisung claro.

Al entrar a su cuarto pudo ver como el contrario salía del baño, con el cabello húmedo y cambiado de ropa.

—Perdona si me demoré, necesitaba una ducha.

Haciendo un gesto despreocupado para este, entró al baño a hacer su cometido y cuando ya estuvo listo bajó junto al otro. Notificando aquello al chico que esperaba inmerso en sus pensamientos a por él en la cocina, salieron los tres juntos en dirección al parque.

No más de veinte minutos después llegaron al lugar acordado, visualizando al faltante sentado en una banca observando el fresco paisaje, que traía consigo algunas nubes grises en signo de que más tarde llovería.

—¡Chicos! —la voz de Felix se escuchó entre el rango de los recién llegados, quienes aceleraron su paso para llegar hacía él.

El resto de la mañana y parte de la tarde se la pasaron entre divertidas vueltas en diferentes locales al rededor de la cuidad, aunque el único que pareció divertirse totalmente fue Minho.

Cuando ya casi el sol se perdía en el horizonte y el cielo estaba bañando entre cálidos colores volvieron hasta el punto de encuentro de aquel movido día, descargando sus cansados cuerpos en una banca donde cabían sólo tres personas.

—Vuelvo pronto, iré por una botella de agua —el susurro de Jisung en su oído fue lo que causó que abriera sus ojos para verlo alejándose de a poco.

Un quejido seguido de un trueque de espalda se escuchó— Ah, estoy muy cansado —la voz de Changbin se hizo presente antes de que hiciera un pequeño berrinche ante su queja.

—Ve a hacerle berrinches a tu novio, no a nosotros —espetó Minho con burla.

—Ya~ Dejalo, sólo es un pequeño berrinche —comentó Felix con una sutil risa.

—Claro, y yo soy imbécil —respondió a la vez que cruzaba sus brazos detrás de su cabeza.

—Si tú lo dices —escuchó decir a Changbin con tono burlón antes de tirarsele encima para empezar una guerra de palmadas entre sí.

—¡Basta! Dejen de pelear, se están comparando como niños —los separó Felix. Este mismo soltó un suspiro antes de tomar entre sus manos la perteneciente a Minho.

«Minho, queríamos hablarte sobre tu amigo ese, el tal Jisung —comenzó con tono suave.

Mientras la confusión se apoderaba del rostro del nombrado— ¿Sobre Mer? ¿Qué con él?

Los contrarios cruzaron miradas con notable nerviosismo y preocupación destellando en sus ojos.

Carraspeando su garganta volvió a hablar— ¿Desde hace cuánto conoces a... Jisung?

—Hace unos... ¿Tres años? Más o menos eso ¿Por qué? —preguntó extrañado.

Un suspiro abandonó los labios de ambos antes de que Felix volviera a retomar la palabra.

—Verás, esto es difícil de decir pero... Minho, él no es real. Jisung no es real, no existe, él- —dijo lo más sutil que pudo con la preocupación y angustia brillando en sus ojos.

El rostro estupefacto del mencionado fue lo que hizo que se callara de golpe, mientras que este negaba varias veces soltando las manos del contrario.

—No, ¿Qué mierda estás diciendo? ¡Es una tontería, claro que existe! —espetó enojado parándose de golpe de la banca mientras la ira y amargura se inyectaba en su rostro.

—Minho, no queremos que te lo tomes a mal ¿si?, hablemos. Es por tu bien y entendimiento, Jisung no existe, nunca existió —habló esta vez Changbin parándose mientras se acercaba lentamente al contrario.

—Están equivocados, creí que eran mis amigos... —dicho eso salió corriendo ignorando los gritos de ambos chicos pidiéndole que volviera.

En el transcurso de su corrida se encontró con el sujeto principal de su anterior conversación, quien lo observó con preocupación al ver sus lágrimas recorriendo por sus mejillas. Sin decirle nada tomó su mano corriendo en dirección hasta su casa mientras el cielo se oscurecía totalmente dando paso a la lluvia.

Al llegar empujó al contrario dentro de la casa para cerrar la puerta de un portazo, recargandose en esta mientras dejaba sus lágrimas correr. Al recordar la presencia de su mejor amigo levantó la mirada, chocando con su mirada preocupada.

"¿Cómo podría no existir?"

La mirada del contrario se suavizó, extendiendo su mano para que la tomara, hecho eso lo llevó hasta su cuarto otorgándole una toalla para secar sus goteantes cabellos.

—¿Quieres hablar? —preguntó después de unos minutos de silencio. El contrario suspiró mientras recargaba su cabeza en el hombro del otro.

—Dijeron que no existías ¿Puedes creerlo? Que estupidez —soltó resoplando al recordar la conversación con Changbin y Felix.

El contrario se mantuvo callado por varios minutos, logrando que volteara a verlo con curiosidad.

—¿Sung?

—Minho, es verdad... —el rostro del contrario se deformó en incredulidad pura, alejándose de él.

—No me vengas con eso, es imposible ¿Qué estas diciendo?

—Minho —suspiró levantándose para arrodillarse frente a este tomando sus manos entre las suyas— No soy real, soy sólo un producto de tu imaginación.

—¿Cómo... Cómo es posible? —preguntó en un susurro, las lágrimas aglomerandose en sus orbes nuevamente.

—Hace tres años, cuando tu madre... Murió, sentiste que la soledad te consumía de a poco y ni siquiera tus amigos podían apaciguar ese sentimiento, entonces me conociste ¿No es así? —el contrario asintió lentamente intentando procesar lo que sucedía.

«Tu mente me creó para ayudarte a superar ese episodio de tu vida, para ser tu pilar, tu zona de confort. Soy un producto de tu imaginación solamente Minho, no soy real.

La mano de Jisung viajó hasta la mejilla del contrario dejando una suave caricia en esta.

—Ahora tienes que dejarme ir, ya es momento Minho —dijo con una sonrisa.

El contrario negó, mientras las lágrimas bañaban su rostro. Posando su mano sobre la que estaba en su mejilla.

—No puedo, Sung no puedo. Eres mi mejor amigo, la persona que me conoce mejor que yo mismo ¿Cómo podría dejarte ir? —murmuró con la voz rota.

—Hey, no me iré para siempre, me tendrás siempre ahí en tu corazón. Vamos, dejame ir, es momento Min —con cuidado levantó al contrario, mirándolo fijamente.

—Sung yo... No puedo, no quiero —apoyó su frente en la del contrario volviendo a negar.

—Ya es tiempo, sólo dilo. Vamos

—Adiós Sung, te extrañaré —murmuró soltando un suspiro después, cerrando sus ojos mientras el sonido de la lluvia impactando contra el pavimento se colaba entre sus oídos.

Inclinándose para alcanzar la frente contraria, el rubio dejó un beso en esta para después sonreírle— Adiós Minho.

Un relámpago sonó fuertemente sobresaltandolo y causando que abriera nuevamente sus ojos, encontrándose a sí mismo solo en la habitación. Suspiró sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas e iba a tirarse a su cama para llorar a gusto hasta que unos golpes en la puerta de entrada lo interrumpieron.

Bajando algo apurado corrió a abrir la puerta, encontrándose con ambos chicos empapados a los cuales abandonó no hace mucho en aquel parque. Dejando correr sus lágrimas se abalanzó hacía ellos dejando que sus brazos consolaran su reciente pérdida.

Al final, Jisung sólo sería un dulce recuerdo en su memoria.

...

*le pegan por no actualizar*

Pidoperdón por todo pero juro que pronto traeré más cositas aquí tanto los pedidos como los propios :(

Btw, ¿qué les pareció este os?