𝟬𝟮𝟵
Changbin esperaba atento por la respuesta de Christopher, aún arrodillado en la arena, sus ojos solo reflejaban amor por el australiano quien poco a poco iba acumulando lágrimas en los suyos. Estaba impactado, poco a poco su vida iba mejorando hasta ser casi perfecta y se sentía afortunado de al fin poder decir que Seo Changbin sería su esposo.
Entonces, no le haría esperar más, su respuesta era más que obvia.
—¡Sí! —respondió saliendo del shock mientras miraba a Changbin colocar un hermoso anillo dorado en su dedo anular.
—Te amo tanto mi Channie —Changbin afirmó antes de besar a su ahora prometido—. Gracias por permitirme este hermoso privilegio —habló en medio del beso.
—Ya te había dicho que estaba listo para ser tu esposo —el menor le recordó una vez se separaron.
—Necesitaba que tuvieras un anillo digno de tí.
Christopher sonrió, no entendía cómo su vida pudo cambiar tan repentinamente, Changbin era como un sueño, demasiado perfecto para ser real, sin embargo amaba ese sueño que vivía a su lado y no quería despertar de él jamás, no cuando Changbin estaba ahí, sonriéndole con esos hermosos labios de los que ahora él era dueño.
Caminaron un poco más por la playa antes de ir a su habitación de hotel, iban a quedarse una noche para regresar a casa al día siguiente, pero ahora debían descansar, después de todo era algo cansado para Christopher caminar largas distancias y por más que lo estaban disfrutando sabían que era mejor ir a descansar antes de que anocheciese por completo.
Fue una noche cálida, porque a pesar de no estar en casa, Christopher se sentía de esa manera cuando tenía a Changbin durmiendo a su lado, él era su hogar, Changbin era su lugar seguro.
Entonces descansaron.
Y a la mañana siguiente, Changbin decidió llamar a su mejor amiga tan temprano como despertó solo para darle la noticia de que pronto iba a casarse, porque ahora estaba comprometido con Christopher. Chaeryeong no pudo evitar gritar de la emoción al compartir la felicidad de su amigo y por consiguiente aquel grito despertó a Taehyun quien dormía a su lado, ahora el chico también sabía del compromiso.
Más tarde, mientras la pareja viajaba de regreso a casa, estuvieron hablando sobre lo que querían para su boda. Christopher había dicho que quería casarse en la playa y Changbin adoró tanto la ilusión con la que su menor pedía aquello que se lo concedería sin dudar.
—¿Por qué no lo habías pedido antes? Incluso si ya te había dado mi respuesta —Christopher se atrevió a preguntar mientras admiraba el brillante anillo en su dedo.
—Quería asegurarme de que primero estuvieras libre para poder darme una respuesta, no quería que nada como el juicio o esas cosas interfirieran en tus decisiones.
Christopher asintió entendiendo.
—Y, ¿por qué ahora y no después de que Yeonhee naciera?
—Ese es otro punto, quería casarme contigo antes de que Yeonhee naciera, pero podemos esperar el tiempo que sea necesario, no quiero presionarte a nada —Changbin afirmó con una cálida sonrisa sin despegar los ojos del carretera.
—Tenemos un mes para planear la boda —Christopher devolvió la sonrisa.
—Dije que no quiero presionarte...
—Debemos comenzar a planificarlo todo, creo que Chaeyoung conoce gente que podría ayudarnos —Christopher lo interrumpió.
Y Changbin soltó una leve risita, adoraba que Christopher también estuviera emocionado.
Fue un viaje agradable, no faltaron las bromas y risas de por medio hasta que finalmente llegaron a casa, debían descansar puesto que el viaje había sido agotador y al día siguiente debían ir a la última cita de Christopher con su ginecóloga, es por eso que habían regresado muy pronto de la playa porque si por ellos fuera se habrían quedado la semana completa, sin embargo tenían compromisos por cumplir.
Y aunque no lo dijeran, ambos estaban muy impacientes por el día siguiente, por fin tendrían una fecha para conocer a su bebé, estaban a un día de saber cuándo sería la cesárea de Christopher que traería al mundo a su hija en aproximadamente un mes.
Aquel día fue tan ajetreado después de finalmente salir de la cita puesto que debían buscar a quienes les ayudarían con su boda, Chaeyoung les había dado información sobre quienes planearon su boda con Mina un par de años atrás.
Debían darse prisa con los preparativos, porque después de todo tendrían menos tiempo de lo pensado ya que la cesarea de Christopher había sido programada para el 20 de diciembre y para esa fecha no faltaban ni siquiera 4 semanas.
Por suerte, al contactarse con los organizadores de bodas estos aseguraron que la boda estaría lista para el 5 de diciembre, eso era excelente, dos semanas antes de que Yeonhee llegara al mundo.
Para escoger el vestido de bodas debieron ser cuidadosas, puesto que al llevar un bebé en el vientre no era fácil encontrar el vestido adecuado, así que optaron por uno más cómodo que los tradicionales, porque después de todo la boda tenía también un toque minimalista debido a que sería realizada en la playa.
Changbin también optó por un traje blanco holgado que fuera a juego con la vestimenta de su prometido.
Aquella tarde ambos lucían hermosos, Christopher con el cabello rubio cayendo en cascada por su nuca y Changbin con ambos lucían tan satisfechos con su boda planeada en dos semanas y aunque fue todo un reto se sentían orgullosos de haberlo logrado.
Era un ambiente agradable, sin embargo, el embarazo de Chris no le permitía quedarse tanto tiempo celebrando, él debía descansar, así que luego de una seria plática con los padres de Changbin, quienes le advirtieron a su hijo sobre cuidar bien de Christopher, finalmente debieron ir a su hotel.
Ellos deseaban tanto una noche de bodas, pero debían ser cuidadosos, además, el gran vientre de Christopher hacía las cosas aún más difíciles, el menor no podía hacer demasiado esfuerzo.
Así que, Changbin intentaría ser muy delicado con él.
Su gran erección le pedía a gritos ser rápido, pero debía cuidar de su esposo, así que
a pesar de sentir algo de dolor decidió ignorarlo y concentrarse en besar con cariño a su chico.
Ambos yacían en ropa interior, Christopher acariciaba la dura erección de Changbin con su mano derecha mientras sentía el suave beso que Changbin le brindaba.
El coreano iba lento, estaba siendo muy atento que no se esperó la fuerte mordida que Christopher le dejó en el labio sin previo aviso, fue demasiado fuerte que incluso su labio sangró, pero todo cobró sentido cuando escuchó un gemido de dolor por parte de su esposo y miró su ceño fruncido. Preocupado, miró la ropa interior de Christopher notando que esta se encontraba completamente mojada.
Changbin tuvo miedo, la fuente de Christopher se había roto.
Él corrió lo más rápido que pudo por su celular en busca del contacto de su mejor amiga, Chaeryeong debía ayudarlo con eso, probablemente el parto de Christopher iba a ser más pronto de lo esperado.
—¿Hola? —Chaeryeong preguntó confundida al otro lado de la línea, no entendía porqué Changbin la llamaba siendo de madrugada.
—¡La fuente de Christopher se rompió! —Changbin informó totalmente alarmado.
—¡¿Qué?! —Chaeryeong también se alarmó.
—¡Lo que escuchaste, necesito que recibas al bebé hoy mismo!
—¡Changbin, soy ginecóloga, no partera!
—¡¿Y qué se supone que haga, Lee Chaeryeong!? —Changbin estaba histérico escuchando a su esposo gritar del dolor.
—¡Ve al hospital que te señalé cuando les dí la fecha de la cesárea! Hablaré con mis amigas para que puedan atender a Christopher de urgencia —Chaeryeong indicó—. Te veo ahí.
Y finalmente la llamada fue colgada, Changbin tomó cualquier ropa que encontró y fue a por su esposo para vestirlo rápido y sacarlo en brazos del hotel para llevarli hasta su auto, debía darse prisa para poder llegar a tiempo hasta el hospital.
Afortunadamente, llegaron rápido y encontró a Chaeryeong esperando por él cerca de la entrada, la cual le indicó a dónde debían ir para que Christopher fuese atendido, gracias a Chaeryeong, llevar al australiano al quirófano fue rápido y en unas horas finalmente conocerían a su hija.
Mientras tanto, dentro del quirófano, Christopher no tardó en sentir el efecto de la anestesia hasta finalmente caer dormido.
Él no sentía nada, era como estar durmiendo, estaba tranquilo soñando con su familia y Changbin, un lindo sueño del que nunca podría cansarse.
Un sueño como lo fue desde que conoció a Changbin, perfecto como siempre lo deseó. Sin duda, Changbin y Yeonhee eran el mejor sueño que Christopher había tenido.
Poco a poco, el australiano fue abriendo los ojos e inevitablemente una sonrisa se formó en su rostro al imaginar el nuevo inicio que viviría al lado de su familia luego de pensar en que recién despertaba de su cesárea.
Él solamente podía pensar en que su vida ahora era perfecta. Pensar en que finalmente viviría ese sueño que siempre deseó vivir.
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